Tan solo pasaron un par de minutos para cuando hubieron terminado con su pelea y ella se había limpiado sutilmente los restos que evidenciaban sus acciones. Sus ojos pasaban del color rojizo brillante al verde radiactivo y después a su verde jade natural. A ella no le fascinaba el cambio de matices, pero no podía hacer absolutamente nada al respecto, luego de bajar lo suficiente la guardia los aplausos no se hicieron esperar.
—¡Tu equipo siempre es algo digno de ver, Xander! —exclamó él, captando la atención de los tres al mismo tiempo—. Están en el clímax de su juventud.
—Debí suponer que cuando Gabriela dijo que había enviado a un equipo con dos Hércules y dos sacerdotes ese era el tuyo, Gil —bufó el albino—. Ha sido un tiempo desde que no nos vemos en la zona roja.
—Esta era solo una zona amarilla hasta que ustedes llegaron —antepuso entonces su segundo al mando, un sacerdote de cabellera negra y larga—. Buenas noches.
—¡Nestor! —exclamó Naruto al verlo, como un saludo—. ¿Son el equipo de resistencia?
—Y ustedes el de aniquilación, como podemos ver —comentó entonces una voz femenina, de una mujer de cabellera color chocolate—. ¡Jose, Yuki, me da gusto verlos!
—¿Jose está aquí? —exclamó el segundo Hércules del equipo, saltando desde atrás—. ¡Jose, enfrentémonos! —los dos sacerdotes suspiraron al escuchar semejante saludo de parte de su compañero de equipo.
—¡Luis, te perdiste de una vigorosa batalla! —informó entonces su capitán.
—¿Una batalla? —repitió él, mirando el escenario en decadencia ante sus ojos, antes de notar al equipo completo ahí—. ¡Yuki!
—Yo no lo llamaría aniquilación, ni batalla —dijo la aludida, mirándolos hacia arriba, pues habían subido a un edificio de aquél poblado en que se había desarrollado la escena anterior—. Fue más bien un servicio de limpieza.
—Yuki puede ser bastante indiferente cuando así lo quiere —admiró Xander mientras el equipo contrario se mantenía en su lugar—. ¿Qué tal si nos reunimos para discutir los detalles de la misión? Me gustaría informarme de lo que han visto hasta ahora y cómo lo han manejado, para saber si debemos tomar algunas medidas.
—Por supuesto. Tomamos un edificio como base de movimientos. Los pueblerinos han sido trasladados a una zona segura. Sígannos —invitó Gil mientras emprendía camino.
Como Gil había dicho, tenían un pequeño edificio designado como base para calcular sus operaciones, pero en realidad los capitanes se encargaban de todo ese movimiento. De esa forma, los dos mayores se separaron de los cinco muchachos para discutir sus asuntos en privado mientras que ellos se ubicaban en el primer piso del edificio, manteniendo la defensa que pudiera llegar a ser necesaria. Al final, todos ellos se conocían, pues solo era una generación de diferencia y Yuki tenía mucho tiempo en la organización, desde antes que cualquiera de ellos, por ser la estudiante de la sacerdotisa principal y líder de la organización en que todos trabajaban.
Jose y Luis siempre habían tenido esta relación extraña de rivales que se agradaban, aunque generalmente terminaban discutiendo asuntos de lo más triviales. Entre la rara educación que su maestro había puesto en Luis y lo idiota que Jose podía llegar a ser, el reunirlos siempre daba resultados que depreciaban la inteligencia de ambos.
Lexi era una chica muy simpática que había sido educada en China, en las montañas junto a un montón de monjes. Era la nieta del monje principal de su templo y había sido educada en el arte de la guerra y las armas para ser la protectora de su villa. Ella peleaba diestramente con todo tipo de demonios y su habilidad era reconocida ante su corta edad, pero el equipo de Gil era famoso por tener también a Nelson, un sacerdote considerado un genio entre los suyos mismos y, para mayor sorpresa, el primo de Alejandra Hu
El Clan Hu formaba una parte fundamental de la organización desde antaño y ellos representaban una importante relación hacia el mundo exterior. Solo un hijo de cada casa podía ser designado a la organización y en sus casos habían sido ellos dos, Nelson al ser hijo único y Alejandra al ser la mayor de dos mujeres. Ambos educados con las estrictas artes de la energía vital y portadores de una habilidad de línea sanguínea.
Después estaban Gil y Luis, que eran ambos Hércules. El primero había sufrido una transformación y lo había sobrellevado sorprendentemente bien, mientras que el segundo había nacido en un clan de súper hombres, como él. Luis se había fortalecido gracias a su maestro y ahora era el orgullo de su clan. Todos en cada equipo, eran completamente diferentes entre sí y de los demás equipos por igual. Cada quien tenía su especialidad y a raíz de los acontecimientos del último año el equipo número siete, al cual pertenecían Jose y Yuki, se había convertido en un equipo exclusivo de caza de vampiros buscando encontrar al Drácula más poderoso de la generación: un traidor.
—Yuki, ¿quieres un poco de café o té? —invitó la castaña, mientras veía a la peliroja que limpiaba las armas que apenas había utilizado.
—No, gracias. No bebo nada caliente —lo había olvidado, pues ese tema se había vuelto tan tabú que pocos lo tocaban a conciencia y Lexi era una de las personas que menos juzgaba a Yuki por lo acontecido—. Por cierto, ¿cómo han ido las cosas entre tú y Nelson?
—Oh, en realidad —empezó la chica—, el abuelo dice que una mujer debe casarse y que yo estoy en edad, incluso aunque nosotros solo intentamos salir.
—Ah, así son los parientes —sonrió ligeramente ella.
—Sí, bueno… en cualquier caso, tendría que abandonar mi lugar en la organización, así que intento sobrellevarlo de momento y esperar a lo que Nelson considere mejor.
—Entonces van en serio —sí, Yuki era una mujer. Ella se emocionaba con esas cosas, incluso en su situación. Quizá por eso Lexi sentía algo de lástima al tocar el tema—. Verás que las cosas te saldrán bien. A la gente buena como ustedes les va bien.
—Gracias, Yuki. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo te ha ido?
—Bueno, no es como que mi situación pueda mejorar —una sonrisa adornó a sus palabras, provocando que ella se remordiera por preguntar—. Pero mis poderes se están fortaleciendo… mi maestra dice que estamos al tope del día cero.
—¿Tan pronto? —reaccionó la castaña, con impresión—. Solo ha pasado un año…
—El tiempo suficiente —la voz de Nelson las interrumpió mientras él se acercaba a ellas, por lo que Yuki apenas lo miró de soslayo—. Pronto estará detrás de ti mientras no vayas a él. ¿Qué vas a hacer entonces, Yuki? Estoy seguro que enviará a soldados fuertes, al menos serán vampiros de clasificación B.
—Será una matanza —comentó Xander, pues se había desocupado recién.
—No, no lo será —ellos le prestaron especial atención a sus palabras ahora, incluidos Jose y Luis, hasta Gil que venía detrás de Xander—. No pueden matarme a mí, así que lo aprovecharé para destrozar a cada uno de sus peones… no dejaré que oscurezcan este mundo.
—¿Y qué harás con las víctimas inocentes? —cuestionó el albino.
—Los liberaré de esta agonía —los ojos de todos la miraron con incertidumbre, aunque se dieron cuenta de cómo se reflejaba en la situación—. Nadie merece vivir en la muerte.
—En pocas palabras —empezó Luis, considerándolo seriamente.
—Prometo tomar responsabilidad de lo que mis actos han ocasionado —ella se levantó a par que se acomodaba las armas—. Prometo destruirlos a todos, por su propio bien.
La matanza era una promesa. Así sucedía desde antaño en las historias de vampiros. Las masacres eran un hecho cuando escuchaban de ellos, considerados más demonios que seres divinos, como se autoproclamaban. Pero pocos entendían la evolución del ser humano, que en este caso era mucho más una maldición que cualquier otra cosa.
El ser humano siempre persiguió la inmortalidad sin comprender su verdadero significado, fue así como comenzaron las transformaciones y la pureza de su linaje fue perdiéndose. Pero también descubrieron que servía para hacer soldados y entonces los nocturnos se aprovecharon, desatando incontables guerras que impulsaron al armamento humano. Una cosa llevaba a otra y las cosas terminaron de esa manera: enemigos naturales.
Se realizó un convenio, entonces, con la organización. Todo para mantener un control entre ambos, pero siempre hubieron rebeldes que se oponían ante esa cultura. Y el convenio fue debilitándose conforme la raza vampira fue siendo exterminada y las últimas familias de linaje puro rechazaron la renovación a un convenio que solo causaba la lenta extinción de sus hermanos. El drama fue inminente. Las relaciones humano-vampiro se rompieron y se prohibió por ambas partes que fraternizaran, pero la amenaza para la raza humana creció. Sobre todo cuando los Drácula comenzaron a reproducirse y a crear a las Draculina en ausencia de mujeres de su propia especie, pero resultó que el poder de una Draculina se comparaba al de su pareja al grado de casi igualarse. La cuestión eran las condiciones para ello.
Una Draculina debía de ser virgen y entregarse a su Drácula la noche en que se realizaría la transformación. Debía ser una entrega sincera basada en el amor, mientras que la humana se transformaría solo al filo de la pasión. Entonces la mujer tenía que morir para poder renacer con los poderes de un vampiro común y corriente, pero al cabo de cierto tiempo su poder crecería para el día cero: el día de su boda. El día cero que era medido según el avance de sus habilidades, según el despertar de sus poderes como Draculina. No era una ciencia ni nada parecido… era un ritual.
No había mucha información a parte de ello, pero se sabía que las habilidades de Yuki habían crecido lentamente en un principio y se habían disparado a últimas fechas. Esa era prueba de que el día cero se acercaba. Ella lo sentía. Su Drácula lo sentía. Estaba en sus interiores y era inevitable el encuentro en el día cero, pero no sabían cuáles serían los resultados pues ella había hecho una promesa de venganza.
—Querido Drui —oh, él odiaba que lo llamara así. Pero, por alguna razón, él seguía permitiéndoselo—. He comenzado con los preparativos. Tenemos soldados de clasificación B y A para combatir las fuerzas de su novia.
—¿Novia? —enarcó él una ceja.
—La Draculina, querido Drui —él suspiró. Nunca nadie había hablado de ella como su novia, así que el término era algo nuevo e inesperado—. Solo necesito que estés de acuerdo con las medidas que tomaré.
—¿Clase B y A? ¿Acaso quieres matarla? —la pregunta provocó en Oroqui una sonrisa divertida.
—Tengo un video para ti —le informó—. Cuando lo veas lo autorizarás. Además ellos no tienen permitido atacarla, solo van a atraerla para cuando el día cero llegue. Sin olvidar que son apenas un equipo de cuatro y un capitán los de clase A y un par de regimientos de clase B.
—Un equipo de cuatro y su capitán —repitió él, considerando la situación con seriedad para entonces mirar al sacerdote—. Quiero detalles.
—Dijiste que querías que la fortaleciera —le recordó, con esa sonrisa burlona que siempre llevaba pintada en el rostro—, ¿qué mejor forma de hacerlo que engordando su odio? Ella los ha eliminado con facilidad, le enviaremos uno a uno para que vaya explotando sus habilidades.
—¿Qué te hace creer que lo logrará?
—Ella siempre está acompañada —los ojos negros del vampiro observaron de inmediato al sacerdote—. Se cree humana y se cree persona de principios que sigue las bases de la organización. Con personas a su alrededor las pondrá como energía y el más mínimo daño la enloquecerá.
—¿Acaso quieres que me mate? —su tono fue travieso y juguetón, ante lo que Oroqui engrandeció su sonrisa.
—Será divertido de ver, ¿no lo crees?
—Hn —se cruzó de brazos, levantando la vista en la oscura habitación, para entonces redirigirla al pelinegro—. Trae el video.
XXXFlash Back Yuki hojeaba los libros de medicina con una tranquilidad alegre. Ella siempre fue muy estudiosa y todos lo sabían. Los sacerdotes que se centraban en la salud física y mental eran pocos y sin embargo habían tomado fama gracias a los avances que Gloria había hecho en esa rama. Gloria tenía una sola estudiante que había suplicado por sus enseñanzas y era su orgullo pues Yuki tenía un potencial increíb
La oscuridad se hizo pedazos con la turbulencia, pero ella sabía que esa oscuridad siempre estaría aguardando por ella en su interior. Los gritos de Jose se escuchaban a la distancia, como si estuviese tmuy lejos y buscándola. Sintió cada brusco movimiento y le tomó unos segundos lograr despertar, con él tomándola por los hombros y llamando su nombre desesperadamente.¿Eh? ¿Qué hacía él en su habitación? Apenas había despegado los párpados para notar la puerta abierta, por la que entraba la luz del pasillo y lograr percibir que no era el único que estaba ahí observándola con p
—¡Yo me entregué a él sabiendo que esto podía suceder! —la fuerte voz de Yuki hizo eco en la habitación—. Abre tus ojos, maldita sea… yo permití que esto pasara, yo me permití a mí misma enamorarme de él, si no lo hubiese amado esto no hubiese sucedido, deja ya de poner excusas a mis errores —la situación no era mejorable en ningún sentido, todo indicaba a que la discusión no sería fácil de sobrellevar—. Soy la peor amenaza que todos en la organización han enfrentado en mucho tiempo.—Pero también eres nuestra carta de triunfo —Yuki levant&oac
Oroqui era un hombre de armas tomar. Era peligroso y había sido un miembro valioso de la organización en su juventud, pero su camino se tiñó de rojo en el pasado y escapó siendo considerado uno de los más grandes traidores en la historia de la organización. Un sacerdote poderoso con lazos a la muerte. En el pasado fue considerado un prodigio, pero él mismo arruinó todo después de ciertos incidentes, así que no volvió a ser igual.Siempre un hombre de oscuridad, pues sus técnicas se basaban en ellas, pero tom&oacu
Xander había perdido a sus padres siendo aún muy niño. Su madre murió cuando él estaba en sus seis años y su padre falleció en un frente de batalla cuando él tenía doce años de edad. Xander terminó yendo al templo que su madre frecuentaba y pidió a los sacerdotes y monjes que cuidaran de él, que él ayudaría en lo necesario. Fue así como él terminó por convertirse en un asombroso sacerdote con la capacidad para manejar los cuatro elementos y también algunas técnicas de sellado. Él fue reconocido pronto y llamado a la organización para formar parte de esta, donde decidió quedarse para proteger al mundo. —¿Hostil? —contestó un segundo hombre, no demasiado alto, pero con unas cuantas extremidades extra que le hacían resaltar—. ¿Pero que se creen estos?—Solo estamos aquí para transmitir un mensaje —interrumpió un hombre robusto, de cabellera anaranjada—. Lord Oroqui tiene peculiar interés en los deseos de un Drácula. Así que estamos dispuestos a cumplirlos.—Eso significa —el ojo oculto de Xander se mostraba ahora, con una naturaleza dis10
Los dos días que Gabriela se tomó tan solo terminaron en desastre para los pueblos cercanos a la zona en donde encontraron a aquél grupo. Incluso a los equipos que envió para examinar la zona terminaron siendo comida fácil para aquellas bestias, así que la decisión no pudo evitarse. Incluso con los ancianos consejeros quejándose y prometiéndole el infierno a la rubia esta volvió a enviar al grupo original a hacer su examinación y encargarse del exterminio de aquél grupo que tantos estragos estaba causando en la zona.Sin embargo, en esos días, ellos se habían acomodado muy bien tomando como rehén un pueblo cercano. Kidomaru definitivamente fue quien mejor provech
—Mejor aún: es mi primer soldado… como pronto lo serán ustedes tres y me dirán cómo encontrar a Oroqui —así que por ahí estaba todo su plan. Pero inclusive ella había estado tomando riesgos.—La aceleración de la mutación de las células, ¿eh? —enarcó una ceja él.—Así es… he decidido adelantar el día cero, independientemente de los planes que él tenga para mí, tendrá que modificarlos —Yuki apuntó entonces su arma a él—. Agradecería tu obediente coo