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Todos los capítulos de Rolando de Cortés y su alma: Capítulo 1 - Capítulo 10
15 chapters
I.-Media Noche.
La noche cubre mi habitación, todos ya se fueron a dormir. Solo el eco del reloj de las escaleras retumba por la casa. Llevo horas acostado con los ojos cerrados. A pesar de estar tapado, puedo sentir con cada segundo que pasa como se enfría mi habitación más y más.  Con sus doce campanadas el reloj marca la llegada de la media noche. Lo escucho a la distancia, entre sueños. Siento mi cuerpo flotando, como si abandonara mi cama y estuviera en un limbo.    Me siento observado. El viento sopla tranq
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II.- El Accidente.
Nos vemos sin que ninguno aparte la mirada. -No tengo idea de que estás hablando. Jalo mi brazo alejándome de él. Me siento derecho en mi banca,  recargo la cabeza en la pared. Aún no ha llegado la maestra de lengua, así que cierro los ojos, me pongo los audífonos con la completa intención de ignorarlo. Saco mi celular de la bolsa para ponerle play, pero no responde. Lo intento apagar y prender pero no pasa nada. Leer más
III.- Las Consecuencias del Despertar.
Caminando de regreso a clase, siento el cuerpo adolorido, la cabeza me da vueltas. El profesor de física ya está en el salón esperándonos con todo el pizarrón lleno de ejercicios. -Muy bien jóvenes, este es un proyecto para calificación final. La lista dice que son treinta en el salón así que trabajaran en equipos de tres. Tienen que entregarlo para el viernes. Los que saquen diez estarán exentos de examen, pero los que tengan errores lo harán con un punto menos. -No es justo. 
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IV.- Orígenes.
-¿A qué te refieres con que me desprendí? -Estoy tenso, me duele el cuerpo, me tiemblan las manos y siento frío.  -Tranquilo Nuevo, tienes que relajarte.  No debes alterarte tanto como ayer, tienes mucha energía dentro de ti. Puedes causar estragos en el mundo físico, ¿sabes?  -Pero ayer no pasó nada.  -Pues claro que no, ¡dah! estaba Mike que contrarres
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V.- Hace once años.
Sostengo la mano de Sandra. Cierro los ojos. Todo me da vueltas, no logro concentrarme. El ansia, el nervio, la desidia son emociones presentes en mí. Que no son mías. Hay una voz que no conozco, pero es extrañamente maternal.  Dejo de poner resistencia, de pensar en el comedor, en Sandra, en Evangelina y en Mike. Dejo que las emociones me guíen a donde quieran llevarme. Dejándome fluir en ellas hasta dejar de ser yo.   -Vamos Sandy, se nos hace tarde.Leer más
VI.-La Gran Biblioteca.
Sandra está muy pálida, sus ojos rojos hinchados, tiene muy mala pinta. Parece que está a punto de desmayarse. Mike sigue de pie detrás de ella sosteniendo su cabeza. Como si el comedor estuviera alumbrado por pequeños soles me lastima la luz de los focos. Sandra le da un sorbo a su vaso de refresco, el color le va regresando a la cara. El aire a mí alrededor me agita, como a una hoja de papel. Me estiro para tomar una rebanada de pizza, pero mi mano se mueve con retraso. Mi cuerpo es como un cascarón el cual no logro controlar del todo. La boca de Mike se mueve y Sandra asiente. Se levanta de la silla meneando la mano.  -Ding, dong.- ¿Es el timbre?Leer más
VII.- El pacto.
Cierro los ojos, veo jeroglíficos cada uno encerrado en un círculo de manera individual. Agarro un cuaderno que tengo en blanco para escribir. En cada hoja plasmo cada uno de los símbolos que veo en mi mente. Entre ellos tienen muy pocas similitudes, me da miedo olvidar lo que representan. Así que escribo debajo de cada uno su significado.  El sol se está poniendo, lo único que he comido en todo el día es el sándwich que almorcé. Bajo a la cocina, en la mesa hay un plato de crema de zanahoria y otro con una gran porción de pastel de carne con vegetales al vapor como guarnición, acompañados de un vaso y una jarra de agua de papaya. Me imagino que ya comieron todos. 
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VIII.-Un día normal.
-Rol, ya son las once de la mañana, ¿no piensas levantarte a desayunar?- Anny está parada en la puerta de mi habitación, el brillo que refleja el piso de mosaicos del pasillo es deslumbrante, al igual que el calor bochornoso a esta hora del día aquí arriba.  Me incorporo despacio sobre la cama, cubriéndome el rostro con la mano mientras mis ojos se acostumbran a la luz. Me estiro despacio, tengo cada músculo del cuerpo entumido. Bajo los pies de la cama para ponerme en pie. ¡Ah! No puedo sostener mi peso sobre mi pie derecho, me desplomo al piso apenas logrando detenerme por la silla de mi escritorio.Leer más
IX.- ¿Nuestro Aliado?
La noche está fría, el viento sopla desconsolado, el cielo está cubierto con nubes, no se ve ni una sola estrella ni la luna, la obscuridad reina en esta noche. Dejo mi celular cargando, lo veo encenderse con una notificación. Mike: Cuidado son tiempos peligrosos.  Pongo boca abajo la pantalla de mi celular.  Un golpe hue
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X.- El Vínculo.
Tomo una bocanada de aire mientras me levanto de golpe. La soledad es profunda, cubierta por la obscuridad de la noche. Tengo frío en los huesos, me abrazo el abdomen y me doblego sobre la cama. Estoy temblando sin parar, el dolor en el rostro me quema, en el abdomen siento que tuviera rota cada costilla de mi lado izquierdo, los muslos me están latiendo desenfrenados y los brazos. Los brazos me arden como si aceite hirviendo recorriera mis venas.  Me zumban los oídos, todo me da vueltas, creo que voy a vomitar. Me pongo de pie a tumbos, no puedo caminar en línea recta. El dolor es tan intenso que camino encorvado hasta el baño. Me hinco frente al escusado y vómito. El esfuerzo provoca que  me ar
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