Cuando todos se fueron a dormir, tanto Luca como April daban vueltas en sus camas.
En ella había algo que le atraía a él, quería ser su amiga, quería sanar ese dolor que veía en sus ojos, quería poder hacerle entender que no tenía por qué sentirse mal con él mismo. Trataba de escuchar a ver si la puerta de la habitación de la par se abría, *sonrió para sí misma* Gabriella le había dado una habitación al lado de la de Luca.
Estaba harta de dar vueltas en la cama, por lo que se levantó, estaba segura que todos estaban durmiendo, por lo que bajaría en camisón, daba igual, nadie la vería, pero al parecer no sería así, justo cuando abrió la puerta, también se abrió la puerta continua, ambos se miraron sorprendidos, pero enseguida April le sonrió como siempre lo hacía cuando lo veía, pero solo con él.
—Hola, ¿No puedes dormir? —Dijo caminando hasta él.
—Hola, no, ¿Tú tampoco?
—No, iba para la cocina, ¿me acompañas? — Luca la miró con una ceja levantada. Asintió en silencio y en ese mismo silencio bajaron.
April sacó dos copas para helado, helado de vainilla, crema de chantilli y sirope de chocolate, desde que llegó a ese hogar le había preguntado a Gabriella dónde podría conseguir esas cosas, ya que era común que April se levantara a comer por las noches.
—¿Cómo sabes dónde están las cosas?
—Desde que llegué aquí, le pregunté a Gabriella dónde podría ir a comprar, me gusta levantarme en las noches y comer, mientras pienso en la vida, y tú madre me complació — volvió a decir con una gran sonrisa.
—¿Por qué siempre me sonríes así? — no podía seguir evitando la pregunta.
—¿Qué tiene de malo?
—Pues creo que nada, pero me parece raro.
—¿Por qué lo dices? — le puso a Luca su copa de helados junto con una cuchara.
—Por qué si te soy sincero, es extraño, lo haces amable, sincera, con orgullo.
—Bueno, si estoy orgullosa de ti, sin saber quién eras, y ver todo lo que habías hecho por esos niños, ese lugar es tan hermoso, que solo un alma tan buena podría hacerlo. Soy amable y sincera contigo porque me nace serlo, no veo qué tiene de extraño.
—Nadie es amable conmigo, April a todo el mundo le doy asco, ¿no ves el rostro que tengo? —dijo comiendo helado. April lo vio con el ceño fruncido.
—Eso es una estupidez Luca, ya te lo dije yo no me guió por el físico de una persona, así que espero que dejes de pensar que en cualquier momento te voy hacer sentir mal, porque eso no va a pasar jamás.
—No puedo evitar pensarlo, muchas personas han sido así conmigo, las mujeres me han visto con asco, los hombres se burlan, es difícil, ¿sabes? Trato de que la gente vea que no me importa lo que digan, pero en el fondo me duele, todavía me siento como aquel joven de 16 años inseguro, cuando se vio por primera vez en un espejo después de su accidente. —Luca seguía comiendo helado, con la mirada en él y no en April. Ella puso su mano sobre la de él y la acarició en señal de apoyo.
—Me imagino que debió ser muy difícil para ti Luca, pero sabes que creo que eres un gran hombre y que todas esas que sean han burlado de ti son idiotas e ignorantes, que a pesar de todo te tienen envidia, por todo lo que has conseguido con tu gran talento, Luca debes entender que para que alguien te quiera tal y como eres primero debes de amarte tu mismo.
—Tienes mucha razón April, tal vez por mucho tiempo he vivido en las sombras porque yo mismo me he negado salir de ellas, pero creo que ya es hora, debo salir adelante, dejar de esconderme y dejar sufrir por la gente que me desprecia, merezco una vida como la de cualquier otro. — sus ojos estaban puestos en los de April.
April sonreía y aplaudía como niña pequeña.
—¿Tienes novia? —Luca casi se ahoga con un poco de helado, ¿por qué preguntaba esas cosas?
—No. — April no lo vio muy convencido.
—Mmm, ¿seguro?. —Luca puso los ojos en blanco y ella no pudo evitar echarse a reír.
—Bueno la verdad novia, de lo que se dice novia, no tengo, pero si había una mujer que estaba sólo para cuando necesitaba desahogarme, digamos que una amiga con derecho.
Oír aquello no le gustó a April para nada, pero ella había preguntado, así que tenía que aguantarse y comer helado, pero aún así algo en su respuesta le causó curiosidad.
—¿Porqué dices que había? ¿Ya no están juntos?
—Eres muy preguntona, ¿Lo sabías?
—Sí, respóndeme.
—Leticia es igual a las mujeres que me desprecian, ella y yo sólo lo hacíamos con la luz apagada, no besos, hace unos días atrás llegó a mi oficina, me excito pero le dije que nunca tenía sexo en mi oficina, que nos viéramos en la noche en mi departamento, pero se enojó y cuando salí de la oficina advirtiéndole que cuando regresara no quería verla ahí, pude oír como me decía “Maldito cuasimodo” desde ese día no la he visto.
—Esa es una idiota —dijo realmente enoja, algo por dentro de ella crecía como lava. —¿No le dijiste nada? —Luca negó viéndola con un brillo especial —¿Acaso eres tonto? Tú no tienes que dejarte de nadie, recuerda que me lo has prometido. —Luca sonrió.
—Verás que a partir de ahora no me dejaré de nadie.
Tras la puerta de la cocina, Gabriella lloraba en silencio, bajó por un vaso de agua pero se detuvo al escuchar voces, April era un ángel definitivamente, ella había hecho entender a Luca en un día lo que ellos no había podido en 10 años, decidió volver a su habitación en silencio, April era buena para Luca y ella la aceptaba de buena gana, por otra parte Leticia era una m*****a, y no se quedaría callada, defendería a su hijo con uñas y dientes.
Luca y April terminaron de comer sus helados, él estaba excitado, ver a April comer helado era un pecado.
—¿Quieres que nos vayamos juntos al trabajo? — preguntó Luca haciendo tiempo para que se le bajara la erección.
—Claro, no hay problema. —dijo mientras comenzaba a lavar los trastes sucios.
—Bueno, entonces te dejo, hasta mañana y buenas noches.
Con toda la valentía del mundo Luca se acercó a ella, acarició su mejilla con cariño y la besó en la comisura del labio.
Mientras que April sentía que su corazón se quería salir del pecho, Luca salía más rojo que un tomate, ninguno sabía qué les pasaba, sólo que algo mágico crecía entre ellos.April sabía que él era especial, además era guapo claro que lo era, sus ojos grises, su sonrisa, su cabello, su cuerpo, era bueno, amable, hasta podía jurar que era cariñoso, ¿porque no veía lo que era realmente? Ella poco a poco se lo haría ver. Deseaba con todo su corazón que amaneciera pronto, a partir del día siguiente pasaría todo el día con él.Por su lado Luca sabía que April era única, esa sonrisa lo desarmaba, sus ojos grises como el acero podía ver más de él que lo que había a simple vista, tenía un cuerpo escultural, sus pechos y su lindo trasero lo estaban volviendo loco y ni qué decir de sus labios, gruesos y con ese color tan natural, deseaba besarlo, pero no podía y no debía, ella seguramente solo lo vería como un amigo y nada más. Pero a pesar de eso ella l
Cuando April iba a entrar, escuchó la voz de Luca bastante molesta.—Te recuerdo que tú nunca has sido, ni eres nada mío, y si no me dio la gana estar contigo la semana pasada es porque ya no me interesas, así que es la última vez que te pido que te marches de mi oficina.—¿Acaso te has vuelto loco? Nadie te hará caso Luca, ninguna mujer volverá tan siquiera a mirarte aunque sea para darte la hora, yo soy lo único que tienes. —Enojada por lo que estaba escuchando, April entró sin importarle tocar la puerta. Ambos giraron hacia la puerta, Luca le sonrió, mientras que Leticia fruncía el ceño.—¡Hola! —dijo sonriéndole a Luca con cariño — ¿interrumpí algo?—No — dijo Luca—Sí — debatió Leticia. — así que puedes irte por donde viniste, y para la próxima toca la puerta, no vaya hacer que encuentres una escena que no sea apta para ti. —Luca la miro enojado por su co
—A partir de hoy eres mi heroína, un ángel y mi nuera, me encantó ver como has defendido a mi hijo. — dijo Gabriella emocionada, Luca no quitaba la mirada de April.—Yo… yo.. no sé qué me pasó, es mi primer día y ya hice un escándalo.—No te preocupes cariño, esto que acabas de hacer es para celebrarlo a lo grande, eso fue increíble.April estaba realmente incómoda y Luca lo notó.—Mamá, ¿me dejas hablar con April a solas? , para luego ir a almorzar.—Por supuesto cariño, iré a ver que esa maldita zorra ya no esté en la empresa.Gabriella dio la vuelta y se dirigió a primera planta, para verificar que la basura ya estuviera afuera.Luca abrió la puerta de su oficina e hizo que April entrará de primero.—Luca de verdad lo siento, no debí sacarla así, aunque se lo merecía.—Deja d
Cuando April lo escuchó, algo en ella se rompió haciendo que se sintiera mal y enojada al mismo tiempo, por lo que sin pensarlo dos veces, agarró sus cosas y salió de ahí, tenía que pensar con claridad, ¿De verdad hizo bien en irse a Londres? ¿Por qué actuaba tan frío si él no era así? ¿O es que ella se habría creado a una persona que no existe?April empezó a caminar y a recorrer las calles, no conocía mucho de Londres, pero quería distraerse, su celular tenía casi toda la batería así que después llamaría a Gabriella para pedirle la dirección de su casa y se iría en taxi, no le hacía bueno tener chófer, cuando no conocía y quería conocer.Entró a un centro comercial y se fue a mirar tiendas, tenía dinero para comprar cosas, pero no le apetecía nada para ella, entró a una tienda que fue para comprar dos hermosas blusas una para Gabriella y otra para su mamá, siguió recorriendo las grandes tiendas y vio un hermoso vestido para Mia, seguro
El beso era apasionado y estaba haciendo que ambos perdieran la conciencia, pero antes de que eso pasara April se separó, necesitaba respirar, maldito fuera el oxígeno, con un gran suspiro y una sonrisa en su rostro lo miró a los ojos.—Tengo algo para ti. —Luca se sorprendió, la vio comprar cosas de hombre, pero no pensaba que fuera para él.—¿Por qué?—Porque puedo y quise — buscó entre las bolsas el regalo de Luca y se lo entregó con una sonrisa — Espero y te guste. — Luca sacó de la bolsa de regalo la camisa, la corbata y una caja cuando vio el reloj, sonrió, April tenía buen gusto.—Todo está muy hermoso April, tienes muy buen gusto — dijo con una gran sonrisa en rostro, luego miró las otras bolsas de regalo. — ¿Y esas bolsas, para quienes son? — April también las miró.—De Gabriella, Stuart, Elías, Liz y mamá. — dijo también sonriendo.<
—Te daré todo de mí, serás mía y de nadie más.—Tuya y solamente tuya. — dijo antes de volverse a besar, eran adictivos a sus labios.Luca la besaba tan apasionadamente y tan delicado al mismo tiempo, como si tuviera miedo a romperla. Él con manos algo temblorosas empezó a quitar la ropa de April, dejándola completamente desnuda, sus ojos se oscurecieron al verla, definitivamente era más hermosa que ninguna otra que sus ojos hayan visto.—Eres increíblemente hermosa —dijo con voz ronca de la excitación, April no pudo evitar sonrojarse, pero no sólo su rostro, sino todo su cuerpo y esa acción no le pasó desapercibida a Luca — Magnífica.Su boca buscó los labios de April, luego, empezó a descender, por su barbilla, cuello, y por último llegó a sus senos, los cuales metió a su boca, chupó y mordió suavemente uno por uno, cuando su boca le daba atención a uno su mano, le daba
—¿No vas a responderme? —dijo algo nervioso. April seguía mirándolo, muy sorprendida y entusiasmada.—Es que creo que estoy en un sueño y si es así, no quiero nunca despertar. —los ojos de Luca brillaron más.—¿Eso es un sí? — quería que de una vez por todas le diera la respuesta que tanto quería oír.—Sí, sí y siii — dijo tirándose a sus brazos para abrazarlo, al estar en la cama, quedó encima de él y con sus manos recorrió el cuerpo desnudo de April hasta llegar a sus nalgas, las estrujó, para luego bajar un poco más sus manos y llegar al centro del placer de April, que de inmediato jadeo, Luca le acaricio por encima sus pliegues con sumo cuidado de arriba a abajo, haciendo que sus dedos empezarán a llenarse de los fluidos de su mujer.April empezó a restregarse en los dedos de Luca y este sin previo aviso metió dos de los dedos dentro de ella y empezó a moverlos con un ritmo rápido
Cuando los primeros rayos del sol empezaron a entrar por la ventana, April empieza a removerse, al hacerlo un pequeño dolor se instaló en sus partes íntimas, eso le hizo recordar la maravillosa noche que había tenido, aún con los ojos cerrados sonrió, al abrirlos Luca la miraba con una sonrisa.—Eres tan hermosa, tu sonrisa es una luz en mi vida. —April se sonrojo pero no dejó de sonreír.—Pues como te dije ayer, mientras estés conmigo, tendré mil y un motivos para sonreír.Luca no pudo evitar sentir su corazón a mil por hora, sin pensarlo se lanzó a besarla, la devoraba con una gran pasión, una que ambos podía ni quería evitar.Ambos se dejaron llevar por esa pasión, que sentían, luego decidieron darse un baño juntos, uno dónde rieron y volvieron hacer el amor, Luca sentía que iba a explotar de Amor por April nunca había sentido algo así, y claro está, nunca había experimentado cosas