cosas eran nuevas, o simplemente no le había prestado mucha atención al lugar donde vivía
– Alé, el piso completo esta comprado a nombre de la empresa de tu padre, no de la tuya, los departamentos rentados alrededor de este son todos nuestros, uno es mío por si me canso de ti –Me dice con una risa burlona- Diana, ¿no será para ti y tu novio? – le digo devolviéndole la risa y ella se sonroja – hay niña, ¿por qué dices eso? – y entra en la cocina, bellamente amoblada – esta cocina es mejor que la del departamento en Rochter – tienes razón, mi papá sí que se esmeró con estos departamentos – creías que te dejaría vivir en cualquier parte, eso no mi niña, eso no – suspira con un dejo de nostalgia – aparte de ti y Tony, quien más viene, hay muchos departamentos en este piso – le digo mirando por la puerta mientras la cierro – tu padre quiso comprar todo el edificio, pero le dije que no, asique trato de comprar todo el piso, también le dije que no - ¿entonces como dices que todo el piso es nuestro? – era broma, solo compro este y otro más, para Tony y para mí en caso de que en algún momento tengas a tus amigos acá y no te quieras sentir incomoda- enserio son los mejores, solo espero en algún momento tenerlos – le digo mientras la abrazo.Durante la tarde me dediqué a ir de compras con Tony, necesitaba el uniforme de la escuela, ahí recién me di cuenta que era una academia, claro, lo que me faltaba una academia de más niños bien, solo que acá no sabe quién soy, eso es lo que me he dicho durante esta tarde.Creo que mi padre se dio cuenta de cómo es la academia y por eso me envió con Tony, mi choferYa lista con todo lo que necesitaba me dispuse para ir al departamento, Tony me esperaba con el resto de mis cosas en el auto. - Tony tengo todo listo, pero tengo una cosa más que hacer, espérame otro poco por favor – le pido y el asiente ya cansado, estábamos en la calle desde casi medio día - gracias – había encontrado una pastelería, se veía todo tan delicioso que no quería dejar de pasar, pero con las bolsas en las manos me fue imposible cuando la vi. Ya con todo en el auto me dirigí a la pastelería, en realidad todo se veía y olía tan bien que me era imposible no poder comprar varios pasteles, al final Sali con una variedad bien grande, tanto que la chica que atendía se sorprendió al ver tal cantidad. Ya estaba camino al auto, por última vez cuando escucho a un chico– ¡hey! Tú, la de los pasteles –Me doy vuelta y veo a un chico que corría detrás de mí- esto se quedó en la caja de la pastelería –Me entrega mi monedero, no me di cuenta que no lo llevaba, estaba feliz por lo que había comprado, asique no me fije, trate de tomarlo, pero con lo que llevaba me era lago difícil.– gracias, y disculpa. Lo podrías colocar encima de la caja, no creo poder tomarlo - dime donde vas y te acompaño, si lo dejo encima se te caerá o te lo pueden robar-me dice con una risa – gracias, pero solo voy al estacionamiento de este edificio, no te preocupes – con todo lo que llevas, mejor te acompaño, así me aseguro que no te pase nada- me vuelve a sonreír.Me puse nerviosa con él caminando en silencio a mi lado. Era alto mucho más que yo, se veía algo mayor, no voy a negar que era guapo, se notaba que su cuerpo estaba bien trabajado, daban ganas de tocar sus brazos, su cabello completamente negro, algo revuelto, su piel medio morena, ni muy blanca ni muy oscura, parecía que se había bronceado hacia poco, el azul profundo de sus ojos fue lo que más me gustó, podía haberme perdido en ellos, pero tenía que reaccionar, ya parecía que me caería baba de la boca de tanto verlo.No fue mucho lo que caminamos, no hubo ninguna palabra en todo el camino, hasta llegar al auto, Tomy sale al ver que venía acompañada – Alé, ¿pasó algo? – pregunta arqueando una ceja – no – respondo de inmediato algo asustada – disculpe señor, es solo que se le quedo esto en la pastelería y la alcance a medio camino para entregarla, pero la vi con todo eso y solo me quería asegurar de que no la fuera a perder de nuevo- le dice mientras se la entrega – muchas gracias joven – le responde – bueno, ya estas con tu padre sin ningún inconveniente más, yo ya me retiro, que tengan buen día – muchas gracias – le respondo mientras Tomy tomaba las cajas para meterlas al auto – te recomiendo tomar Tácticas – me dice y se da la vuelta, no sabía a lo que se refería.En el camino Tomy se reía solo con la idea de que lo hayan creído mi padre, yo tampoco lo saque de su error asique pensé que la siguiente vez que me lo pudiera encontrar, podría preguntar por él, pero era algo casi imposible, la cuidad de Ramis era muy grande, asique era algo casi imposible.Todo el fin de semana trate de colocarme al día con materias que eran muy distintas a las que ya tenía, por suerte para mí no era mala en la escuela asique no tomo tanto tiempo, solo algunos trabajos que debería entregar para poder tener al día sin problemas, en mi escuela anterior, la mayoría no estudiaba de forma común, era más que nada aprender a cómo administrar nuestras empresas y lo que es la vida de un “millonario” cosa que no me gustaba, quería ser como los chicos de mi edad, que solo se preocupan por sus estudios, amigos y pasarlo bien, sé que hay muchas realidades en todos lados, la mía era una de ellas pero no me gustaba la atención que tenía solo por mi pronunciada cuenta bancaria.Comencé a hacer realidad lo que en un momento mi madre quiso, mi padre conmigo nunca fue una mala persona, siempre me ha respetado, me da mi espacio, y como no me va a consentir si hemos perdido tanto.Primer día de escuela y me siento algo rara, estaba usando un uniforme con una falda algo corta a mi gusto, pero al mirarme al espejo me veía muy bien, no soy de adularme, pero creo que esta vez lo podía hacer. Le pedí a Tomy llegar justo a la hora, no quería tener que hablar mucho con los demás, aparte de que al primer lugar que tenía que ir era a la oficina del director, ya tenía mi plan de estudios, pero no sabía en que sector de esa inmensa academia deba estar, era muy grande.Llegamos justo cuando sonaba el timbre de ingreso, me esperaba la secretaria del director en la puerta – un gusto Alexandra, mi nombre es Tamara – extiende su mano y yo repito el gesto – mucho gusto - ¿él es tu padre? Esperábamos recibirte junto a tu madre – nos dice mirando a Tomy- no señorita, yo solo soy su chofer, pero lamentablemente la señora Diana ha tenido mucho que hacer hoy por eso no nos ha acompañado – me tuve que aguantar la risa, escucharlo decir “la señora Diana” ni el mismo se lo cree, pero mientras estemos acá, así será en frente de los demás, - entiendo, bueno, entonces Alexandra sígueme para que puedas ingresar a clases sin más retrasos- se da la media vuelta y solo pude despedirme con un gesto, Tomy hace lo mismo y se va.-Bueno, comenzare con el recorrido, sé que llegaste en la semana y que debías preparar tus materias antes de entrar, pero esto es algo que se debió hacer antes, ya está hablado con tus maestros que vas a entrar un poco más tarde, tendrás solo la primera hora hacer el recorrido – Disculpe si hubiera sabido que lo tenía que hacer antes hubiera pedido a mi madre que me trajera, le pido disculpas por eso – o cariño no te preocupes, tu padre nos avisó que no podrían venir antes, por eso hemos coordinado un pequeño recorrido, ya durante el resto del día podrás hacerlo con un delegado de tu salón, por ahora solo vienes conmigo para entregar el mapa de la escuela y que te den la bienvenida .- Ella siguió hablando, mientras yo no colocaba atención, solo miraba hacia lo que era un patio interno con una bella fuente de agua rodeada de flores, el camino no fue muy largo, en todo el camino vi a algún alumno, de repente estábamos en la puerta de la oficina del director – puedes pasar – dice ella
Llegamos a una sala pequeña, solo tenía unos cuantos estantes con libros y fotos, otros tenían medallas, copas y diplomas – Mira – me muestra Kat una foto de un equipo con ropa militar y armas – ¿Qué es esto? – Le digo algo asombrada – este es el equipo de Tácticas de la academia - pero ¿qué hacen? – parecían estar yendo a alguna pelea, alguna guerra - ¿sabes lo que es un equipo de Paintball? Son guerras de pintura – me dice ya a carcajadas – si tu piel ya es blanca ahora pareces un fantasma, ¿creías que era un equipo de guerra? – doy un suspiro de alivio – creo que sí, dime que crees que uno pensaría si le muestras solo una foto de un equipo con uniforme militar? – perdón Alé, te asusté – creo que si – Mientras me muestra más fotos veo una que me llama la atención – ¿de cuándo es esta? – Kat la mira con pena – de hace 2 años – hace una pausa – este equipo fue del año que me uní, ese día no fui a esa competencia, estaba enferma – toma la foto para verla mejor – la ganaron, pero ese
Cuando salimos del campus ya había un taxi esperándonos, estar con ellas me hacía ser más despierta, sé que Kat solo me molesta con sus insinuaciones, que no siente nada por mí, es más creo que es por Beth, pero ellas me hacen ser como nunca antes fui, ahora canto, bailo, me contagian esa alegría, no solo ellas, todos mis compañeros son mucho más alegres, con todosUn día me vieron sola, triste, ya no recuerdo porque, y ellos me animaron, Rick me llevo con él a su grupo cuando estaban almorzando, les dijo que me vio triste y todos trataron de levantarme el ánimo, nunca sentí algo así, a menos que fuera en mi casa con Diana o mi papá.Todavía no conocía muchos lugares en la ciudad, a pesar que ya llevaba más de un mes, pasaba mucho tiempo en la academia o estudiando.Pasamos por muchas tiendas, en cada una ellas se compraban algo, creo que no era mi fuerte – Alé, si te gusta te lo regalo- dice Kat – gracias, pero no te preocupes, no creo que me ponga algo así – le respondo.Pasamos p
MateoPasamos un rato muy agradable comiendo, se limitó bastante al contarme sobre ella, pero más yo al contarle sobre mí.Bajamos a los estacionamientos para llevarla a casa, solo fue cosa de verla, sentía frio, asique le pase una chaqueta que tenía en mi auto – gracias, y disculpa, no acostumbro vestir tan ligera – la miro mientras se la coloca – te ves bien así – le digo y ella no levanta la mirada – ¿donde vives? – pregunto, sus mejillas estaban rojas – en el complejo Kanagawa – le abro la puerta del auto para partir, no debí haberle dicho eso, ya no supe más que decir y ella tampoco.Hasta que rompe el silencio – hace un rato estabas molesto – me hace pensar – no lo recuerdo...– en la academia, en los dormitorios, te vi bajar las escaleras molesto – había ido a los dormitorios a medio día, solo para terminar con alguien – perdón, no te vi, creo que sí, estaba molesto, tenía un problema que solucionar y no me fue muy bien – lo lamento, no debí preguntar – no te preocupes -El res
MateoQuería verla de nuevo, sentir esa electricidad al tocar su piel, al solo mirarla. Tomé mi teléfono y llame a Kat – Mateo son recién las 8 de la mañana, no podías llamar más tarde – dice bostezando – necesito el número de Alexandra – no escucho su respuesta – ok, pero tienes que venir a los dormitorios, y más te vale apurarte porque quiero volver a dormir – me cuelga el teléfono.Por suerte era temprano y no había nadie en pie en los dormitorios de las chicas, Kat y Beth me esperaban en la entrada, aun con sus piyamas – perdón chicas por despertarlas – si entras sería un caos estando María adentro – lo sé, por lo mismo pido disculpas, ¿pero porque no me diste el numero por teléfono? -Le pregunto recién dándome cuenta que podía haber hecho eso – porque ya sabes donde vive, y ella necesita esto, me entregan una bolsa grande, dentro estaba su uniforme – ayer la dejamos contigo sin dejarla volver a los dormitorios a buscar sus cosas. Se supone pasaría ella, pero tu hablaste primero
Alexandra Pase el resto del fin de semana queriendo llamarlo, mandarle un mensaje, pero no me atreví, él tampoco lo hizo, asique tampoco me ilusione mucho.Le mande un mensaje a Beth preguntando por que lo habían mandado a mi casa, y lo único que respondió fue “el lunes hablamos” y no respondieron más.Pensándolo bien, ellas no son como los demás, Kat y Beth son las chicas más lindas de la academia, todos los chicos están detrás de ellas, pero no tienen más amigas que ellas mismas.La mitad de la cuidad es de la familia de Kat, el padre de Beth es dueño de una cadena internacional de bancos. Aún no entendía por qué ellas no estuvieron en la misma escuela que yo en Rochter. Las demás chicas deben creer que ellas están a otro nivel, lo mismo que pasaba conmigo. Para mí no es distinto a como me sentía, espero que para ellas no sea muy distinto tampoco.Ya el lunes en clases solo vi a Beth, Kat es un año mayor y está en otro salón, la vi algo distraída, no la quise molestar, pero aun a
Primer blanco. Rob le da sus 2 tiros, no era mi primera vez usando armas, pero esta es más pesada y la manera de moverse es distinta, el tiro al blanco en un lugar cerrado no tenía mucho movimiento, me adapte rápido, di en el blanco – muy bien – me felicita – vamos por más- seguía sus pasos, los demás blancos no fueron distintos – terminamos antes que el resto del grupo – miren quienes terminaron primero – nos felicita el entrenador y Mateo solo nos queda mirando – Alexandra me sorprendió mucho, reviesen los blancos y los verán- dice Rob felicitándome también, mientras ellos van revisando las cámaras van apareciendo los demás grupos, creí que al estar con Kat ella sería la primera o la segunda, pero fue la última. Tobías no sabía usar un arma. Se le caía a cada rato y eso los atrasó – ya teníamos nuestros equipos guardaos, cuando el entrenador nos llama para darnos los resultados de este pequeño entrenamiento – Kat lo lamento quedaste de las ultimas- Randy, Cristopher, James y Andrés
Katerina Lo que dijo Alé me sorprendió, ¿tan evidente éramos? Miro a Beth y tenía la misma cara de sorpresa – lo que dijo no está muy alejado de la realidad – le digo – sé que no soy el tipo de persona de la que te enamorarías…- Beth se acerca y niega con la cabeza – creo que la persona que ha estado menos tiempo con nosotras es la que ha dejado más en evidencia lo que sentimos, nos ha llegado a conocer tanto que se dio cuenta en poco tiempo – la tensión sexual entre nosotras estaba flor de piel, cada vez que estaba cerca de ella era más incómodo esconderlo, por eso siempre molesto a Alé. No aguantamos más y nos besamos como nunca antes los hice con otra persona, no podía seguir negándolo, nuestras manos recorriendo nuestros cuerpos fue tan excitante que jadeaba con el tacto de sus manos, de lo primero que nos deshicimos fue de nuestras blusas, tocando sus pechos y pezones duros, recorrí su cuello con mi lengua hasta llegar a ellos, lamia uno y el otro o acariciaba, sus