Lara se había percatado que su marido se había ido hacía mucho y se demoraba en volver. Lo que le habían servido casi se había acabado y comenzaba a aburrirse. Quería volver lo antes posible. Definitivamente, la vida y el protocolo de estos lobos de alta alcurnia como diría ella no iban acorde con sus gustos.Levantó la cabeza y lo buscó entre los invitados solo para encontrarlo conversando con dos individuos. Frunció el ceño. Una sensación incómoda la recorrió. Había un hombre, elegante, con unos cuantos años y que mantenía una enorme sonrisa en su rostro con ese no había problemas. A su lado había una chica, una loba por lo visto, parecía joven, casi de la misma edad de su cuerpo actual.-Oye- llamó al sirviente que cambiaba la bebida en su mesa- ¿Ella? ¿Quién es?-El sirviente miró a donde Lara le indicaba con un movimiento de la cabeza e hizo una reverencia hablando en voz baja.-Ella, mi alfa es Mina, es la tercera en la línea de sucesión de la manada Solar, hija de Duller y la e
Una vez terminado en sofocante banquete ambos se retiraron de vuelta a su habitación. Los hermanos los siguieron una vez doblaron la esquina y se preguntaron por qué el rostro agrio de Lara que caminaba tres pasos por delante de Mathew. Parecía que estuvieran discutiendo, otra vez. ¿Por qué cada vez que los dejaban solos por unos minutos la situación entre ellos daba un giro total?-No te acerques a ella- la oyeron decir.-Ella fue mi ex prometida por arreglo de nuestros padres, no hay nada entre nosotros--Si no hay nada entre ustedes por qué precisamente ella tiene que ir a quedarse a la manada, eso no es bien visto cuando ya estás enlazado- había leído bastantes libros como para saber que una loba soltera no podía quedarse, así como así en un lugar como la manada con el que había sido su prometido, aun si este estaba enlazado, incluso en una novela habían comentado como el alfa había roto el enlace causando la muerte de su luna. Ella no tenía ninguna intención de morir- Mi instint
-Lara- Mathew la llamó – ¿De dónde sacaste el conejo?- tenía curiosidad pero en vez de recibir respuesta esta alzó la barbilla y le dio la espalda caminando de vuelta hacia la cama.-Estaba en la puerta cuando Dyna la abrió- Lara se sentó nuevamente en la cama acariciando su bola de pelo –Se llamará Motica- ya le había puesto nombre, si su marido quería traer a una mujer a su manada sin pedirle su opinión, entonces ella no tenía que pedirle permiso para hacer lo mismo con su nueva mascota.Mathew solo resopló derrotado, sabía lo que corría por la mente de su esposa. Tampoco era tan difícil no darse cuenta por la expresión que ella tenía en su rostro y como sus ojos brillaban. Le estaba guardando rencor.-Dyna prepara las cosas, partiremos dentro de dos horas- sentenció el alfa antes de que la loba partiera a informar a los demás y encontrar a su hermano.Mathew se acercó a la cama y se sentó al lado de Lara alzando la mano y tocando la peluda cabecita.-No lo toques- Lara hizo un puch
Lara no pudo evitar quedarse profundamente dormida el resto del viaje a pesar de que quería estar pendiente de todos los movimientos de la otra loba intrusa, pero había cierto personaje en su panza que no ayudaba con la situación y la mantenía agotada. Ni siquiera abrió los ojos cuando Mathew la llamó casi a medianoche para un bocadillo pues faltaban horas para llegar a la manada. Solo se acurrucó más hacia él y continuó con su sueño intentando recuperar sus energías.Tampoco lo hizo cuando el carruaje se detuvo por fin, apenas a dos horas de que amaneciera y comenzaron las voces a su alrededor, ni cuando el alfa la sacó cargada, la llevó hacia la habitación, le quitó las cargadas prendas sobre su ropa y la tapó con la gruesa colcha. Nada hizo que Lara recobrara el sentido y de cierta forma Mathew se preocupó, pero Byron y el médico, después de comprobarla, solo habían dictado que el estrés y el viaje la habían agotado demasiado.Eso al menos hizo que el alfa respirara aliviado, pero
A Lara apenas le dio tiempo a ponerse de pie, correr hacia afuera y soltar todo el contenido de su estómago en el jardín hasta, con violentas arcadas que le hicieron salir las lágrimas. Las dos lobas se acercaron a ella preocupadas y se arrodillaron a su lado, pero se tuvieron que apartar al recibir una mirada asesina de la bruja que limpiaba su boca con el dorso de la mano. Las criadas pudieron jurar que vieron destellos dorados alrededor de ella y que la presión las empujaba haciéndolas temblar.Lara se levantó inestable y caminó rápido hacia la cocina, casi corría. Los sirvientes que cocinaban se impresionaron al percatarse de su presencia y su estado.-¿A qué se le debe su visita?- uno de los cocineros le preguntó con una reverencia –La señorita Dyna se encuentra en el cuarto del té para que el aroma de su bebida no se mezcle con el de la comida- decía con una sonrisa pero esta se desvaneció al verla buscar desorbitado por la estancia de la cocina -¿Ocurre algo?--¿Dónde está mi c
Mathew puso en la cama a Lara sintiendo los pasos rápidos de Dyna que entró corriendo y quedó postrada en el suelo con la frente lo más baja que pudo, casi como escondiendo su cola entres las patas. Ya se había enterado de lo sucedido y como su luna estaba bajo su cuidado, ella debía asumir la culpa. Sus ojos estaban abiertos, desorbitados, esperando el castigo que recibiría por parte de su alfa, sabiendo que no sería condescendiente. -Tráeme una toalla húmeda- le pidió Mathew con voz fría inundando la habitación con sus feromonas.-Alfa de manada- la loba no se movió del lugar.-Has lo que te digo, después hablaremos, si lo hago ahora no me responsabilizo de mis actos- Mathew le daba la espalda, quitando con cuidado la ropa sucia de tierra, de Lara, poniéndole una bata encima ligera, corriendo las mangas largas hacia atrás, estudiando mejor el estado de sus manos.Dyna no quiso seguir provocando, sabía que Mathew era muy impredecible cuando estaba molesto y más cuando se trataba de
Lara nunca se había deprimido así que no sabía cómo enfrentar este hecho. Se sentía realmente triste y no tenía ganas de hacer mucho pero su marido la había arrastrado fuera de su cama y ahora le ponía un vestido larga color oro bastante holgado y cómodo y ataba su pelo en una trenza. Se dejó hacer de todo sin importarle. Ni siquiera tenía el hambre habitual de siempre y solo se había tomado la sopa porque no tenía ganas de discutir. Ni siquiera las feromonas de él la estimulaban un poco.Estaba realmente deprimida.Mathew la tomó de la mano y la sacó del cuarto después de ordenarle a los hermanos que no los siguieran, que él se encargaría de todo. Había estado trabajado intensamente las horas anteriores para poder tener todo preparado dentro y fuera de la manada, y que no fuera molestado mientras salía y se tomaba un tiempo para él y su luna. Lara solo pudo seguirle el paso hasta la entrada donde había un carruaje esperando.-No me montare en eso. No quiero viajar- Hacerlo solo le re
Lara caminaba al lado de Mathew sintiendo como el calor de la palma de este se filtraba hacia su cuerpo a partir de la suya. Era una sensación reconfortadora y no dejaba que el leve sonrojo que cubría sus mejillas se fuera. Parecía una joven tímida, o más bien, una joven avergonzada, algo que ella no era, o pensaba hasta ahora.Estaba más ligera, ahora que había dejado volar un poco de su dolor. Su marido la había sacado de la residencia principal de la manada y de todo aquello llevándola a este lugar para que su mente se despejara y estaba ayudando. Miró a Mathew, el lobo se preocupaba por ella, eso ya era un hecho que no podía dejar de lado.-¿Ocurre algo?- este le preguntó y Lara enfocó su atención hacia el frente para no ser pillada estudiándolo detenidamente.-Nada, nada- negó con la cabeza.-¿Quieres algo? Puedes escoger lo que quieras-Lara se detuvo y con eso el alfa.-Cualquiera pensaría que eres multimillonario cuando dices eso-Mathew pareció confundido.-No sé qué signifi