Dios se ha ido y con el Lucifer abandono su lugar en el infierno. Ahora los demonios buscan recuperar el equilibrio en el inframundo.
Leer másSuena mi despertador, son las 5 a.m. Hora de levantarme y alistarme para irme al colegio. Me meto al baño, tomo un regaderazo, me visto y bajo a desayunar. En la mesa de la cocina ya hay un plato con dos huevos estrellados y pan tostado al lado. La cafetera está llena y hay una tasa limpia junto.Me siento a la mesa,Annyya está sentada tomando su café. –Buenos días Rol. ¿Cómo amaneciste?-BienAnny, fue una noche muytranquila.-Sonrió mient
Abro los ojos de golpe, el sudor helado recorre mi cuerpo. Los ojos me arden, a pesar de estar a obscuras los colores son muy intensos. Me falta el aire, respiro acelerado. La boca la tengo completamente seca, el estómago ruge reclamando comida. Me levanto de la cama, en el pecho siento una presión como nunca antes. Estoy mareado, bajo las escaleras de caracol con cuidadorecargándoen la pared.Abro la puerta del refrigerador y saco un litro de leche frio, me pego la boquilla del cartón directo a la boca. Prácticamente me bebo lo que quedaba de un sorbo. Tomo la jarra de agua y bebo directamente de la boquilla de esta también. El aire que entra por mi boca me estremece, algo me oprime el pecho. En el resto del cuerpo siento como agujas se clavan. Este es un dolor nuevo. Los ojos me lloran.-AUUUUUUUUUHay un lobo de ojos blancos parado a la ventana de mi puerta.-Beep,Beep,Beep Es una habitación profunda, con poca iluminación, la cual proviene de la parte del fondo. Donde se ve un trono grande al centro. La energía aquí es poderosa, se acumula toda en una sola presencia.-Hola.-Grito, pero lo único que me responde es el eco.Detrás de mí las puertas se cierran con fuerza. Camino hacia el trono, llamas azules se encienden decorando la habitación. La noche está tranquila, el viento sopla suave. En el cielola luna con las estrellas iluminantodo. Estoy tranquilo, el sueño me va venciendo mientras me arropo en la cama.Un chillido me despierta a medias, a lo lejos veo un águila blanca surcando los aires. Su plumaje refleja la luz, es tan majestuosa. Quieroalcanzarlaaunque sea para poder admirarla de cerca. Corro a toda prisa, ella sin notarme sigue surcando los aires. De pronto una pluma se desprende y comienza a caer, como si acariciara el viento debajo de ella. Sigocorriendopero el águila por los aires es demasiado rápida para alcanzarla. La pierdo de vista en la inmensidad de la nada. Tomo una bocanada de aire mientras me levanto de golpe. La soledad es profunda, cubierta por la obscuridad de la noche. Tengo frío en los huesos, me abrazo el abdomen y me doblego sobre la cama. Estoy temblando sin parar, el dolor en el rostro me quema, en el abdomen siento que tuviera rota cada costilla de mi lado izquierdo, los muslos me están latiendo desenfrenados y los brazos. Los brazos me arden como si aceite hirviendo recorriera mis venas.Me zumban los oídos, todo me da vueltas, creo que voy a vomitar. Me pongo de pie a tumbos, no puedo caminar en línea recta. El dolor es tan intenso que camino encorvado hasta el baño. Me hinco frente al escusado y vómito. El esfuerzo provocaque mearXIII.-Tenemos un plan.
XII.- ¿Quién es ese ente?
XI.- El Camino Entre Reinos.
X.- El Vínculo.
La noche está fría, el viento sopla desconsolado, el cielo está cubierto con nubes, no se ve ni una sola estrella ni la luna, la obscuridad reina en esta noche. Dejo mi celular cargando, lo veo encenderse con una notificación.Mike: Cuidado son tiempos peligrosos.Pongo boca abajo la pantalla de mi celular.Un golpe hue
-Rol, ya son las once de la mañana, ¿no piensas levantarte adesayunar?-Annyestá parada en la puerta de mi habitación, el brillo que refleja el piso de mosaicos del pasillo es deslumbrante, al igual que el calor bochornoso a esta hora del día aquí arriba.Me incorporo despacio sobre la cama, cubriéndome el rostro con la mano mientras mis ojos se acostumbran a la luz. Me estiro despacio, tengo cada músculo del cuerpo entumido. Bajo los pies de la cama para ponerme en pie. ¡Ah! No puedo sostener mi peso sobre mi pie derecho, me desplomo al piso apenas logrando detenerme por la silla de mi escritorio. Cierro los ojos, veo jeroglíficos cada uno encerrado en un círculo de manera individual. Agarro un cuaderno que tengo en blanco para escribir. En cada hoja plasmo cada uno de los símbolos que veo en mi mente. Entre ellos tienen muy pocas similitudes, me da miedo olvidar lo que representan. Así que escribo debajo de cada uno su significado.El sol se está poniendo, lo único que he comido en todo el día es el sándwich que almorcé. Bajo a la cocina, en la mesa hay un plato de crema de zanahoria y otro con una gran porción de pastel de carne con vegetales al vapor como guarnición, acompañados de un vaso y una jarra de agua de papaya. Me imagino que ya comieron todos.VII.- El pacto.