Capítulo 3

Alejandra Marie Costa de Bonnet

Me mantiene entre sus brazos de manera posesiva, comienzo a sentirme nerviosa por los rumores que su cercanía pueden desatar en los presentes, por lo que miro en diferentes direcciones notando que nadie está exactamente interesado en nosotros.

Eso alivia un poco mis preocupaciones que se malinterprete esta cercanía entre nosotros.

—Señor Müller, estoy bien puede soltarme por favor, así evitamos murmuraciones por parte de los invitados de mi marido.

Pero el hombre que me sostiene entre sus brazos se niega hacerlo actuando contrario a mi solicitud, deja de envolverme con su calor para tomar mi mano y llevarme con él a un lugar apartado.

No sé, ¿Cómo estoy permitiendo que este extraño decida por mí en este momento?, pero acepto que me invade una emoción extraña de anticipación.

Llegamos al final del pasillo en ese lugar está el invernadero nadie se acerca por aquí a estas alturas de la noche es una ventaja para que nadie me mire con el invitado de Jonathan.

Dentro del invernadero el señor Müller coloca su palma sobre la pared presionando mi cuerpo a la pared para luego inclinarse un poco buscando mi rostro. Cuando nota que por nada del mundo quiero corresponder su mirada agarra mi barbilla son su mano.

—No, ocultes tú rostro de mi Alejandra. Se, que eres su esposa… pero, no me importa, Jonathan no está aquí ¿Cuándo es obvio que debería presentarse? Eso, me dice que no tienen una relación estable entre ustedes de lo contrario ya estaría aquí. Dime, si me estoy equivocando.

Guardo, silencio ¿Por qué debo confesarme con este desconocido?

—No, me digas nada. Me confirmas con tú silencio lo que presiento tú y mi amigo no tiene una verdadera relación –dice, como si realmente conociera nuestra vida privada —eso significa que tú serás mía, tarde o temprano.

¡Tú serás mía!, esa declaración me confunde como se atreve… Afirmar eso sin conocerme.

— ¿Cómo se atreve decirme esas cosas sabe quién es mi esposo, deje de ser…? —no, logro continuar con mi protesta sus labios me impiden seguir hablando.

Inicia con un beso suave hasta que poco a poco se convierte en algo diferente con su lengua busca abrirse paso en mi boca. Que mal esta esto como se vea, pero en mi interior una espinita de revancha contra mi marido se aloja, por ese motivo me dejo llevar por su arrebato.

Me estoy besando con un desconocido que la verdad no me resulta indiferente…

Pero aunque quiero ignorar que soy una mujer casada mi realidad me golpea entre sus brazos despertándome de forma violenta.

—Señor Müller, por favor… recuerda, soy una mujer casada.

—Alejandra, continúa repitiendo eso pero no cambiara nada —Dice, sonriendo descaradamente contra mis labios.

¿Cómo termine en esta situación?

¡Santo cielo, hoy es mi aniversario! Y aquí estoy en los brazos de un completo desconocido.

—Señor Müller, disculpe mi actitud si… No, quise…

—Provocarme, mi querida señora Bonnet es todo lo contrario usted me ha cautivado —Dice, bajando su mirada para concentrarla en mis labios —Le aseguro que no soy un hombre que se pasa con mujeres casadas, existen muchas solteras. Pero ninguna es usted.

Trago saliva como respuesta a su declaración ¿Cómo es posible que esto me esté pasando a mí con un amigo de mi marido?

—Yo, debo encargarme en este momento de algo importante señor Müller —Digo, como excusa para salir de este embrollo.

Aunque recordándolo bien eso es cierta no solo una excusa.

—Así que cosa es Alejandra, segura que no es solo una excusa para escapar de mi —Lanza como pregunta.

Yo niego moviendo mi cabeza de un lado para otro como una de esas muñecas de resortes.

— ¿Qué es eso tan complicado que te perturba señora Bonnet? Se trata de tú esposo puedes confiar en mi puedo ayudarte.

¿Cómo puede ayudarme en esta situación? Ira en busca de mi marido al lugar donde se encuentra con su amante.

Vuelvo a negar no quiero que este hombre sea testigo de mi pesar… Esta vez quería atrapar a mi marido con las manos en la masa.

—Sea lo que ronde por su cabeza puedo ser su apoyo Alejandra. Además tengo un interés personal en esta situación.

Pensándolo mejor que tenía que perder el señor Müller se convertiría en mi testigo de las infidelidades de mi esposo.

—De acuerdo, solo deme unos minutos debo hablar con mi suegra luego me acompaña donde debo ir señor Müller. Antes que pierda el valor. No tardare mucho.

El asiente soltando su agarre permitiendo que salga de sus brazos tomando mi mano para guiarme fuera del invernadero. Mis nervios están a flor de piel, pensar en enfrentar a mi suegra en este momento no es fácil. Pero lo estarán aún más alterados cuando me presente ante mi marido y su amante.

Al salir de la zona del invernadero el señor Müller suelta mi mano luego la coloca contra mi espalda supongo para evitar habladurías cosa que en este momento comienza a no importarme. Ya estoy harta de las apariencias. Todos en este lugar conocen sobre la aventura extramarital de Jonathan.

Nadie lo desconoce siempre ante sus ojos he sido la pobre mujer que espera por su marido infiel. Pero se terminó. Ya tuve suficiente de Jonathan Bonnet.

—Querida ahí estas te estaba buscando —Luego guarda silencio al notar mi acompañante —Señor Müller usted estaba con mi nuera.

La interrogación en sus palabras me hubieran ofendido en el pasado, pero ahora que tome la decisión de enfrentar a su hijo me vale lo que opine esta horrible mujer ya tuve suficiente de esta familia de falsos idiotas.

—Suegra ¿Cuál es su urgencia de buscarme? —Mi pregunta directa la hace dudar por un momento veo en su mirada que no le agrada mi tono para dirigirme a ella.

—Alejandra, solo me estaba preguntando si sabias ¿Cuánto tardará en llegar Jonathan ya muchos están preguntando por mi hijo?

—Mmm realmente no lo sabe suegra —Interrogo a la bruja que solo finge desconocer el paradero de su hijito.

— ¿Qué sucede contigo Alejandra porque me hablas de esa manera tan altanera? En presencia de un invitado importante de mi hijo —Me reprende como una niña.

—Podemos dejar de fingir señora Bonnet, usted sabe perfectamente donde se encuentra Jonathan en este preciso momento. No es ningún misterio para su madre que siempre le cubre las espaldas.

— ¡Alejandra te desconozco con esa actitud! —Abre sus ojos de zopilote medio muerto la bruja.

—Bueno, en vista que no aceptara decirme lo que sabe me despido ¡Tengo algo que hacer espero tenga con que entretener a sus invitados! Se los encargo.

Dejándola con la boca abierta inicio mi camino ¡Ahora soy una mujer con una misión!

Que por mucho tiempo se había negado ver su realidad pero se acabó. Tenía los datos de donde se encontraba mi marido en este momento cortesía de su amante que me lo hizo llegar temprano.

Prepárate Jonathan Bonnet tu pequeña mujercita va por ti…

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