Hola chicas!! Cómo están?? Gracias por su paciencia. Estoy retomando poco a poco mis pendientes, manteniendo la fé de que todo se resuelva en el menor tiempo posible. No olviden dejar su comentario, me ayuda muchísimo:) ¿Que opinan del primer fin de semana que pasarán nuestros protagonistas?
Para Kenton era más que erótico ver a Esmeralda en la situación en la que se encontraba, rindiéndose a sus bajas pasiones; unas que solo con él había sacado a la luz. Verla tan sonrojada, jadeante y confundida solo aumentaba su propia excitación. -¿Por qué me haces esto?- Puso una de sus manos sudorosas y temblorosas en el pecho de su dueño de fin de semana Kenton sonrió seductor y respondió -Te deseo. ¿Aún no te das cuenta de cuánto lo hago? -No creo que sea sano desear a quien no te desea a ti- Se atrevió a responder aún más confundida que antes -En tu mente, tal vez en tu corazón no lo haces... pero tú cuerpo recibe cada una de mis atenciones. ¿De verdad quieres hablar en este momento?- Volvió a sonreír -Solo te aprovechas de mi situación y usas tu experiencia en tu propio beneficio- Lo acusó pretendiendo hacerlo sentir culpable -Luego de disfrutar varios días conmigo podrás vivir relajada finalmente. No estamos haciendo nada malo, solo disfruta el momento aquí- Le d
El desayuno fue una comida que los dos disfrutaron pese al cierto nivel de incomodidad entre ellos. Esmeralda sentía vergüenza porque no tenía claro como debía de comportarse estando Kenton tan relajado luego de lo que habían compartido. Él había visto los sitios más privados de su cuerpo y no solamente había hecho eso... -Quítate la ropa por favor- Pidió Kenton observando las sencillas prendas que no le hacían justicia a su sensual figura -Es de día, hay demasiada claridad. No puedo- Se negó inmediatamente presa de la vergüenza -¿Así te sientes más cómoda?- Cerró las cortinas y se acercó a su temblorosa acompañante que tenía las mejillas sonrojadas -¿Tenemos que hacerlo de nuevo? Es demasiado para mi- Intentó retroceder sabiendo que no había lugar adónde ir -Esta será la última vez que tengamos relaciones y luego podrás descansar por varios días- Le habló con calma mientras él mismo la desvestía Las prendas cayeron al suelo, incluida la ropa interior. Kenton no se desn
El primer fin de semana juntos, decidió Kenton que finalizara unas horas antes. Él sabía que Esmeralda no querría volver a tener intimidad. Ella estaba cansada y también confundida porque tal vez había creído que sentiría lo mismo que aquella primera vez juntos. -¿Te gustaría ir a casa antes?- Le preguntó y sin siquiera pensarlo dos segundos, ella asintió en respuesta -¿Puedo irme?- Creyó que él mentía -Eres demasiada tentación si permaneces aquí y tienes que descansar- Le dió un último beso en los labios y decidió salir del cuarto para darle privacidad para vestirse Esmeralda se puso su ropa sintiendo en su piel el aroma de la costosa colonia de Kenton, pero eso no le molestaba si tenía la posibilidad de irse de inmediato. ¿Que sucedería si se duchaba y él no respetaba su privacidad? Mejor no arriesgarse. Vestida, Esmeralda salió del cuarto. Evitó ver a Kenton a los ojos y se marchó sin pronunciar palabra. Un chófer estaba listo para llevarla al apartamento familiar.
Esmeralda veía en sus compañeros de trabajo la felicidad de laborar hasta el jueves únicamente, ya que el día siguiente era feriado. Al acabar su jornada laboral se fue a toda prisa a su apartamento. No quería que Kenton la mandara a llamar. Ella sentía pánico de tener que encontrarse con su jefe aún más descansado ese fin de semana, porque sin dudarlo, acabaría con ella. -¡Tía tenemos una sorpresa para ti!- Dylan llegó corriendo a su lado en cuanto escuchó que ella llegaba -¿Si? ¿Cuál sería esa sorpresa?- Se agachó a la altura de su sobrino para abrazarlo y darle un beso ruidoso en la mejilla -Mira tía- Dylan señaló atrás de su tía y ella sintió un escalofrío Despacio, Esmeralda se reincorporó y se dió la vuelta para ver a Kenton sonriente extendiéndole una taza de café. -¿Qué hace usted aquí?- Preguntó en voz baja- Dylan cariño, ve a tu habitación -Me gusta tratar asuntos importantes personalmente y si te pedía que fueras a verme para hablar tranquilos te hubieses
El momento de salir de casa había llegado para Esmeralda. Kenton esperaba por ella y sabía que no podría fallarle. Para Esmeralda era difícil ir a cumplir con aquella obligación que acababa siendo placentera, así no lo quisiera. Lourdes la vió marchar y se persignó esperando que de aquel contrato no hubiera secuelas irreparables, aunque estaba convencida de que nada saldría como era esperado. Su intuición no fallaba jamás y quería confiar en que todo sería diferente, pero había señales inequívocas para ella. El trayecto a Esmeralda se le hizo demasiado corto y cuando menos esperó estaba siendo recibida con un beso apasionado de su jefe. -Es un placer que estés aquí. Hoy tengo para ti una sorpresa y espero que la disfrutes- Le habló con un tono extrañamente bajo y misterioso -No me gustan las sorpresas- Quiso defenderse -Se que ésta te gustará. Deberías estar más relajada ahora que ya hemos pasado más tiempo juntos, pero pareces aún más nerviosa que la semana pasada, ¿A
Esmeralda respiraba agitada. Kenton parecía tener la forma ideal para hacerla perder la cordura por completo. No podía creer que él fuera capaz de conseguir que su cuerpo reaccionara del modo en el que lo hacía. -Si me miras así perderé el control- Murmuró con agitación abriendo las piernas temblorosas de ella de par en par -No hagas eso, ¿Cuánto más quieres avergonzarme?- Preguntó recobrando un poco de su vergüenza, intentando cubrirse -No tienes que cubrirte, de ninguna manera. Déjame hacerte sentir bien- Pidió comenzando a tocarla íntimamente con absoluta suavidad, pero eso no fue suficiente Sin más demora, Kenton dirigió su boca a aquella entrepierna que parecía llamarlo. Ella estaba tan mojada, dolorosamente excitada y aunque luchaba por apagar ese fuego que la quemaba por dentro no lo conseguía. Su vergüenza solo aplacaba un poco las sensaciones, pero que difícil era tenerlo a él acariciando cada punto y luego besándolo. -¿Vas a seguir resistiendote?- Le preguntó ba
Kenton la vió acostarse sola, cubrirse muy bien con la sábana y desviar la mirada con sus mejillas enrojecidas, estaba avergonzada. -¿Estás bien?- Elevó su rostro para que lo mirara -Esto no estaba en el contrato- Kenton la miró desconcertado -Tener relaciones estaba en el contrato, ¿Que es lo que no estaba?- Preguntó evidentemente confundido mientras repasaba los puntos de aquel documento en su mente -Que yo... haría cosas- Respondió aumentando el sonrojo de sus mejillas -Tienes razón en cierta manera. No había detalles de lo que haríamos y de lo que no. Apenas estoy conociéndote y tú estás aprendiendo de ti misma, ¿Cómo sabremos lo que te gusta si no lo probamos antes?- Ella evitó su mirada comprendiendo que él tenía razón -Tu interés es el de complacerte, yo no pedí nada de esto- Se defendió con un nuevo argumento -Tienes razón, no pediste nada, pero mi placer se obtiene de varias formas. Una de ellas está en verte y escucharte disfrutar; para que eso ocurra debe
Kenton no logró conciliar el sueño mientras que Esmeralda durmió plácidamente debido a la relajación que tener sexo le había otorgado, pero aún más por haberle dicho sus verdades a su jefe. Cuando Esmeralda despertó, lo hizo sola en la cama y se vistió con toda prisa. No quería que él de pronto quisiera tener sexo. La valentía con la que le había hablado se había esfumado. -Estuve pensando en lo que me dijiste - Entró a la habitación de repente mirando a Esmeralda ya vestida -¿Si? ¿Alguna conclusión interesante?- Le preguntó ella sin mostrarse intimidada -Mas de una para ser honesto. Sígueme- La guió fuera del cuarto y la llevó a la sala donde una bandeja con aperitivos esperaba por ellos, así como también una taza humeante de café -Mmm, se ve delicioso- Ignoró lo que dijo con total intención y más aún al ver la mesa. Tener sexo le abría el apetito -¿Tu quieres que Lourdes se quede sola llorando por el recuerdo de un hombre?- Le preguntó haciendo que ella lo viera disg