HARRY
El hombre lo miró entonces mostrando la sorpresa en su mirada. Sus ojos se llenaron de pánico mientras se levantaba casi como si necesitara correr, huir de él. Harry lo miró con intensidad preparado para cualquier reacción menos para la que sucedió, Raknik pareció perder toda la fuerza antes de lanzarse una vez más en el sitio en el que había estado sentado, se revolvió el pelo con lo que parecía desesperación y luego lo miró.
-Sirve entonces- le dijo Raknik sin verlo.
Él se sentó y colocó las copas en el mueble antes de servirlas. Llenó ambas copas hasta la mitad antes de entregarle una a Raknik.
-Es un tinto de la tierra, debería ser bueno- comentó él dando el primer sorbo.
Se mantuvieron en silencio, Harry se negaba a irse. Necesitaba alguna explicación, una reacci&oacu
ALISA Ya nada sería igual, nunca más. Ese era el pensamiento de todas las mañanas, el pensamiento que no la dejaría ir nunca más. Alisa sabía que aquello era normal, pero no por eso más tranquilizador. Con un suspiro se levantó del lecho que no era suya, una con sábanas suaves y costosas, una manta aún más lujosa y una habitación que era casi del tamaño de su antiguo departamento. Obviamente aquella habitación, aquella casa, no le pertenecía. Se dirigió al baño entonces para cepillarse, ducharse y vestirse con algo sencillo, bajó las escaleras lentamente admirando todo como cada mañana. Se encontró con Tiana en la cocina ya preparando el desayuno. -Buenos días- saludó ella -¿necesitas ayuda? -Siéntate ya- ordenó Tiana riendo -tienes cara de que te lanzas al metro. Y con esas palabras le entregó una taza de café humeante. -Si es que funciona en este momento, pero lo dudo mucho- comentó ella -gracias. E
ALISA Tres horas después y junto a sus suministros ellos emprendían el viaje de regreso a casa. Alisa conducía por lo que en el momento en que un pequeño cuerpo se cruzó en su camino pisó el freno casi causando un accidente. -¿Qué sucedió?- Preguntó Harry asustado -¿está bien señor Oslo? -Estoy bien niño, soy viejo no frágil- contestó el hombre -¿qué sucedió niña Alisa? -Yo no estaría de acuerdo- contestó Harry al anciano lo que le valió una mirada de reprimenda. -Creo que una niña se cruzó en mi camino- dijo ella al fin. Bajaron del auto ella y Harry solo para estar seguros, allí a un lado de la carretera y llorando estaba una niña de cuatro o cinco años. -Hola, cielo- dijo ella acercándose -¿dónde están tus padres? -¿Cómo te llamas?- Preguntó Harry. -Mi nombre es Molly- explicó la pequeña entre llantos. -¿Y tus padres?- Repitió ella. La niña comenzó a llorar con fuerza
VILKANK Todo se estaba saliendo de control. No sabía cómo las cosas habían llegado a ese punto, pero el estado de emergencia era permanente en todos los planetas poblados cercanos, dentro de la galaxia Andrómeda. Vilkank era un simple científico, uno que se había dedicado a un trabajo que le encantaba y que por alguna razón el Consejo Universal de Planetas Unidos había decidido financiar a pesar de la delicada situación política de aquella galaxia y que ahora explotaba, literalmente, en el rostro de todos los implicados. No por nada, desde hace ciclos, dos de las especies más nombradas e influyentes en el universo estaban en pico de guerra. Fue por esa razón que cuando la galaxia Andrómeda estuvo en todas las lecturas científicas cincuenta ciclos atrás, resultó ser un gran anuncio para quienes estudiaban nuevas estrellas y planetas con especies inteligentes, como él. Era conocido que el Consejo, mejor llamado CUPU, derrochaba muchos de sus r
ALISA Alisa estaba realmente sorprendida. De verdad había pensado que aquella persona que se comunicaba con ella era un extraño creyente de los aliens, pero su información parecía tan real que quería creerle. Decidió darle la oportunidad de probarle que no era un engaño o una broma estúpida, esperaría a que se comunicara con ella nuevamente y comprobaría cada pieza de información que le diera. Tal vez si lograba hacer un contacto real con la NASA, podría ayudarlo a compartir la información que estaba recogiendo. Había dicho que era un científico, podía ser una persona con años de estudios que veía lo que los demás no podían. En una hazaña mucho más grande de lo que hubiera imaginado, pasó bastante de su tiempo intentando obtener un contacto directo y real con la NASA, alguien debía estar atento a la información, pero justo cuando parecía que iba a conseguirlo la luz se cortó. Ella maldijo más fuerte de lo que pretendía, porque pronto sus ami
VILKANK Levantarse era sencillo luego de obtener una motivación tan grande y factible como lo había hecho el día anterior. Vilkank nunca se había despertado más lleno de energía que aquella mañana, con una sonrisa se dirigió al sanitario del pequeño hogar asignado que ocupada y cuando estuvo limpio, salió del espacio con los ánimos vivos para seguir con su investigación. Luego de comer el típico desayuno de su procesador de alimentos se aventuró a salir, caminó hasta el centro de investigación donde trabajaba solo para entrar en pánico. La entrada del lugar estaba clausurada completamente, no había señales de ningún tipo más allá del color rojo en los bordes de la entrada que era la señal para indicar que estaba cerrado. Él miró hacia adentro intentando ubicar a alguien allí, para su suerte Vekina, su jefa, y Borgen, el asistente de la hembra, iban saliendo de la que sería su oficina. Ambos se sorprendieron de verlo allí de pie, no tenía nin
ALISAAlisa no sabía que pensar. Después de una noche intranquila se había levantado para saludar a sus amigos, Tiana tenía el desayuno listo como todas las mañanas y Harry se vestía con un nuevo traje que las hizo sonreír. Era bueno que alguien mantuviera los ánimos, incluso aunque su amigo era uno de los más afectados por todo lo que estaba sucediendo, al menos intentaba conservar la cordura y la esperanza usando todas las herramientas a mano. Desayunaron sin decir demasiado hasta que la familia Jiménez se unió a ellos.La pequeña Molly corrió hacia Harry con una sonrisa inmensa en el rostro y le preguntó sobre la ubicación de su tiara. El argumento de la pequeña era que si resultaba ser una princesa verdadera, entonces tendría que tener una tiara, eso los hizo reír a todos. Harry se llevó a la pequeña e
VILKANK Todavía no podía creer que estuvieran haciendo aquello, correr a través de un puente de carga interplanetario para que nadie los notara en el momento en que se subieran a una nave militar, una que robarían, para poder viajar hasta la galaxia cercana. Si le hubieran dicho que eso realmente estaría pasando, Vilkank se hubiera reído en el rostro del tipo que claramente había perdido la razón, en ese momento sin embargo, se sentía como si eran ellos los que habían perdido la cabeza. Él esperaba que su hermano tuviera razón y que llegaran a la nave militar antes de terminar encerrados en una nave de contención junto a los delincuentes que se movían hasta sus planetas de origen en una muy mala forma. Ese ciclo había comenzado tranquilo, luego de los mensajes de comunicación con Alisa había resuelto que era necesario ir al planeta más rápido de lo previsto, al parecer el anillo de escombros que destrozaría el pequeño planeta se estaba volvi
VILKANKSin embargo, no detuvo a su hermano cuando conectó el aparato a la nave. Se registraron entonces miles de señales provenientes de la tierra, pero no parecía como si ninguna fuera capaz de acceder a sus datos. Un poco más calmados absorbieron toda la información que estaba disponible en las redes de comunicación, era impresionante como las imágenes que encontraron mostraban al planeta y su belleza antes de que la guerra iniciara cambiándolo todo, incluso en una galaxia distinta.Su hermano gritó y celebró cuando leyeron todos los productos que se cosechaban en el suelo fértil del planeta, algo que no se había descubierto desde hace demasiado tiempo como para contarlo. Para el Consejo y la población general solo existían dos planetas registrados que tuvieran una tierra fértil donde cultivar comida real, y por supuesto solo las persona