Kenton tiene algunos trucos, ¿Que opinan de sus tácticas? Aquí en Argentina hoy celebramos el día de la madre. Les deseo un excelente día :) Espero que les haya gustado este capitulo y que dejen varios comentarios, ya que me ayudan muchísimo :)
Esmeralda respiraba agitada. Kenton parecía tener la forma ideal para hacerla perder la cordura por completo. No podía creer que él fuera capaz de conseguir que su cuerpo reaccionara del modo en el que lo hacía. -Si me miras así perderé el control- Murmuró con agitación abriendo las piernas temblorosas de ella de par en par -No hagas eso, ¿Cuánto más quieres avergonzarme?- Preguntó recobrando un poco de su vergüenza, intentando cubrirse -No tienes que cubrirte, de ninguna manera. Déjame hacerte sentir bien- Pidió comenzando a tocarla íntimamente con absoluta suavidad, pero eso no fue suficiente Sin más demora, Kenton dirigió su boca a aquella entrepierna que parecía llamarlo. Ella estaba tan mojada, dolorosamente excitada y aunque luchaba por apagar ese fuego que la quemaba por dentro no lo conseguía. Su vergüenza solo aplacaba un poco las sensaciones, pero que difícil era tenerlo a él acariciando cada punto y luego besándolo. -¿Vas a seguir resistiendote?- Le preguntó ba
Kenton la vió acostarse sola, cubrirse muy bien con la sábana y desviar la mirada con sus mejillas enrojecidas, estaba avergonzada. -¿Estás bien?- Elevó su rostro para que lo mirara -Esto no estaba en el contrato- Kenton la miró desconcertado -Tener relaciones estaba en el contrato, ¿Que es lo que no estaba?- Preguntó evidentemente confundido mientras repasaba los puntos de aquel documento en su mente -Que yo... haría cosas- Respondió aumentando el sonrojo de sus mejillas -Tienes razón en cierta manera. No había detalles de lo que haríamos y de lo que no. Apenas estoy conociéndote y tú estás aprendiendo de ti misma, ¿Cómo sabremos lo que te gusta si no lo probamos antes?- Ella evitó su mirada comprendiendo que él tenía razón -Tu interés es el de complacerte, yo no pedí nada de esto- Se defendió con un nuevo argumento -Tienes razón, no pediste nada, pero mi placer se obtiene de varias formas. Una de ellas está en verte y escucharte disfrutar; para que eso ocurra debe
Kenton no logró conciliar el sueño mientras que Esmeralda durmió plácidamente debido a la relajación que tener sexo le había otorgado, pero aún más por haberle dicho sus verdades a su jefe. Cuando Esmeralda despertó, lo hizo sola en la cama y se vistió con toda prisa. No quería que él de pronto quisiera tener sexo. La valentía con la que le había hablado se había esfumado. -Estuve pensando en lo que me dijiste - Entró a la habitación de repente mirando a Esmeralda ya vestida -¿Si? ¿Alguna conclusión interesante?- Le preguntó ella sin mostrarse intimidada -Mas de una para ser honesto. Sígueme- La guió fuera del cuarto y la llevó a la sala donde una bandeja con aperitivos esperaba por ellos, así como también una taza humeante de café -Mmm, se ve delicioso- Ignoró lo que dijo con total intención y más aún al ver la mesa. Tener sexo le abría el apetito -¿Tu quieres que Lourdes se quede sola llorando por el recuerdo de un hombre?- Le preguntó haciendo que ella lo viera disg
Esmeralda se preparaba para ir a casa de Kenton. Estaba motivada porque ya había llegado a la quinta semana desde que había comenzado el contrato sexual. En la que sería su cuarta semana juntos, ella tuvo su periodo y por eso no debió verlo, logrando así descansar. Lourdes observaba a su hermana con el paso de los días y también evitaba hacerle preguntas sobre lo que con Kenton ocurría. Ella esperaba que fuera Esmeralda quien le dijera algo que la agobiaba o al menos las dudas que pudiera tener. -Será el quinto fin de semana, ¿Cómo estás con eso?- Le preguntó mientras cogía su abrigo -El tiempo pasará rápido. Él me desagrada solamente cuando habla, así que mientras se mantenga en silencio todo estará bien- Bromeó intentando tranquilizar a Lourdes -Quisiera decirte que te creo, ¿Sabes? Pero... no sé... hay cosas que me causan inquietud- Dijo más que convencida -Todo estará bien. No debes preocuparte por nada. Soy una adulta y él no me lastima ni me maltrata. Es hora de ir
Esmeralda miró a Kenton con cierta extrañeza. Ella sabía bien los motivos que lo habían llevado a querer estar en la habitación de hotel donde ella lo rechazó al ganar aquel sorteo. Lo que no comprendía era por qué quiso ir nuevamente. -No preguntaré que hacemos aquí porque sería estúpido, pero creo que tengo derecho a una pregunta- Lo miró casi sin pestañear -No debes pedirme permiso para preguntar lo que desees- Fue claro al respecto -¿Por qué todo esto?- Abrió sus brazos señalando la decoración de la habitación- ¿No es algo así lo que hacen para una luna de miel o noche especial entre parejas? -Quería tener un detalle contigo, pero tranquila que no se oculta nada romántico detrás de mis intenciones- Aseguró y ella soltó el aire contenido Esmeralda sabía que Kenton deseaba continuar cuando acabara aquel contrato, pero... ¿Por qué querría hacer algo así? Además ya tenía a su vampiro de plástico con quién quitarse las ganas, quien seguramente tenía mucha más experiencia y
Esmeralda esperaba que aquella vez no terminara. Su cuerpo, inusualmente se sentía ardiente, desesperado, anhelante y sensible, ¿Cuando había disfrutado tanto y hasta aclamado por más con desesperación? ¡Nunca! Kenton se sentía más que extasiado, profundamente excitado con lo ardiente que estaba Esmeralda esa noche. Él había pensado que jamás un momento así ocurriría, pero que placer haberse equivocado. Solo bastaba una dulce champaña para que su hermosa empleada dejara salir su verdadera naturaleza a la superficie y que hermosa había resultado. -Cuanto me gustas. No podría tener suficiente de ti- La miró profundamente a los ojos mientras retomaba sus profundos movimientos -Tenemos fecha para... terminar- Respondió entre gemidos. Sus ojos se ponían blancos al sentir como su orgasmo comenzaba a aproximarse- Así... No pares... por favor Kenton sintió una punzada de decepción y se recriminó a si mismo. Él mismo sabía que tenían fecha de caducidad, ¿Por qué tenía que importarle?
Kenton observaba a Esmeralda esperando que ella asumiera lo que había hecho sin sentir culpas. No había de que avergonzarse, ¿Por qué lo haría? Ella era una adulta y él también, además de muy discreto. -Ya pasó, no es como si pudiera retroceder el tiempo y comportarme decentemente- Dijo finalmente y Kenton sonrió -No existe la decencia en la habitación. Mientras que lo que hagamos sea consensual todo está permitido. Lo disfrutamos los dos. Te arrepientas o no, lo disfrutaste y lo sabes, ¿No sería más sensato arrepentirse si odiabas la experiencia?- Aquello la hizo pensar un momento -Creo que tienes razón- Concluyó finalmente con un intenso rubor cubriendo sus mejillas Lo que Esmeralda no se atrevió a decir fue que aquella noche había disfrutado más que las anteriores. Los orgasmos que había alcanzado la habían hecho vibrar completamente. Los dedos de sus pies se habían contraído y había sentido un fuego abrasador quemándola por dentro. No tenía que arrepentirse de nada, aun
Esmeralda, mientras estaba en la ducha recordaba con detalle todo lo que había hecho y como su cuerpo había reaccionado a los estímulos de Kenton. Se sentía avergonzada, por supuesto, pero había algo más... lo que había hecho eran pequeñas cosas que por su mente habían cruzado en alguna oportunidad y tan rápido como habían llegado las había pretendido olvidar. Recordar haber tenido cierta parte de la anatomía de Kenton en su boca... le resultaba excitante así que quisiera negarlo. Ella había logrado que alguien con tanta experiencia disfrutara al máximo y se estremeciera. No se había sentido como una inexperta. Además de eso, mientras él disfrutaba más, aún más crecía su propia excitación y se esforzaba por hacerlo aún mejor. La posición en la que él la había hecho colocarse era una que en sus cinco sentidos no haría. Eso la avergonzaba aún más que su propia osadía. Si le quedaba esperanza de que su jefe no conociera algún detalle de su vagina, al habérsela puesto a centímetros d