April se miraba al espejo y le gustaba verse tan radiante, no podía creer que ya mañana sería su boda con el hombre que amaba, todo parecía un hermoso sueño y no quería despertar, Luca entró a la habitación y en cuanto la vio quedó estático, recorriendola con la mirada de pies a cabeza.
—Estás increíblemente hermosa. — April llevaba un hermoso vestido color vino, con toda su espalda descubierta, le llegaba hasta los pies, y su hermoso vientre se nota redondo, que la hacía tener mezcla entre adorable y sensual.
—Y tú te ves fabuloso, de una vez te digo que sí veo alguna mujer cerca tuyo con intenciones de conquistarte le parte el cuello. — Luca no pudo evitar soltar una carcajada al escucharla.
—Pues como no quiero ir hacerte una visita conyugal una vez por semana a prisión mejor me alejo de todas ellas, d
—¡Puja cariño!, ¡puja!, — Luca trataba de dar ánimos a April, deseaba saber que sería su nuevo bebé.—Es muy fácil… para ti — dijo ya cansada, deseaba salir de una vez por todas de eso. — juro que este si será el último.. — pujo una vez más.—Amor, prometiste darme diez hijos y con este seria la mitad, todavía faltan cinco más — April lo miró deseando matarlo, amaba su esposo, estos 7 años, casi 8 a su lado había sido los mejores, pero el hombre cada dos años la embarazaba, amaba a sus hijos, pero creía que con cinco ya eran más que suficiente.—Eso lo dije en medio de un orgasmo, no sabía lo que decía. — dijo recordando el momento.—April, quiero 10 hijos.—Pues adoptamos a los otros cinco porque yo ya no
—¿Por qué eres tan terco Luca? —él miraba a su madre enojado, harto del mismo tema.—Ya te he dicho mil veces que no me interesa, ¿porque no lo entiendes tú de una vez por todas?—Cariño, quiero lo mejor para ti, yo prometo estar para ti siempre, tus hermanos, tu padre, Leticia y yo te apoyaremos. — Luca rió sarcástico, él sabía que su familia si lo quería, pero Leticia, era una maldita mentirosa e interesada en su dinero, él lo sabía, pero aún así no la alejaba, tenía un buen sexo con ella, aunque siempre lo hacían a oscuras y nunca lo besaba, él por su lado no le importaba, solo satisfacer su necesidad.—Mamá, por favor, te lo he repetido por 10 largos años no pienso operarme, me da igual ser cómo soy.—No mientas Luca, ¿
PV GabriellaVer a mi hijo solo me duele, ojalá cambiara su forma de pensar, ser feliz tal y como es, así cómo nosotros su familia lo ama.Estoy en la sala pensando en la conversación que tuve ayer con Luca, cuando entra Cecilia, mi ama de llaves, avisando que tengo una visita, frunzo el ceño ya que no esperaba a nadie, le digo que la haga pasar, a los segundos entra Marta desconsolada, llorando a mares.—¿Qué te pasa cariño? —dije abrazando a mi amiga.—Perdí mi casa Gabriella, lo perdí todo. —sus palabras me dejan en shock.—¿Qué? ¿Cómo? — su mirada me lo dijo todo. — Sigues jugando ¿cierto? —su llanto incrementó.—Lo dejé, juro que lo dejé, por April lo hice, pero al parecer tienen pagarés firmados por mí, donde ponía mi
Cuando Luca mandó el correo le extrañó que la susodicha no contestara de una vez, al parecer era cierto que no estaba muy convencida de venirse, a pesar de que le había ofrecido una muy buena cantidad de dinero, la verdad lo hacía por su madre, quería verla feliz, aunque a él también le gustaba ayudar, cuando llegó la notificación del correo lo abrió y leyó que había aceptado, madre e hija podrían estar juntas, justo cuando pensaba contestar de vuelta, Leticia entró como si fuera la dueña y eso le molestó.—Hola cariño, ¿Cómo estás?—Estaba perfectamente hasta que llegaste, ¿puedo saber porque entras sin mi permiso?—La inepta de tu secretaria no está, y yo no pensaba quedarme hasta que ella le diera la gana venir.—Está almorzando Leticia, y
Cuando April piso de Londres, después de tantos años, se sentía muy nerviosa, cuando empezó a buscar entre la gente no tuvo que buscar mucho, ya que su madre estaba con una gran cartel y una gran sonrisa esperándola. “Bienvenida April” ella le devolvió la sonrisa.—April —dijo Marta lanzándose al cuerpo de su hija, la abrazo con todo el amor que sentía por su hija, ella devolvió el abrazo, era su madre y la quería. — ¿Que tal el vuelo?—Tranquilo —dijo encogiéndose de hombros.—Me alegro, ven te quiero presentar a mi mejor amiga, claro que la conociste cuando eras una bebé. —llegó hasta Gabriella y las presentó. —April ella es Gabriella mi mejor amiga, y Gabriella mira que bella se hizo mi April.Gabriella le dio una cálida sonrisa y la abrazó, April por u
Cuando todos se fueron a dormir, tanto Luca como April daban vueltas en sus camas.En ella había algo que le atraía a él, quería ser su amiga, quería sanar ese dolor que veía en sus ojos, quería poder hacerle entender que no tenía por qué sentirse mal con él mismo. Trataba de escuchar a ver si la puerta de la habitación de la par se abría, *sonrió para sí misma* Gabriella le había dado una habitación al lado de la de Luca.Estaba harta de dar vueltas en la cama, por lo que se levantó, estaba segura que todos estaban durmiendo, por lo que bajaría en camisón, daba igual, nadie la vería, pero al parecer no sería así, justo cuando abrió la puerta, también se abrió la puerta continua, ambos se miraron sorprendidos, pero enseguida April le sonrió como siempre lo hacía cuando lo veía, pero solo con él.—Hola, ¿No puedes dormir? —Dijo caminando hasta él.—Hola, no, ¿Tú tampoco?
Mientras que April sentía que su corazón se quería salir del pecho, Luca salía más rojo que un tomate, ninguno sabía qué les pasaba, sólo que algo mágico crecía entre ellos.April sabía que él era especial, además era guapo claro que lo era, sus ojos grises, su sonrisa, su cabello, su cuerpo, era bueno, amable, hasta podía jurar que era cariñoso, ¿porque no veía lo que era realmente? Ella poco a poco se lo haría ver. Deseaba con todo su corazón que amaneciera pronto, a partir del día siguiente pasaría todo el día con él.Por su lado Luca sabía que April era única, esa sonrisa lo desarmaba, sus ojos grises como el acero podía ver más de él que lo que había a simple vista, tenía un cuerpo escultural, sus pechos y su lindo trasero lo estaban volviendo loco y ni qué decir de sus labios, gruesos y con ese color tan natural, deseaba besarlo, pero no podía y no debía, ella seguramente solo lo vería como un amigo y nada más. Pero a pesar de eso ella l
Cuando April iba a entrar, escuchó la voz de Luca bastante molesta.—Te recuerdo que tú nunca has sido, ni eres nada mío, y si no me dio la gana estar contigo la semana pasada es porque ya no me interesas, así que es la última vez que te pido que te marches de mi oficina.—¿Acaso te has vuelto loco? Nadie te hará caso Luca, ninguna mujer volverá tan siquiera a mirarte aunque sea para darte la hora, yo soy lo único que tienes. —Enojada por lo que estaba escuchando, April entró sin importarle tocar la puerta. Ambos giraron hacia la puerta, Luca le sonrió, mientras que Leticia fruncía el ceño.—¡Hola! —dijo sonriéndole a Luca con cariño — ¿interrumpí algo?—No — dijo Luca—Sí — debatió Leticia. — así que puedes irte por donde viniste, y para la próxima toca la puerta, no vaya hacer que encuentres una escena que no sea apta para ti. —Luca la miro enojado por su co