ADAM Ya me iba, habia quedado con Amelia para comer juntos, y, como siempre, vi a David y a Grace discutiendo junto al auto, ella se fue y él se quedo de pie, sin saber que hacer. Bajé de mi auto y me acerqué a él. -¿Qué pasó amigo? ¿porqué se fue tan molesta? - No lo sé, yo. . . traté de llegar a la cita, es que revisarian al niño, supongo que cree que no me importa. - ¿En verdad? esto parece como una película que se vuelve a repetir - me reí sin ganas. Él me miró confundido. - Cuando perdieron a su hijo, ella decía que nunca te importó, porque nunca le demostraste lo mucho que te afectó y eso la puso furiosa, llegó a odiarte al punto de pedirte el divorcio. - Pero si me importa, solo, no pude llegar, yo quiero al pequeño, quiero a mi hijo. - Pues ve y díselo, no la pierdas por algo tan estúpido como el orgullo. - No sé que hacer, el otro dia estuve viendo algunas casas, queria decirle que nos mudemos juntos, como familia, ahora no sé como lo tomará. - Habla co
GRACE No podia contener mi emoción, abrí la puerta y fuí hasta mi amiga y la abracé, luego abracé a Adam, habiamos estado escuchando todo detrás de la puerta. - ¡Felicidades! Por fin te decidiste. - Hermano- saludó David a Adam- ya era tiempo,- le dio la mano y después lo abrazó. - espero que te vaya muy bien. UNOS MESES DESPUES - Adam, tranquilizate, me estás mareando, deja de dar vueltas, es tu culpa, tú no quisiste entrar.- exclamó David. - Lo sé, pero es que esto me pone muy nervioso. - ¿Quieres que averigue?- le dije. - Anda Grace, ve por favor. Un momento después, salí emocionada. - ¡Ya nació, es una hermosa niña!- corrí a abrazar a Adam y después a David, habiamos estado muy bien, desde aquel incidente de la consulta, Adam se casó con Amelia, y hoy recibimos a su hija, era todo perfecto. Salió la enfermera para llamarlo. - Doctor Taylor, ya puede pasar- le dijo, y entró a ver a Amelia. - ¿Estas feliz?- me abrazó, y acaricio mi cabello. - Mucho, mi m
UNOS AÑOS DESPUES DAVID - Hey, calma campeón, ya vamos. - Papá apresúrate, mamá, tío Adam y tia Amelia nos esperan. Mi hijo, David, era un niño muy listo, quedamos en reunirnos todos para comer después de buscar a David en la escuela, nos habiamos convertido en una gran familia, y estaba casi seguro de que mi hijo estaba enamorado de la hija de Adam, Valentina, una niña hermosa con el cabello rizado de color miel, como su madre. Entramos a nuestro restaurante favorito, ellos ya estaban en una mesa, hablando y riendo. - Hola señor Miller- me saludó Grace, tocando mi rostro y dándome un beso- hola cariño- envolvió al pequeño David entre sus brazos y lo besó en la mejilla. - Hermano, Amelia- saludé - ¿quieren decir que pasa?- pregunté curioso. Ellos se miraron y asintieron. - Vamos a tener otro bebé- dijeron al mismo tiempo. - ¿Qué? felicidades- dijimos Grace y yo. - Amelia, soy tu mejor amiga ¿porqué no me dijiste?. - Queriamos estar seguros y ya tengo dos mes
GRACE El día que conocí a David, jamás hubiera pensado en cómo sería nuestra historia, desde el momento en que puso el vendaje en mi tobillo, quedé completamente enamorada de él, aunque nunca creí que el se fijaría en mí, tuvimos grandes dificultades en nuestro camino, y aún ahora, discutimos por cosas tan ordinarias que caen en lo ridículo, pero así somos, así nos gusta, porque la reconciliación siempre será lo más lindo de todo. Estaba a punto de salir de casa, nuestros hijos iban a la escuela y David al hospital, le dijeron que no era necesario que hiciera la rotación de rutina porque él ya tenía una licencia previa para ejercer como médico, pero aún así, quiso hacerlo, dijo que era para refrescar su memoria. Ahora yo lo haría sufrir. -Doctor Miller, yo soy su jefa en este momento y tiene que hacer lo que le indique, ¿estamos de acuerdo? - Entendido doctora Miller, pero no exagere. Había otro estudiantes internos en su grupo, algunos no conocían nuestra historia, lo pr
DAVID -¡GRACE! ¡No me ignores Grace! - camino apresurado detrás de ella, y cierra la puerta de golpe en mi cara. - ¡Eso no te servirá de nada, no puedes esconderte para siempre! - estaba tan molesto, queria tirar la puerta y hacerla entrar en razón, pero perdería mi vuelo. - ¡VOY A IRME, PERO CUANDO REGRESE HABLAREMOS DE ESTO! - grité a traves de la puerta. Tomé mi maleta, sali de casa y subí al taxi que ya me esperaba, iba a dar una conferencia en un congreso de cardiologia y estaría fuera por 3 dias, y mi hermosa esposa habia decidido de último momento que no iba a acompañarme. Estaba harto, desde que perdimos al bebé hace 6 meses, habia estado de un humor incontrolable, a veces lloraba y a veces estaba furiosa y claro, yo siempre era el objeto de su furia, porque precisamente ese dia, estaba fuera, y no pude regresar a tiempo para apoyarla. * Ya me habia acomodado en el asiento de primera clase en el avión, tardaría solo unas horas en llegar, pero no podía dejar de pe
GRACE Sabía que la diferencia de edad, aunque no era mucha, nos afectaría en algún momento y ya había comenzado, él me consideraba inmadura, porque ya que me lo habia dicho en más de una ocasión, siempre que había alguna discusión. * Llegó la hora de la cena, y él no habia aparecido , eso ya se habia hecho costumbre y siempre cenaba sola. - ¿David? - lo llamé cuando paso cerca de mí. - ¿Qué quieres? voy tarde a una reunión.- estaba vestido con traje y corbata, se veia muy atractivo. Me levanté de la mesa y lo miré fijamente, esa idea habia dado muchas vueltas en mi cabeza y ya era tiempo de dejarla salir, asi que me armé de valor y hablé. - Quiero el divorcio. - ¿Qué?- dijo casi en un susurro, por un segundo se quitó su máscara de indiferencia. - Lo escuchaste bien. - No.- dijo recuperando la seriedad, aunque veia como apretaba su mandíbula. - Pues no me importa, voy a solicitarlo, ya no soporto esta situación, esto ya no funciona. Cerró los ojos, y masajeó su
GRACE Habia soñado, realmente habia sido un lindo sueño, en dónde David me decia que aún me amaba y que lo perdonara, hasta sentí sus cálidos labios sobre los míos, extrañaba tanto sus besos que hasta soñaba con ellos, desperté por completo, tuve un momento de absoluta paz y después todo volvió. No me di cuenta a que hora habia regresado, pero tampoco queria preguntarle, me levanté, y estiré mi cuerpo, esta cama era algo incómoda, y no quise dormir en la habitación, después de lo que le dije ayer, no sabía como reaccionaría, aunque, conociéndolo, estaría furioso. Escuché un toque a la puerta y él abrió. - Grace, ¿podemos hablar? - su rostro, como siempre, no reflejaba nada, no podia saber lo que pensaba. - Claro, solo quisiera ducharme. Suspiró frustrado- Como quieras- dio la vuelta y fue hacia la cocina. Siempre tardaba en la ducha, por mi largo cabello, trate de lavarlo rápidamente, trate de secarlo, me vesti y sali aún con el cabello goteando. - Ya estoy aquí.El to
DAVID Adam me habia dicho que Grace estaría conmigo, asi que estaba muy nervioso, seria la primera vez que estaríamos tan cerca desde el divorcio, me preparé mentalmente, sabia que resultaria incómodo, pero debia ser un profesional. * - Doctora Miller, ¿ya está lista?- pregunté con gesto serio cuando la vi llegar - yo llevaba una carpeta en la mano para poder evaluarla. - Por supuesto, doctor. - Bien, pues presénteme el caso. . . Habló y hablo, dijo datos inútiles, y solo algunos importantes. -¡Basta, es suficiente! disculpen- dije a mis demás residentes, la tomé del brazo y la aparté de ellos. - ¿Que te pasa? - susurré- crei que estabas lista, esto es mediocre, debes estudiar más los casos, ya estás en el ultimo año ¿y me sales con esto? - Lo siento, crei que estaba lista. . . - Pues más te vale que te prepares mejor,- dije molesto- soy tu jefe y voy a exigirte mucho más que a los demás, ¿entendido? Ella solo me miró, y asintió, yo solia ser implacable con mis e