VILKANK
El momento complicado del viaje había llegado. Tenía dos ciclos completos viajando en el espacio hacia la tierra, desde que la investigación inicial les había dado esperanzas Velkank no había dejado de buscar datos que los ayudaran en el proceso de reconocimiento y aunque agradecía que alguien lo estuviera ayudando en el trabajo también le daba demasiada presión. Comprender que la vida de su hermano, su madre e incluso del compañero Raknik dependía de las frutos de aquella exploración era demasiado para manejarlo. Por esa razón había tenido que recluirse en su habitación algún tiempo para poder desprenderse de la presión.
Su hermano aligeraba también esa carga, hablaba de los humanos como un tesoro tan grande como los recursos naturales y aunque ambos comprendían que no funcionaba de la misma manera él sabía que Alisa era real, tan inteligente como pensaba, así que tal vez pudieran trabajar con eso. Claro que, no deseaba exponer a la especie ingenua al mercado negro de esclavos que todavía seguía vigente en los sitios más oscuros de las galaxias lejanas. Todo el mundo quería evitar hablarlo o mencionarlo, pero no por eso dejaba de pasar, sobre todo considerando que el Consejo siempre estaba bajo la pista de estos criminales.
Fue la insistente y resonante alarma la que lo alertó de que habían llegado a la zona de peligro, las luces vibraban con un suave color rojo que lo distrajo de su trabajo. Salió de la habitación dejando sus cosas allí para reunirse con su hermano en el centro de mando de la nave. Las pantallas holográficas mostraban varias rutas factibles para atravesar aunque ninguna estadística era demasiado favorable, vio como Velkank luchaba por encontrar la mejor estrategia por lo que se acercó para ayudarlo con los cálculos que comprendiera, al final una de las rutas fue la mejor opción.
-Siéntate y coloca los seguros- ordenó su hermano en ese papel de comandante piloto que lo caracterizaba -esto será revoltoso y complicado.
Él hizo exactamente lo que le pedían. Cuando los seguros estuvieron alrededor de su cuerpo la nave comenzó a moverse de forma desordenada y bastante riesgosa bajo las órdenes de Velkank, las luces rojas regresaron con más fuerza mientras los instrumentos fueron asegurados en sus sitios para que nada saliera volando. Su hermano hizo lo posible para no chocar con nada, pero cuando un gran desecho de estrella cambió sorpresivamente de dirección no le dio tiempo de reaccionar, él casi gritó cuando de pronto un rayo cubrió la nave formando un escudo y destruyendo el desecho en el proceso.
Fue rápido, pero estaban a salvo. Se mantuvo en silencio hasta que lentamente salieron del peligro y los hombros de su hermano se fueron relajando del mismo modo.
-Ahora podemos preparar la nave para la hipervelocidad de nuevo- comentó Velkank con una sonrisa -eso significa que llegaremos dentro de poco a la tierra.
-No sabía que esta nave pudiera hacer algo como eso, fue impresionante- soltó él sin pensar en nada más.
-Es por eso que quise tener a esta dulzura- convino su hermano con una sonrisa -es mucho más segura que otras naves.
-¿No crees que pudiéramos salvar a la tierra del mismo modo?- Preguntó él imaginándose la teoría en su cabeza -si usamos este rayo para protegerlos de la basura que acabamos de atravesar sería…
-Eso es imposible- interrumpió su hermano -para poder hacer eso necesitaríamos al menos una flota de naves militares como esta, un espacio tan amplio supera la capacidad del escudo. Y de hacerlo, existe un alto riesgo de que los desechos cambien su trayectoria causando aún más daño, para asegurar el éxito tenemos que tener todas las naves.
-¿Cuántas se necesitan?- Inquirió él todavía considerándolo.
-Lo mejor serían cincuenta- explicó Velkank volviendo a revisar la pantalla -pero lo mínimo requerido serían treinta.
-Supongo que necesitamos a esas veintinueve a nuestro lado- comentó él luego de un tiempo.
-Sí, eso pienso- aceptó su hermano -y no hay forma de pedir ayuda sin que nos arriesguemos a ir prisión.
-Este viaje ya es un riesgo de por sí- musitó él.
Su hermano asintió, las luces rojas desaparecieron y fue entonces que la hipervelocidad estuvo activa de nuevo.
-Entonces, ¿listo para conocer a tu dulce Alisa?- Le dijo Velkank con una sonrisa.
-No es mía- intentó Vilkank -y no sé si estoy listo, pero tengo que estarlo para cuando lleguemos allí.
Velkank lo miró con interés antes de que una sonrisa creciera en sus labios.
-Supongo que tienes un plan- comentó su hermano -no creo que llegar al planeta y aterrorizar a los humanos esté en las normas de exploración que tanto amas.
-Eso es lo que he estado haciendo todo este tiempo- recalcó él con más fuerza de la que necesitaba -tengo que bajar en la lanzadera de camuflaje, es mejor que me quede en un sitio alto para que nadie me vea salir. Luego debo encontrar a los humanos.
-Supongo que llevarás una pulsera de camuflaje para ti- comentó su hermano.
-Es necesario que la lleve- asintió él -para poder hacer contacto es necesario no alterar a la especie nativa, luego cuando se confirma su comprensión de los hechos se puede proceder con todo lo demás. Los humanos nunca antes han tenido contacto con especies diferentes, esto puede ser demasiado para ellos.
-Esperemos que no lo sea- ofreció Velkank -porque nuestras vidas dependen de eso.
Un silencio algo siniestro se esparció en el espacio de la cabina de mando sin que ninguno pudiera detenerlo. Allí estaba de nuevo, esa presión de la que tanto había querido escapar intentando ocultarse en su habitación, con incomodidad intentó pensar en alguna excusa para poder irse del lugar. Su hermano se movía con la misma actitud optimista que había tenido desde que sus investigaciones de la tierra habían comenzado, lo vio revisar todos los procedimientos de la nave con cuidado.
-Yo también he hecho mi propia investigación- comentó Velkank sin verlo a los ojos e interrumpiendo sus pensamientos -aunque no creo que sea de tu agrado.
-¿A qué te refieres?- Preguntó él sabiendo que su curiosidad científica lo llevaría hasta el final de aquella conversación.
-Cuando noté que nuestra ubicación o información personal no puede ser captaba por la tecnología terrana- le explicó su hermano -indagué con más intensidad en los archivos disponibles hasta que pude acceder a toda una red de información que los humanos crearon. Es bastante impresionante la verdad, aunque tiene algunos problemas de seguridad.
-¿Qué descubriste?
-Fueron demasiados datos disponibles para la computadora de la nave- siguió Velkank -por lo que tuve que priorizarlos.
VILKANKSu hermano encendió una de las pantallas holográficas centrales y comenzó a mostrarle sus descubrimientos. Le enseñó datos sobre los recursos de la tierra junto a los problemas climáticos que el planeta enfrentaba por la explotación inconsciente de las riquezas, eso los preocupó a ambos. Vieron los diversos climas y especies de animales no inteligentes, los paisajes con datos de su posible creación natural, historia sobre viejas civilizaciones e incluso historias de sus dioses y guerras. Todo era impresionante y tan útil como los datos que leía en ese momento sobre la interacción social entre humanos, fue en ese instante que la pantalla cambió rápidamente sin que él pudiera ver la información completa.-¿Qué sucedió?- Preguntó él y su hermano frunció el ceño con culpabilidad -&
VILKANKLa lanzadera se movía por el espacio a un ritmo lento, era casi desesperante para la energía emergente que sentía en el cuerpo. La emoción se filtraba en cada uno de sus poros y no podía mantenerse quieto en la silla mientras la tierra se aproximaba con cada poco que se acercaba. Era impresionante, hubo un momento de tensión cuando la nave atravesó la atmósfera, sintió como golpeaba el muro invisible antes de que la velocidad comenzara a aumentar a un ritmo apresurado, en una pausa inquietante la lanzadera se detuvo antes de recuperar su velocidad anterior. Se sentía un poco más pesado, imaginaba que la atmósfera de la tierra era un poco más intensa de lo que había experimentado con anterioridad.-La atmósfera del planeta es más densa de lo que estamos acostumbrados- se escuchó la voz de Velkank confirmando sus pensami
VILKANKTomó sus cosas y emprendió el viaje con más velocidad de la que había esperado, había tantas cosas que esperaba conocer, que esperaba comprender una vez que pudiera ver a Alisa en la realidad de su hogar. Tenía tantas ganas de ayudar a aquella especie y a aquel planeta que había sacado de las sombras antes de que dejara de existir en su totalidad, necesitaba tener esperanzas de que la información que recolectara ayudara a enviar un mensaje al Consejo para que pudieran tomar medidas reales sobre la amenaza inminente sorbe el planeta tierra. Caminaba con más velocidad, pero no sentía el cansancio, solo quería llegar a ese punto que se marcaba en sus mapas.Fue intenso, pero logró llegar al lugar. Una inmensa cerca de metal cubría la entrada a lo que parecía un complejo de hogares tan grandes como aquellos de las galaxias cercanas reservados
ALISALlevar a Víctor Porter a la cocina fue toda la hazaña, porque aunque sus ojos estaban llenos de tensión, confusión y un poco de inocencia, el hombre era inmenso. Nunca antes había conocido a un hombre tan alto, juraba que el tipo podía llegar a medir más de dos metros, lo que era muchísimo para su metro sesenta y dos. Todo el mundo daba la impresión de que estaba confiado, pero ella sabía que todos estaban asustados. Nadie había llegado a la casa en mucho tiempo y mucho menos había atravesado las puertas de aquella residencia lujosa, eso solo los hacía preocuparse por la seguridad de todos.Se sentaron en la mesa de la cocina, Josep y Harry intentaban lucir amenazantes, pero frente a Víctor resultaba casi gracioso. Tiana caminó hasta su lugar favorito antes de servir bebidas para todos, su amiga caminó con los vasos en la mano
VILKANKEra tarde en el ciclo de oscuridad, lo sabía porque antes de encerrarse en su habitación se había despedido de todos pasando por lo que llamaban la sala de la casa. Según lo que le había dicho Alisa era común que todo el mundo se acostara temprano a dormir, ya que sin energía no había demasiadas cosas que se pudiera hacer. La verdad era que para sus planes aquello era bastante conveniente, sabía que si no se ponía en contacto con su hermano pronto tendría un potencial desastre en las manos.Había pasado la tarde entera junto a Alisa, ella había intentado irse, pero él no la había dejado. Le preguntó los nombres de sus amigos y ya podía reconocerlos a todos, habían hablado de todas las cosas que podían e incluso sentía que había podido explorar un poco esa extraña reacción de su
ALISAAquel día tendría que prestar atención, eso era lo que Alisa seguía pensando mientras desayunaba junto a sus amigos en la mesa de la cocina. Harry ya se había marchado junto a Molly para distraer a la pequeña mientras los demás seguían allí, Víctor era el único que no había bajado todavía. Ella pensó en buscarlo hasta que lo vieron aparecer por la puerta con cuidado, miraba a todos con atención, a pesar de su tamaño lucía como si pudiera desaparecer en cualquier segundo y esa sensación la hizo sentir más incómoda de lo que podía admitir para sí misma. Él saludó a todos con cordialidad antes de que Tiana le ofreciera un plato.Víctor pudo haberse sentado en todos los lugares alrededor de la mesa, pero escogió el que estaba vacío justo a su lado. Su amig
ALISAVíctor o mejor dicho, Vilkank la miraba esperando con la paciencia que se le tendría a un niño. Ella se calmó una vez más y él habló.-Esa es una descripción más acertada- asintió él con calma -un ser inteligente de otra especie originaria de una planeta distinto al tuyo, por lo que sí, podrías llamarme un alien.-Eso lo resume todo- afirmó ella con la misma risa histérica -grandioso, simplemente grandioso.-Me alegra mucho que puedas entenderlo-le dijo él con una sonrisa -ahora puedo proceder a decirte mis razones de estadía y seguir con el contacto.Alisa reía una vez más. Tuvo que levantarse y caminar intentando procesar todas los pensamientos que cruzaban su mente, Vilkank no la detuvo, por lo que fue un punto a su favor sobre la amenazaba que significaba para ella.-No estoy
ALISAEl colchón temblaba, el mundo entero se movía a su alrededor. Alisa se levantó asustada y en pánico cuando comprendió que no se trataba de ella, la casa entera se estremecía con fuerza mientras las ondas de un terremoto se veían mientras hacían chocar las paredes de su habitación, ella se tragó un grito al mismo tiempo que intentaba levantarse corriendo. Su corazón iba a mil por hora, en el segundo en que abrió la puerta observó que las de sus amigos todavía estaban cerradas. El miedo se metió en sus entrañas y antes de que pudiera moverse su cuerpo se tropezó golpeándose con fuerza contra la puerta frente a ella.-Vilkank- ella gritó y unos segundos más tarde la puerta se abría.No pudo ver lo que sucedía, el pánico fue demasiado, por lo que solo pudo acurrucarse mientras