Valentino.
Al llegar a mi empresa, entró a la sala de juntas con una mirada que imponía respeto, los empleados, temerosos pero también admirativos, se acomodaron en sus asientos mientras que tome lugar en el extremo de la mesa de caoba. Mi silla de Piel recién llegado me hacía ser aún mas arrogante.
—¡Silencio!—rugí con voz resonando en la sala de reuniones —Hoy no estamos aquí para juegos. Estamos aquí para hablar sobre el futuro de nuestras operaciones en Las Vegas, Roma y Inglaterra... nuestras empresas pueden estar en juego, por lo tanto, necesitamos más personal de alta confianza para trasladarlos a cada país.
La atmósfera se tensó instantáneamente, se que aquí hay gato encerrado y no pienso tolerarlo, la incompetencia ni la deslealtad, y casi todos lo sabían, no obstante, cuando descubra más afondo a los traidores que están congeniados con la mafia... seré yo mismo quien les corte la cabeza.
—Hablemos claro— continúe—La mafia está ganando terreno en nuestros territorios. No podemos permitirlo. Necesitamos más información, más control. No descansaré hasta que erradiquemos esta plaga de una vez por todas...— ordene sin dejar de verlos a cada uno, pude notar la tensión en esta sala y sabía muy bien quiénes eran los traidores que desean quebrar mis empresas en las Vegas.
Los nombres de los involucrados en el lavado de dinero resonaban en la sala. Me dispuse a mencionar a cada uno con desprecio, como si fueran meros peones en su ajedrez personal.
—George, Vittorio, Mateo y la serpiente... Todos ellos caerán a mis pies- declare con determinación.
—Valentino tu eres el conde de nuestro territorio. Solo das la orden y empezaremos la guerra.- Niego rodeando el lugar a lo que varios de ellos estaban nervioso. De entre estos quince hombres puedo afirmar que sólo siete de ellos me es leal. No moveré a la reina no ahora, aun el juego no ha empezado.
Después de la reunión, regresó a mi mansión, salgo de la limusina, no sin antes dirigirme a Emilio.
—Averiguaste a los camaleón — Inquirí sin desdén.
—Si señor, el informe esta en su despacho.
Sonrió elevando las cejas. Él si se merece ser uno de los mejores guardianes que traje junto a mi de Mystralón, por otro lado Los Camaleón eran uno de los clanes que han venido a vivir en este mundo moderno. Tenía intriga de saber sí de que raza venían y con qué intensiones.
Entro a mi mansión, los empleados me saludaron como siempre, pero desvió mis ojos al ver una figura familiar capturar mi atención. Era ella, la chica de ojos grises como la luna, aquella que había conocido en la fiesta.—¿Quién es ella?—preguntó a uno de mis hombres de confianza, mi tono es exigente, quería cerciorarme en saber si es aquella chica de la fiesta, que últimamente está colándose en mi mente como una intrusa.
—Sabemos poco, señor se que es invitada de Lucrecia sin embargo quise Averiguarla— respondió el hombre, a lo que asiento-Pero estoy en ello. Pronto tendré toda la información que necesita.
Nuevamente asentí, mis ojos fijos en la misteriosa mujer. Había algo en ella que me intrigaba, algo que estaba empezando a querer saber más. Y no pararía hasta descubrirlo...
Entre a mi despacho, me sirvo una copa de coñac mientras reviso información confidencial sobre la presencia del Clan Camaleón cercano al país acá en Roma. Este clan es conocido por su habilidad para adaptarse a cualquier situación y mantenerse oculto bajo múltiples identidades. El Camaleón ha estado operando discretamente, infiltrándose en negocios legítimos. Su presencia representa una amenaza directa para los intereses de los hombres lobos en Mystralón. Eso fue uno de las noticias que recibí de mi mundo. Al parecer este clan están en busca de algo. Pero ahora me cuestiono que es eso que tanto Anhelan.
Decidido a emprende una investigación exhaustiva sobre el Clan Camaleón. Descubriré a fondo de quien es el líder, según un enigmático maestro del disfraz y a la vez manipulador. Ahora comprendí que enfrentarse al Clan Camaleón requerirá astucia y determinación. Mi clan no podrá luchar con ellos, debo hacer lo posible por protegerlos si este clan decidí atacar a los nuestros. De echo no todos están este mundo modernos, al igual que los míos somos pocos los que estamos en este lugar en busca de la supuesta flor Lunar del cual mis ancestros predominaban.
Esta batalla se sumerge en un juego de gato y ratón entre líderes de diferentes clanes para lograr un solo objetivo del cual aun desconocíamos.
Dejo de lado la información y me centro en la pared de mármol de mi mansión... mis padres construyeron este imperio durante años, sin embargo en su momento tendría que ser destruido ya que se guardan otros secretos misteriosos en este inmenso lugar.
Soltando un suspiro me levanto de mi acolchonada silla. Entro a mi habitación a tomar una ducha, mi cuerpo anhela de mi luna, en este mundo no la encuentro ni siquiera en Mystralón. Mientras enjabono mi cuerpo evoco a unos ojos grises y redondos, su piel blanca debe ser delicada y apetitosa. ¡Maldita sea! Me sumergí bajo el agua caliente de la ducha, dejando que el calor y el vapor envolvieran mi cuerpo tenso. Sin embargo, incluso con el agua cayendo sobre mi, no he podido apartar de mi mente la imagen de la chica de ojos grises y piel blanca que había conocido en la fiesta. Cada pensamiento, cada recuerdo de aquel encuentro inundaba mi mente, haciéndolo sentir como si estuviera atrapado en un torbellino de emociones. La forma en que su mirada me había cautivado, la chispa de intriga que había encendido en mi interior, todo eso me consumía. Finalmente, molesto por mi incapacidad para sacar de mi mente a esa humana apagó el agua y salgo de la ducha. Me envolví en una toalla con movimientos bruscos, sintiendo la frustración crecer dentro de mí. Mientras tanto me visto con traje oscuro y camisa blanca, mi mirada se desvió hacia el balcón de mi habitación. Y allí, bajo el resplandor de la luna llena, observo a una chica danzar. Ella giraba con gracia bajo el manto plateado del cielo nocturno, sus largos cabellos oscuros ondeando al viento. Sus manos se alzaban hacia el firmamento, como si estuviera ofreciendo una danza sagrada a la propia luna.Me quedó inmóvil, cautivado por la belleza y la gracia de la escena frente a mi. La luz de la luna iluminaba a esa chica como un aura celestial, convirtiéndola en una visión etérea y encantadora.
Por un momento, el mundo exterior parecía desvanecerse, dejándome junto a ser tan hermoso bajo el abrazo de la noche. Y en ese instante, supe que había encontrado algo más que una simple distracción en la chica de ojos grises. Había encontrado algo que me intrigaba y a la vez me atraía de una manera que no podía explicar.
—¿Por qué la deseo?—Susurre sin dejar de mirarla— Que de especial tiene ella, he estado con mujeres pero ninguna es de mi interés, sin embargo esa chica me estaba aniquilando sin saber quien era ella.
Maya. Mientras observaba el cielo oscuro, iluminado por la brillante luna, me puse de pie en el césped y comencé a danzar, con la mirada fija en el resplandor lunar. Esta extraña costumbre, arraigada desde mi infancia, siempre me ha intrigado. Sin embargo, al notar una figura en el balcón, cesé mis movimientos abruptamente. Era el señor Valentino, observándome con su mirada penetrante. Su presencia siempre despierta un torbellino de emociones en mí, aunque me resulta desconcertante experimentarlo. —Maya estúpida—me recriminé mentalmente, sumiéndome en un sentimiento de indignidad.Dejo de mirar hacia el balcón y decido entrar a la mansión, pero detengo mis pasos al ver al Señor Valentino en el lumbrar de la puerta. ¿En que momento llego aqui?... Él me sonrió antes de acercarse a mí.Me sorprendió con su cabello recién mojado y un aroma a perfume lujoso, lucía notablemente atractivo.—Te gusta apreciar la luna llena— comentó con amabilidad.—Si señor, disculpe que este merodeando por
Valentino.Estaba satisfecho por lo que acaba de hacer. Cuando Mi hombre de confianza me llevó la información de investigación sobre Maya, quedé asombrado.Realmente no tenia padres, era huérfana, creció en un convento que estaba en construcción, pero que se construyó de poco a poco gracias a un tal Igor él Don italiano, lo llamaba, dejaba mucho dinero según por los niños, sin embargo su plan con el tiempo era reclamar ese dinero que invertio en la casa hogar por medio de Maya, la joven de 20 años, al parecer era una mujer que varios hombres desean.Vaya incluyéndome a mi, pero en mi mundo es prohibido conectarse sentimientalme con una humana. Sea amorosa o parental.Dejo a un lado mis pensamientos dispersos para enfocarme en la narrativa que Emilio comparte sobre Maya cuando era una bebé recién nacida y abandonada, me imagino que por sus verdaderos padres.—Al parecer, la dejaron en una caja cerca del convento cuando era apenas una bebé La Hermana Llamada Lourdes la crió, pero nunca
Maya.Mis uñas eran víctimas constantes de mis nervios. Desde aquel entonces, no he vuelto a verlo, ni he sabido nada del señor Valentino. Lo peor fue haber dicho que hiciera lo que quisiera conmigo. Claramente, me estaba entregando a él en bandeja de plata. Después de todo, el Don, quien sabe qué podría hacer conmigo, llevaba años acosándome y rogándome que fuera a vivir a su mansión, cosa que jamás hubiera hecho ni por necesidad. Ahora, resonaba en mi cabeza la frase que le dije al señor Valentino.―Como usted quiera. Vaya, qué tonta he sido. Seguro piensa que soy una fácil... En fin, haría lo que fuera. Después de todo, él me ayudó en ese momento crucial. Fue como un ángel apareciendo justo cuando esos matones planeaban llevarme a la fuerza, y para colmo, querían lastimar a los pobres niños inocentes, incluyendo a las monjas. Dejo de lado mis pensamientos al escuchar la puerta de la habitación abrirse. Lucrecia se acerca a mí, su rostro serio, ¿qué estará pasando?―Mi pequeña, creo
ValentinoEra una experiencia increíble sentir los labios suaves e inexpertos de Maya. Esta chica despierta sensaciones delirantes en mí, un deseo ardiente de poseerla. Esta noche confirmó que no me es indiferente y estoy decidido a hacerla sentir bien mientras aún persigo mi propia luna. La necesito, y cuanto antes sea mía, mejor. Pero al mismo tiempo, siento la responsabilidad de protegerla. Maya se está infiltrando en mi piel sin ser consciente del peligro que corre. Solo espero que no salga lastimada, ya que es simplemente una humana que no debería estar vinculada con un hombre lobo como yo. Sería fatal para ella adentrarla en mi mundo, en lo que realmente soy.Por otro lado, tengo asuntos pendientes en Mystralón. Necesito averiguar qué está sucediendo con los clanes. Emilio me informó sobre un mensaje que requiere mi atención urgente, por lo tanto le mando un mensaje.Me recuesto en la acolchada silla y reflexiono sobre los clanes oscuros. ¿Qué pretenden? ¿Qué buscan? ¿Y qué harán
MayaSentí nerviosismo cuando Lucrecia me informó que esta noche el señor Valentino deseaba llevarme a cenar. No reveló muchos detalles, pero intuí de qué se trataba.Durante días, me he preguntado si él tiene alguna persona a su lado, alguien con quien compartir su vida. Es apuesto, posee un carácter dominante y, sobre todo, es un magnate cuya riqueza supera incluso la de los reyes del país.―Mi niña, fue un error traerte a esta mansión. No tengo idea de qué planea el señor contigo ―me advierte Lucrecia con preocupación.―No te preocupes, estoy bien. Es solo que le caí bien e incluso está ayudando a las hermanas y a los niños. Fui a verlos y estaban muy felices ―respondí, sorprendida por la generosidad de Valentino.Realmente me sorprendió ver a los niños tan alegres, rodeados de regalos, comida y camas cómodas. En apenas unos días, Valentino cumplió con todo lo que le pedí, y eso solo aumenta mi deseo por él. Sé que lo hace por mí, es diferente a Igor, quien me quizo comprar; en camb
Capitulo subido de tono +18ValentinoContemplaba con admiración el cuerpo desnudo de Maya, sintiendo cómo su perfección me envolvía por completo. Aunque ella estaba avergonzada con los ojos cerrados, pero para mi es una fuente de fascinación irresistible. La idea de marcarla para poseerla cruzó mi mente, no obstante la rechace de inmediato. Sabía que convertirla en mi esclava, como hacían algunos solitarios desesperados, era una línea que no podía cruzar. Los otros clanes nunca lo aceptarían; los híbridos eran tabú, y cualquier indicio de su existencia podía desatar una guerra.Dejé de lado cualquier pensamiento para concentrarme por completo en la belleza que tenía justo enfrente de mí.—Abre los ojos- pedi suavemente. —Quiero que veas todo lo que está por venir.—Me da vergüenza que me veas así—respondió nerviosa.Rió apartando sus manos de su rostro, me acerco para besarla con pasión, embriagado por su aroma y la suavidad de su piel. Desnudos, nos fundimos en un abrazo piel con pie
Maya Despierto con una sonrisa tonta en los labios, el recuerdo de la noche anterior aún esta fresco en mi mente. Buscó a Valentino con la mirada, pero note que él no estaba en la cama. En su lugar, lo veo de pie junto a la ventana, observando el amanecer.Eran las 6 de la mañana y me sentía cansada y adolorida, pero también plena y satisfecha por lo que habíamos compartido. Con un suspiro de contento, me incorporó en la cama acomodandome entre las sábanas.—Hola —salude con voz suave, captando la atención de Valentino.Él se giró hacia mi, con una sonrisa enigmática en los labios.—Buenos días, preciosa —respondió, acercándose a la cama con pasos lentos y seductores.Lo observó cómo se acercaba a mi, sintiendo una mezcla de excitación y anticipación.Valentino se unió junto a mi en la cama, para luego entregarnos nuevamente a la pasión, pero esta vez era diferente, más intenso que la noche anterior. Cada contacto era como un fuego que nos consumía, dejándonos sin aliento y ansioso p
ValentinoEstaba absorto en un pensamiento sobre Maya. Desde aquella noche que pasamos juntos, no he logrado sacarla de mi mente. Su calor, su fragancia, se han infiltrado en mi ser, haciéndome aún más necesitado de ella. No puedo entender que me está pasando incluso me siento desanimado.No puedo evitar revivir cada instante compartido, cada sonrisa, cada mirada por parte de ella. Cada vez que cierro los ojos, su imagen se materializa ante mí, y el eco de su risa resuena en mis oídos. Me encuentro anhelando su presencia, ansiando el momento en que pueda sentir de nuevo su cercanía. Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos, su recuerdo persiste, envolviéndome en una bruma de nostalgia y deseo.—Maya es solo una humana de la cual debo alejarme lo antes posible— Susurro para mi mismo.No puedo permitirme seguir con esto. No obstante, es algo inevitable e inexplicable. A pesar de mis esfuerzos por apartarla de mis pensamientos, su presencia sigue envolviéndome, como un imán que me atrae hac