MORGANA Hace un tiempo que estoy fingiendo sonreír delante de la manada y que disfruto de la compañia de mí torturador. Cuando por dentro me estoy desgarrando por la incertidumbre de saber de mí niño. Pero sigo cumpliendo con mí obligación de estudiar sus normas e etiquetas. Acompaño al rey en algunas actividades del palacio tanto sus deberes relacionados con su especie. Justo ahora llegamos a un pueblo bastante alejado del castillo que por su aspecto desolado y descuidado, parece abandonado. A unos metros hay una especie de construcción en donde trabajan exclavos humanos, bajo la supervisión de sus verdugos lobos. Cierro mis manos en puños e intento avanzar en esa dirección, pero una mano de acero me detiene.–Cuida tu comportamiento y no te atrevas a humillarme... Por qué los exclavos pagarán las consecuencias.–Advierte el rey con un tono de amenaza.Nos miramos a los ojos y puedo percibir la hostilidad que emana su presencia. No comprendo su frialdad pese a asegurarme que me ama,
AREN Desde que visitamos el pueblito sagrado, mí reina no ah dejado de observarme de una manera distinta, incluso hasta en nuestros aposentos, logro percibir que su actitud, ya no es tan renuente a mis besos y caricias. Debo admitir que tenía mis dudas de mostrarle el pueblito sagrado a mí reina, pero era una necesidad imperiosa que debía ser atendida cuánto antes y necesitaba salir de esta incertidumbre que me consumía. Todo fue mucho mejor de lo que imaginé y como siempre, no me equivoque, confíe plenamente en ella y mí reina no me defraudó. Ella tiene un corazón blando y se que será una madre maravillosa. Ella misma se ofreció a acompañarme todas las tardes a visitar a mis cachorros, que si la Diosa luna me acompaña, pronto su refugio estára terminado.–¿Por qué me miras así?–Indago a mí reina con seriedad.–Seras un buen rey y sobre todo un buen padre–Me rebate mí luna. –Eso quiere decir...¿que accedes a empezar la anudacion?–Mi corazón da un vuelco esperando su respuesta.–Tal v
MORGANA ¡No puedo creer lo que acaba de suceder! Cómo permiti que me tocará de esa manera tan indecente y... lo peor de todo es que no me arrepiento... por qué lo disfrute tanto que anhelo el momento que vuelva a suceder. Lanzó un suspiro mientras me estoy terminando de colocar mí delgado camisón color perla sin mangas. Me siento frente al tocador justo cuando ingresa por la puerta el rey y automáticamente mí corazón comienza a latir desbocado cuando nuestras miradas se encuentran a través del espejo. Me levanto de mí asiento y volteo en su dirección. El rey se aproxima a mí encuentro y me toma entre sus brazos, para besarme apasionadamente a lo que correspondo con el mismo fervor. Nos acariciamos con ansias sin separar nuestros labios dirigiéndonos a nuestro lecho. Aren me deposita con suavidad en la cama y se aleja un instante para deshacer su vestimenta, cuando queda desnudo frente a mí... Siento un fuego recorrer mí cuerpo entero, aprecio su cuerpo escultural y cuando me detengo
MORGANA Abro mis ojos y cuando vuelve la lucidez, noto que estoy recostada en mí lecho matrimonial. Observo por el rabillo del ojo al rey sentado a mí lado, sosteniendo mí mano con sus ojos cerrados como si estuviera meditando. Sin pensar extiendo mí mano, para acariciar su rostro, pero mí accion queda en eso, cuando sus iris azules profundos se revelan. Automáticamente bajo mí mano y cierro mis ojos tratando de fingir que aún estoy inconsciente.–¿Podemos hablar?–Escucho el tono grave de su voz con un tinte de arrepentimiento.Suspiro y abro los ojos. Resignada respondo–Adelante, si igual lo vamos a hacer de todas maneras... ¡Acaso no eres el rey, amo y señor de todo y todos en este palacio!–¡No es así! Mí reina.. yo no quise herirte...–Me dice mientras intenta acariciar mí mejilla, pero ladeó el rostro evitando que haga contacto conmigo.–Pero lo hiciste, no solo físicamente. También, destruiste nuestro vínculo de...–Niego con mí cabeza y mis ojos se humedecen–Es lamentablemente
MORGANA Hace una semana que no me habla, no me mira ni me toca. Los almuerzos, cenas y noches en nuestros aposentos son en total e absoluto silencio. Me mata su indiferencia, pero no daré el brazo a torcer... hasta que me presenté a esa mujer llamada gadea, su supuesta hermana de crianza. Ahora estamos en mi clase de etiqueta y la aprovechada de Minerva, un poco más se le echa encima al rey, para mostrarle una regla escrita en un pergamino que me esta enseñando a mí y preparando para la fiesta anual que tendrá lugar en el castillo, con la intención de juntarse las manadas sobrevientes, para debatir, promulgar o abolir nuevas leyes y estatutos. –Aqui–señala con un dedo el papel en su mano la atractiva mujer mientras se inclina más hacia el rey dejando sus grandes atributos a la vista por el escote. Aren ni se inmuta, solo asiente a todo lo que ella dice, pero tampoco la ubica, entonces ya no resisto, me levanto de mí asiento y apoyo las palmas de mí mano con fuerza sobre la mesa. –¡
"Planeta lunar" Narrador omnisciente. Rey Aren, el último alfa de su especie. Luego que su padre falleció le corresponde por derecho tomar su lugar, para gobernar con mano dura e implacable, nada se escapa de su dominio dentro y fuera del castillo. Muy profundo, es el odio que siente hacia la raza humana, motivo por el cual esclavizo a todos y cada unos de ellos desde su nacimientos sin derechos a nada. En el palacio su mejor amigo y mano derecha, es daven un beta joven y fuerte. Su media hermana, Gadea es una adolescente frágil e inocente, pero muy madura e inteligente que siempre enarbola la bandera de la paz en medio de las guerras y disputas que su hermano enfrenta. Actúa como la voz de su conciencia y es el único ser al que el rey permite que lo ayude a recapacitar o entrar en razón, cuando ella percibe que está sacando a relucir su lado más despiadado sin contemplaciones. Aren es un rey serio de pocas palabras y no descansa cuando se focaliza en un objetivo, como lo viene espe
AREN El palacio está de fiesta, toda la manada está en el salón acompañandome en este día tan especial, la coronación de mi reina. Sonrio a la mujer a mi lado mientras la ayudo a ponerse en pie sosteniendo su fragil mano, caminamos entre medio de la manada real. Examino su perfecta figura con lujuria, anticipando que está noche será ¡completamente mía! en cuerpo y alma. Es perfecta y la elegí con sola verla una vez, supe que la quería. Obviamente la investigue minucioso y estaba al tanto de su situación antes de tomar está decision que cambiara nuestros destinos. Puedo declarar que al fin ¡Estaré plenamente feliz y satisfecho! nada ni nadie arruinara mi noche. Recibimos las felicitaciones de todos hasta llegar donde estan mi beta y mi hermana Gadea, tomo las manos de cada uno de ellos y las uno afirmando. –Despues de esta celebración, nos centramos en preparar su ceremonia. Mi hermana muestra una sonrisa forzada mirando a Daven de reojo mientras esté, solo permanece impasible ante
Narrador omnisciente La batalla está en todo su apogeo. Los guardias reales luchan con sudor y fervor en contra de los humanos. Entre acero, flechas y mutilaciones, los ríos de sangre fluyen. El rey toma a aldara y gadea del brazo exclamando a su beta. ¡Protege a la reina y a mi hermana! Aren Todavía no podia revelar en medio de la batida a su gente y su amigo de confianza que encontró a su luna sin antes pensar que hará con Aldara. Su beta obedece pocisionado a las mujeres detrás de él. De camino derriba a algunos rebeldes, hasta que topa con un joven corpulento, que blande su espada delante de el y le reclama imperioso. –Deja ir a mi amiga y te perdonare la vida. Daven frunze el ceño sin saber a quien hace referencia al decir "su amiga" pero sin detenerse a pensarlo. Contraataca –¿Acaso crees que un humano arrogante e insignificante como tú podrá dañarme? Aldara sale del resguardo del beta, al anticipar que estos dos, están a punto de batirse a duelo. Se para delante de d