☦︎ OSCUROS ACECHAN☦︎

No me podía quedar de manos cruzadas. Leo sonrió y luego me ignoró. Entendí que iba por Tristán, entonces sentí bajo mis manos un tronco; lo agarré y se lo partí en la espalda, él giró a verme sonriendo, mostrando los colmillos y su perturbadora faz.

—¿Quieres pelea?… —No le dejé terminar la oración y permití que mi adrenalina respondiera su pregunta.

Me fui contra él con fuerza, mis rabihats se volvieron a encender y mordí su cuello arrancando un tajo de su repugnante piel y la escupí echándola a un lado. Leo gritó.

—¡Maldita, voy a darte una buena golpiza por esto! —Tristán volvió a levantarse y nuevamente se abalanzó sobre él.

—Vas a tener que extinguirme, Leo, y no te lo voy a poner fácil. ¡Tú no tocas a Victoria!

—¡Entonces que vayan ardiendo las piras! Porque luego de dejarte seco y desmembrarte, pienso quemarte —en acto seguido enfundo a Tristán con una velocidad increíble, neutralizándolo, quedando su cuello a merced de aquella bestia. No pude más, y me ace
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