Fira salió de su casa el lunes a primera hora de la mañana y tomó el tren subterráneo que la dejaba a un kilómetro de la base. Antes de salir confirmó con su espejo que todo estaba bien y que su cuerpo se sentía genial, todo estaba en perfecto balance, lista para comenzar la jornada.
Se vistió con ropa de deporte, dispuesta a aprovechar la distancia desde la estación del tren hasta la base para comenzar su entrenamiento del día; en el vagón, rodeada de personas que iban rumbo al trabajo o a sus institutos educativos, se enfocó como los demás en ver las noticias que estaban siendo proyectadas en las pantallas de las paredes del carro. En ese momento, y en vivo, el Parlamentario por los humanos, Rubén Medina, se encontraba frente a un podio, hablando sobre el porvenir y las metas que esperaban alcanzar por los próximos mil años; los humanos no eran los mismos que hab&
Aston estaba en la Sala de Guerra, sentado con un grupo de compañeros que hablaban sobre el anuncio del Parlamento para la inclusión de mestizos en las distintas policías de la ciudad. El consenso general era positivo, se sentían orgullosos de que Las Fuerzas Especiales de Sheva hubiesen impactado de manera tan efectiva con el ejemplo que daban; a diferencia de otras ciudades donde aún había exclusión y rechazo hacia los mestizos, que no tenían acceso a trabajos bien remunerados y beneficios sociales adecuados.Su mente estaba dividida entre las conversaciones, aportando el punto de vista humano a la cuestión, y los recuerdos casi soñolientos de las horas pasadas con Diara Ksongan. Había abandonado la suite del hotel cerca de las cinco de la mañana, lleno de dichoso agotamiento, tan cansado que no podía pensar en nada más que en una enorme hamburguesa de tocineta con queso y una
Ninguno de los dos tuvo tiempo de pensar en nada más, sus mentes y esfuerzos se concentraron en el agente Black mientras él iba enlistando lo que había obtenido de la médico patólogo especializada en mestizos, que en ese momento se estaba encargando de las autopsias de los nuevos cuerpos.La sala forense era un habitáculo inmaculado. Altas paredes blancas, paneles divisorios de vidrio inteligente que se oscurecía a petición de los agentes que llevaban a cabo investigaciones. Por doquier se podían adivinar equipos de laboratorio con personas inclinadas sobres máquinas que procesaban muestras y corrían comparaciones proyectadas en tiempo real sobre las paredes, en las pantallas de sus mesas de trabajo o tabletas.Ellos se encontraban en la sala personal del agente Desmond Black, que al verlos entrar oscureció su oficina para mantener la confidencialidad del caso. Cuando la puerta se desli
Uno de los detenidos era un vampiro llamado Wolfang Jong, sin afiliaciones familiares y de 1638 años de edad. Tenía el cabello oscuro, sedoso, la piel cremosa con pecas claras en los pómulos, el puente de la nariz y las mejillas; un cuerpo a todas luces tonificado y era bajo de estatura para el vampiro promedio, lo que le hacía creer a Aston que era un converso, y no de raza pura, a pesar de lo que constaba en su expediente.Estaba sentado impasible, como si la posición encadenada de sus manos y pies no fuese incómoda. Tuvo que concedérselo, el tipo tenía pelotas; si hubiese estado en su lugar, con la mirada insidiosa y malintencionada que Fira estaba lanzándole desde su posición en la puerta de la sala de interrogatorios, como mínimo tendría los testículos en la garganta.Ella había entrado detrás de él y cerrado con fuerza, esa fue la única muestra d
Enam abandonó la base rumbo a la casa familiar Ksongan para almorzar con su hermana y despedirse de ella. En el camino recibió un mensaje de Matsudaira Tadatsune en el que le agradecía el enorme favor que le había hecho el día domingo; supuso que se trataba de la pantalla para que los infiltrados en el Parlamento y en su despacho le informaran a Samira Hasbún que había agradecido la información. Le respondió brevemente con una formalidad y le indicó que apenas tuviera más información relevante le avisaría; debían jugar ese juego muy bien y con mucho cuidado, confiaba en que Tadatsune no dejara en evidencia su juventud a la hora de manejarse con los vampiros afectos a la Cámara de Lores y las familias arcanas.Veinticuatro escaños componían la Cámara, cada uno ocupado por un miembro principal de la familia. Tesay se encargó de ello, relevando a s
Las cosas volvieron a la normalidad relativa entre Fira y Aston después del almuerzo. Todo podía ser resuelto con una hamburguesa de tres pisos, con tocineta, extra queso y un huevo frito.Una vez de vuelta a la base echaron un vistazo al video de las últimas dos horas, confirmando que Wolfang Jong estaba al borde de la desesperación. Miraba de hito en hito la imagen de la cabeza destruida proyectada en la pared, pero se esforzaba en dirigir y mantener sus ojos sobre el suelo.Fira entró, Aston tuvo que contener la carcajada cuando el recluso intentó soltarse de las cadenas que lo sometían, buscando con desesperación huir. Solo le faltaba un bote de cotufas[1] para tener la película perfecta.―¡¡No puedes hacerme nada!! ¡¡NO PUEDES TORTURARME!! ES CONTRA LA LEY ―gritó el reo.Fira lo miraba con diversión pérfida.―Hay muchas maneras de lograr
El día miércoles Sia les informó de las coincidencias encontradas en otras arcas sobre crímenes similares. En los últimos cien años se habían descubierto un promedio de cincuenta escenas que cumplían con las mismas características que las dos encontradas por ellos. Todas fueron encontradas de forma fortuita, tanto por policías como por civiles. Las autopsias habían arrojado resultados normales para personas sometidas a encierro y limitación de movimiento, pero sus cuerpos estaban completos y sin signos de haber pasado por cirugías de extracción de órganos o similares.La lista seguía creciendo, pero no los estaba llevando a ningún lado.Geográficamente hablando, la mayoría de los crímenes se habían cometido en edificaciones subterráneas abandonadas, en distintas locaciones en las mismas ciudades. Había dos inst
En el helipuerto de la azotea de la base se encontraba Fira, incluso había llegado antes de que el sol hubiese surgido por el horizonte. Ella disfrutaba de las altas vistas que le permitían observar el cielo limpio, sobre todo, hallaba particularmente relajante ver cómo el firmamento se teñía de colores como si alguien estuviese derramando acuarelas sobre un lienzo.El piloto estaba comprobando una vez más el jet para la partida pautada a las setecientas horas. Ella lo miraba con evidente deleite, no porque el agente fuese atractivo, que lo era, sino por la manera en que iba acariciando la máquina como si se tratara del amor de su vida.Había observado las maniobras del piloto cuando se acercó silencioso, atravesando la ciudad en medio de la madrugada. Ella había permanecido oculta entre las sombras, viéndolo durante todo el proceso, deleitándose en la soledad de saberse indetectable. E
En contra de su sentido común Aston dio la orden de aclarar las ventanas y ante él apareció la ciudad de los vampiros.Se quedó sin aliento, a pesar de que ya le habían advertido que era una maravilla de la cual no había fotografías como para prepararse ante tal magnificencia. Shtay-in era una ciudad de altas torres de cristal que brillaban con la luz del amanecer que comenzaba a clarear en la ciudad.Estupefacto, notó que habían ido persiguiendo al sol en una carrera a ver quién alcanzaba la ciudad antes, lo que le permitió arrobarse con los destellos dorados sobre los ángulos de los edificios.Fira no parecía conmovida por la vista de alguna forma, pero sí había cierto reconocimiento en las maravillas arquitectónicas que tenían ante ellos, como si en el fondo se sintiera un poco orgullosa de lo que eran capaces de hacer los vampiros.De