—Soy el más fuerte de todos los místicos, el más sabio y el más capaz —su voz es un murmullo seductor, un ronroneo que promete jamás ser olvidado—. Puedo protegerte mejor que cualquier otro ser en el mundo, puedo darte lo que nadie jamás podría —con cada palabra, se acerca más a mí, mi mirada incapaz de dejar la suya—. Podrías ser invencible, Viviana —al escucharlo decir mi nombre cierro los ojos—. Y nadie te haría daño nunca más.Nadie… Excepto él. Porque ese es el problema y la desventaja de entregarte a alguien, que le das el poder de hacer contigo lo que quiera. Y me estaría poniendo en bandeja de plata. A pesar de no ver, puedo sentirlo frente a mí, tan cerca, su calor irradiando hacia mí. Hace mucho tiempo que no pensaba en el ámbito romántico, hacía años que no me interesaba en lo más mínimo forjar cualquier tipo de relación sentimental; así que realmente jamás vi a un hombre o incluso una mujer como potencial para algo más, no me he sentado a pensar con la cabeza fría qué cara
Xiwtekuhtli se ve tan imponente como un maldito dios del sexo. Y dado que me acaba de dar un bendito orgasmo, bien podría serlo. Es un maldito engreído orgulloso y con razón, pero no por eso me molesta menos que se regocije.Espero a que se disipe lo último de mi orgasmo y me incorporo en la cama, su mirada jamás me deja.Con los místicos todo son ventajas injustas, todo es veneno con sabor dulce, es una espina envuelta en terciopelo. Conectarme a cualquiera de ellos me va a traer dolor, sufrimiento, me va a cambiar en todos los niveles posibles y me voy a arrepentir. Al darme cuenta de ello, una lágrima lucha por salir, por ver la superficie y al fin quebrarme. Me moldearán a su antojo, me harán quién no quiero ser y… Lo voy a aceptar gustosa.Primero fue mi cuerpo; me obligó a detenerme e impidió mi escape, luego fueron mis cicatrices; quitó todo rastro de mí, todo aquello que me marcaba y me recordaba el camino que tomé y la forma en que llegué aquí. Pronto será mi alma, mi esencia
No es por despreciar a mis compañeros humanos, jamás lo haría, yo soy partidaria de que debe haber una lealtad con tu raza, pero por todos los dioses supuestamente existentes, dudo que un ser humano pueda coger la mitad de malditamente bien que Xiwtekuhtli.Y no solo es por la energía que evidentemente el dragón tiene mucha más y aguanta mucho más. Si no es la forma en que parece que lo primordial soy yo, que lo más importante en todo esto es el placer que pueda provocarme y que mis gemidos que por momentos se convierten en gritos es música para sus oídos. Y se siente tan bien, que por instantes dejo que se me olvide el hecho de que es un místico.—Dame otro Viviana —susurra Xiwtekuhtli en mi oído mientras su polla entra y sale de mí con fuerza—. Sé que puedes darme otro.Se refiere a otro orgasmo, llevo dos y jamás tuve más de dos en un solo encuentro sexual, en varios incluso podría decir que tuve ninguno, pero joder, puedo sentir cómo se va formando el tercero conforme el roce del
Mi hermano es mi prioridad, pero no me gustaría verme atada a un místico ¿Qué podría obligarme a hacer? ¿De qué manera podría manipularme? Xiwtekuhtli se justifica diciendo que yo también sabré cosas sobre él, pero nos separan años de vida, de entrenamiento y estoy segura de que su autoestima es abismalmente mayor que la mía.Y no confío en él. De momento ha sido el que más me ha ayudado, pero es porque tiene un plan, un as bajo la manga. Y lo tengo que descubrir.Los días pasan y cada vez me queda menos tiempo para decidir a qué místico conectarme y si será Xiwtekuhtli, debo liberar a mi hermano antes, solo así podré estar segura de que cumplirá su parte del trato. Sus palabras cosquillean en mi mente: >. Ajá, eso da miedo, y suponiendo que es verdad, yo no querré a nadie más, pero la pregunta del millón es: ¿Él tampoco deseará a nadie más?No me g
Escucho las hojas crujir bajo su peso, santo infierno, ni siquiera he calentado, pero me pongo en posición de ataque. Una extraña corriente aire fresco me envuelve, la temperatura decrece y deshecho el escalofrío. —Es hora de poner a prueba tus límites.Su tono al decirlo me hace ver que definitivamente se va a desquitar. No busca quién se la hizo, si no quién se la pague, y siendo honesta, fui yo quien se la hizo. En el silencio más profundo se acerca a mí y lanza una estocada. Eso es sucio, yo ni siquiera tengo arma. Logro esquivarlo y entonces me hago de una de las armas.Después de una hora luchando con él, bloqueando estocadas, golpes, lanzando ataques que jamás creí ser capaz de volver a hacer, estoy tan agotada, que no podría dar un paso más sin caerme. Sin embargo, Lucas sigue de pie, apenas se nota cansado y de pronto siento que es tanta su furia, que necesita vaciarla de alguna manera; pero ya no estoy disponible.Esquivo sin querer su patada, pues al intentar moverme caig
Ver a Humberto inmóvil, con la garganta rasguñada por el intento de respirar y con esa mirada entre asustada y confundida en sus ojos, me causa una sensación de pérdida que no logro entender.No por él, pues ni lo conocía, sino porque de pronto siento que ya no confío en nadie. Y eso es una puta mierda. Si a Siena la manipuló un elemental, significa que lo más probable es que Lucas también haya sido controlado por un elemental y que Humberto haya sido asesinado por un elemental, sin embargo, no conozco a un solo elemental que pueda asfixiar a alguien a distancia.En realidad, no conozco a una sola criatura que pueda asfixiar a alguien a distancia. La única forma es que un dios o un ángel lo haya hecho, pero aquí estamos a salvo de ellos porque son mucho más débiles. Y no creo que se puedan volver invisibles.Así que la muerte de este idiota no tiene un ápice de sentido… A menos que el asesino esté aquí. Un terror se apodera de mí, el pánico sube desde mi estómago hasta mi garganta y m
Y es tiempo de poner altos con la desmaterialización. Además, el hechicero bien podía escuchar lo que el dragón tiene para decir, se supone que somos un equipo, entonces debemos actuar como tal, tanto misterio y desapariciones no generan confianza.—Deja de hacer —tomo una respiración mientras me equilibro—. Esa mierda.Me agarro al tocador mientras miro un punto fijo para ignorar las vueltas que me da la cabeza. Xiwtekuhtli le pone seguro a la puerta después de abrirla para cerciorarse (o eso imagino), de que no hay nadie cerca.Oh, mierda, dejé a Lucas con Saúd. Confío en que Saúd pueda mantenerlo bien portado, por dios, un vampiro siempre podrá ganarle a un montero, pero eso no significa que esté tranquila. Camino inmediatamente hacia la puerta pasando a un Xiwtekuhtli que seguro se pregunta qué carajo estoy haciendo y quito el seguro.—Deja eso.Y una mierda, por muy autoritario que sea su tono, no tengo por qué mierda seguir órdenes de un tipo que ni siquiera es humano. Si no obe
Siento al miedo cobrar fuerza. Saúd se da cuenta de mi estado de ánimo tan cambiante, pues se acerca a mí y me toma del hombro.—¿Todo bien?Quisiera decirle que nada está bien y nada lo estará, pero las palabras han muerto en mi boca. Una sospecha empieza a crecer dentro de mi mente, una oscura y retorcida que me causa pánico porque tarde o temprano podría ser usada contra mí. Necesito a Xiwtekuhtli, no creí decirlo tan pronto.—Alguien… —no puedo creer que esté haciendo esto—. Cuide a Lucas, llévenlo a dónde haya más monteros o que sé yo —trago saliva—. Averigüen si fue poseído por un espectro, necesito saber.—Que Deirdre está indispuesta —dice el lobo.—Nunca dije que fuera ella.Y me largo.Apenas doy vuelta en la esquina cuando Saúd aparece a mi lado. No me sobresalto, pues ya me lo esperaba.—Muy sospechosa… Me interesa.—Esto no es un juego, Saúd —digo lo más seria que puedo—. Creo que puede ser peligroso.—El peligro es mi día a día —dice engreído— ¿Tienes idea de a cuántos d