- ¿En coma? ¿Qué quiere decir con que le indujeron un coma? ¿Va a morir?
- De momento no lo sabemos - me responde. - Sedamos a la paciente y pusimos su cerebro “a dormir” mientras monitoreamos su actividad. El objetivo es proteger al cerebro y darle tiempo al cuerpo recuperarse, ya que en este estado el órgano necesita menos sangre, oxígeno y glucosa.
- ¿Y cuánto tiempo va a estar en coma?
- Eso tampoco lo sabemos. El tiempo depende de la recuperación de la paciente. Te aseguro que la mejor medida es esta, no vamos a permitir que muera por hipertensión intracraneana. Puede estar así días, meses o años, al igual que un coma espontáneo, pero por supuesto, el menor tiempo posible, para así evitar complicaciones más graves.
El corazón se me cayó a los pies. La dejé en estado vegetativo. Es incluso peor que la muerte.
Días, meses o años. Repito en mi mente.
- Te aseguro que haremos todo lo que esté en nuestras manos para que los daños sean mínimos, pero no podemos asegurarte que vaya a sobrevivir. Sólo te puedo decir que es más fuerte de lo que piensas. Otros en su lugar habrían muerto al instante. Ella soportó el impacto, el traslado y una cirugía que duró varias horas. Es fuerte y eso es favorable.
Es demasiada información que soportar. Me llevo una mano a la frente y me la froto, ayudándome a asimilar cada palabra. Este día ha sido para mí el peor de todos, con diferencia, después de muchos años. Ayer en la mañana me fui al trabajo sabiendo que sería un día duro, pero no estaba preparado para esto, si hubiera sabido todo lo que se me vendría encima me hubiera amarrado a la cama del ático. Y ahora, ahora todo cambió.
Miro hacia Margot y veo en su rostro tanta preocupación como la mía. Le doy las gracias al doctor y le pregunto si puedo entrar a verla.
- No, de momento no puedes entrar. Tiene varias lesiones que necesitan sutura y ahora la está atendiendo un ortopédico, su pierna derecha está quebrada pero no es nada que un yeso no pueda solucionar. Yo me ocupé de lo más importante, ahora necesita otros cuidados - dice y me mira con compasión en sus arrugados ojos. - Mi consejo es que deberías ir a casa y descansar. Intenta encontrar a su familia y habla con tu abogado por si ellos deciden interponer una denuncia.
Pienso en todo lo que me dijo y asiento levemente con la cabeza a modo de agradecimiento. Mi abogado y mejor amigo, Nikolai, aparece luego que el doctor se ha marchado, con su típico aspecto de hombre serio y responsable, aunque en realidad no tiene ni pizca de seriedad. Su pasatiempo preferido es jugar en la Wii junto a su bebé de 5 años, es alto, delgado, solo 2 años mayor que yo y viste siempre de traje negro y con carpeta en mano.
- ¿Qué tal, mi Lukye? - saluda dándome la mano y sonando una palmada en mi espalda. Sabe que odio que me llame de esa forma y después de pedirle miles de veces que me llame por mi apellido como todos deben nombrarme, y él ignorándome, acabé desistiendo. Con el pasar de los años se ha convertido en mi amigo, o algo así, a veces quisiera matarlo. - Te has metido en un gran problema ¿eh, muchacho? - pregunta con una risa y yo lo fulmino con la mirada. ¿En serio cree que es momento para sus estúpidas bromas? - Ok, ok - dice retrocediendo con las palmas en alto - No te preocupes, para eso estoy yo aquí. - dice altanero y me guiña un ojo.
- No es momento para bromas, Nikolai, comienza a hablar si no quieres ser un paciente más en este hospital - lo amenazo y ríe aún más. Después respira profundo y adquiere su expresión de hombre de negocios.
- Hablé con la policía. Van a tomarte declaraciones más tarde en tu oficina, puro protocolo simplemente. Ya yo me encargué de donar una generosa aportación a la comisaría para que te dejen en paz unas horas y que no te detengan, aunque no hacía falta - comenta y yo lo miro sin comprender. Nikolai continúa: - Tienen un vídeo de la cámara de seguridad de un club cercano, míralo y entenderás - busca en la carpeta que lleva en el portafolio un casete de disco y me lo entrega. - Es tuyo, es la única copia que queda. En él se ve lo ocurrido en el momento del accidente.
Lo sostengo fuerte con la mano y lo miro con recelos. No sé si quiero ver estas cintas. Revivir lo que pasó ante mis ojos no entra en mis planes en estos momentos.
- Lamento decirte que no tengo información alguna de la joven. – prosigue - Hablé con amigos abogados y policías de diferentes lugares del país para que me informen si hay alguna desaparición reportada. Sólo es cuestión de tiempo que su familia comience a buscarla, así sabremos quién es. ¿Cómo está ella?
- En coma - es lo único que consigo decir.
- Lo siento, amigo - sinceridad en su voz. - Vamos, te llevo a casa. Tu auto estaba hecho una m****a, lo mandé al taller.
Asiento y lo sigo hasta su auto. Llevamos a Margot hasta su casa, para que se prepare para el trabajo y se ocupe de la reunión a la que yo debía ir esta mañana, y luego nos dirigimos a mi ático. Mis ojos pesan. El día de hoy ha sido demasiado largo y estresante. Lo único que quiero es llegar a casa y disfrutar de una buena ducha durante horas.
Minutos después le agradezco a Nikolai por todo y entro en mi bloque de edificios. Tomo el elevador hasta mi departamento.
Y para rematar mi día me encuentro a Nikita a los pies de la escalera esperándome. Joder, he olvidado que existía. Le lanzo una mirada feroz y le rujo alzando la voz:
- ¿Qué haces aquí? ¡Largo de mi casa!
- Mi amor, escúchame, necesito hablar contigo de... - se detiene al notar mis manos rojas por la sangre seca. - ¿Qué te ha pasado? ¿Has matado a Mijaíl? Oh, Dios mío - dice alarmada.
- ¿Quién crees que soy? ¿Por qué iba yo querer matar a tu marido? - le grito indignado. Esto es lo que pasa por acostarme con una misma tía más de una vez. Joder, se piensa que tiene potestad sobre mí. - Después de tantos años de conocerme, ¿crees que sería capaz de hacer algo así? Vete de aquí. No soporto tu presencia.
Me acerco a la puerta de mi apartamento y su mano se instala en mi cintura.
- Lo siento, amor. Pensé que estabas celoso de mi marido, pero te aseguro que este niño que espero es tuyo. Entremos a tu departamento, déjame acompañarte el día de hoy, sé que es triste para ti, pero... – su mano sube por mi pecho y tengo que reunir la poca fuerza que me queda para no agarrarla por el cuello y activar mis instintos asesinos, esta vez los de verdad.
- Te lo voy a volver a repetir, y espero que esta vez te quede claro - aparto sus manos de mí y sin girarme siquiera a mirarla le digo: - No te quiero en mi casa. Nunca has entrado aquí y nunca vas a entrar, como tampoco vas a entrar a mi vida. Te follo cuando me da la gana y ya está. – hago girar la llave en la cerradura de mi puerta y antes de entrar le susurro: - Lo mejor que puedes hacer es mantenerte alejada de mí, si quieres seguir viva…
Cierro la puerta tras de mí con llave y subo las escaleras hasta mi habitación. Me meto directo en la ducha para que de esa forma el agua se lleve consigo los restos de este día desastroso.
Me aferro a la pared para evitar caerme y mientras siento el agua sobre mi cuerpo. Rememoro todo lo ocurrido el día de hoy y solo puedo hacer una cosa. Decido encerrarme en mi oscuridad, una oscuridad de la que nunca debí salir 4 años atrás. Mantenerme alejado de la gente, mantener alejado todo tipo de sentimiento, mantener mi inservible corazón en un cuarto oscuro y nunca sacarlo de ahí. Una oscuridad que me recuerde que no tengo alma, que no tengo salvación.
Mi vida a partir de este día nunca volverá a ser como antes, de eso estoy seguro.
Tres semanas después:Miro la hora en la computadora de mi oficina donde estoy trabajando.Joder, el tiempo pasa volando. Paso mis manos por el rostro, estoy exhausto, demasiadas horas de trabajo. Termino de arreglar unos papeles que tengo sobre el escritorio y apago la computadora. Me acerco al mini bar de mi oficina y me sirvo un poco de whisky. Desde esta mañana no había vuelto a tomar. Ya extrañaba la sensación quemante en mi garganta. Me termino lo que queda en el pequeño vaso de cristal y vuelvo a llenarlo.Camino hasta la gran ventana de cristal de mi oficina y pierdo mi vista en la ciudad. Desde aquí todo se ve en miniatura: los autos, las personas deambulando por las calles. El hospital se encuentra en el centro de la ciudad, así que desde aquí puedo verlo todo perfectamente. Aunque a veces prefiero no ver nada más allá, que todo sea oscuridad y tranquilidad.Minutos
A veces me pregunto de dónde estas niñas sacan esas ideas siendo tan pequeñas. Alessa me está pidiendo un imposible. No se puede ir por la vida besando a desconocidas que están en un profundo sueño comatoso. Sería como aprovecharme de su estado.- ¿Que por qué no la besas? – vuelve a repetir la pregunta la enana. - En la película de La Bella Durmiente, ella despierta con el beso del príncipe. – me dice con expresión de que es obvio lo que dice. – Bésala, Lue – esta vez es una orden.Miro hacia la cama y luego a Alessa que espera una respuesta.- No la puedo besar, enana. Yo no soy príncipe y ella no puede decirnos si está de acuerdo con el beso o no.- Para mí sí que eres un príncipe - contraataca ella cruzándose de brazos.- Para mí también – reafirma Anna haciendo el mismo gesto que su hermana, pero sonriendo.- La Bella Durmiente es un cuento ficticio, no es real, enanas. Si fuese real, no hubiera enfermos en los hospitales en
- ¿Estás segura? Enana, ¿estás segura que abrió los ojos?Sé que Alessa nunca jugaría con algo así, pero no puedo evitar que las dudas surjan en mi mente. O quizás un poco de esperanza.Anna se acerca a nosotros y los tres nos quedamos mirando a la joven como si hubiéramos descubierto el secreto del código de Da Vinci. Bajo a Alessa al suelo y me acerco a Bella, inspeccionándola, parece igual que antes. Su frecuencia está bien, su presión y saturación de oxigeno también según el monitor.Sostengo una de sus manos y aprieto fuerte, pero no hace ningún movimiento.Suelto el aire que estaba conteniendo y suspiro. Demasiado bueno para ser verdad.Me vuelvo hacia las niñas.- Deben estar cansadas. Vamos para que duerman que ya es tarde.Ellas asienten, y como siempre, ambas toman mis manos, una a cada lado. Las acompaño hasta llegar a su habitación.Preparo las camas y las arropo, dándoles un beso en la frente y
Me recompongo un poco antes que me vean en esta nueva faceta que se ha apoderado de mi alma de hielo y voy escaleras arriba hasta entrar en el dormitorio de los médicos. Encuentro a Fredek roncando con la boca abierta en un sueño profundo. Lo sacudo con fuerza hasta que logro despertarlo del todo.- Vamos imbécil, míralo con tus propios ojos.Corro de nuevo fuera de la habitación, escaleras abajo, hasta estar junto a Bella nuevamente. Él me sigue, aunque llega un poco después que yo, sofocado. Sus pintas me hacen sonreír internamente. Viene en calzones, camiseta y descalzo. Pero me complace que comparta mi locura y mi urgencia.Aunque, yo estoy en traje, tengo una imagen que mantener.Fredek se queda paralizado cuando la ve con sus ojos abiertos como plato. Es bastante joven, hace un par de años se graduó como especialista en neurocirugía, el mejor de la facultad de medicin
Mi día transcurre lento. Estoy en una junta con varios supervisores de la clínica que están hablando de presupuestos y de llevar a cabo nuevas inversiones. Yo la verdad es que les presto atención a medias. Ya es mediodía y no he sabido nada de Bella. No sé si terminaron de hacerle las pruebas o si está bien.Y lo peor es que al terminar esta aburrida reunión tengo que acercarme a la Organización “Miremos al Futuro”, porque hace unas horas avisaron que hay un problema con un paciente y un médico, hasta el punto de involucrar a la policía. Por esta razón, no me puedo escaquear. Hay asuntos como este, que debo atender personalmente.Mi móvil vibra sobre la mesa y lo reviso rápido pensando que es Fredek para darme información. Pero lo que me llega es un mensaje por WhatsApp, una foto de las niñas, junto a otros niños en un parque cercano.
Demoré más de lo esperado resolviendo el ¨ligero problemita¨ de la Organización, puesto que la madre de un paciente, en un intento desesperado de devolverle la vida a su hijo, apuntó con una pistola al pediatra que lo recibió. La pobre mujer no acepta la muerte de su hijo de 16 años, causada por una sobredosis. Los médicos no pudieron hacer nada por él, fue recibido en pésimas condiciones, era imposible hacer más.Es triste tener que ser testigo de casos como este. Las drogas cada vez afectan más a los jóvenes, causando serias consecuencias, y en la mayoría de los casos los familiares no llegan a saberlo hasta que ya es demasiado tarde.Luego de conversar con la policía y sedar a la mujer, regreso a la clínica para reunirme con Fredek y conocer los detalles de los resultados de las pruebas.Bella sigue descansando por lo que él me pide que hablemos en mi oficina.Me siento en mi escritorio y él se acomoda en la silla frente a mí, y esparce s
Después de un baño relajante en mi ático, vuelvo a la clínica. Saludo a las niñas antes de ir a la habitación de Bella. Creo que va siendo hora de ser valiente y hable con ella por primera vez.Han pasado ya nueve días desde que despertó. Por ahora ya no hay más estudios que realizarle. Según me informó la logopeda que la está atendiendo, ha comenzado con sus primeras palabras, aunque no son muy fluidas. Su cuerpo aún no puede sostenerse en pie, por lo que han decidido comenzar a enseñarle los primeros pasos en una semana.Por lo que me han dicho, la recuperación va a ser lenta, pero todo va a volver a la normalidad en unos meses. Bueno, todo menos su memoria.Cuando entro en su habitación ya es de noche, pero no tan tarde. Está todo oscuro, a excepción de una lamparita encendida en la mesita y las luces de la ciudad que se ve a través de la ventana.Su rostro se encuentra no tan pálido como hace unos días. Lleva un vestido blanco y el cabello tre
A primera hora de la mañana llego a la oficina. Tengo una reunión en dos horas y necesito tenerlo todo organizado. Margot aún no ha llegado así que le preparo una lista de todo lo que necesito que haga el día de hoy.En lo que se enciende mi computadora voy al minibar y me preparo mi desayuno: un vaso de whisky, lo mejor para comenzar el día. Regreso a mi silla y me sumerjo entre papeles.Tiempo después llaman a la puerta y tras permitir el paso, Margot aparece con libreta en mano lista a la labor. Es más que mi secretaria. Es quien mantiene esto a flote cada vez que pienso que nos estamos hundiendo. Tras explicarle lo que necesito que haga, me informa que los ejecutivos ya están en la sala de reuniones. Asiento y voy hacia allá.La reunión es bastante tediosa, pero al final consigo lo que me proponía. Construiremos un parque infantil en el patio trasero de la clínica, siguiendo los planos que mi abuelo diseñó. Los encontré por casualidad en mi despacho y he