-Bueno, comenzare con el recorrido, sé que llegaste en la semana y que debías preparar tus materias antes de entrar, pero esto es algo que se debió hacer antes, ya está hablado con tus maestros que vas a entrar un poco más tarde, tendrás solo la primera hora hacer el recorrido
– Disculpe si hubiera sabido que lo tenía que hacer antes hubiera pedido a mi madre que me trajera, le pido disculpas por eso – o cariño no te preocupes, tu padre nos avisó que no podrían venir antes, por eso hemos coordinado un pequeño recorrido, ya durante el resto del día podrás hacerlo con un delegado de tu salón, por ahora solo vienes conmigo para entregar el mapa de la escuela y que te den la bienvenida .-Ella siguió hablando, mientras yo no colocaba atención, solo miraba hacia lo que era un patio interno con una bella fuente de agua rodeada de flores, el camino no fue muy largo, en todo el camino vi a algún alumno, de repente estábamos en la puerta de la oficina del director – puedes pasar – dice ella – bienvenida señorita Alexandra espero haya tenido un buen recorrido inicial- dice la directora – sí, muchas gracias –Me sorprendió, mi padre me había dicho que era un hombre el director, pero eso ya era lo de menos. Comenzó con la charla típica de lo que es su academia, “somos formadores y blablablá, no es que no le quisiera poner atención, solo que yo quería está en las salas, era la primera vez que estaba ansiosa por estar en la escuela, y ella no paraba de hablar, hasta que la fin– muy bien ahora espero que tengas una buena jornada, Tamara te entregara lo que falta para que puedas empezar con tus clases – muchas gracias señora directora –Sonrío solo sabiendo que lo aburrido ya había terminado. Tamara me entrega un pequeño mapa de las instalaciones, era un pequeño libro con cada sección – si te fijas cada sección tiene su nombre, acá están los salones de clases y estos son los de actividades extras- me llama la atención el nombre de un salón “tácticas”- solo es una coincidencia- pensé mientras me explicaba el resto- pero no te preocupes, hoy te llevaré a tu salón – muchas gracias, ya tenía miedo de perderme – y no era mentira, definitivamente es un lugar muy grande.Al entrar al salón Tamara me presenta a mis compañeros y profesor, y como en todas las series que había visto, mi asiento estaba de entre los últimos, me sentí algo extraña, pero sabía que no será lo mismo, no podía serlo.Ya que estuve mucho tiempo en el recorrido y con la directora, el tiempo que estuve en esa clase fue corto, pero al terminar y salir el profesor de la sala, comenzó el caos.Creo que era el juguete nuevo del salón, varios, chicas y chicos, se me aceraron queriendo saber quién era, de donde venía, hasta que una de ellos les gritó - ¡ya basta! La están asustando que va a pensar de ustedes idiotas, los tendrá que aguatar por dos años, asique contrólense – todos echaron a reír mientras caminaban a otro lado – hola, mi nombre es Elizabeth – Hola, muchas gracias ya no sabía que decir – eres la nueva, aparte de bonita, vas a tener que aguantar, faltan los de los demás salones cuando se enteren que hay alguien nuevo- me mira con una sonrisa – me tendré que cuidar entonces- suspiro- no es mi intención asustarte, pero antes del recorrido oficial necesitas saberlo – ok dime – los chicos no saben mantener sus pantalones puestos, la mayoría de las chicas, como yo- hace una pausa – espero no te asustes, somos demente más abierta, espero sepas a lo que me refiero – No es que me de miedo, puedo ser de mente abierta pero creo que ese no es mi estilo – le digo y ambas reímos- Bueno, creo que Tamara te dio un pequeño recorrido en lo que pudo, yo te mostrare más de la academia, ahora tenemos 2 horas libres, es el único día que las tenemos entre clases, creo que se les debió haber olvidado, o no habrías llegado tarde hoy, asique podemos empezar-Me extiende su mano para pararme de mi lugar.Recorrimos por lo menos el resto de los salones, en donde siempre alguien se paró a saludarla y para ver quién era la chica nueva, ella era muy popular.Paramos en frente de una cancha, donde había un bello prado para poder sentarnos, cerca había un pequeño carro- te muestro lo mejor de este recorrido – dime que es descansar por favor- me mira y niega – ves aquel carro, ahí tenemos una pequeña cafetería, tiene de todo para poder comer, ven vamos a ver –No habían muchos chicos a su alrededor, pude ver que había un hombre atendiéndolos, habían pasteles, bebidas, frutas y otras cosas que no alcanzaba a ver – este es solo el primero que encuentras en el campus, todos son distintos, como la cafetería está en el edificio central perdemos mucho tiempo e ir y volver entre clases y cambios de salones o actividades, asique el conejo de alumnos pidió que hubieran cada ciertos tramos dentro del campus – su mirada era como si estuviera viendo a su gran amor- y esto es lo mejor- dice emocionada- me da un pastel de fresa y un batido por favor – sus ojos brillaban de la emoción por ese trozo de pastel – ¿quieres algo? – e… si quiero lo mismo – le digo saliendo de mis pensamientos.Nos sentamos en una banca del campus ya más cerca de los salones, se estaba acercando la hora de entrar a clases asique no nos alejamos mucho. Las 2 horas libres se hicieron muy cortas – esto es delicioso – le digo – te lo dije, estos son los mejores del campus – estuvimos un momento en silencio mientras mirábamos a los chicos de la cancha guardando, era el equipo de fútbol – dime, ¿cómo fue que llegaste a esta academia? – si te soy sincera, no sabía que era una academia, creía que era una escuela como las demás – a que te refieres, esta es la academia más prestigiosa del país, ¿cómo no lo sabias? – creo que viví mucho tiempo en una burbuja, después de mi accidente, así que no me di cuenta de lo que había a mi alrededor, recién estoy empezando a salir de ella – me mira con ganas de llorar- creo que te lo perdono solo por eso, mi familia ha estado en esta academia desde su fundación, cada año llega gente que solo viene por renombre, de que hayan salido de la mejor educación que hay.- ¿es de tu familia? – algo así – responde mientras abraza sus piernas mirando ya a nada – creo que ya es hora – separa de un salto – se nos ara tarde vamos tenemos clases-Llegamos justo al salón cuando entraba la maestra, era clase de filosofía , quede impresionada con su forma de ser, cada uno de esos chicos que unas horas antes estaban haciendo un escándalo cuando se fue el maestro, ahora estaban todos en silencio poniendo atención, creo que era verdad lo que decía Elizabeth, todos parecían unos bebés, ya veía como se les caía la baba viendo a la maestra, me mordía el labio para no reír.Mientras pasaban los días, conocía a más chicos, Beth me ayudó mucho en eso, eran todos muy agradables, claro que con los que ya me juntaba, habían algunas que no les agradaba la idea de haber dejado de ser el centro de atención, pero no fue problema, sabía que encontraría gente así, no me subí en la nube del ego alto, me agradaba tener amigos por primera vez, sobre todo que se me acercaran solo por hablar o compartir una comida, sentía todo muy distinto, está por primera vez feliz.- ¡chicos! – llama nuestra atención la maestra encargada de las actividades extraordinarias – a todos los nuevos, para hoy necesito las listas de sus actividades, comienzan ya este lunes y la tengo que presentar, los que se van a unir más tardar al almuerzo se presentan conmigo - ¡sí! – responden todos. – ¿se unirán al mismo este año? – pregunta Kat – yo sí. Seguiré en fotografía – responde Beth – ¿qué actividades hay? – ¿Tamara no te las mostró en tu recorrido? – pregunta suspirando Beth - creo que sí pero no le puse atención – tu libreta – me pide Kat – mira estos son las – la interrumpo – ¿qué es Tácticas? – ¿fue a lo único que le pusiste atención? - pregunta ella – creo que si – le digo algo nerviosa - ¿tu estas en ese Kat? – pregunta Beth – sí, somos el mejor extra de la academia, tenemos competencias locales y nacionales – dice muy segura – ¿te gustaría conocerlo? – me dice Kat sentándose en mi mesa, acercando mi rostro al suyo con la pequeña libreta, haciendo que mi cara se ponga roja con la cercanía – ya Kat para – la regaña Beth – deja de hacer eso – no es mi culpa que me tiente con esta niña – su expresión camba por completo al hablar así de mí, queriendo comerme con la mirada – vamos te enseñare –Quería saber si lo que había dicho aquel chico era una coincidencia o solo fue por decir algo.Llegamos a una sala pequeña, solo tenía unos cuantos estantes con libros y fotos, otros tenían medallas, copas y diplomas – Mira – me muestra Kat una foto de un equipo con ropa militar y armas – ¿Qué es esto? – Le digo algo asombrada – este es el equipo de Tácticas de la academia - pero ¿qué hacen? – parecían estar yendo a alguna pelea, alguna guerra - ¿sabes lo que es un equipo de Paintball? Son guerras de pintura – me dice ya a carcajadas – si tu piel ya es blanca ahora pareces un fantasma, ¿creías que era un equipo de guerra? – doy un suspiro de alivio – creo que sí, dime que crees que uno pensaría si le muestras solo una foto de un equipo con uniforme militar? – perdón Alé, te asusté – creo que si – Mientras me muestra más fotos veo una que me llama la atención – ¿de cuándo es esta? – Kat la mira con pena – de hace 2 años – hace una pausa – este equipo fue del año que me uní, ese día no fui a esa competencia, estaba enferma – toma la foto para verla mejor – la ganaron, pero ese
Cuando salimos del campus ya había un taxi esperándonos, estar con ellas me hacía ser más despierta, sé que Kat solo me molesta con sus insinuaciones, que no siente nada por mí, es más creo que es por Beth, pero ellas me hacen ser como nunca antes fui, ahora canto, bailo, me contagian esa alegría, no solo ellas, todos mis compañeros son mucho más alegres, con todosUn día me vieron sola, triste, ya no recuerdo porque, y ellos me animaron, Rick me llevo con él a su grupo cuando estaban almorzando, les dijo que me vio triste y todos trataron de levantarme el ánimo, nunca sentí algo así, a menos que fuera en mi casa con Diana o mi papá.Todavía no conocía muchos lugares en la ciudad, a pesar que ya llevaba más de un mes, pasaba mucho tiempo en la academia o estudiando.Pasamos por muchas tiendas, en cada una ellas se compraban algo, creo que no era mi fuerte – Alé, si te gusta te lo regalo- dice Kat – gracias, pero no te preocupes, no creo que me ponga algo así – le respondo.Pasamos p
MateoPasamos un rato muy agradable comiendo, se limitó bastante al contarme sobre ella, pero más yo al contarle sobre mí.Bajamos a los estacionamientos para llevarla a casa, solo fue cosa de verla, sentía frio, asique le pase una chaqueta que tenía en mi auto – gracias, y disculpa, no acostumbro vestir tan ligera – la miro mientras se la coloca – te ves bien así – le digo y ella no levanta la mirada – ¿donde vives? – pregunto, sus mejillas estaban rojas – en el complejo Kanagawa – le abro la puerta del auto para partir, no debí haberle dicho eso, ya no supe más que decir y ella tampoco.Hasta que rompe el silencio – hace un rato estabas molesto – me hace pensar – no lo recuerdo...– en la academia, en los dormitorios, te vi bajar las escaleras molesto – había ido a los dormitorios a medio día, solo para terminar con alguien – perdón, no te vi, creo que sí, estaba molesto, tenía un problema que solucionar y no me fue muy bien – lo lamento, no debí preguntar – no te preocupes -El res
MateoQuería verla de nuevo, sentir esa electricidad al tocar su piel, al solo mirarla. Tomé mi teléfono y llame a Kat – Mateo son recién las 8 de la mañana, no podías llamar más tarde – dice bostezando – necesito el número de Alexandra – no escucho su respuesta – ok, pero tienes que venir a los dormitorios, y más te vale apurarte porque quiero volver a dormir – me cuelga el teléfono.Por suerte era temprano y no había nadie en pie en los dormitorios de las chicas, Kat y Beth me esperaban en la entrada, aun con sus piyamas – perdón chicas por despertarlas – si entras sería un caos estando María adentro – lo sé, por lo mismo pido disculpas, ¿pero porque no me diste el numero por teléfono? -Le pregunto recién dándome cuenta que podía haber hecho eso – porque ya sabes donde vive, y ella necesita esto, me entregan una bolsa grande, dentro estaba su uniforme – ayer la dejamos contigo sin dejarla volver a los dormitorios a buscar sus cosas. Se supone pasaría ella, pero tu hablaste primero
Alexandra Pase el resto del fin de semana queriendo llamarlo, mandarle un mensaje, pero no me atreví, él tampoco lo hizo, asique tampoco me ilusione mucho.Le mande un mensaje a Beth preguntando por que lo habían mandado a mi casa, y lo único que respondió fue “el lunes hablamos” y no respondieron más.Pensándolo bien, ellas no son como los demás, Kat y Beth son las chicas más lindas de la academia, todos los chicos están detrás de ellas, pero no tienen más amigas que ellas mismas.La mitad de la cuidad es de la familia de Kat, el padre de Beth es dueño de una cadena internacional de bancos. Aún no entendía por qué ellas no estuvieron en la misma escuela que yo en Rochter. Las demás chicas deben creer que ellas están a otro nivel, lo mismo que pasaba conmigo. Para mí no es distinto a como me sentía, espero que para ellas no sea muy distinto tampoco.Ya el lunes en clases solo vi a Beth, Kat es un año mayor y está en otro salón, la vi algo distraída, no la quise molestar, pero aun a
Primer blanco. Rob le da sus 2 tiros, no era mi primera vez usando armas, pero esta es más pesada y la manera de moverse es distinta, el tiro al blanco en un lugar cerrado no tenía mucho movimiento, me adapte rápido, di en el blanco – muy bien – me felicita – vamos por más- seguía sus pasos, los demás blancos no fueron distintos – terminamos antes que el resto del grupo – miren quienes terminaron primero – nos felicita el entrenador y Mateo solo nos queda mirando – Alexandra me sorprendió mucho, reviesen los blancos y los verán- dice Rob felicitándome también, mientras ellos van revisando las cámaras van apareciendo los demás grupos, creí que al estar con Kat ella sería la primera o la segunda, pero fue la última. Tobías no sabía usar un arma. Se le caía a cada rato y eso los atrasó – ya teníamos nuestros equipos guardaos, cuando el entrenador nos llama para darnos los resultados de este pequeño entrenamiento – Kat lo lamento quedaste de las ultimas- Randy, Cristopher, James y Andrés
Katerina Lo que dijo Alé me sorprendió, ¿tan evidente éramos? Miro a Beth y tenía la misma cara de sorpresa – lo que dijo no está muy alejado de la realidad – le digo – sé que no soy el tipo de persona de la que te enamorarías…- Beth se acerca y niega con la cabeza – creo que la persona que ha estado menos tiempo con nosotras es la que ha dejado más en evidencia lo que sentimos, nos ha llegado a conocer tanto que se dio cuenta en poco tiempo – la tensión sexual entre nosotras estaba flor de piel, cada vez que estaba cerca de ella era más incómodo esconderlo, por eso siempre molesto a Alé. No aguantamos más y nos besamos como nunca antes los hice con otra persona, no podía seguir negándolo, nuestras manos recorriendo nuestros cuerpos fue tan excitante que jadeaba con el tacto de sus manos, de lo primero que nos deshicimos fue de nuestras blusas, tocando sus pechos y pezones duros, recorrí su cuello con mi lengua hasta llegar a ellos, lamia uno y el otro o acariciaba, sus
Alexandra Estaba tan emocionada por ellas, al ver a Mateo no podía disimular mi alegría – me alegra verte- me dice colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja – a mí también me alegra - ¿podemos hablar en algún lado? – pregunta mirando hacia adentro – cerca hay una cafetería, podemos ir ahí – La cafetería no estaba muy lejos del complejo, saliendo de él a una cuadra, nos sentamos en una mesa pequeña, pero él se sentó aún más cerca de mí, abrazando mi silla. No lo conocía para nada, solo lo que las chicas me habían contado de él, aun así, tenía la sensación de que había pasado una vida esperándolo, me daba tranquilidad, solo cuando rosaba sus manos en mi piel sentía esa electricidad que no la podía evitar. Mateo Fuimos a un café cerca del complejo, no podía evitar el perderme en su belleza, su cabello completamente negro, su piel suave y blanca, ya no estaba con uniforme, llevaba un jean a la cadera, zapatos deportivos y una polera que hacía que le