Alejandra Marie Costa de Bonnet
Todo en la mansión estaba dispuesto para celebrar nuestro primer aniversario, los invitados personas cercanas a la familia como socios de negocios de mi marido, pululaban de un lado para otro en conversaciones que para mí no tenían ningún sentido. Entre todas esas personas pretenciosas se encontraban mis suegros, que no paraban de elogiar todos los logros de Jonathan con sus amigos y socios de negocios. Me encontraba impaciente porque se presentará mi familia, solo con mis hermanos Enzo y Fabio aquí me sentiría más tranquila, pero ellos llamaron temprano expresando su tardanza a la fiesta, por qué debían hacerse cargo de un imprevisto primero. Yo era la menor de una familia enorme de ascendencia Italiana perteneciente de Brescia, en la región de Lombardía. Nuestra vida era tranquila en ese entonces y continuo de esa manera, incluso después que mi familia se mudó a los Estados Unidos por negocios cuando yo tenía la edad de seis años. Pero las cosas cambiaron un poco cuando tuve la brillante idea de enamorarme del hijo mayor de la familia Bonnet, quien al principio se presentó como un encantador hombre, el ideal de cualquier mujer, excepto para mí… Ya que conmigo solo era apariencia. —Querida, finalmente llegas déjame presentarte a uno de los socios de mi hijo, llegó está semana al país, luego de permanecer un tiempo en Alemania Richard Müller –luego, extendió su mano perfectamente cuidada para atraer la atencion de esa persona tocando su hombro –Richard, déjame presentarte a mi nuera, Alejandra de Bonnet. Mi suegra guía mis pasos para ubicar mi posición frente a un hombre vestido con un traje de sastre elegante que envuelve un tonificado cuerpo. Que si mis cálculos no me engañan debe tener la misma edad que mi esposo. Quedo a la expectativa de ver su rostro porque aún permanece de espaldas, una sensación extraña recorre mi piel cuando el hombre con sus manos dentro de sus bolsillos me permite verlo. Volviendo su rostro en nuestra dirección. —Señora Bonnet, es un placer conocerla —Su voz produce que mi piel se caliente. Y mi mente quede en blanco. ¿Cómo se supone que me llamo? —Oh, disculpa Richard, mi nuera es un poquito distraída —Mi suegra vuelve con sus incomodos comentarios. Que no es la primera vez que utiliza en mi presencia ante desconocidos. —Entiendo, no se preocupe, señora Bonnet —Él responde a mi suegra, sin embargo, su mirada está todo el tiempo enlazada a la mía. Mi rostro se sonroja de vergüenza ¿Qué me sucede con este hombre? Richard Müller A mi llegada a los Estados Unidos, no estaba entre mis planes asistir a la fiesta de mi mejor amigo y socio Jonathan Bonnet. Pero considerando que es un buen amigo, no pensaba negarme después de todo, no asistí a su boda hace un año. Porque me encontraba liado con mis negocios, en Alemania por eso sentía que le debía una. —Señor Müller, todo está preparado para asistir al aniversario del señor Bonnet, el automóvil está esperando por usted —Comenta mi asistente y guardaespaldas Marián. —Gracias, Marián, recuerda, solo haré acto de presencia por unas cuantas horas –digo, porque ese tipo de eventos me aburren de muerte. —Si señor Müller, como usted ordene, serán suficientes dos horas para que salude a los festejados y se retire para que no se incomoden —Asiento complacido, ella me conoce perfectamente –Así luego manda por mí. No, quiero perder mi tiempo en esas frivolidades –Ella, asiente confirmando mi petición. Solo debía cumplir con el protocolo, luego retírame, no creo que me tome tanto tiempo. Una hora después mansión Bonnet. Todos los que me rodearon a mi llegada solo tenían un tema común para hablar “Negocios” a pesar de que debería estar acostumbrado que siempre me abordaban con lo mismo de siempre, me mostraba interesado pero por dentro totalmente aburrido por lo mismo me sentí fastidiado. Si hubiera sabido que esta fiesta sería una más para hacer negocios no me hubiera molestado en venir. Odiaba este tipo de reuniones disfrazadas con un evento familiar. Con intenciones de marcharme después de cumplir con mi parte es cuando escucho la voz de la madre de Jonathan hablar en tono alto a su nuera, todavía no he tenido el placer de conocerla, pero hoy era la oportunidad perfecta. Con mis manos dentro de mis bolsillos vuelvo mi perfil, para finalmente conocer a la esposa de mi amigo. — Querida, finalmente llegas, déjame presentarte a uno de los socios de mi hijo, llegó está semana al país luego de permanecer un tiempo en Alemania, Richard Müller. Luego de escuchar mi nombre ya no preste atencion a lo siguiente que dijo la señora Bonnet estaba concentrado en ella. Mi mirada se pierde en su pequeño rostro ¡Qué hermosa mujer! Trato de fingir no sentir nada diferente ante esa belleza, en especial por qué se trata de la mujer de uno de mis amigos, pero es imposible ignora la mujer frente a mí. Trago con dificultad ya que siento mi garganta seca. — Señora Bonnet, es un placer conocerla —Estudiando su lenguaje corporal notando que no soy indiferente. Ella también se muestra afectada por mi presencia. ¡Oh, quizás mi imaginación me está jugando una mala pasada! Luego escucho a la madre de Jonathan murmurar algo, pero en realidad ni estoy prestando atención. La única mujer quien la tiene en este momento, es ella la belleza frente a mis ojos. —Entiendo, no se preocupe, señora Bonnet —Respondo sin saber exactamente que dijo porque estoy concentrado en una sola persona para no perderme ningún detalle de la linda chica. Ella, sonríe incómoda, eso me gusta. —Señora Bonnet, necesito que me acompañe – Llama su atención una mujer que aparece de la nada o quizás no note su presencia por ser eclipsada por Alejandra. Presumo que se trata de su ama de llaves o asistente personal, por como viste, ella asiente para luego disculparse cuando se retira en compañía de la otra mujer. Pero mi mirada continua sobre su silueta sin perderla de vista ¡Ella me ha cautivado! Alejandra Marie Costa de Bonnet — ¿Qué sucede Raquel está todo bien? —Pregunto con un poco de ansiedad. —Señora Bonnet, su esposo acaba de llamar, dice que posiblemente llegue tarde a la celebración —Dice, con pena Raquel. Mi estómago se contrae sé ¿Cuál es el significado de posiblemente llegue tarde? Mi marido no vendrá a nuestra fiesta de aniversario. ¿Cómo me puede hacer esto? ¿Qué explicación daría de su ausencia? Una vez más Jonathan Bonnet me había fallado y estaba segura cuál era su razón, ella siempre esa mujer que aparecía como una sombra en nuestra relación.Alejandra Marie Costa de Bonnet —Raquel, puedes ayudarme con los invitados, debo hablar con mis suegros sobre Jonathan —Digo con un nudo formándose en mi garganta. —Señora Bonnet, no quiero ser entrometido, pero debería sincerarse con sus suegros, no puede cargar con eso sola, los señores Bonnet son comprensivos. Mis suegros compresivos algún día quisiera ver eso… pero, ellos solo comprendían a una sola persona su hijo mayor y nadie más fuera de su núcleo familiar. —Lo sé, Raquel, gracias porque siempre estás de mi lado –Veo, pena en su ojos eso me pone aún más triste. —Siempre señora, voy apoyarla, aunque parezca entrometido de mi parte quiero expresar mis pensamientos, señora debe ponerle un paro al señor Bonnet, por su propio bien. Son muchas las ocasiones que hace esto no es justo para usted. Estoy de acuerdo con ella, sin embargo que puedo hacer divorciarme, se formula la palabra en mi mente. —Gracias, Raquel. Iré en buscar de mis suegros —Me despido de ella con mis ojos
Alejandra Marie Costa de Bonnet Me mantiene entre sus brazos de manera posesiva, comienzo a sentirme nerviosa por los rumores que su cercanía pueden desatar en los presentes, por lo que miro en diferentes direcciones notando que nadie está exactamente interesado en nosotros. Eso alivia un poco mis preocupaciones que se malinterprete esta cercanía entre nosotros. —Señor Müller, estoy bien puede soltarme por favor, así evitamos murmuraciones por parte de los invitados de mi marido. Pero el hombre que me sostiene entre sus brazos se niega hacerlo actuando contrario a mi solicitud, deja de envolverme con su calor para tomar mi mano y llevarme con él a un lugar apartado. No sé, ¿Cómo estoy permitiendo que este extraño decida por mí en este momento?, pero acepto que me invade una emoción extraña de anticipación. Llegamos al final del pasillo en ese lugar está el invernadero nadie se acerca por aquí a estas alturas de la noche es una ventaja para que nadie me mire con el invitado de J
Alejandra Marie Costa de Bonnet —Alejandra, ¿Cómo es que te vas de tú propia fiesta de aniversario, estás loca? Quieres que todos comiencen con murmuraciones —Se alarma mi suegra tomando mi antebrazo con fuerza —Ni se te ocurra salir de aquí criatura del demonio, bastante tengo que soportar tus impertinencias muchachita, ingrata. Ven conmigo ahora. Si nos disculpa señor Müller necesito hablar con mi nuera un par de minutos. Me lleva por la fuerza con ella, dejando a tras al señor Müller que nos observa muy sorprendido. En su mirada veo su intención de seguir mis pasos. Pero niego con un movimiento de mi cabeza. Debía tener esta conversación con mi suegra sin audiencia. Pasamos entre muchas personas que ni se enteran que realmente está pasando, como siempre mi suegra es muy buena para guardar las apariencias, nadie se imaginaria que me está obligando ir con ella. En todo nuestro camino donde sea que me lleve, ella sonríe y saluda, a quien se nos cruza por enfrente como si nada. El
Jonathan Bonnet“Posiblemente mis palabras plasmadas en esta página, no sea de tú interés. Sin embargo aun así decidí dejarlas para ti Jonathan, soy consciente que cuanto acepte casarme contigo me equivoque, pero, quise creer que algún día llegarías a enamorarte de mí… ignore todas las señales y fui egoísta al tratar de ocupar un lugar en tú corazón que ya pertenecía a otra mujer. Lo lamento. Solo que no entiendo ¿Por qué decidiste continuar con la farsa?, ¿Por qué un noviazgo de dos años, sumado a un año de matrimonio junto a una mujer que no amas y que jamás llegaras a desarrollar sentimientos?”Detengo mi lectura sosteniendo con fuerza la maldita hoja de papel que ella me dejó mientras algo en mi pecho se oprime, continuo trazando con mi mirada cada una de sus palabras.“Sé que nunca en estos tres años toque una sola fibra en ti. Finalmente lo comprendo. Y por lo mismo decido dejarte en libertad, para que acudas al lado de la mujer en tu corazón. En cuanto al divorcio todo se resol
Alejandra Marie Costa de Bonnet —Gracias, señor Müller — ¿Por qué continuas llamándome de esa manera Alejandra?, pensé que después de un par de besos, al menos tendrías la confianza de llamarme por mi nombre de pila. Además de mi ayuda en tu escape me puedes tutear. Me gustaría mucho escuchar de tus labios mi nombre Richard. Esboza una sonrisa que estoy segura derrite el corazón de muchas chicas. Mientras que yo me sonrojo por sus palabras. Con un ligero carraspeo de mi parte agrego. —Estoy agradecida con su ayuda señor Müller… Es decir Richard —Digo, tratando de mantener el control de los latidos de mi corazón. ¿Por qué este hombre me pone tan nerviosa? —Aunque me gustaría ofrecer mi casa para que te quedes. Supongo que declinaras mi oferta —Dice acercando su cuerpo a pocos centímetros a mi prácticamente tocando mi mejilla con sus labios. —No es buena idea Richard –Niego con mi voz que apenas es un murmullo. —Lo sé, Alejandra sería una tentación muy agradable tenerte en mi c
Alejandra Marie Costa de Bonnet ¡Genial lo que me faltaba! Richard Müller ¿Por qué tenía que aparecer en este preciso momento? Bonita, mi suerte. Un escalofrío agradable recorre mi piel, al sentir su aliento a pocos centímetros de mi oreja. Luego calidez cuando el hombre coloca su saco sobre mis hombros ocultando mi cuerpo con poca ropa de la mirada de extraños. —No, quiero que otros te vean Alejandra. Seguro tienes una buena justificación para salir de tú casa de esa manera. Luego me hablas sobre eso. Ahora iremos a conseguirte ropa. Toma mi mano llevándome con él unos cortos pasos hasta llegar a su automóvil. Sin darme ninguna oportunidad para resistirme. Una vez dentro las preguntas se presentan, mientras mi mirada se concentra en su perfil ¿Cuándo llegó? ¿Cuánto tiempo ha estado aquí? Y la más importante ¿Cómo sabe dónde vive mi familia? Y supo dónde encontrarme. ¿Me está vigilando es la pregunta más obvia en mi mente? Pero si apenas me conoce ¡Qué miedo!, pero luego estudio
Alejandra Marie Costa de Bonnet Un subido en mi oído izquierdo me distrajo por unos breves segundos, según las creencias de mi abuela, cuando todavía vivía, eso significa que alguien está hablando sobre ti. Lo único que espero es que no sea de mala manera. Mis labios se estiran con una sonrisa boba, en especial cuando contempló el perfil del hombre que no me dejó ir desnuda por ahí, después de salir de la casa de mis padres. Aún ni me creo que mis idiotas hermanos me dejarán sola. Tontos gemelos, esperen ya me las pagarán por dejarme a mi suerte. Mis pasos se vuelven vacilantes camino hasta los dormitorios de mi facultad en la universidad en compañía de Richard que insistió, en llevarme personalmente hasta mi nueva residencia. Si, volvía para el nuevo inicio de semestre en circunstancias para nada gratas. Por suerte aquí nadie sabía nada sobre mi vida. Debía sobrevivir mis últimos semestres, luego espero poder establecerme profesionalmente, De esa, manera no necesitar de Mari
Alejandra Marie Costa de Bonnet —Niñas ella es Alejandra, mi nueva compañera de dormitorio —Murmura Lina a nuestra llegada a una mesa donde se encuentran tres chicas. Todas se concentran en mi rostro, haciendo que me sienta incomoda rápidamente. En especial por la forma que una de los presentes me mira. Como si se tratara de un bicho raro al cual debía aplastar. —Vamos niñas no sean pesadas. Pueden saludar, Bien, te las presento ellas son Raquel, Taira y Melanie. Y esta última mencionada es quien pone una sonrisa burlona, mientras me dirige una mirada de desprecio ¿Cuál es su problema? Me recuerda tanto a las brujas amigas de mi suegra. —Un gusto conocerte Alejandra, iras esta noche con nosotras al club —Una de las chicas, me pregunta con una sonrisa amable. —No, creo que ella, se sienta cómoda Raquel —Dice Lina un tanto seria. —Mmm ¿Por qué se sentiría incomoda solo es un club de baile?, acaso, ella no baila. Dirijo mi mirada hacia Lina interrogante, pero ella solo niega, sin