Bastián se quedó en silencio por un instante, viéndola directamente con los ojos entrecerrados y la mandíbula apretada, él parecía querer mostrar su habitual máscara de frialdad, como si no le hubieran afectado las palabras de Carmen, pero ella podía ver su disgusto y el dolor.Al parecer todo lo que Carmen dijo, parecía haber dado justo en el clavo.—Hemos convivido juntos desde jóvenes, crecimos juntos, Carmen, he hecho todo lo que he podido por ti y… ¿Ni siquiera un voto de confianza me puedes dar?, ¿así es como me quieres pagar? — Mascullo Bastián luego de haberse tomado su momento.—¿Cómo te quiero pagar qué cosa…? — Preguntó Carmen, elevando una ceja con incredulidad.—Cuidé de ti todos estos años…—¿Me cuidaste?, ¿así lo recuerdas tú?, por qué yo lo recuerdo muy diferente, Bastián… De cuando éramos jóvenes, recuerdo un dedo acusador y una mirada llena de odio cuando tú y tu madre dijeron que yo era la culpable de la muerte del señor Hidalgo, solo porque no supe qué hac
Carmen tuvo el presentimiento de que lo mejor, por el momento, era no comentarle nada a Marcus sobre la discusión que ella escuchó en la biblioteca con los padres de él y mucho menos, sobre lo que sucedió con Bastián. — Bien, es hora de hacer el anuncio de nuestro compromiso… — Marcus tomó la mano de Carmen y la colocó nuevamente sobre su brazo, para que ella se sostuviera de él, como ya lo habían hecho antes, y Carmen sintió como se le sobresaltó el corazón al escuchar que ya había llegado el gran momento. Y en una pequeña tarima improvisada en la sala principal del pent-house, frente a todos los invitados, Marcus se arrodilló frente a Carmen, sacando del bolsillo de su chaqueta un hermoso anillo de compromiso con una grandiosa piedra. Con una joya un poco más impresionante que la que Bastián le entregó a Laura en su compromiso y con mucha delicadeza, Marcus deslizo la costosa y exclusiva sortija por el delgado dedo de Carmen. — Este anillo es mi promesa de un próximo matrimon
Y por un rato más la fiesta continuó, hasta que los invitados comenzaron a abordar a los prometidos para despedirse, incluyendo a la familia Hidalgo, quien antes de irse, pasaron a felicitar una vez más a la pareja.Pues debían mantener las apariencias frente a todos, excepto por Bastián, quien fue el primero en salir sin decir nada, ni despedirse.Mercedes, su madre, simuló una sonrisa, pero Carmen pudo reconocer en su expresión esa mirada de odio que la señora ya le había dirigido muchas veces antes, algo habitual.Más atrás, Carolina Hidalgo solo tomó la punta de la mano de Carmen con apatía, simulando un apretón, mientras que Nicolás, el padre de Marcus, intentó ser algo más amable, dándole un corto y sencillo medio abrazo a Carmen, algo distante.La última en salir, fue Laura, quien sorprendió a Carmen con un fuerte y apretado abrazo que duró lo suficiente como para que se sintiera asfixiada y al soltarla, dejar a Carmen casi sin aliento.—¿Pasó algo?, ¿te sientes bien? — P
—Si, como tal, el apellido Beltrán desapareció, se extinguió con la muerte de los últimos cabecillas y con respecto a la herencia, pues está retenida mientras los familiares lejanos siguen en peleas legales por saber quién se queda con la fortuna… — Marcus se encogió de hombros como si nada, mientras hablaba al tiempo que se paseaba por el salón.—Pero tú… Acabas de decirme que tú y tu padre… Que ustedes eran familiares lejanos de los Beltrán, ¿eso quiere decir que…? — Murmuró Carmen pensativa.—¡Exacto, diste en el blanco, Carmen! — Marcus sonrió, levantando la copa. — Mi padre es uno de esos familiares que también está peleando por esa gigantesca herencia, todos la quieren… ¿O por qué crees que Carolina Hidalgo se casó con mi papá?—¿Qué? — Carmen arrugó el entrecejo, confundida.—Piénsalo, un hombre viudo, con un hijo algo crecidito, no debía ser un gran candidato para una mujer adinerada, joven, hermosa y soltera, como la gran Carolina Hidalgo. — Marcus le guiñó el ojo a
No era sencillo olvidar a Bastián, el hombre que Carmen amó desde niña, con quien convivió casi toda su vida y con quien ella mantuvo una relación íntima por años.Un hombre que aunque cometió muchos errores y en algunos momentos fue muy cruel con Carmen, también en otras ocasiones, fue muy dulce y amable con ella.Pues en diferentes momentos de su vida, Bastián le enseñó a Carmen y solo a Carmen, un lado tierno que nadie más conocía del hombre frío y orgulloso que todos veían en el exterior.Y eso hacía sentir a Carmen especial.Quizás por eso ella todavía no podía olvidarlo, pero Carmen estaba segura de que solo necesitaba tiempo y todas sus heridas sanarían, Marcus tenía que entenderlo, pues solo había pasado algunos días desde que empezaron esta inesperada relación.Carmen daba vueltas en su cama pensando en todo esto, luego de Marcus se despidiera para dormir, él simulaba estar bien, pero se notaba que en el fondo Marcus estaba incómodo por el rechazo de Carmen, y eso tambié
Aunque su pudor le gritaba a Carmen que detuviera la mano que bajaba, por supervivencia y por instinto, ella sostuvo la mano que apretaba su cuello, evitando que la ahorcara más.—¿Qué no sabes de qué hablo?, no tienes que avergonzarte o simular, Carmen, ya otras en tu lugar han pasado por lo mismo y tú… — Fue declarando Elías.Mientras que Carmen de inmediato pensó en Pamela, la otra asistente, ¿otras han pasado por lo mismo?, ¿qué clase de hombre era este?—Mírate, tú no eres nadie… Eres una simple huérfana, sin papeles, ni procedencia, con estudios medios y sin experiencia alguna, y aquí estás, en mi empresa… Lograste conseguir un buen empleo, uno sin muchas responsabilidades y con un sueldo estúpidamente alto, solo porque Marcus se lo inventó…—¡¿Qué?! — Carmen se detuvo impactada, este trabajo, este puesto, ¿Marcus lo inventó?, ¿por qué él haría algo como eso?—Así es, entonces, ya ambos sabemos lo que quiero decir… No sé qué tan bien te los coj€s o si es que tienes oro
Bastián no la veía con rabia o decepción, mucho menos parecía juzgarla, ¿cómo podría? Ella no era la culpable y él lo sabía.Cuando por fin Carmen se atrevió a levantar la mirada hacia él, ella vio por primera vez, en los ojos de Bastián, una expresión que parecía ser compasión.¿El CEO multimillonario frío y orgulloso podía sentir algo así?—Gracias, Bastián… Muchas gracias, yo no sé qué hubiera sido si… — Carmen terminó de quebrarse, todavía nerviosa y reventando en llanto, ella abrazó a Bastián.En ese momento, él se convirtió su refugio seguro, su salvador.Bastián se impresionó por el abrazo de Carmen, la fuerza con la que ella se aferraba a él, temblando, mientras lloraba, él se quedó estático por un instante.Pues después de todos los rechazos por parte de Carmen desde que ella se marchó, Bastián no se esperaba ese abrazo, pero la comprendió, por lo que no dijo nada, no fue necesario.Él solo la recibió con los brazos abiertos, apretándola contra su pecho el tiempo sufi
«¿Qué dijo Bastián?, ¿qué podía haber muchas personas mal intencionadas a mi alrededor?, ¿de quiénes habla?, ¿qué es lo que Bastián quería decir?»«¿Acaso Bastián ya sabía qué clase de persona era Elías?, ¿pero cómo es que Marcus, siendo amigos de Elías, no lo sabía?»La mente de Carmen empezó a trabajar a toda velocidad sacando diferentes conclusiones.«O quizás Bastián solo lo decía en general, podía ser que él hablaba de la maldad de las personas en general y puede ser que yo simplemente esté siendo paranoica»«Un momento… Elías había dicho que Bastián quería comprar su empresa, entonces… ¿Bastián había llegado para cerrar el negocio y se encontró con esto, o él ya sabía, ya conocía de las intenciones de Elías?, ¿y cómo es que…?»Había tantas preguntas por hacer, pero solo había una que englobaba lo que Carmen quería decir.—Espera un minuto… Bastián… Todo este tiempo, tú… ¿Tú me has estado siguiendo? — Soltó Carmen con convicción.—Te dije que nunca te dejaría… — Contestó