34

En cuanto las puertas del ascensor se abren mi mirada se queda clavada en las vistas panorámicas que dan a la bahía de San Francisco. No tengo palabras que puedan expresar lo que ven mis ojos sin no ponerme chillar lo increíble que es.

Salgo del ascensor con pasos cortos, sin apartar la mirada y suelto a Coco, que comienza a pasearse en todas direcciones. Voy tan ensimismada que casi me caigo por culpa del salón a doble altura, pero no me impide seguir mi camino hasta llegar al ventanal, ligeramente ovalado.

Me apoyo en la columna circular que tengo al lado y sonrío satisfecha.

—Esto es increíble —suspiro a la vez que me cruzo de brazos.

—Sabía que te gustaría. —Desvío la mirada para mirarlo de reojo. Su semblante pensativo con ambos manos detrás de la nuca; su mirada parece perdida en la profundidad de la ciudad—. Esto fue cosa de mi padre. Te juro que no

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo