ALISA
Alisa no sabía que pensar. Después de una noche intranquila se había levantado para saludar a sus amigos, Tiana tenía el desayuno listo como todas las mañanas y Harry se vestía con un nuevo traje que las hizo sonreír. Era bueno que alguien mantuviera los ánimos, incluso aunque su amigo era uno de los más afectados por todo lo que estaba sucediendo, al menos intentaba conservar la cordura y la esperanza usando todas las herramientas a mano. Desayunaron sin decir demasiado hasta que la familia Jiménez se unió a ellos.
La pequeña Molly corrió hacia Harry con una sonrisa inmensa en el rostro y le preguntó sobre la ubicación de su tiara. El argumento de la pequeña era que si resultaba ser una princesa verdadera, entonces tendría que tener una tiara, eso los hizo reír a todos. Harry se llevó a la pequeña en busca de algún objeto que pudiera pasar por corona y eso la emocionó, las distracciones eran tan escasas que se apreciaban cuando llegaban.
-Buenos días- saludó Tiana con una sonrisa a los padres que llegaban -siéntense, hice el desayuno para todos.
Ellos asintieron, pero la incomodidad era evidente.
-No es necesario que hagas esto- dijo la mujer luego de unos minutos -puedo cocinar, no tienes que hacerlo por nosotros.
-Tal vez sí, puede que seas una mejor cocinara que yo- comentó Tiana -pero la cocina es mi trabajo, me gusta y me mantiene distraída. Eso es lo que me gusta, además estamos usando partes de sus suministros alimenticios, están aportando.
-¿Aceptas ayuda?- Preguntó Mildred con una sonrisa -no queremos ser una molestia y no hay demasiadas cosas más en las que sea buena.
-Ahora son parte de esta casa- afirmó su amiga con una sonrisa -cualquier trabajo es apreciado, pero si todavía necesitan descansar pueden hacerlo. Lo entendemos.
Fue en ese momento que Josep habló, el hombre había terminado su comida en tiempo record.
-Soy bueno en la mecánica y en los trabajos manuales- dijo él -si necesitan algo de eso, podría hacerlo sin problemas.
Una sonrisa emocionada cruzaba su rostro y Tiana la notó antes de reír.
-Estoy segura de que Alisa, aquí, tiene muchos trabajos para ti- comentó su amiga -pero por ahora, ¿quieres un poco más?
Tiana señaló el plato vacío del hombre, por unos segundos pareció dudar hasta que asintió con firmeza antes de que su amiga llenara el plato y no hubiera más palabras.
-Puedes ayudarme en el jardín- le ofreció Tiana a Mildred -tengo una especie de cultivo que necesita trabajo.
-Perfecto- aceptó la mujer limpiando su plato al levantarse.
Unos minutos más tarde Mildred y Tiana iban al jardín mientras ella se alejaba hasta el garaje con Josep. Las risas de Molly y Harry se escuchaban en toda la casa, haciéndolos reír, era impresionante lo que la inocencia de la pequeña hacía para cambiar el ambiente sombrío en el que vivían.
-Esto es lo que tengo hasta ahora- le dijo ella al hombre señalando lo que parecía un montón de chatarra en la esquina del lugar -intenté…
-Intentaste hacer un motor eléctrico que funciona con energía cinética- terminó Josep por ella antes de acercarse al lugar -esto es grandioso.
-Gracias- aceptó ella con una sonrisa -pero nunca pude ponerlo a funcionar porque me faltan los conocimientos mecánicos para hacerlo. Una pieza siempre salía volando cuando lo encendía.
El hombre no pudo evitar soltar una carcajada antes de que ambos se sumieran en el silencio y la concentración del trabajo. Cuando encontraron las fallas básicas que ella había pasado por alto comenzaron a arreglarlas con rapidez. Fue sencillo trabajar con Josep, el hombre era eficiente y bastante callado, se concentraba tanto como ella al hacer las cosas. Unas horas más tarde el motor estaba listo para más pruebas, por lo que intentaron encenderlo y resultó que funcionaba.
Ella gritó y saltó emocionada mientras abrazaba a Josep. Ambos estaban bastante orgullosos, el hombre no dejaba de mover una pequeña palanca manual que era la que convertía la energía cinética en eléctrica, pero ver al motor haciendo su trabajo era emocionante de por sí.
-Ahora podremos cargar lámparas u otras cosas incluso aunque falle la luz en esas escasas horas que nos dan- afirmó ella con algo de alivio.
-Si no te molesta ejercitar los brazos- comentó Josep deteniéndose por fin.
Al parecer los gritos alegres que ellos habían dado llamaron la atención de todos en la casa, porque Tiana llegó con Mildred, ambas llenas de tierra y Harry cargaba a la princesa Molly en sus hombros.
-¿Qué sucede aquí?- Preguntó su amigo.
-¡Lo logró, Harry!- dijo ella con la misma emoción -Josep hizo que el motor funcionara por fin.
Sus amigos abrieron los ojos impresionados antes de felicitar al hombre.
-Solo noté los detalles- comentó Josep -su amiga hizo un trabajo increíble recuperando el motor.
-Eso es mentira, lo mío es la informática- afirmó ella -hice lo mejor que pude hasta que llegaste tú. Esto es muy importante y útil.
Mildred sonrió y besó a su esposo mientras Molly aplaudía emocionada. Pronto todo el mundo regresó a sus asuntos mientras Josep permanecía a su lado, ambos buscaron nuevos proyectos para emprender ahora que el motor estaba listo. Fue entonces que Alisa pensó en mover el aparato hasta la sala de café para poder tener una comunicación constante. Si el internet y las conexiones seguían funcionando, podría ser que lograra algo.
Luego de sellar algunas fugas en tuberías y techos, ella convenció al hombre de mover el motor. Para su sorpresa, él se vio tan emocionado como solía estar Alisa al entrar en aquella habitación, hablaron sobre la información que podía conseguir y sin pensarlo demasiado ella le comentó sobre el científico que se había puesto en contacto la noche anterior. De verdad esperaba poder ayudar mucho más ahora que tenían este nuevo motor, así que conectaron el aparato a los cables centrales de alimentación antes de que Josep comenzara a mover la palanca. Con alegría, ella vio a los aparatos cobrar vida.
La computadora se tardó una eternidad en encender y Alisa se preocupó del trabajo físico que tendría que hacer Josep. Cuando la conexión estuvo por fin establecida, ella casi gritó una vez más. Voló por todos los anuncios de noticias que solía ver hasta que regresó a la página con la que había contactado a aquel hombre, esperaba que pudiera ver sus mensajes en ese momento y que tuviera algo más que decir.
“De nuevo aquí” escribió ella sintiéndose como una boba, una vez más.
Luego de unos minutos estuvo a punto de sucumbir a la desesperación cuando el mensaje llegó.
“Eso es excelente. He estado esperando”
“¿Tienes nueva información?” preguntó ella emocionada.
“No demasiada, sigo creyendo que las consecuencias de este fenómeno estelar podrían catastróficas” afirmó él con fatalismo.
“¿Pudiste al menos comunicarte con alguien a quién le interese esa información?” insistió ella algo exasperada.
“¿Cómo quién?”
“La NASA primero que nada, o cualquiera que pueda hacerle llegar este mensaje a esos científicos” su mente corría mientras veía el cansancio de Josep.
“No soy tan bueno en las comunicaciones como pareces serlo tú. Soy mejor científico”.
“Entonces tendré que hacerlo yo, ¿cuál es tu nombre? Estoy segura de que me lo preguntarán”.
Esta vez el mensaje se tardó una vez más y ella torció el gesto. Esperaba de verdad que aquello no fuera un engaño.
“Víctor” fue la vaga respuesta.
“¿Cuál es tu apellido?” insistió ella intentando ser formal.
De nuevo, la respuesta tardó.
“Porter”.
“Bien, haré lo que pueda Víctor. Por ahora debo irme”.
“Espero poder comunicarme de nuevo con mejores noticias”.
Ella cerró la conexión y se volteó hacia Josep con una mueca.
-¿Crees que puedas aguantar un poco más?- Preguntó ella -¿o necesitas descansar?
-Puedo aguantar, pero no demasiado tiempo- le dijo él -empiezo a sentirme sin aliento.
-Me apresuraré.
Ella se volteó hacia la pantalla una vez más y se dedicó a buscar el contacto que la noche anterior se le había escapado, cuando lo consiguió pudo sonreír. Escribió un mensaje simple antes de apagar el aparato y decirle a Josep que podía detenerse, el hombre sonrió antes de recostarse en una de las paredes para descansar. Alisa estaba conforme con el mensaje que había dejado, era conciso y esperaba recibir una respuesta.
“Tengo información importante del científico Víctor Porter. A cualquiera que tenga lo medios para ayudar, conteste por favor”.
VILKANK Todavía no podía creer que estuvieran haciendo aquello, correr a través de un puente de carga interplanetario para que nadie los notara en el momento en que se subieran a una nave militar, una que robarían, para poder viajar hasta la galaxia cercana. Si le hubieran dicho que eso realmente estaría pasando, Vilkank se hubiera reído en el rostro del tipo que claramente había perdido la razón, en ese momento sin embargo, se sentía como si eran ellos los que habían perdido la cabeza. Él esperaba que su hermano tuviera razón y que llegaran a la nave militar antes de terminar encerrados en una nave de contención junto a los delincuentes que se movían hasta sus planetas de origen en una muy mala forma. Ese ciclo había comenzado tranquilo, luego de los mensajes de comunicación con Alisa había resuelto que era necesario ir al planeta más rápido de lo previsto, al parecer el anillo de escombros que destrozaría el pequeño planeta se estaba volvi
VILKANKSin embargo, no detuvo a su hermano cuando conectó el aparato a la nave. Se registraron entonces miles de señales provenientes de la tierra, pero no parecía como si ninguna fuera capaz de acceder a sus datos. Un poco más calmados absorbieron toda la información que estaba disponible en las redes de comunicación, era impresionante como las imágenes que encontraron mostraban al planeta y su belleza antes de que la guerra iniciara cambiándolo todo, incluso en una galaxia distinta.Su hermano gritó y celebró cuando leyeron todos los productos que se cosechaban en el suelo fértil del planeta, algo que no se había descubierto desde hace demasiado tiempo como para contarlo. Para el Consejo y la población general solo existían dos planetas registrados que tuvieran una tierra fértil donde cultivar comida real, y por supuesto solo las persona
VILKANKEl momento complicado del viaje había llegado. Tenía dos ciclos completos viajando en el espacio hacia la tierra, desde que la investigación inicial les había dado esperanzas Velkank no había dejado de buscar datos que los ayudaran en el proceso de reconocimiento y aunque agradecía que alguien lo estuviera ayudando en el trabajo también le daba demasiada presión. Comprender que la vida de su hermano, su madre e incluso del compañero Raknik dependía de las frutos de aquella exploración era demasiado para manejarlo. Por esa razón había tenido que recluirse en su habitación algún tiempo para poder desprenderse de la presión.Su hermano aligeraba también esa carga, hablaba de los humanos como un tesoro tan grande como los recursos naturales y aunque ambos comprendían que no funcionaba de la misma manera él sa
VILKANKSu hermano encendió una de las pantallas holográficas centrales y comenzó a mostrarle sus descubrimientos. Le enseñó datos sobre los recursos de la tierra junto a los problemas climáticos que el planeta enfrentaba por la explotación inconsciente de las riquezas, eso los preocupó a ambos. Vieron los diversos climas y especies de animales no inteligentes, los paisajes con datos de su posible creación natural, historia sobre viejas civilizaciones e incluso historias de sus dioses y guerras. Todo era impresionante y tan útil como los datos que leía en ese momento sobre la interacción social entre humanos, fue en ese instante que la pantalla cambió rápidamente sin que él pudiera ver la información completa.-¿Qué sucedió?- Preguntó él y su hermano frunció el ceño con culpabilidad -&
VILKANKLa lanzadera se movía por el espacio a un ritmo lento, era casi desesperante para la energía emergente que sentía en el cuerpo. La emoción se filtraba en cada uno de sus poros y no podía mantenerse quieto en la silla mientras la tierra se aproximaba con cada poco que se acercaba. Era impresionante, hubo un momento de tensión cuando la nave atravesó la atmósfera, sintió como golpeaba el muro invisible antes de que la velocidad comenzara a aumentar a un ritmo apresurado, en una pausa inquietante la lanzadera se detuvo antes de recuperar su velocidad anterior. Se sentía un poco más pesado, imaginaba que la atmósfera de la tierra era un poco más intensa de lo que había experimentado con anterioridad.-La atmósfera del planeta es más densa de lo que estamos acostumbrados- se escuchó la voz de Velkank confirmando sus pensami
VILKANKTomó sus cosas y emprendió el viaje con más velocidad de la que había esperado, había tantas cosas que esperaba conocer, que esperaba comprender una vez que pudiera ver a Alisa en la realidad de su hogar. Tenía tantas ganas de ayudar a aquella especie y a aquel planeta que había sacado de las sombras antes de que dejara de existir en su totalidad, necesitaba tener esperanzas de que la información que recolectara ayudara a enviar un mensaje al Consejo para que pudieran tomar medidas reales sobre la amenaza inminente sorbe el planeta tierra. Caminaba con más velocidad, pero no sentía el cansancio, solo quería llegar a ese punto que se marcaba en sus mapas.Fue intenso, pero logró llegar al lugar. Una inmensa cerca de metal cubría la entrada a lo que parecía un complejo de hogares tan grandes como aquellos de las galaxias cercanas reservados
ALISALlevar a Víctor Porter a la cocina fue toda la hazaña, porque aunque sus ojos estaban llenos de tensión, confusión y un poco de inocencia, el hombre era inmenso. Nunca antes había conocido a un hombre tan alto, juraba que el tipo podía llegar a medir más de dos metros, lo que era muchísimo para su metro sesenta y dos. Todo el mundo daba la impresión de que estaba confiado, pero ella sabía que todos estaban asustados. Nadie había llegado a la casa en mucho tiempo y mucho menos había atravesado las puertas de aquella residencia lujosa, eso solo los hacía preocuparse por la seguridad de todos.Se sentaron en la mesa de la cocina, Josep y Harry intentaban lucir amenazantes, pero frente a Víctor resultaba casi gracioso. Tiana caminó hasta su lugar favorito antes de servir bebidas para todos, su amiga caminó con los vasos en la mano
VILKANKEra tarde en el ciclo de oscuridad, lo sabía porque antes de encerrarse en su habitación se había despedido de todos pasando por lo que llamaban la sala de la casa. Según lo que le había dicho Alisa era común que todo el mundo se acostara temprano a dormir, ya que sin energía no había demasiadas cosas que se pudiera hacer. La verdad era que para sus planes aquello era bastante conveniente, sabía que si no se ponía en contacto con su hermano pronto tendría un potencial desastre en las manos.Había pasado la tarde entera junto a Alisa, ella había intentado irse, pero él no la había dejado. Le preguntó los nombres de sus amigos y ya podía reconocerlos a todos, habían hablado de todas las cosas que podían e incluso sentía que había podido explorar un poco esa extraña reacción de su