Hola chicas! Disculpen la demora. Estoy con mucho trabajo y asuntos personales. Luego intentaré darles otro capítulo :)
Siendo apenas el dos de enero, Esmeralda se preparaba para ir a trabajar. Estaba realmente nerviosa porque su jefe parecía muy interesado en proponerle algo para salir de todos sus problemas económicos. ¿Qué haría ella? ¿Sería capaz de rechazar la mejor oportunidad de su vida para vivir sin los fantasmas del pasado? Al transcurrir las horas, Esmeralda estaba en su lugar de trabajo, pero con su mente en la propuesta que sabía que su jefe consideraba hacerle. No sentía deseo sexual por él, mucho menos amor, pero... ¿Podría ser suya una noche? Al terminar su trabajo, ella fue a casa sin haber hablado con Kenton y pensó, por primera vez, que él había desistido. Seguramente se había espantado al conocer su estado financiero y había decidido estar con cualquier otra mujer que lograra ser más económica. Tal vez se había interesado en alguien a quien no debiera darle dinero y ella finalmente tendría paz. En el instante en el que entró a su modesto apartamento notó que algo estaba mal.
En su cama, Esmeralda pensaba en que debería hacer. ¿Tendría que llamar a Kenton e implorarle que ya ayudara o debería esperar hasta el día siguiente para solicitar su ayuda? También pensaba en la vergüenza que sentiría siendo desnudada por él. Solamente se había vestido y desvestido delante de su hermana, jamás delante de alguien más. Si contaba sus escasas visitas al médico, solamente había escogido ser revisada por una mujer y de eso habían pasado años. Se puso de pie y se observó en el espejo. ¿Por qué un hombre estaría dispuesto a pagar por pasar la noche con ella? Solamente era una mujer normal, ni gorda ni flaca, sin cirugías, vestida con un atuendo económico. Fue a acostarse de nuevo sin haber comprendido que tenía tan especial para que alguien como Kenton Gilmore se obsesionara. Tal vez él solamente no estaba acostumbrado al rechazo y por eso la deseaba tanto... Una nueva pregunta llegó a su mente. ¿Debería decirle que jamás había estado con otro hombre o debería callarl
Esmeralda comenzó a leer el segundo contrato, pero una duda sobre el primero la hizo detenerse cuando leyó uno de los puntos. Claramente Kenton pedía tener relaciones más de una vez en los días que debieran estar juntos en el segundo. -Tengo una duda- Dijo sosteniendo en su mano una copia del primer contrato -¿Cuál duda? Debes despejar todas tus dudas e inseguridades antes de firmar un documento, ¿Lo entiendes?- Le aconsejó -El punto tres del contrato dos explica que no ocurrirá solo una vez por noche, pero eso no lo dice en ningún punto del primer contrato. Eso significa que solo será una vez y que aún así debo permanecer en la habitación hasta la hora que aquí aparece- Señaló el punto donde claramente decía que deberían tener relaciones pero sin especificar cuántas veces -Muy inteligente de tu parte pero muy estúpida de la mía. Esperaba que lo hiciéramos más de una vez- Admitió -Eso no sucederá. Si firmo el segundo contrato deberé aceptar esa condición, pero no en es
Esmeralda miraba a su jefe que estaba sosteniendo su teléfono en la mano mientras tecleaba. Ella había decidido pedirle un adelanto, algo que no contemplaba el acuerdo, pero se sentía mejor consigo misma si abonaba antes la deuda porque eso haría que no pudiera arrepentirse después. -Tienes el dinero en tu cuenta. Solamente debes pagar lo que debes desde allí mismo. No demorarás más de un minuto en hacerlo- Le mostró el comprobante de la transacción en la pantalla de su teléfono -Ya llegó. Gracias- Le dijo mirando su cuenta y apresurándose para hacer la transferencia al número de cuenta que aparecía en la factura impaga -Nos vemos esta noche- Le dijo quedándose en su sitio, soportando las ganas de besarla -Hasta más tarde señor Gilmore- fueron las únicas palabras que dijo antes de irse de la oficina y volver a su lugar de trabajo (...….) Esmeralda llegó a su apartamento y fue directamente a la ducha. Lourdes la había seguido y le hablaba desde la puerta pidiéndole que p
La tensión parecía haber escalado varios niveles. Esmeralda sentía su corazón latir a gran velocidad y se preguntaba cuando ocurriría lo que debería. Ella necesitaba que ocurriera en muy poco tiempo, pero también que aquel momento se retrasara más. -Esto no es como imaginé. No sé por qué estás tan asustada, ¿Crees que te lastimaré? No soy violento- La hizo poner de pie y tomó sus manos sintiendo como temblaban y sudaban -¿Por qué no haces esto de una vez? Tus intentos por calmarme solo aumentan más mis nervios- Le dijo sorprendiéndose a si misma -Vamos a la cama- Kenton se sentía decepcionado y excitado al mismo tiempo Kenton creía que cuando Esmeralda se relajara, mientras la besara y la tocara, ella se relajaría sintiendo como la excitación se apoderaba de su cuerpo. En ese momento, los dos disfrutarían y ella olvidaría todos sus temores. Esmeralda caminó hasta la cama y se quedó de pie en la orilla sin saber si acostarse vestida o quitarse lo que tenía puesto, conservand
Esmeralda miraba hacia la pared. Estaba tranquila de saber que Kenton no volvería a tocarla y se sentía aliviada, aunque también con ciertas sensaciones desconocidas en su cuerpo. ¿Por qué sentía esas palpitaciones en su zona íntima? -Esmeralda, perdóname- Kenton intentó que ella lo mirara, pero se apartó más de su contacto -Cumplí el trato, ¿Se le ofrece algo más?- Le habló con frialdad y de peor humor porque solo apretando sus piernas juntas podía aliviar un poco esa sensación íntima desconocida -De nuevo me tratas como a tu jefe- Comentó con frustración- Te quedaste con ganas y entiendo que estés molesta, pero puedo ayudarte con eso si me dejas -Solo tengo ganas de ir a mi apartamento y dormir- Se negó diciendo una verdad a medias porque al llegar a su apartamento lo último que haría sería dormir Kenton dejó de insistir y se acostó mirando el techo. Él había arruinado la noche. Tantas veces le había pedido a Esmeralda estar juntos y cuando lo lograba todo salía mal.
Para Esmeralda, el tiempo había pasado volando y las ganas de regresar a la empresa para ocupar su puesto de trabajo habían desaparecido por la vergüenza que sentía. ¿Cómo sería estar allí de nuevo? ¿Kenton la llamaría o habiendo saciado su deseo y curiosidad por pasar una noche juntos la dejaría en paz? -Deberías dejar tu trabajo. Puedes conseguir empleo en otro lugar, tienes referencias y...- Aconsejó Lourdes preocupada, con el presentimiento de que lo que había sucedido entre su hermana y Kenton apenas había resultado el inicio de algo mucho más tormentoso -No lo haré. Para dejar de trabajar tengo que tener un puesto seguro en otro lugar, ¿Crees que sería tan tonta por dejar a ciegas un empleo estable? No estamos en condiciones en este momento- Interrumpió con total raciocinio y Lourdes debió hacer silencio -Solo llámame si algo ocurre. No estás sola- La apretó con fuerza en un abrazo cargado de preocupación y se persignó en cuanto su hermana pequeña se fue -Que sea lo qu
Esmeralda llegó a casa al finalizar su jornada laboral. Su sobrino Dylan lo primero que hizo fue preguntarle por Kenton y decirle que lo extrañaba. -Lo que menos deseo es verlo ahora- Dijo de mala gana en respuesta al pequeño -Dylan ve a tu cuarto, ¡Ahora!- Lourdes no dudó en levantar la voz sorprendiendo a su hijo e inmediatamente se calmó para no preocuparlo- Te llamaré cuando la cena esté lista, tengo que hablar con tu tía -Está bien mami- Dijo y se fue Esmeralda solo miró a su hermana buscando disculparse por la contestación hacia Dylan. Lourdes sabía que ella estaba nerviosa y que ver a Kenton fue el detonante de su estrés. -Mejor dime que ocurrió, ¿De acuerdo?- Preguntó sin esperar un minuto más -Ocurrió que soy estúpida bajo presión y no se que hacer. No entiendo nada- Apoyó sus codos en sus rodillas y sostuvo su cabeza entre sus manos. Estaba demasiado estresada -Necesito que seas más clara- La apuró Lourdes haciendo que retomara su posición inicial -Cua