Me encaminaré hacia mi auto, con la intención de usarlo, pero Tristán tenía otros planes en mente, no había notado que tenía aparcada una moto negra frente a la puerta de la casa. Se dirigió directamente a ella sin siquiera preguntarme si quería embarcarme en moto o en coche; ya encima de su máquina me observó y, golpeando la parte trasera de su motocicleta, me invitó a subir.—“¡Estás loco!” —exclamé en mi mente; él leyó mis pensamientos y esbozó una sonrisa lobuna. No me subí sin antes preguntarle a dónde nos dirigiríamos.—¿Desea conocer toda la hacienda, verdad?—Ya lo hice —le recordé.—No te acerques ni a la cuarta parte de la propiedad, es más, te prometí esa noche que esa no sería la única visita, por eso he venido por ti en la claridad del día. ¿O te da miedo? ¿Consideras que podrías ser una víctima de los demonios Palacios? —A pesar de que él lo expresaba con tono de broma, tenía conocimiento de que si eran demonios… Demonios al igual que yo.—Si lo recuerdo, y no tengo mie
No puedo describir con palabras simples qué parte de aquellas ondulantes llanuras era más impresionante; los jardines, las plantaciones y las arquitecturas antiguas que se mezclaban con el mundo moderno eran asombrosas. Cada detalle que observaba era hermoso; los jardines al estilo palaciego eran tan elaborados y hermosos que parecía que viajaba en un cuento de hadas. En ese punto la hacienda “Los Álamos” llegó a mis recuerdos, no pude reprimir las comparaciones entre ambas estructuras. La residencia de la antigua familia Álamo también era asombrosa, aunque en la noche solo vi algunos elementos. Habíamos detenido la cabalgata en una zona de la hacienda donde había unos viñedos; otro de los empleados que trabajaban en la propiedad se acercó a tomar los caballos sin ver ni siquiera el rostro de Tristán.—Caminemos —me pidió. Nos adentramos más en los viñeros, Tristán me dirigió hacía una de las bodegas. Al entrar, otros empleados de la hacienda expresaron su respeto; una vez más adv
—Entonces de verdad lees mentes. —Un poco —respondió, entretanto el vino me daba el valor para arrancarle la careta. —No quiero hablar del tema; dejé de ser buena para esto… y siento que esto no nos conviene a ninguno de los dos…—Tristán cortó mis argumentos. —Ni se te ocurra darme un sermón porque no me interesan tus razones. Volvería a buscarte aunque supiera que eres una cruel asesina. Déjame sacarte esas excusas de la cabeza porque sé que sabes ser amable… puedo olerlo y sentirlo. Así que aléjate de las excusas y sé la persona que estás destinada a ser. —No soy buena compañía, nací con una maldición que todo lo que tocó lo pudro —Tristán soltó una carcajada estruendosa. —Relájate, no sabes de lo que estás hablando. Al final no va a ser para tanto… Tu drama sobra —sonrío con un dejo de tristeza, dejándome ver apenas un poco de su alma —. Victoria, ¿me creerías si te dijera que estoy aquí, frente a ti, porque mi salvación depende de ti? Y aunque sé cuánto odias esto y te sientes
El tercer anunciado por la pitonisa, por Ethan y hasta por los centinelas estaba enfrente a mí. Pensé que tenía un amor que pertenecía a la oscuridad, pero que me mostraba y me hacía sentir el calor del sol, aunque estuviera condenado a vivir en la penumbra. En aquel momento, experimenté una sensación de libertad, aunque la vida estaba a punto de convertirse en algo distinto para mí. Fue un despertar. Tristán era soberbio, y sé que me estaba poniendo a prueba y era hora de que yo también lo pusiera a prueba.—Este inmueble guarda una historia, al igual que los rosales que adornan los alrededores de la escultura del jardín principal —su primera trampa ya hacía acto de presencia.—Cuéntamela —le dije lo más tranquila posible, pero al mismo tiempo me ponía a la defensiva, sin embargo, mis rabihats no me indicaban que estaba en peligro. No obstante, no podía descuidarme, debía estar alerta para que Tristán no me sometiera y me condujera a rastra hasta el cuerpo aletargado de Arturo, para
Las palabras habían quedado suspendidas en el aire, lo que Tristán me había confesado, me colocó sobre una cuerda floja. No sabía cómo funcionaba toda esta energía que, supuestamente, residía en mí, ni cómo activar un escudo de protección. Las ocasiones en las que me había logrado defender habían sido porque mi espíritu de supervivencia había salido a relucir, extrañamente con Tristán no me sentía amenazada. No tenía idea de si aquella paz que me transmitía era debido a que él era diferente al resto, o porque poseía un poder de tranquilizar que usaba muy ágilmente los de este clan para luego atacar. Tristán me había tocado la mano varias veces y no sabía si en cada roce él había logrado obtener información de mi interior, pero en lo que a mí respetaba no había logrado ver nada de mi alma.Atravesamos un vestíbulo muy amplio y decorado, lo bastante alto como para albergar las lámparas de araña y las estatuas de mármol que debieron de colgar aquí antes. Entramos en el comedor y Tristán
La atmósfera se encontraba en estado de desequilibrio, sumergida en el aire, sumergida completamente en mis emociones, y suscitando una evocación. Al finalizar la canción, la magia se evaporaba, cerré los ojos y me sumergí en una especie de sueños vividos, como si me desdoblara. Pude verlo a él acortando las distancias hasta mí. Tristán se abalanzó sobre mí y me tomó del brazo, atrayendo mi cuerpo hacia él mientras me besaba con fuerza. La respiración se me entrecortó en la garganta mientras me sostenía con él.—¡Hermoso! Tocas muy bien —abrí los ojos sobresaltados para darme cuenta de que todo había estado en mi mente. Me había metido tanto en el delirio de la interpretación que imaginé que Tristán me besaba con pasión. Mis mejillas se tiñeron y deseé que él no lo notara. —Gracias —susurré.—Ya basta de licor, has tomado demasiado —se acercó y alejó la copa que yo ostentaba.—El vino nunca es suficiente y más, si se acompaña de una buena conversación —protesté, necesitaba otro trago
Minutos más tarde. Tras transitar por las vía oscuras que nos separaban de la propiedad, permanecí en silencio mientras él conducía. Tristán también se había sumido en el silencio momentáneo, hasta que sintió mi escudriño y sonrió, y luego giró a verme.—¡Tienes que estar atento a la carretera, podemos chocar o irnos por el despeñadero! —él soltó una carcajada estruendosa. —¡No veo el chiste! —reñí.—Relájate, para nosotros no es tan fácil mo… —su boca no terminó la oración.—¿No es tan difícil qué? ¡Termina la oración!—Me gustó el tiempo que pasamos juntos. Te advertí que esto se repetiría, y pretendo mantenerlo. Sin embargo, hoy has sido descuidada con tus sentimientos —Tristán superó pícaramente. —Mañana por la mañana, cuando te llame, debes estar preparada para reunirte conmigo de nuevo. Este momento “de Victoria” es un momento de gran relevancia para ser recordado. —Manifestó cambiando el tema. Me volví a sumergir en el silencio temiendo lo que pasaría a continuación. Tristán
Mi padre entró a la casa sin pronunciar una sola palabra, era como si el toque de Tristán hubiese absorbido su capacidad de pensar e intuir. Yo tampoco deseaba romper aquel encantamiento, pero a pesar de aquel hermetismo podía leer en sus ojos que Tristán lo había impresionado hasta el punto de sentir temor.—Ve a descansar Victoria, mañana conversaremos. —Mi padre me dio la espalda al decir esas palabras. Estaba a punto de reanudar sus pasos hacia el estudio. Algo en sus pensamientos lo detuvo. Respiró hondo, se volvió y añadió: Lo lamento, hija. Sé que lo has pasado mal últimamente y debería haber estado contigo. Sin embargo, mi trabajo me ha tenido muy absorto. Te ruego que, en la próxima ocasión en la que te ocurra visitar otros lugares que no sea a la casa de tu abuela, me lo comuniques, no soy tan inquisidor como me consideras.Su voz sonaba un tanto aturdida, sé que aún procesaba todo aquel encuentro con uno de los miembros de la familia Palacios. La realidad me impactó como u