DAVID Llegamos a su casa, apenas podia contener mi deseo por ella, al cerrar la puerta la acorralé contra la pared, queria que sintiera lo que provocaba en mí, recorri su cuello con mis labios, dejando besos ardientes en el camino. - Habia imaginado esto de muchas maneras- murmuré. - Ya no tienes que imaginarlo- me besó profundamente, el sabor de su boca, era delicioso, no quería parar de besarla. - Sé mía Grace, - dije a su oído. - Siempre he sido tuya David- exclamó cerca de mis labios. Sentía su cuerpo temblar, fuimos hasta su habitación, nos quitamos la ropa, me empujó sobre la cama y subió sobre mi. - Vas a ser mio David Miller. Sentí como descendio sobre mi erección, balanceando su cadera, y subia y bajaba muy lentamente. - Me estás matando Grace. - gire sobre mi espalda y me coloqué sobre ella. - Ahora te haré mía- comencé a moverme más rápido, escuchando como gemia de placer en mi oido, era algo sublime, no queria parar. - No te detengas David- metió sus
AMELIA Vi a David hablando con Grace, más tarde logré hablar con ella, justo antes de salir del horario de trabajo. - Amiga, ¿está todo bien con David? - Solo vino a presentar su renuncia, dice que ya no puede hacer este trabajo. - ¿Y ustedes, cómo están? Me mostró una amplia sonrisa y bajo la mirada, sonrojada. - ¿Así de bien? chica ya se habian tardado, esa tensión era muy evidente, y. . . ¿que tal fue? - Pues fue. . . como la primera vez, pero no, . . . supo exactamente que hacer, fue. . . especial, y me dijo que está enamorado de mí. - ¡Me alegro por ti!- quería saltar de alegria- tal vez algún dia si te recuerde. - No Amelia, - suspiró- ya no espero eso, sé que no va a pasar, quiero construir nuevos recuerdos, tener nuevas experiencias con él, es un poco diferente a como era antes, pero su alma está intacta, y con decirme que me ama, lo compruebo, el regresó a mí, aunque no de la forma que yo esperaba, su corazón recordó lo que sentia por mi. La abracé, esta
DAVID Honestamente no sabía lo que estaba haciendo, pensaba mientras me duchaba en casa, prácticamente salí huyendo en cuanto vi a su madre, me gustaba mucho estar con Grace y empezaba a encariñarme con el bebé, debía hacer algo, ¿y si me mudaba con ella? pero esa casa nos quedaba pequeña, necesitaba algo más, me alisté y fui a la empresa, con esa idea en mi mente. - David, debemos hablar. - ¿Qué pasa hermano?, ahora que problema hay- dije frustrado. - Problemas con algunos empleados, sabes que manejamos diversos ramos en la manufactura. - Pues hay que tener una reunión con ellos, pero sin mi padre, el ambiente laboral de por si es tenso. - Habria que viajar, esa sucursal está en la ciudad vecina, a tres horas de aquí ¿estarías dispuesto a ir? - Organizalo, debemos ir, tenemos que saber que esta pasando o tendremos pérdidas. - Bien, te avisaré. Después de ver todos los pendientes, busqué casas en internet, algo que se adaptara a mi familia, y que pudiera gustarle a
ADAM Ya me iba, habia quedado con Amelia para comer juntos, y, como siempre, vi a David y a Grace discutiendo junto al auto, ella se fue y él se quedo de pie, sin saber que hacer. Bajé de mi auto y me acerqué a él. -¿Qué pasó amigo? ¿porqué se fue tan molesta? - No lo sé, yo. . . traté de llegar a la cita, es que revisarian al niño, supongo que cree que no me importa. - ¿En verdad? esto parece como una película que se vuelve a repetir - me reí sin ganas. Él me miró confundido. - Cuando perdieron a su hijo, ella decía que nunca te importó, porque nunca le demostraste lo mucho que te afectó y eso la puso furiosa, llegó a odiarte al punto de pedirte el divorcio. - Pero si me importa, solo, no pude llegar, yo quiero al pequeño, quiero a mi hijo. - Pues ve y díselo, no la pierdas por algo tan estúpido como el orgullo. - No sé que hacer, el otro dia estuve viendo algunas casas, queria decirle que nos mudemos juntos, como familia, ahora no sé como lo tomará. - Habla co
GRACE No podia contener mi emoción, abrí la puerta y fuí hasta mi amiga y la abracé, luego abracé a Adam, habiamos estado escuchando todo detrás de la puerta. - ¡Felicidades! Por fin te decidiste. - Hermano- saludó David a Adam- ya era tiempo,- le dio la mano y después lo abrazó. - espero que te vaya muy bien. UNOS MESES DESPUES - Adam, tranquilizate, me estás mareando, deja de dar vueltas, es tu culpa, tú no quisiste entrar.- exclamó David. - Lo sé, pero es que esto me pone muy nervioso. - ¿Quieres que averigue?- le dije. - Anda Grace, ve por favor. Un momento después, salí emocionada. - ¡Ya nació, es una hermosa niña!- corrí a abrazar a Adam y después a David, habiamos estado muy bien, desde aquel incidente de la consulta, Adam se casó con Amelia, y hoy recibimos a su hija, era todo perfecto. Salió la enfermera para llamarlo. - Doctor Taylor, ya puede pasar- le dijo, y entró a ver a Amelia. - ¿Estas feliz?- me abrazó, y acaricio mi cabello. - Mucho, mi m
UNOS AÑOS DESPUES DAVID - Hey, calma campeón, ya vamos. - Papá apresúrate, mamá, tío Adam y tia Amelia nos esperan. Mi hijo, David, era un niño muy listo, quedamos en reunirnos todos para comer después de buscar a David en la escuela, nos habiamos convertido en una gran familia, y estaba casi seguro de que mi hijo estaba enamorado de la hija de Adam, Valentina, una niña hermosa con el cabello rizado de color miel, como su madre. Entramos a nuestro restaurante favorito, ellos ya estaban en una mesa, hablando y riendo. - Hola señor Miller- me saludó Grace, tocando mi rostro y dándome un beso- hola cariño- envolvió al pequeño David entre sus brazos y lo besó en la mejilla. - Hermano, Amelia- saludé - ¿quieren decir que pasa?- pregunté curioso. Ellos se miraron y asintieron. - Vamos a tener otro bebé- dijeron al mismo tiempo. - ¿Qué? felicidades- dijimos Grace y yo. - Amelia, soy tu mejor amiga ¿porqué no me dijiste?. - Queriamos estar seguros y ya tengo dos mes
GRACE El día que conocí a David, jamás hubiera pensado en cómo sería nuestra historia, desde el momento en que puso el vendaje en mi tobillo, quedé completamente enamorada de él, aunque nunca creí que el se fijaría en mí, tuvimos grandes dificultades en nuestro camino, y aún ahora, discutimos por cosas tan ordinarias que caen en lo ridículo, pero así somos, así nos gusta, porque la reconciliación siempre será lo más lindo de todo. Estaba a punto de salir de casa, nuestros hijos iban a la escuela y David al hospital, le dijeron que no era necesario que hiciera la rotación de rutina porque él ya tenía una licencia previa para ejercer como médico, pero aún así, quiso hacerlo, dijo que era para refrescar su memoria. Ahora yo lo haría sufrir. -Doctor Miller, yo soy su jefa en este momento y tiene que hacer lo que le indique, ¿estamos de acuerdo? - Entendido doctora Miller, pero no exagere. Había otro estudiantes internos en su grupo, algunos no conocían nuestra historia, lo pr
DAVID -¡GRACE! ¡No me ignores Grace! - camino apresurado detrás de ella, y cierra la puerta de golpe en mi cara. - ¡Eso no te servirá de nada, no puedes esconderte para siempre! - estaba tan molesto, queria tirar la puerta y hacerla entrar en razón, pero perdería mi vuelo. - ¡VOY A IRME, PERO CUANDO REGRESE HABLAREMOS DE ESTO! - grité a traves de la puerta. Tomé mi maleta, sali de casa y subí al taxi que ya me esperaba, iba a dar una conferencia en un congreso de cardiologia y estaría fuera por 3 dias, y mi hermosa esposa habia decidido de último momento que no iba a acompañarme. Estaba harto, desde que perdimos al bebé hace 6 meses, habia estado de un humor incontrolable, a veces lloraba y a veces estaba furiosa y claro, yo siempre era el objeto de su furia, porque precisamente ese dia, estaba fuera, y no pude regresar a tiempo para apoyarla. * Ya me habia acomodado en el asiento de primera clase en el avión, tardaría solo unas horas en llegar, pero no podía dejar de pe