Y este capitulo me dejo con un horrible nudo en la garganta.
ValentinoGrité con desesperación, con el alma rota. Mi esposa… Maya estaba muerta, y no podía soportarlo. Hundí las manos en la tierra, apretándola con furia, como si al aferrarme a ella pudiera aferrarme a su vida.—Señor Valentino… —Emilio se acercó a mí, intentando ayudarme, pero yo no quería que nadie me apartara de ella. No quería que nadie la tocara.—Hija mía… —murmuró Thailarius, lleno de culpa—. Todo esto es mi culpa…De repente, vi algo que me desconcertó. Thailarius se acercó a Maya y la mordió ¿cómo era posible? Que le hiciera eso.—¡¿Por qué haces eso?! —grité, furioso y confuso.Emilio me quito a mi bebé, al ver mi furia, lo sostuve del cuello a Thailarius, apartándolo de mi esposa, con brusquedad.—¡Suéltame! —rugió —. ¡Voy a revivirla!—¡Ella no quería ser una vampira!, además con que intención lo haces.—Pero tiene eso en su sangre… Maya es una vampira. Tal vez… tal vez aún pueda despertar…Caí de rodillas, impotente, las lágrimas cayendo sin control.—¿Despertar? —mu
Valentino.—¡Lucrecia habla, por favor!—Insiste con el alma rota.—Si la magia se completa y ella soporta la energía... despertará. De lo contrario, quedará dormida para siempre —sus palabras fueron un golpe directo al alma.Me volví hacia ella, incapaz de aceptar lo que decía.—Estás segura de lo que dices. —Más que segura— Dijo llorando, en ese momento apareció Thailarius y varios de los ancianos se asustaron, sin embargo solo se apartaron. —Lucrecia; debes ayudarnos.—Le rogó Thailarius, Lucrecia se acercó a mí hijo y dejó un beso en la cabecita.—Debemos irnos de aquí, para empezar el ritual, sin embargo debes pensar bien si quieres hacer esto. Tu eres su esposo, el que debe tomar la decisión final—¿Es mi decisión, siendo su esposo? —pregunté, mi voz temblando—. Tú eres su madre. ¿Qué es lo que debo hacer?—Tengo miedo, Valentino. Miedo de que no despierte... pero también moriría de verla quedarse en este estado para siempre.— Expreso con la voz rota—Haz lo que debas hacer por
ValentinoSentía que la vida se me escapaba al escuchar todo lo que mi pobre esposa tenía que enfrentar. Maya estaba luchando en un mundo que apenas comprendía, y solo si ganaba, regresaría con nosotros. Si no... estaría peleando miles de años con espíritus desconocidos. Tal vez debí dejarla descansar en paz, pero cometí el error de aferrarme, y ahora solo me queda un poco de fé, en que regresará.Miro a nuestro hijo, pequeño, indefenso, y me duele verlo llorar, sin el calor de su madre. Espero que crezca como los demás niños, Lucrecia lo ha estado alimentando con una leche especial, propia de nuestra raza, los hombres lobo. Sé que crecerá bien, rápido y fuerte. Es evidente que será un niño con poderes sobrenaturales inimaginables. Cuando Lucrecia le hizo esa herida para extraerle sangre, se cerró al instante. Fue increíble. A pesar de todo, sé que mi hijo será poderoso y fuerte, igual que su madre. Eso es lo único que me consuela en medio de esta tormenta, el tenerlo cerca y saber q
Maya.Abrí los ojos lentamente, y me encontré en un lugar oscuro y tenebroso. Mi cuerpo estaba frío, casi paralizado por el gélido ambiente. Me sentía pálida, mis manos eran blancas como el mármol. Me incorporé, deseando envolverme en algo que me diera calor. Mis labios temblaban, y en ese instante, escuché una voz lejana, como un eco resonando en mi interior. Era la voz de un hombre, pero no podía reconocerla.—¿Quién es ese hombre? ¿Por qué no lo reconozco?—, me pregunté. La voz resonó de nuevo, diciéndome que regresara. Mi confusión creció a medida que avanzaba lentamente por ese lugar. Estaba tirada en el suelo frío, pero no me importaba. Necesitaba entender dónde estaba, qué estaba sucediendo y qué era todo esto. El frío penetraba mis huesos, y mis dientes rechinaban al temblar. Mis manos comenzaron a sacudirse incontrolablemente, y un dolor intenso se apoderó de mi interior, mientras el lugar me provocaba escalofríos.Seguí caminando hasta que, de repente, vi una serie de formas
Valentino Seis meses después...Habían pasado seis largos meses desde que Maya se había sacrificado, y a pesar de todo, aún no lograba superar su pérdida. Cada mañana despertaba con la misma incógnita rondando mi cabeza. ¿Será hoy el día en que despierte? ¿O acaso no lo hará nunca? Ya no me importaba nada más. Si Maya no despertaba antes de que terminara el año, había decidido que me iría con ella. No me interesaba lo que viniera, solo quería estar a su lado, incluso si eso significaba abandonar a mi hijo.Quizás Emilio tenía razón. Quizás no debía rendirme, no podía dejar a nuestro hijo Leandro crecer solo. Ya había empezado a caminar, rápido como un lobo. Aún no hablaba, pero sus pasos eran firmes y su apetito inagotable. Lo único que temía era que creciera en este ambiente lleno de recuerdos dolorosos y sombras del pasado.Cada día iba a la tumba de Maya. Su cuerpo seguía ahí, conservado en aquel cubo de hielo gigantesco que se habíamos creado con magia. Parecía que aún dormía, co
Maya. Quince años han pasado desde que mi vida dio un giro inesperado. Quince años en los que he logrado encontrar algo de paz en este mundo moderno, alejada de las sombras del pasado. A simple vista, no soy más que una loba más, pero por dentro, llevo un poder que no cualquiera podría comprender. La piedra que una vez creí m*****a me concedió el don de purificar. Puedo limpiar la oscuridad que me rodea, transformar lo maligno en algo puro. Mi hijo, Leandro, ya es un joven de 14 años, aunque parece un hombre hecho y derecho, fuerte, con la misma determinación que su padre. A veces me recuerda tanto a Valentino, por otro lado, Mi pequeña hija Lena, ella es un amor, pero no con todos, ellos viajan a Mystralón los fin de semana, es su lugar de Origen y no puedo detenerlos Yo no quisiera regresar nunca más, lo bueno es que mis hijos no conoce el dolor que yo viví en Mystralón, y es mejor así.Le prohibimos a ambos que no regresaran a ese mundo, al lugar donde tantas cosas se torcieron, do
Soy Valentino, un hombre de poder y riqueza incalculable, forjado en el crisol del éxito. Desde muy joven, me propuse en conocer el mundo con mi astucia y mi determinación, durante años he construido un imperio que rivaliza con los más grandes de este mundo. Mi nombre es sinónimo de poder, mi riqueza es inigualable, pero lo más importante de todo, soy un hombre lobo, un líder de mi clan destinado a gobernar con mano firme y corazón feroz. Mi clan, los Lobos de la Luna, es uno de los más antiguos y respetados en Mystralón, la tierra mítica que llamamos hogar. Desde hace generaciones, hemos protegido nuestras tierras y luchado por mantener nuestro lugar en la jerarquía de los clanes. Mi padre, el anterior líder, me enseñó todo lo que sé sobre el honor, el coraje y la lealtad hacia los nuestros. Hace algunos años que partio, por lo tanto he tomado las riendas hace años y demostre que soy digno de llevar el título de Alfa en mi mundo y aquí un magnate con muchas empresas.Pero antes de s
Valentino.Al llegar a mi empresa, entró a la sala de juntas con una mirada que imponía respeto, los empleados, temerosos pero también admirativos, se acomodaron en sus asientos mientras que tome lugar en el extremo de la mesa de caoba. Mi silla de Piel recién llegado me hacía ser aún mas arrogante.—¡Silencio!—rugí con voz resonando en la sala de reuniones —Hoy no estamos aquí para juegos. Estamos aquí para hablar sobre el futuro de nuestras operaciones en Las Vegas, Roma y Inglaterra... nuestras empresas pueden estar en juego, por lo tanto, necesitamos más personal de alta confianza para trasladarlos a cada país.La atmósfera se tensó instantáneamente, se que aquí hay gato encerrado y no pienso tolerarlo, la incompetencia ni la deslealtad, y casi todos lo sabían, no obstante, cuando descubra más afondo a los traidores que están congeniados con la mafia... seré yo mismo quien les corte la cabeza.—Hablemos claro— continúe—La mafia está ganando terreno en nuestros territorios. No pode