Dos alfas

En cuanto Leoxi se había levantado de la cama Priscila e había despertado. Siempre ocurría. Le costaba mucho mantener el sueño estando sola a menos que fuera la cama de Layan donde increíblemente él podía irse y aun manteniendo el olor en las sábanas, la de dejaba en una atmósfera embelesadora. Aun así no dijo nada y esperó a que su tío le diera un beso en la mejilla para despedirlo solo con un sonido de la garganta.

Estaba agotada después de todo. No se arrepentía de dormir con su tío solo...que no era lo mismo. Cuando estaba junto a Layan todos sus poderes y voces en su cabeza se quedaban paralizados por lo que apenas cerraba los ojos caía en un sueño profundo y silencioso. Claro, siempre y cuando no era despertada a mitad de la madrugada por cierto lobo salvaje.

<
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo