Alejandra Marie Costa —¿Qué estas pensando Alex? —Pregunta Lina mientras hace de tía consentidora luego dice —Últimamente las cosas están tranquilas sin embargo siento que todos en esta casa se mantienen en constante tensión eso no es bueno para nadie quizás si distrajeras tú cabecita un poco en otras cosas menos estresantes… ¿Qué tal si hablas con Richard sobre volver a la universidad? Ya nos falta solo un semestre para finalizar no debemos quedarnos a medias Alex —Dice alegremente. —No es mala idea Lina, pero para eso debemos regresar a New York —Digo dudando que se pueda —Y Richard en este momento dudo que quiera regresar bueno realmente no se… —Alex tú marido es rico —Asiento confirmando, esperando que termine de hablar —Para él no sería difícil mover los hilos para que asistas a una buena universidad para que termines con tus estudios aquí en Alemania piénsalo, amiga es una excelente oportunidad. Todo lo que dice Lina es cierto he dejado pasar cosas importantes en mi vida, ent
Richard Müller—Richard realmente no estas considerando la petición de Bonnet —Marian pregunta inmediatamente después que se marcha Jonathan dándome tiempo para decidir si acepto ayudarlo —Lo que pidió no es un pequeño favor implica incluso poner a tú propia familia en un gran peligro. Porque si es cierto que atentaron contra ellos las personas quienes lo hicieron no van a rendirse hasta terminar con su misión.—Lo se Marian tengo presente que implica involucrarme, pero respóndeme dejarías que un inocente caiga en malas manos ¡Por Dios se trata de un niño solo un poco más pequeño que mi hija por unos meses!Pero ella ni siquiera se afecta por la mención del niño cuya vida está corriendo peligro por lo que agrega.—Jonathan tiene su propia gente puede fácilmente protegerlos ¿Qué hay de Eli ella puede encargarse? ¿Por qué debes ser tú precisamente? No estoy de acuerdo —Insiste Marian mientras en mi caso guardo silencio por lo que ella insiste —De todo esto me preocupa que por realizar u
Richard Müller —Tristán —Murmuro entrado en la biblioteca sorprendido de encontrarlo con mi hija entre sus brazos mientras conversa con mi esposa en compañía de mis padres —¿Cuándo llegaste? —Hola Richard bueno me conoces me gusta sorprender con mis apariciones repentinas cuando menos se lo esperan —Dice sonriéndole a mi hija —Vaya que es una lindura no me esperaba encontrarte como todo un hombre de familia primo —Luego lleva su mirada hacia mi esposa —Alejandra de casualidad no tienes una hermana… quizás llego el momento que deje atrás mi soltería. Todos los presentes comienzan a reír con su ocurrencia mientras mi esposa se sonroja tratando de contener la risa. —Ya hablando en serio es agradable conocer a tú familia Richard —Dice luego me dirige una mirada que comprendo a la perfección el tiene un motivo para encontrarse en Alemania no es una simple visita social y agradezco que acudiera a mi llamado. Pasamos el resto del día escuchando sobre su vida lejos de Alemania durante tod
Alejandra Marie CostaMantengo mis ojos cerrados concentrada en relajar cada centímetro de mi cuerpo bajo el roció de la ducha busco bloquear cualquier pensamiento que me causé estrés.Luego que mi pequeña se quedó completamente dormida decidí aprovechar para tomar una ducha con agua caliente de esa forma relajar mi cuerpo de la tensión que me embarga desde que Marian me hablo sobre Jonathan y su petición a Richard.Reclino mi frente contra los azulejos perdiéndome en la sensación agradable que despierta el agua deslizándose por mi piel arrastrando lentamente la tensión de mis músculos.Dejo que mi mente se pierda por un momento hasta que mi tranquilidad se interrumpe por la presencia de unas fuertes manos recorren mi abdomen hasta colocarlas sobre mis pechos apretando con delicadeza luego sus labios buscan el lóbulo de mi oreja murmurando.—Puedo acompañarte mi amor será mucho mas agradable conmigo para relajarte —Dice con una sonrisa traviesa que vibra contra mi piel Richard.—Mi am
New York Día del aniversario. —Señora Alejandra, todos los preparativos en el jardín sur están listos, pronto los invitados llegarán para la fiesta —Murmura en el umbral de la puerta, mi asistente Raquel. Asiento agradecida por qué, sin ella y con la ayuda de los demás que trabajan en el servicio de esta casa, sería imposible lograr organizar la celebración del aniversario de nuestro matrimonio. Hoy se cumplía un año de matrimonio, quería que fuera un evento especial para celebrarlo, había invitado a su familia, mi familia, amigos y socios de mi marido, para qué compartieran con nosotros este día. Todo estaba en marcha para que fuera registrado el gran evento social del año, por las revistas de sociedades tanto nacionales como internacionales, una petición que no compartía, pero considerando la identidad de mi marido no podía negarme a la solicitud de mis suegros. —Gracias, Raquel, por toda la ayuda, trasmite mi agradecimiento a todos los demás integrantes del servicio – Comento
Alejandra Marie Costa de Bonnet Todo en la mansión estaba dispuesto para celebrar nuestro primer aniversario, los invitados personas cercanas a la familia como socios de negocios de mi marido, pululaban de un lado para otro en conversaciones que para mí no tenían ningún sentido. Entre todas esas personas pretenciosas se encontraban mis suegros, que no paraban de elogiar todos los logros de Jonathan con sus amigos y socios de negocios. Me encontraba impaciente porque se presentará mi familia, solo con mis hermanos Enzo y Fabio aquí me sentiría más tranquila, pero ellos llamaron temprano expresando su tardanza a la fiesta, por qué debían hacerse cargo de un imprevisto primero. Yo era la menor de una familia enorme de ascendencia Italiana perteneciente de Brescia, en la región de Lombardía. Nuestra vida era tranquila en ese entonces y continuo de esa manera, incluso después que mi familia se mudó a los Estados Unidos por negocios cuando yo tenía la edad de seis años. Pero las c
Alejandra Marie Costa de Bonnet —Raquel, puedes ayudarme con los invitados, debo hablar con mis suegros sobre Jonathan —Digo con un nudo formándose en mi garganta. —Señora Bonnet, no quiero ser entrometido, pero debería sincerarse con sus suegros, no puede cargar con eso sola, los señores Bonnet son comprensivos. Mis suegros compresivos algún día quisiera ver eso… pero, ellos solo comprendían a una sola persona su hijo mayor y nadie más fuera de su núcleo familiar. —Lo sé, Raquel, gracias porque siempre estás de mi lado –Veo, pena en su ojos eso me pone aún más triste. —Siempre señora, voy apoyarla, aunque parezca entrometido de mi parte quiero expresar mis pensamientos, señora debe ponerle un paro al señor Bonnet, por su propio bien. Son muchas las ocasiones que hace esto no es justo para usted. Estoy de acuerdo con ella, sin embargo que puedo hacer divorciarme, se formula la palabra en mi mente. —Gracias, Raquel. Iré en buscar de mis suegros —Me despido de ella con mis ojos
Alejandra Marie Costa de Bonnet Me mantiene entre sus brazos de manera posesiva, comienzo a sentirme nerviosa por los rumores que su cercanía pueden desatar en los presentes, por lo que miro en diferentes direcciones notando que nadie está exactamente interesado en nosotros. Eso alivia un poco mis preocupaciones que se malinterprete esta cercanía entre nosotros. —Señor Müller, estoy bien puede soltarme por favor, así evitamos murmuraciones por parte de los invitados de mi marido. Pero el hombre que me sostiene entre sus brazos se niega hacerlo actuando contrario a mi solicitud, deja de envolverme con su calor para tomar mi mano y llevarme con él a un lugar apartado. No sé, ¿Cómo estoy permitiendo que este extraño decida por mí en este momento?, pero acepto que me invade una emoción extraña de anticipación. Llegamos al final del pasillo en ese lugar está el invernadero nadie se acerca por aquí a estas alturas de la noche es una ventaja para que nadie me mire con el invitado de J