Ambos salimos del apartamento satisfechos y felices, él me acompañó hasta la salida del edificio y cuando ya estábamos allí, él volteó a verme.— ¿Quieres que te lleve a casa? — me preguntó.Yo lo quedé mirando y negué con la cabeza. quien diría que este hombre tan odioso y prepotente me preguntaría tal cosa.— Puedo irme sola — Le dije.Dimitri respiro profundamente.— Después no te quejes de mi mala actitud — Me dijo de mala gana.Yo sonreí un poco, era un poco lindo cuando trataba de ser amable.— Quedamos en que esto será como si fuera un polvo de una noche ¿tu acompañas a casa a todas las mujeres con las que has follado? — le pregunté.Dimitri se metió la mano al bolsillo, sacó su billetera, después unos cuantos billetes y me los metió dentro del escote.— Para la hamburguesa — me dijo con una sonrisa.Yo me saque los billetes y los guardé en mi bolso. Él se acercó más a mí, se inclinó y me besó, pero esta vez no fue un beso insípido como los que me daba anteriormente, yo le resp
Cuando íbamos llegando a las puertas de mi trabajo, apareció Joaquín de la nada. Yo me detuve en seco y lo quedé mirando. Él miró a Dimitri y después a mí.— ¿Es tu amigo? — me preguntó señalando a Dimitri.Yo voltee a ver a Dimitri que tenía cara de querer matar.— Si — Le contesté.Dimitri empezó a reír. Después le tendió la mano a Joaquín y este la apretó.— follamos de vez en cuando, de hecho, nos estás interrumpiendo, así que házte a un lado que estoy muy cachondo — le dijo Dimitri.Joaquín alejo su mano y me miró con el ceño fruncido, yo mire a Dimitri y lo fulmine con mirada.— Puede ser tu hijo, Grace — dijo Joaquín.Dimitri volvió a reírse.— Sí, me encanta jugar con ella a que somos madre e hijo, adoro cuando me amamanta, es simplemente delicioso — contestó.Yo estaba en shock. ¿Qué carajo le estaba pasando? Y ¿por qué yo no le decía nada?— No tenemos ni dos meses de separados y ya te estás metiendo con otro, definitivamente eres una puta — me dijo.Dimitri le dio un puñeta
Llegué a casa de Boris, sabía que aquí estaría Rafael, nuestro abogado. Según Boris, el hombre lo tenía todo para ser el hombre perfecto: era educado, trabajador, amoroso y muy detallista. Según, nadie sabe por qué su esposa se divorció y se fue con alguien más. Grandes misterios de la vida. Pero yo intuía el porqué. Rafael era… muy feo. Un golpe en los huevos era mucho mejor que verlo, y su plática tampoco era tan amena ni divertida. Hablar con Rafael era sumamente aburrido y desesperante, pero el tipo era excelente en su trabajo, eso sí se tiene que reconocer.— ¡Dima! — gritó Anna, la hija de Boris.Ella corrió hacia mí y me abrazó. Yo la cargué de inmediato. Anna era preciosa, con suaves rizos dorados y ojos azules que enmarcaban su rostro. Parecía una muñequita, de esas que debes coleccionar. Tenía seis años, pero era la niña más inteligente que conocía.— Pipa ha parido, y te he guardado un gato — me dijo con una sonrisa.Yo sonreí forzadamente. Yo no era bueno con los animales,
Me acerqué a él y me subí a su regazo. Dimitri agarró su polla y la guió a mi entrada. Bajé lentamente hasta que estuvo profundamente en mí. — ¿De dónde sacaste a ese idiota? — le pregunté. Dimitri agarró mi culo y empezó a subirlo y bajarlo con lentitud. — ¿Por qué quieres hablar de otro hombre mientras estoy follándote? — me preguntó. Me mordí el labio inferior mientras sentía cómo el piercing me raspaba dentro y me hacía sentir nuevas y deliciosas sensaciones. — Solo es curiosidad — le contesté. Dimitri negó con la cabeza. — En este momento eres mía, y te prohíbo hablar de alguien más que no sea yo — me dijo. Sonreí un poco, me abracé a su cuello y lo besé. Él me respondió al beso con intensidad mientras guiaba los movimientos de mi cadera. Cada embestida era más intensa que la otra. Me separé un poco de él y lo miré a los ojos. Dimitri tenía algo que posiblemente me asustaría si me enterara, pero ese algo lo envolvía en un aura oscura de misterio que lo hacía ver aún más a
Abrí los ojos de repente, y lo primero que vi fue el rostro de Grace a centímetros del mío, me separé de ella de inmediato, esto no debería estar pasando, jamás había dormido toda una noche con ninguna de las mujeres que me he follado.— Pareces consternado — dijo la somnolienta voz de Grace.Ella se sentó en la cama y me miró sonriente.— No me voy a enamorar de ti, no te preocupes por eso, y tampoco me gusta dormir con los hombres que me follo ocasionalmente, así que deja tu drama — me dijo.Yo la miré y le sonreí un poco.— No estoy preocupado por eso, simplemente me sorprendió despertar al lado de alguien, siempre duermo solo — le contesté.Grace se encogió de hombros.— Me tatuaré — me dijo.Yo negué de inmediato con la cabeza, la piel de Grace era perfecta, parecía porcelana y tatuarla la estropearía por completo.— Quiero uno pequeño, algo lindo — me dijo con una sonrisa.— Duele mucho — le dije.Ella se volvió a encoger de hombros.— Si puedo resistir los masajes reductores, u
Llegué al taller donde estaban trabajando en el nuevo coche, Boris estaba con los mecánicos, me acerqué a él y le sonreí un poco.— Lo dejaré esta temporada — le dije.Él sonrió ampliamente.— Eso es una muy buena noticia. ¿Pero por qué tomaste esa decisión? — preguntó.Yo me encogí de hombros, la verdad es que quería tener más tiempo para mí.— Quiero enfocarme en los negocios. Los he dejado de lado por un largo tiempo — le di como excusa.Boris asintió con la cabeza.— Estos días te he visto un poco más relajado, ¿es por esa mujer? — me preguntó.Yo negué con la cabeza de inmediato. Grace y yo solo nos acostábamos, y yo lo hacía con cualquiera, así que su comentario estaba fuera de lugar.— Deja de hacerte ideas con ella. Grace solo es… la mujer con la que follo ocasionalmente — le respondí.Boris aún tenía una sonrisa en los labios, algo que me molestaba demasiado.— Me voy — le dije.Me di la vuelta y me topé con Nora, ella sonrió al verme.— Tengo muchas ideas para el nuevo coche
Seguí saliendo en citas con hombres que conocía en dicha app, siempre terminando en nada; todos tenían desperfectos. Respiré profundamente mientras caminaba hasta mi coche. Hoy bebería un poco; mi cuerpo me pedía alcohol. — ¿A dónde vas, guapa? — me preguntó esa voz tan única y conocida. Yo me di la vuelta y le sonreí. — ¿Cómo supiste dónde estaba? — le pregunté a Dimitri. — Tú me lo dijiste, así que quise venir; sabía que ibas a llamarme — me respondió. Me acerqué a él y lo abracé, apoyando mi barbilla en su pecho. — Pues no iba a llamarte, solo quería ir a mi apartamento y descansar un poco. Dimitri también me abrazó y me dio un beso en los labios. — Entonces, llévame, porque no he traído mi coche — me dijo mientras sonreía. Yo asentí con la cabeza y me separé de él. — ¿Quieres acompañarme mañana a pasear y comer helado? — le pregunté. Él frunció el entrecejo y yo me reí; era obvio que un tipo como él jamás había hecho algo tan sencillo como eso. — Y después follaremos —
Los días pasaron y, aunque en alguna ocasión dije que debería alejar un poco a Dimitri, había ocurrido totalmente lo opuesto, y yo ya no sabía qué más hacer. A veces quería terminar esto, pero después me arrepentía alegando que solo estábamos follando. Pero en el fondo, yo era consciente de que no era verdad, de que estaba sintiendo algo más por él y eso me asustaba un montón. Volvió a despertar entre los brazos de Dimitri. Yo me quedé allí, mirándolo dormir. Él se movió un poco, dejando al descubierto la cicatriz que tenía en el cuello. Yo levanté la mano y lentamente pasé los dedos por ella. — ¿Qué te pasó? — le pregunté. Dimitri abrió los ojos y me miró. Sus ojos grises me miraban con intensidad. — Fue un accidente, ya te lo había dicho — me respondió. Yo me separé de él y me senté en la cama. — ¿Cómo fue? — le pregunté. Dimitri arrugó el entrecejo. — Yo no te pregunto por tu vida privada, de hecho ni siquiera me importa. ¿Por qué debería importarte la mía? — me preguntó en