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Luke Eisner: ¨ ¿En coma? ... ¨ Capítulo 5:

- ¿En coma? ¿Qué quiere decir con que le indujeron un coma? ¿Va a morir?

- De momento no lo sabemos - me responde. - Sedamos a la paciente y pusimos su cerebro “a dormir” mientras monitoreamos su actividad. El objetivo es proteger al cerebro y darle tiempo al cuerpo recuperarse, ya que en este estado el órgano necesita menos sangre, oxígeno y glucosa.

- ¿Y cuánto tiempo va a estar en coma?

- Eso tampoco lo sabemos. El tiempo depende de la recuperación de la paciente. Te aseguro que la mejor medida es esta, no vamos a permitir que muera por hipertensión intracraneana. Puede estar así días, meses o años, al igual que un coma espontáneo, pero por supuesto, el menor tiempo posible, para así evitar complicaciones más graves.

El corazón se me cayó a los pies. La dejé en estado vegetativo. Es incluso peor que la muerte. 

Días, meses o años. Repito en mi mente. 

- Te aseguro que haremos todo lo que esté en nuestras manos para que los daños sean mínimos, pero no podemos asegurarte que vaya a sobrevivir. Sólo te puedo decir que es más fuerte de lo que piensas. Otros en su lugar habrían muerto al instante. Ella soportó el impacto, el traslado y una cirugía que duró varias horas. Es fuerte y eso es favorable.

Es demasiada información que soportar. Me llevo una mano a la frente y me la froto, ayudándome a asimilar cada palabra. Este día ha sido para mí el peor de todos, con diferencia, después de muchos años. Ayer en la mañana me fui al trabajo sabiendo que sería un día duro, pero no estaba preparado para esto, si hubiera sabido todo lo que se me vendría encima me hubiera amarrado a la cama del ático. Y ahora, ahora todo cambió. 

Miro hacia Margot y veo en su rostro tanta preocupación como la mía. Le doy las gracias al doctor y le pregunto si puedo entrar a verla.

- No, de momento no puedes entrar. Tiene varias lesiones que necesitan sutura y ahora la está atendiendo un ortopédico, su pierna derecha está quebrada pero no es nada que un yeso no pueda solucionar. Yo me ocupé de lo más importante, ahora necesita otros cuidados - dice y me mira con compasión en sus arrugados ojos. - Mi consejo es que deberías ir a casa y descansar. Intenta encontrar a su familia y habla con tu abogado por si ellos deciden interponer una denuncia.

Pienso en todo lo que me dijo y asiento levemente con la cabeza a modo de agradecimiento. Mi abogado y mejor amigo, Nikolai, aparece luego que el doctor se ha marchado, con su típico aspecto de hombre serio y responsable, aunque en realidad no tiene ni pizca de seriedad. Su pasatiempo preferido es jugar en la Wii junto a su bebé de 5 años, es alto, delgado, solo 2 años mayor que yo y viste siempre de traje negro y con carpeta en mano. 

- ¿Qué tal, mi Lukye? - saluda dándome la mano y sonando una palmada en mi espalda. Sabe que odio que me llame de esa forma y después de pedirle miles de veces que me llame por mi apellido como todos deben nombrarme, y él ignorándome, acabé desistiendo. Con el pasar de los años se ha convertido en mi amigo, o algo así, a veces quisiera matarlo. - Te has metido en un gran problema ¿eh, muchacho? - pregunta con una risa y yo lo fulmino con la mirada. ¿En serio cree que es momento para sus estúpidas bromas? - Ok, ok - dice retrocediendo con las palmas en alto - No te preocupes, para eso estoy yo aquí. - dice altanero y me guiña un ojo.

- No es momento para bromas, Nikolai, comienza a hablar si no quieres ser un paciente más en este hospital - lo amenazo y ríe aún más. Después respira profundo y adquiere su expresión de hombre de negocios. 

- Hablé con la policía. Van a tomarte declaraciones más tarde en tu oficina, puro protocolo simplemente. Ya yo me encargué de donar una generosa aportación a la comisaría para que te dejen en paz unas horas y que no te detengan, aunque no hacía falta - comenta y yo lo miro sin comprender. Nikolai continúa: - Tienen un vídeo de la cámara de seguridad de un club cercano, míralo y entenderás - busca en la carpeta que lleva en el portafolio un casete de disco y me lo entrega. - Es tuyo, es la única copia que queda. En él se ve lo ocurrido en el momento del accidente.

Lo sostengo fuerte con la mano y lo miro con recelos. No sé si quiero ver estas cintas. Revivir lo que pasó ante mis ojos no entra en mis planes en estos momentos.

- Lamento decirte que no tengo información alguna de la joven. – prosigue - Hablé con amigos abogados y policías de diferentes lugares del país para que me informen si hay alguna desaparición reportada. Sólo es cuestión de tiempo que su familia comience a buscarla, así sabremos quién es. ¿Cómo está ella?

- En coma - es lo único que consigo decir.

- Lo siento, amigo - sinceridad en su voz. - Vamos, te llevo a casa. Tu auto estaba hecho una m****a, lo mandé al taller.

Asiento y lo sigo hasta su auto. Llevamos a Margot hasta su casa, para que se prepare para el trabajo y se ocupe de la reunión a la que yo debía ir esta mañana, y luego nos dirigimos a mi ático. Mis ojos pesan. El día de hoy ha sido demasiado largo y estresante. Lo único que quiero es llegar a casa y disfrutar de una buena ducha durante horas.

Minutos después le agradezco a Nikolai por todo y entro en mi bloque de edificios. Tomo el elevador hasta mi departamento. 

Y para rematar mi día me encuentro a Nikita a los pies de la escalera esperándome. Joder, he olvidado que existía. Le lanzo una mirada feroz y le rujo alzando la voz:

- ¿Qué haces aquí? ¡Largo de mi casa! 

- Mi amor, escúchame, necesito hablar contigo de... - se detiene al notar mis manos rojas por la sangre seca. - ¿Qué te ha pasado? ¿Has matado a Mijaíl? Oh, Dios mío - dice alarmada.

- ¿Quién crees que soy? ¿Por qué iba yo querer matar a tu marido? - le grito indignado. Esto es lo que pasa por acostarme con una misma tía más de una vez. Joder, se piensa que tiene potestad sobre mí. - Después de tantos años de conocerme, ¿crees que sería capaz de hacer algo así? Vete de aquí. No soporto tu presencia.

 Me acerco a la puerta de mi apartamento y su mano se instala en mi cintura. 

- Lo siento, amor. Pensé que estabas celoso de mi marido, pero te aseguro que este niño que espero es tuyo. Entremos a tu departamento, déjame acompañarte el día de hoy, sé que es triste para ti, pero... – su mano sube por mi pecho y tengo que reunir la poca fuerza que me queda para no agarrarla por el cuello y activar mis instintos asesinos, esta vez los de verdad.

- Te lo voy a volver a repetir, y espero que esta vez te quede claro - aparto sus manos de mí y sin girarme siquiera a mirarla le digo: - No te quiero en mi casa. Nunca has entrado aquí y nunca vas a entrar, como tampoco vas a entrar a mi vida. Te follo cuando me da la gana y ya está. – hago girar la llave en la cerradura de mi puerta y antes de entrar le susurro: - Lo mejor que puedes hacer es mantenerte alejada de mí, si quieres seguir viva…

Cierro la puerta tras de mí con llave y subo las escaleras hasta mi habitación. Me meto directo en la ducha para que de esa forma el agua se lleve consigo los restos de este día desastroso. 

Me aferro a la pared para evitar caerme y mientras siento el agua sobre mi cuerpo. Rememoro todo lo ocurrido el día de hoy y solo puedo hacer una cosa. Decido encerrarme en mi oscuridad, una oscuridad de la que nunca debí salir 4 años atrás. Mantenerme alejado de la gente, mantener alejado todo tipo de sentimiento, mantener mi inservible corazón en un cuarto oscuro y nunca sacarlo de ahí. Una oscuridad que me recuerde que no tengo alma, que no tengo salvación.

Mi vida a partir de este día nunca volverá a ser como antes, de eso estoy seguro.

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