Toqué la puerta de Grace con agresividad. Ella tenía que arreglarlo, no podía ir por la vida con una polla flácida. Volví a tocar la puerta y esta se abrió de golpe. Grace me miró y me puso mala cara.— ¿Qué quieres, Dimitri? Pensé que ya me había librado de ti —me dijo con molestia.Yo no le presté atención y entré. Ella cerró de un portazo. Me di la vuelta y la quedé mirando. Grace tenía un mini vestido, estaba hermosamente maquillada; era obvio que saldría con alguien.— ¿A dónde vas? —le pregunté.Ella frunció el ceño.— Lárgate de aquí, lo dejamos esta mañana —me recordó.Yo me crucé de brazos.— No se me para la polla —le dije.Grace abrió ligeramente la boca y después empezó a reír.— Pues tómate algo, existen muchas pastillitas que te pueden ayudar con ese problema —me dijo como si nada.Respiré profundamente.— No necesito tomarme esas mierdas. Todo es tu culpa —la acusé.Grace se señaló a sí misma y empezó a reír.— Estás loco. ¿Por qué tendría yo la culpa? —preguntó.Me ace
Me estiré sobre el duro y muy musculoso cuerpo de Dimitri, lo miré y él ya estaba despierto, mirándome con una sonrisa. Yo me acerqué un poco más y le di un beso en los labios.— Buenos días, baby — lo saludé.— Buenos días, mami — me contestó el infeliz con una sonrisa.Me senté en la cama y lo observé; él tenía uno de sus brazos detrás de la cabeza, la sábana solo tapaba parte de su miembro, dejando a la vista su cuerpo de dios griego. Aparté la sábana y sonreí, allí estaba el motivo de mi obsesión.— Estoy empezando a creer que solo me quieres contigo por mi miembro — dijo él mientras se la agarraba y la movía de un lado a otro.— Estoy contigo por tus sentimientos, por tus grandes sentimientos — le dije sonriente.Acercé mi mano hasta su abdomen y bajé lentamente, poniéndola sobre la suya.— ¿Quieres probar mis sentimientos? — me preguntó.Yo sonreí y asentí con la cabeza, bajé lentamente la cabeza. El timbre de mi apartamento empezó a sonar y yo me detuve a mitad de camino.— Ver
El sábado llegó y Kat me llamó desde temprano para recordarme sobre el evento. Me levanté y me arreglé en tiempo récord. Si llegaba tarde, Kat me mataría.— ¿A dónde vas? — me preguntó Dimitri tumbado en mi cama.— A un evento con Kat, se me había olvidado por completo — le contesté.— ¿No crees que ese vestido está muy escotado? — preguntó él.Lo miré y me reí.— El que no muestra no vende — le respondí.Dimitri se levantó de la cama y me miró mal.— Tienes razón, y te tomaré la palabra — me dijo.Él levantó su ropa y empezó a ponérsela.— ¿Cómo así? — le pregunté.Él me sonrió. Dimitri era demoníaco.— Si quieres, te puedes quedar aquí — le dije.— Tengo un evento al cual ir — me dijo con una sonrisa.— ¿Es en serio, Dimitri? Eso es ser muy inmaduro de tu parte — le dije.Él se encogió de hombros.— El que no muestra no vende — me dijo con una sonrisa.— Te estás metiendo en arenas movedizas, no me jodas después — le advertí.— Me encanta el riesgo — me dijo.Agarré mi bolso y le la
Siempre soñé con ser famosa y estar en las portadas de las revistas, pero jamás imaginé que sería de esta manera. Toda la ciudad estaba llena de revistas con fotos mías junto a Dimitri follando en el coche, y eso era tan mortificante.Miré mi celular, que no había dejado de sonar. En el identificador estaba el nombre de mi hermana, así que no contesté. Sabía muy bien lo que me diría y no estaba de humor para sus sermones.Una de las asistentes se acercó a mí, me sonrió y me tendió la revista.— ¿Me la puedes firmar? — me preguntó con una sonrisa.Asentí con la cabeza y le firmé la revista.— Creo que todas las mujeres te tienen envidia en estos momentos, y me incluyo. Dimitri es hermoso — me dijo.Le sonreí.— Gracias — respondí.Ella se dio la vuelta y salió de mi oficina. Al instante siguiente, la puerta se volvió a abrir, pero esta vez era mi jefe, quien tenía una enorme sonrisa en los labios.— ¿Te había dicho alguna vez que eres mi trabajadora favorita? — me preguntó.Negué con l
Dimitri me dejó en el edificio donde yo vivía y se excusó conmigo porque tenía que irse, según él porque alguien no había hecho bien su trabajo y ahora tenía que arreglarlo. Tener a Dimitri como jefe debe ser una tortura, así como es tan demandante para follar, debe ser aún más en el trabajo.Entré al edificio y el hombre que estaba en la recepción me llamó. Yo me acerqué a él y lo saludé cordialmente.— Le han dejado un regalo — me dijo.Él sacó una caja bastante grande envuelta en papel regalo y me la entregó.— Muchas gracias — le dije.Fui con la caja hasta el ascensor y subí a mi piso, caminé hasta la puerta de mi apartamento y entré. Hoy, con lo que había pasado con mi coche, me había puesto a pensar en muchas cosas y en lo locas que pueden llegar a ser muchas personas.Puse la caja en mi sofá y me alejé. Más tarde vería qué es, ahora iba a darme un baño y comer algo, ya que no había podido hacerlo con Dimitri.Después de bañarme y comer, me senté al lado de la caja. Mi curiosid
Llegué a la casa de Kat, necesitaba de su consejo sobre mi ex. Estaba tentada en ir, pero estaba loca, así que un consejo viniendo de mí no era válido.— ¿Dime que dejaste a ese tipo? Te está haciendo hacer cosas que tú jamás harías en la vida —me dijo apenas abrió la puerta.La miré con la ceja levantada.— ¿Recuerdas el día que me encontraste follando con un compañero en una de las banquetas del campus? —le pregunté.Ella agarró mi mano y me metió dentro de la casa.— Pero nadie los fotografió —me dijo molesta.— No te enojes por eso. De hecho, me gusta todo eso. Al fin estoy cumpliendo uno de mis sueños: ser famosa —le dije.Kat me miró mal.Me llevó hasta el sofá y ambas nos sentamos. Yo la miré con una sonrisa, mientras ella me observaba con el ceño fruncido.— Me encontré con Ronan mientras salía de la estación de policía —le dije.— ¿Qué hacías en una estación de policía? —me preguntó.Le sonreí un poco.— Una persona me está enviando amenazas, o bueno, solo pone la palabra "pu
Después de darnos nuestro merecido reencuentro, yo volteé a ver a Dimitri; él estaba boca arriba con un brazo debajo de su cabeza, se veía pensativo. Yo me acerqué un poco más a él y puse mi barbilla en su pecho; él bajó la mirada y me quedó mirando.— ¿En qué piensas? ¿No te fue bien? — le pregunté.Él me sonrió de medio lado.— Asuntos familiares — me dijo.Yo me senté en la cama.— Déjame adivinar. Te han pedido que te cases con alguien, y tu has dicho que no, pero resulta que desde niños han estado comprometidos y tú no lo sabías, y ahora que fuiste allí, te lo dijeron y no puedes decir que no, porque le deben una enorme suma de dinero a su familia — le dije.Las cejas de Dimitri estaban en lo más alto.— ¿De dónde carajo sacas tantas cosas? ¿Y por qué tendría que casarme para saldar una deuda que yo no busqué? — me preguntó.Yo me encogí de hombros.— No lo sé, siempre pasa en los dramones de telenovela — le dije.Él empezó a reír.— Pues qué mierda de telenovelas — me contestó.
En horas de la mañana, Kat estaba como si nada, y Hayden se veía feliz con el bebé en brazos, y yo… bueno, yo ni salud tenía, me sentía mal, desvelada, cansada. ¡Carajo, necesitaba un día de relajación!— ¿No vas a trabajar? — me preguntó Kat.Yo negué con la cabeza; había pedido el día libre.— ¿Puedes quedarte con Ethan? Hayden se va, y yo estoy llamando a la niñera y no contesta — me dijo.Yo le sonreí y asentí con la cabeza.— No te preocupes, sé que se portará bien — le dije.Kat me quedó mirando con el ceño fruncido.— Mejor sigo llamando a la niñera; es que no quiero aprovecharme de ti — me dijo.Yo la miré mal y me acerqué a Hayden; le quité al bebé de los brazos.— No soy una inútil, y él es un bebé — le aclaré.Hayden sonrió.— Pues si tú quieres cuidarlo, yo no tengo problema — dijo él.Yo miré a Kat.— Hasta él tiene más confianza en mí — le recriminé.Kat se cruzó de brazos.— La tiene porque no te conoce bien, pero yo te conozco desde hace años — me recordó.— Soy una ad