Llegamos a una sala pequeña, solo tenía unos cuantos estantes con libros y fotos, otros tenían medallas, copas y diplomas
– Mira – me muestra Kat una foto de un equipo con ropa militar y armas – ¿Qué es esto? –Le digo algo asombrada – este es el equipo de Tácticas de la academia - pero ¿qué hacen? – parecían estar yendo a alguna pelea, alguna guerra - ¿sabes lo que es un equipo de Paintball? Son guerras de pintura – me dice ya a carcajadas – si tu piel ya es blanca ahora pareces un fantasma, ¿creías que era un equipo de guerra? – doy un suspiro de alivio – creo que sí, dime que crees que uno pensaría si le muestras solo una foto de un equipo con uniforme militar? – perdón Alé, te asusté – creo que si –Mientras me muestra más fotos veo una que me llama la atención – ¿de cuándo es esta? – Kat la mira con pena – de hace 2 años – hace una pausa – este equipo fue del año que me uní, ese día no fui a esa competencia, estaba enferma – toma la foto para verla mejor – la ganaron, pero ese día al volver tuvieron un accidente y la mayoría del equipo murió –Sin querer salieron lágrimas de mis ojos, no las podía controlar, recordé de nuevo mi accidente – yo salía con él. Apunta a un chico rubio – sobrevivieron 3 pero solo uno de ellos no tubo lesiones más grabes, quedó un par de días hospitalizado y terapia de recuperación, los demás, Jean y Holly, fueron menos afortunados, Holly no volvió a caminar, y Jean - perdió una pierna – complementa un hombre entrando a la sala - el silencio que había era de pena, Kat se limpia una lagrima para que no la viéramos, y Beth la abraza– este año somos menos que en ese entonces, cada competencia que tenemos los ponemos en una foto para mostrarles que aún estamos de pie en honor a ellos – dice el hombre – hola, soy Carlos, el entrenador de Tácticas – extiende su mano hacia mí – Hola, soy Alexandra, un gusto – ¿La trajiste para que se una o solo para recordar? – le pregunta a Kat – en realidad la traía para otra cosa pero nos siguieron – me mira con las mismas ganas de comerme – ¡Kat! Ya basta deja de molestarla – la regaña nuevamente Beth, y reímos un momento antes de que nuevamente el silencio se haga presente - ¿me puedo unir? –Los ojos de Kat y del entrenador se iluminan, desde ese año ella es la única mujer en el equipo – me gustaría mucho que estés en el equipo, seria agradable entre tanto gorila – claro que sí, si quieres entrar eres bienvenida –Me anote con ellos para poder comenzar a la semana siguiente, y le entregue mi ficha de inscripción a la profesora en la hora de almuerzo, ella me miro algo extrañada, ya que no recibía muchas inscripciones en ese equipo a pesar de ser uno de los mejores en la academia- ¿está segura? Aun puede cambiar – sí, quiero entrar en este, creo que me ara bien algo distinto – ella asiente y nos libera para la última clase.Casi un mes en la academia y había olvidado que podía tomar actividades fuera del horario, eso me sacó de mi encierro y me ayudó a conocer mi entorno.Una tarde al terminar las clases, las chicas me insistían que nos fuéramos al centro comercial que hay en el centro, me costaba decir que si, ya que tenía a Tony esperándome cada día, y tenía que llamar para visar, no me gustaba mucho salir. Al llegar al auto les pido que me esperen, ellas se iban caminando ya que vivían en el campus de al lado de la escuela, eran pocos como yo que no vivían ahí, pero los fines de semana podían salir asique estaban emocionadas– Tony... las chicas quieren ir al centro comercial, pero… - no te preocupes las puedo llevar – dice con una sonrisa – Chicas, vamos juntas – les digo – claro que no - dice Kat – primero nos tenemos que cambiar de ropa, no iremos así – Kat yo tendría que ir a mi casa – no te preocupes tenemos casi el mismo cuerpo, te puedo prestar algo, dile a Tony que te de permiso, después él te va a buscar, nos vamos en taxi para que no te tenga que esperar – dice Beth con una gran sonrisa – ok le diré –Era la primera vez que entraba en ese lado del campus, como no dormía ahí no lo necesitaba, era un edificio tan grande como el de las salas de clases, pero este tenía un recibidor con sillones y pequeñas mesas, jarrones grandes con flores, parecía una sala de estar de hotel, subimos a las escaleras para ir al segundo piso, todas hablábamos de distintas cosas a la vez.Cuando lo veo bajar las escaleras, había sido imposible sacar su cara de mi mente, pasó por mi lado sin mirarme, no creo que se acuerde de mí, me detuve en la orilla de la escalera para mirar hacia donde iba, su rostro parecía molesto – ¿Lo conoces? – pregunta Kat – creo que si – respondo casi en un susurro – él es Mateo, ¿te acuerdas de la foto que te mostré? Es él, - no estaba tan mal al pesar que era el mismo chico que me ayudo el otro día, ahora se su nombre, ¿pero que estaba haciendo en el edificio de las chicas?Seguimos hacia el dormitorio de Kat, sacó algunas cosas y nos fuimos al de Beth, ambas tenían habitaciones solas - ¿todos tienen habitaciones solas? – pregunto y ellas se echan a reír – No, solo que tenemos ciertos privilegios, nuestras familias son las que dan más aportes a la academia asique quieren que tengamos otros tratos, no es 100% de mi agrado pero que se le va a hacer – dice Beth - a mí me encanta, soy muy desordenada asique puedo tener todo el espacio libre para mí – ríe Kat.Kat traía una falda negra tan corta como la del uniforme, botas largas hasta el muslo que le hacían juego y una polera blanca que combinaba muy bien, con una chaqueta negra encima, Beth no sabía que ponerse, con razón me pidieron que Tomy no esperara,- Alé, puedes ponerte lo que te guste, tengo de todo – muy bien – mientras veo que ponerme, Kat me ayuda buscando– Beth ¿con quién as usado esto? – dice mostrando un babydoll negro con encajes, haciendo que Beth se ruborice y se lo quite de las manos, no pude evitar reír– no juegues Kat – es muy lindo – le digo – se te debe ver muy bien – me miran entre risas – Alé, tú también, no sigas su juego – no le veo nada malo que uses este tipo de lencería, es muy linda – muy bien chicas, en mi lista de compras de hoy incluiré uno – dice Kat.Beth termino colocándose un jean a la cadera, una polera rosada que dejaba ver su ombligo y sus lentes de sol, ambas me ayudaron a escoger, me gustó mucho lo que me dieron, una fada similar a la de Kat, solo un poco más larga, y una polera gris que me ajustaba muy bien al cuerpo, de mangas cortas. Kat quería que me viera como ella, asique fue a buscar unas botas similares a las suyas– si les soy sincera… me siento rara - ¿por qué? Te ves muy linda – para ti siempre me veo linda – le digo a Kat avergonzada – Alé, eres una niña hermosa, no estas acostumbrada a que te lo digan, no necesitas vestirte así para que lo seas – creo que tiene razón- donde vivía antes, todas me trataban como bicho raro, era como si no existiera – les digo sin darme cuenta – la pasaste muy mal ahí – dice Beth – pero tranquila, que no estas con las mismas personas, nosotras te queremos mucho, en este poco tiempo nos has ganado a nosotras y sé que muchos más, solo que nosotras somos más importantes para ti – dice Kat y me hace reír.Bajando las escaleras escuchamos gritos, parecía una pelea, pero era solo una chica gritándole a todo el mundo – no puede ser, María ya está de malas- dice burlona Kat – ¿será que ahora si termino con ella? – le responde Beth – no era mi asunto asique no pregunté.Cuando salimos del campus ya había un taxi esperándonos, estar con ellas me hacía ser más despierta, sé que Kat solo me molesta con sus insinuaciones, que no siente nada por mí, es más creo que es por Beth, pero ellas me hacen ser como nunca antes fui, ahora canto, bailo, me contagian esa alegría, no solo ellas, todos mis compañeros son mucho más alegres, con todosUn día me vieron sola, triste, ya no recuerdo porque, y ellos me animaron, Rick me llevo con él a su grupo cuando estaban almorzando, les dijo que me vio triste y todos trataron de levantarme el ánimo, nunca sentí algo así, a menos que fuera en mi casa con Diana o mi papá.Todavía no conocía muchos lugares en la ciudad, a pesar que ya llevaba más de un mes, pasaba mucho tiempo en la academia o estudiando.Pasamos por muchas tiendas, en cada una ellas se compraban algo, creo que no era mi fuerte – Alé, si te gusta te lo regalo- dice Kat – gracias, pero no te preocupes, no creo que me ponga algo así – le respondo.Pasamos p
MateoPasamos un rato muy agradable comiendo, se limitó bastante al contarme sobre ella, pero más yo al contarle sobre mí.Bajamos a los estacionamientos para llevarla a casa, solo fue cosa de verla, sentía frio, asique le pase una chaqueta que tenía en mi auto – gracias, y disculpa, no acostumbro vestir tan ligera – la miro mientras se la coloca – te ves bien así – le digo y ella no levanta la mirada – ¿donde vives? – pregunto, sus mejillas estaban rojas – en el complejo Kanagawa – le abro la puerta del auto para partir, no debí haberle dicho eso, ya no supe más que decir y ella tampoco.Hasta que rompe el silencio – hace un rato estabas molesto – me hace pensar – no lo recuerdo...– en la academia, en los dormitorios, te vi bajar las escaleras molesto – había ido a los dormitorios a medio día, solo para terminar con alguien – perdón, no te vi, creo que sí, estaba molesto, tenía un problema que solucionar y no me fue muy bien – lo lamento, no debí preguntar – no te preocupes -El res
MateoQuería verla de nuevo, sentir esa electricidad al tocar su piel, al solo mirarla. Tomé mi teléfono y llame a Kat – Mateo son recién las 8 de la mañana, no podías llamar más tarde – dice bostezando – necesito el número de Alexandra – no escucho su respuesta – ok, pero tienes que venir a los dormitorios, y más te vale apurarte porque quiero volver a dormir – me cuelga el teléfono.Por suerte era temprano y no había nadie en pie en los dormitorios de las chicas, Kat y Beth me esperaban en la entrada, aun con sus piyamas – perdón chicas por despertarlas – si entras sería un caos estando María adentro – lo sé, por lo mismo pido disculpas, ¿pero porque no me diste el numero por teléfono? -Le pregunto recién dándome cuenta que podía haber hecho eso – porque ya sabes donde vive, y ella necesita esto, me entregan una bolsa grande, dentro estaba su uniforme – ayer la dejamos contigo sin dejarla volver a los dormitorios a buscar sus cosas. Se supone pasaría ella, pero tu hablaste primero
Alexandra Pase el resto del fin de semana queriendo llamarlo, mandarle un mensaje, pero no me atreví, él tampoco lo hizo, asique tampoco me ilusione mucho.Le mande un mensaje a Beth preguntando por que lo habían mandado a mi casa, y lo único que respondió fue “el lunes hablamos” y no respondieron más.Pensándolo bien, ellas no son como los demás, Kat y Beth son las chicas más lindas de la academia, todos los chicos están detrás de ellas, pero no tienen más amigas que ellas mismas.La mitad de la cuidad es de la familia de Kat, el padre de Beth es dueño de una cadena internacional de bancos. Aún no entendía por qué ellas no estuvieron en la misma escuela que yo en Rochter. Las demás chicas deben creer que ellas están a otro nivel, lo mismo que pasaba conmigo. Para mí no es distinto a como me sentía, espero que para ellas no sea muy distinto tampoco.Ya el lunes en clases solo vi a Beth, Kat es un año mayor y está en otro salón, la vi algo distraída, no la quise molestar, pero aun a
Primer blanco. Rob le da sus 2 tiros, no era mi primera vez usando armas, pero esta es más pesada y la manera de moverse es distinta, el tiro al blanco en un lugar cerrado no tenía mucho movimiento, me adapte rápido, di en el blanco – muy bien – me felicita – vamos por más- seguía sus pasos, los demás blancos no fueron distintos – terminamos antes que el resto del grupo – miren quienes terminaron primero – nos felicita el entrenador y Mateo solo nos queda mirando – Alexandra me sorprendió mucho, reviesen los blancos y los verán- dice Rob felicitándome también, mientras ellos van revisando las cámaras van apareciendo los demás grupos, creí que al estar con Kat ella sería la primera o la segunda, pero fue la última. Tobías no sabía usar un arma. Se le caía a cada rato y eso los atrasó – ya teníamos nuestros equipos guardaos, cuando el entrenador nos llama para darnos los resultados de este pequeño entrenamiento – Kat lo lamento quedaste de las ultimas- Randy, Cristopher, James y Andrés
Katerina Lo que dijo Alé me sorprendió, ¿tan evidente éramos? Miro a Beth y tenía la misma cara de sorpresa – lo que dijo no está muy alejado de la realidad – le digo – sé que no soy el tipo de persona de la que te enamorarías…- Beth se acerca y niega con la cabeza – creo que la persona que ha estado menos tiempo con nosotras es la que ha dejado más en evidencia lo que sentimos, nos ha llegado a conocer tanto que se dio cuenta en poco tiempo – la tensión sexual entre nosotras estaba flor de piel, cada vez que estaba cerca de ella era más incómodo esconderlo, por eso siempre molesto a Alé. No aguantamos más y nos besamos como nunca antes los hice con otra persona, no podía seguir negándolo, nuestras manos recorriendo nuestros cuerpos fue tan excitante que jadeaba con el tacto de sus manos, de lo primero que nos deshicimos fue de nuestras blusas, tocando sus pechos y pezones duros, recorrí su cuello con mi lengua hasta llegar a ellos, lamia uno y el otro o acariciaba, sus
Alexandra Estaba tan emocionada por ellas, al ver a Mateo no podía disimular mi alegría – me alegra verte- me dice colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja – a mí también me alegra - ¿podemos hablar en algún lado? – pregunta mirando hacia adentro – cerca hay una cafetería, podemos ir ahí – La cafetería no estaba muy lejos del complejo, saliendo de él a una cuadra, nos sentamos en una mesa pequeña, pero él se sentó aún más cerca de mí, abrazando mi silla. No lo conocía para nada, solo lo que las chicas me habían contado de él, aun así, tenía la sensación de que había pasado una vida esperándolo, me daba tranquilidad, solo cuando rosaba sus manos en mi piel sentía esa electricidad que no la podía evitar. Mateo Fuimos a un café cerca del complejo, no podía evitar el perderme en su belleza, su cabello completamente negro, su piel suave y blanca, ya no estaba con uniforme, llevaba un jean a la cadera, zapatos deportivos y una polera que hacía que le
Alexandra En nuestra sociedad, la unión de las familias aun es lo más importante, necesitan conservar una línea de poder, la gran mayoría las funde, las mínimas, como la mía, las mantiene separadas, pero consume otras más pequeñas. Si sus familias aceptan la relación serían más fuertes aún. - ¿quieres subir? – estábamos sentados tan cerca que su brazo ya no pasaba por la silla, si no por mis hombros - ¿no tendrás problemas si voy contigo? – niego con la cabeza. Diana me manda un texto preguntando si esta todo bien, le pido que se tome el resto de la tarde, que le hablaría cuando la necesitara. No quería hablarle de mi familia a Mateo hasta estar segura de que no se espantaría con mi familia, asique decidí mantenerlo para mí un tiempo más. Entramos y estaba todo a oscuras, con las cortinas del ventanal de fondo abiertas, si no es porque Mateo queda mirándolas no me doy cuenta lo lindas que se ven a estas horas – ¿siempre estás sola? – ¿te gustaría que así fue