Alejandra Marie Costa de Bonnet
Me mantiene entre sus brazos de manera posesiva, comienzo a sentirme nerviosa por los rumores que su cercanía pueden desatar en los presentes, por lo que miro en diferentes direcciones notando que nadie está exactamente interesado en nosotros.Eso alivia un poco mis preocupaciones que se malinterprete esta cercanía entre nosotros.—Señor Müller, estoy bien puede soltarme por favor, así evitamos murmuraciones por parte de los invitados de mi marido.Pero el hombre que me sostiene entre sus brazos se niega hacerlo actuando contrario a mi solicitud, deja de envolverme con su calor para tomar mi mano y llevarme con él a un lugar apartado.No sé, ¿Cómo estoy permitiendo que este extraño decida por mí en este momento?, pero acepto que me invade una emoción extraña de anticipación.Llegamos al final del pasillo en ese lugar está el invernadero nadie se acerca por aquí a estas alturas de la noche es una ventaja para que nadie me mire con el invitado de Jonathan.Dentro del invernadero el señor Müller coloca su palma sobre la pared presionando mi cuerpo a la pared para luego inclinarse un poco buscando mi rostro. Cuando nota que por nada del mundo quiero corresponder su mirada agarra mi barbilla son su mano.—No, ocultes tú rostro de mi Alejandra. Se, que eres su esposa… pero, no me importa, Jonathan no está aquí ¿Cuándo es obvio que debería presentarse? Eso, me dice que no tienen una relación estable entre ustedes de lo contrario ya estaría aquí. Dime, si me estoy equivocando.Guardo, silencio ¿Por qué debo confesarme con este desconocido?—No, me digas nada. Me confirmas con tú silencio lo que presiento tú y mi amigo no tiene una verdadera relación –dice, como si realmente conociera nuestra vida privada —eso significa que tú serás mía, tarde o temprano.¡Tú serás mía!, esa declaración me confunde como se atreve… Afirmar eso sin conocerme.— ¿Cómo se atreve decirme esas cosas sabe quién es mi esposo, deje de ser…? —no, logro continuar con mi protesta sus labios me impiden seguir hablando.Inicia con un beso suave hasta que poco a poco se convierte en algo diferente con su lengua busca abrirse paso en mi boca. Que mal esta esto como se vea, pero en mi interior una espinita de revancha contra mi marido se aloja, por ese motivo me dejo llevar por su arrebato.Me estoy besando con un desconocido que la verdad no me resulta indiferente…Pero aunque quiero ignorar que soy una mujer casada mi realidad me golpea entre sus brazos despertándome de forma violenta.—Señor Müller, por favor… recuerda, soy una mujer casada.—Alejandra, continúa repitiendo eso pero no cambiara nada —Dice, sonriendo descaradamente contra mis labios.¿Cómo termine en esta situación?¡Santo cielo, hoy es mi aniversario! Y aquí estoy en los brazos de un completo desconocido.—Señor Müller, disculpe mi actitud si… No, quise…—Provocarme, mi querida señora Bonnet es todo lo contrario usted me ha cautivado —Dice, bajando su mirada para concentrarla en mis labios —Le aseguro que no soy un hombre que se pasa con mujeres casadas, existen muchas solteras. Pero ninguna es usted.Trago saliva como respuesta a su declaración ¿Cómo es posible que esto me esté pasando a mí con un amigo de mi marido?—Yo, debo encargarme en este momento de algo importante señor Müller —Digo, como excusa para salir de este embrollo.Aunque recordándolo bien eso es cierta no solo una excusa.—Así que cosa es Alejandra, segura que no es solo una excusa para escapar de mi —Lanza como pregunta.Yo niego moviendo mi cabeza de un lado para otro como una de esas muñecas de resortes.— ¿Qué es eso tan complicado que te perturba señora Bonnet? Se trata de tú esposo puedes confiar en mi puedo ayudarte.¿Cómo puede ayudarme en esta situación? Ira en busca de mi marido al lugar donde se encuentra con su amante.Vuelvo a negar no quiero que este hombre sea testigo de mi pesar… Esta vez quería atrapar a mi marido con las manos en la masa.—Sea lo que ronde por su cabeza puedo ser su apoyo Alejandra. Además tengo un interés personal en esta situación.Pensándolo mejor que tenía que perder el señor Müller se convertiría en mi testigo de las infidelidades de mi esposo.—De acuerdo, solo deme unos minutos debo hablar con mi suegra luego me acompaña donde debo ir señor Müller. Antes que pierda el valor. No tardare mucho.El asiente soltando su agarre permitiendo que salga de sus brazos tomando mi mano para guiarme fuera del invernadero. Mis nervios están a flor de piel, pensar en enfrentar a mi suegra en este momento no es fácil. Pero lo estarán aún más alterados cuando me presente ante mi marido y su amante.Al salir de la zona del invernadero el señor Müller suelta mi mano luego la coloca contra mi espalda supongo para evitar habladurías cosa que en este momento comienza a no importarme. Ya estoy harta de las apariencias. Todos en este lugar conocen sobre la aventura extramarital de Jonathan.Nadie lo desconoce siempre ante sus ojos he sido la pobre mujer que espera por su marido infiel. Pero se terminó. Ya tuve suficiente de Jonathan Bonnet.—Querida ahí estas te estaba buscando —Luego guarda silencio al notar mi acompañante —Señor Müller usted estaba con mi nuera.La interrogación en sus palabras me hubieran ofendido en el pasado, pero ahora que tome la decisión de enfrentar a su hijo me vale lo que opine esta horrible mujer ya tuve suficiente de esta familia de falsos idiotas.—Suegra ¿Cuál es su urgencia de buscarme? —Mi pregunta directa la hace dudar por un momento veo en su mirada que no le agrada mi tono para dirigirme a ella.—Alejandra, solo me estaba preguntando si sabias ¿Cuánto tardará en llegar Jonathan ya muchos están preguntando por mi hijo?—Mmm realmente no lo sabe suegra —Interrogo a la bruja que solo finge desconocer el paradero de su hijito.— ¿Qué sucede contigo Alejandra porque me hablas de esa manera tan altanera? En presencia de un invitado importante de mi hijo —Me reprende como una niña.—Podemos dejar de fingir señora Bonnet, usted sabe perfectamente donde se encuentra Jonathan en este preciso momento. No es ningún misterio para su madre que siempre le cubre las espaldas.— ¡Alejandra te desconozco con esa actitud! —Abre sus ojos de zopilote medio muerto la bruja.—Bueno, en vista que no aceptara decirme lo que sabe me despido ¡Tengo algo que hacer espero tenga con que entretener a sus invitados! Se los encargo.Dejándola con la boca abierta inicio mi camino ¡Ahora soy una mujer con una misión!Que por mucho tiempo se había negado ver su realidad pero se acabó. Tenía los datos de donde se encontraba mi marido en este momento cortesía de su amante que me lo hizo llegar temprano.Prepárate Jonathan Bonnet tu pequeña mujercita va por ti…Alejandra Marie Costa de Bonnet —Alejandra, ¿Cómo es que te vas de tú propia fiesta de aniversario, estás loca? Quieres que todos comiencen con murmuraciones —Se alarma mi suegra tomando mi antebrazo con fuerza —Ni se te ocurra salir de aquí criatura del demonio, bastante tengo que soportar tus impertinencias muchachita, ingrata. Ven conmigo ahora. Si nos disculpa señor Müller necesito hablar con mi nuera un par de minutos. Me lleva por la fuerza con ella, dejando a tras al señor Müller que nos observa muy sorprendido. En su mirada veo su intención de seguir mis pasos. Pero niego con un movimiento de mi cabeza. Debía tener esta conversación con mi suegra sin audiencia. Pasamos entre muchas personas que ni se enteran que realmente está pasando, como siempre mi suegra es muy buena para guardar las apariencias, nadie se imaginaria que me está obligando ir con ella. En todo nuestro camino donde sea que me lleve, ella sonríe y saluda, a quien se nos cruza por enfrente como si nada. El
Jonathan Bonnet“Posiblemente mis palabras plasmadas en esta página, no sea de tú interés. Sin embargo aun así decidí dejarlas para ti Jonathan, soy consciente que cuanto acepte casarme contigo me equivoque, pero, quise creer que algún día llegarías a enamorarte de mí… ignore todas las señales y fui egoísta al tratar de ocupar un lugar en tú corazón que ya pertenecía a otra mujer. Lo lamento. Solo que no entiendo ¿Por qué decidiste continuar con la farsa?, ¿Por qué un noviazgo de dos años, sumado a un año de matrimonio junto a una mujer que no amas y que jamás llegaras a desarrollar sentimientos?”Detengo mi lectura sosteniendo con fuerza la maldita hoja de papel que ella me dejó mientras algo en mi pecho se oprime, continuo trazando con mi mirada cada una de sus palabras.“Sé que nunca en estos tres años toque una sola fibra en ti. Finalmente lo comprendo. Y por lo mismo decido dejarte en libertad, para que acudas al lado de la mujer en tu corazón. En cuanto al divorcio todo se resol
Alejandra Marie Costa de Bonnet —Gracias, señor Müller — ¿Por qué continuas llamándome de esa manera Alejandra?, pensé que después de un par de besos, al menos tendrías la confianza de llamarme por mi nombre de pila. Además de mi ayuda en tu escape me puedes tutear. Me gustaría mucho escuchar de tus labios mi nombre Richard. Esboza una sonrisa que estoy segura derrite el corazón de muchas chicas. Mientras que yo me sonrojo por sus palabras. Con un ligero carraspeo de mi parte agrego. —Estoy agradecida con su ayuda señor Müller… Es decir Richard —Digo, tratando de mantener el control de los latidos de mi corazón. ¿Por qué este hombre me pone tan nerviosa? —Aunque me gustaría ofrecer mi casa para que te quedes. Supongo que declinaras mi oferta —Dice acercando su cuerpo a pocos centímetros a mi prácticamente tocando mi mejilla con sus labios. —No es buena idea Richard –Niego con mi voz que apenas es un murmullo. —Lo sé, Alejandra sería una tentación muy agradable tenerte en mi c
Alejandra Marie Costa de Bonnet ¡Genial lo que me faltaba! Richard Müller ¿Por qué tenía que aparecer en este preciso momento? Bonita, mi suerte. Un escalofrío agradable recorre mi piel, al sentir su aliento a pocos centímetros de mi oreja. Luego calidez cuando el hombre coloca su saco sobre mis hombros ocultando mi cuerpo con poca ropa de la mirada de extraños. —No, quiero que otros te vean Alejandra. Seguro tienes una buena justificación para salir de tú casa de esa manera. Luego me hablas sobre eso. Ahora iremos a conseguirte ropa. Toma mi mano llevándome con él unos cortos pasos hasta llegar a su automóvil. Sin darme ninguna oportunidad para resistirme. Una vez dentro las preguntas se presentan, mientras mi mirada se concentra en su perfil ¿Cuándo llegó? ¿Cuánto tiempo ha estado aquí? Y la más importante ¿Cómo sabe dónde vive mi familia? Y supo dónde encontrarme. ¿Me está vigilando es la pregunta más obvia en mi mente? Pero si apenas me conoce ¡Qué miedo!, pero luego estudio
Alejandra Marie Costa de Bonnet Un subido en mi oído izquierdo me distrajo por unos breves segundos, según las creencias de mi abuela, cuando todavía vivía, eso significa que alguien está hablando sobre ti. Lo único que espero es que no sea de mala manera. Mis labios se estiran con una sonrisa boba, en especial cuando contempló el perfil del hombre que no me dejó ir desnuda por ahí, después de salir de la casa de mis padres. Aún ni me creo que mis idiotas hermanos me dejarán sola. Tontos gemelos, esperen ya me las pagarán por dejarme a mi suerte. Mis pasos se vuelven vacilantes camino hasta los dormitorios de mi facultad en la universidad en compañía de Richard que insistió, en llevarme personalmente hasta mi nueva residencia. Si, volvía para el nuevo inicio de semestre en circunstancias para nada gratas. Por suerte aquí nadie sabía nada sobre mi vida. Debía sobrevivir mis últimos semestres, luego espero poder establecerme profesionalmente, De esa, manera no necesitar de Mari
Alejandra Marie Costa de Bonnet —Niñas ella es Alejandra, mi nueva compañera de dormitorio —Murmura Lina a nuestra llegada a una mesa donde se encuentran tres chicas. Todas se concentran en mi rostro, haciendo que me sienta incomoda rápidamente. En especial por la forma que una de los presentes me mira. Como si se tratara de un bicho raro al cual debía aplastar. —Vamos niñas no sean pesadas. Pueden saludar, Bien, te las presento ellas son Raquel, Taira y Melanie. Y esta última mencionada es quien pone una sonrisa burlona, mientras me dirige una mirada de desprecio ¿Cuál es su problema? Me recuerda tanto a las brujas amigas de mi suegra. —Un gusto conocerte Alejandra, iras esta noche con nosotras al club —Una de las chicas, me pregunta con una sonrisa amable. —No, creo que ella, se sienta cómoda Raquel —Dice Lina un tanto seria. —Mmm ¿Por qué se sentiría incomoda solo es un club de baile?, acaso, ella no baila. Dirijo mi mirada hacia Lina interrogante, pero ella solo niega, sin
Richard Müller Mal momento para hacer su aparición de Bonnet. Dejar en pausa mi velada con Alejandra fue lo más difícil de hacer, pero soy un hombre que enfrenta las dificultades de la vida sin ocultarse. Le daría la cara a Jonathan, porque estoy seguro que está enterado de mi acercamiento a ella. Aunque desconoce mis intenciones con Alejandra, no necesita ser muy inteligente para suponerlo. Su perdida mi ganancia. Si, nunca en el tiempo que estuvo en su vida la respeto y la valoro, ahora que no pretenda venir a reclamar derechos que no tiene. Solo era su esposo de nombre mientras se la pasaba con su amante ¡Idiota! No, pienso buscar conflictos con Bonnet, pero tan poco estoy dispuesto a retroceder con mi intención de cortejar a su ex esposa. ¡Pronto eso será!, Porque de ninguna manera voy a permitir que Bonnet, logré retenerla a su lado, condenándola a una vida de soledad por un acuerdo absurdo con su padre. Cosa que pienso también remediar Mario Costa es realmente sorprenden
Alejandra Marie Costa Calma Alejandra, solo respira no pasa nada, si ella, informa a Jonathan sobre mi trabajo. Además Melissa, no es tonta, ella es la menos interesada en que se entere de mi situación actual. Oh, eso quiero pensar Además dudo que le importe al final de cuentas solo soy la mujer con quien se vi obligado a casarse, porque estoy segura que ese debe ser el motivo para casarse conmigo desde el principio. Por eso siempre me rechazo incluso en la cama. Solo recordar nuestra noche de bodas, oprime mi corazón, su rechazo a la intimidad fue aún más marcado, llore toda la noche sobre la cama, con un marido ausente. Que me abandono en nuestra primera noche como esposos. —Todo bien, sucede algo que te moleste —Pregunta Mayra con preocupación. —Así, solo… Necesito un minuto —Pido, tratando de ocultar mis lágrimas. -Sí, claro, estás segura ¿Quién es esa mujer que te ha puesto tan mal? -Asiento controlando mi respiración. Pero por la forma que me mira sé que no me cree nada.