Esmeralda Firmó, ¿Que dirá el otro acuerdo? ¿Lo firmara o no? ¿Que harían en el lugar de Esmeralda? ¿Firmarían o no? No olviden dejar sus comentarios y calificaciones positivas :) ¿Les gustaría otro capítulo hoy? Las leo!!
Esmeralda comenzó a leer el segundo contrato, pero una duda sobre el primero la hizo detenerse cuando leyó uno de los puntos. Claramente Kenton pedía tener relaciones más de una vez en los días que debieran estar juntos en el segundo. -Tengo una duda- Dijo sosteniendo en su mano una copia del primer contrato -¿Cuál duda? Debes despejar todas tus dudas e inseguridades antes de firmar un documento, ¿Lo entiendes?- Le aconsejó -El punto tres del contrato dos explica que no ocurrirá solo una vez por noche, pero eso no lo dice en ningún punto del primer contrato. Eso significa que solo será una vez y que aún así debo permanecer en la habitación hasta la hora que aquí aparece- Señaló el punto donde claramente decía que deberían tener relaciones pero sin especificar cuántas veces -Muy inteligente de tu parte pero muy estúpida de la mía. Esperaba que lo hiciéramos más de una vez- Admitió -Eso no sucederá. Si firmo el segundo contrato deberé aceptar esa condición, pero no en es
Esmeralda miraba a su jefe que estaba sosteniendo su teléfono en la mano mientras tecleaba. Ella había decidido pedirle un adelanto, algo que no contemplaba el acuerdo, pero se sentía mejor consigo misma si abonaba antes la deuda porque eso haría que no pudiera arrepentirse después. -Tienes el dinero en tu cuenta. Solamente debes pagar lo que debes desde allí mismo. No demorarás más de un minuto en hacerlo- Le mostró el comprobante de la transacción en la pantalla de su teléfono -Ya llegó. Gracias- Le dijo mirando su cuenta y apresurándose para hacer la transferencia al número de cuenta que aparecía en la factura impaga -Nos vemos esta noche- Le dijo quedándose en su sitio, soportando las ganas de besarla -Hasta más tarde señor Gilmore- fueron las únicas palabras que dijo antes de irse de la oficina y volver a su lugar de trabajo (...….) Esmeralda llegó a su apartamento y fue directamente a la ducha. Lourdes la había seguido y le hablaba desde la puerta pidiéndole que p
La tensión parecía haber escalado varios niveles. Esmeralda sentía su corazón latir a gran velocidad y se preguntaba cuando ocurriría lo que debería. Ella necesitaba que ocurriera en muy poco tiempo, pero también que aquel momento se retrasara más. -Esto no es como imaginé. No sé por qué estás tan asustada, ¿Crees que te lastimaré? No soy violento- La hizo poner de pie y tomó sus manos sintiendo como temblaban y sudaban -¿Por qué no haces esto de una vez? Tus intentos por calmarme solo aumentan más mis nervios- Le dijo sorprendiéndose a si misma -Vamos a la cama- Kenton se sentía decepcionado y excitado al mismo tiempo Kenton creía que cuando Esmeralda se relajara, mientras la besara y la tocara, ella se relajaría sintiendo como la excitación se apoderaba de su cuerpo. En ese momento, los dos disfrutarían y ella olvidaría todos sus temores. Esmeralda caminó hasta la cama y se quedó de pie en la orilla sin saber si acostarse vestida o quitarse lo que tenía puesto, conservand
Esmeralda miraba hacia la pared. Estaba tranquila de saber que Kenton no volvería a tocarla y se sentía aliviada, aunque también con ciertas sensaciones desconocidas en su cuerpo. ¿Por qué sentía esas palpitaciones en su zona íntima? -Esmeralda, perdóname- Kenton intentó que ella lo mirara, pero se apartó más de su contacto -Cumplí el trato, ¿Se le ofrece algo más?- Le habló con frialdad y de peor humor porque solo apretando sus piernas juntas podía aliviar un poco esa sensación íntima desconocida -De nuevo me tratas como a tu jefe- Comentó con frustración- Te quedaste con ganas y entiendo que estés molesta, pero puedo ayudarte con eso si me dejas -Solo tengo ganas de ir a mi apartamento y dormir- Se negó diciendo una verdad a medias porque al llegar a su apartamento lo último que haría sería dormir Kenton dejó de insistir y se acostó mirando el techo. Él había arruinado la noche. Tantas veces le había pedido a Esmeralda estar juntos y cuando lo lograba todo salía mal.
Para Esmeralda, el tiempo había pasado volando y las ganas de regresar a la empresa para ocupar su puesto de trabajo habían desaparecido por la vergüenza que sentía. ¿Cómo sería estar allí de nuevo? ¿Kenton la llamaría o habiendo saciado su deseo y curiosidad por pasar una noche juntos la dejaría en paz? -Deberías dejar tu trabajo. Puedes conseguir empleo en otro lugar, tienes referencias y...- Aconsejó Lourdes preocupada, con el presentimiento de que lo que había sucedido entre su hermana y Kenton apenas había resultado el inicio de algo mucho más tormentoso -No lo haré. Para dejar de trabajar tengo que tener un puesto seguro en otro lugar, ¿Crees que sería tan tonta por dejar a ciegas un empleo estable? No estamos en condiciones en este momento- Interrumpió con total raciocinio y Lourdes debió hacer silencio -Solo llámame si algo ocurre. No estás sola- La apretó con fuerza en un abrazo cargado de preocupación y se persignó en cuanto su hermana pequeña se fue -Que sea lo qu
25 de Diciembre, 19:30 horas. Esmeralda bufaba cansada. Su hermana mayor era obsesiva con los detalles y esa noche estaba más insoportable que nunca. -Solo iré al hotel por mi premio y regresaré. No entiendo por qué debo arreglarme tanto- Se quejó, pero eso no detuvo a Lourdes en su tarea de embellecerla Usando un vestido verde a la altura de las rodillas y unos preciosos tacones negros, Esmeralda observó su imagen en el espejo. Se veía muy bella, pero lo creía excesivo. Dos días atrás, ella había resultado favorecida con uno de los tantos premios que la empresa donde llevaba ocho meses trabajando sorteaba cada año en esas fechas. Ella necesitaba el dinero y sentía que el premio que recibiera le ayudaría a salir de la catastrófica situación económica que atravesaba. Con mucho esmero, finalmente su hermana terminó por estar satisfecha con el resultado y luego de darle un abrigo largo que la protegiera del frío invierno la acompañó a la puerta de entrada. Allí la abrazó
25 de Diciembre 23:35 horas Esmeralda estaba de camino a su apartamento más que avergonzada. Aún en su mente persistía el recuerdo del grandísimo sorteo y lo emocionada que se sintió al ser una de las ganadoras. Ella había comenzado a trabajar en la compañía hacía menos de un año. Al comenzar el mes de diciembre los murmullos y la emoción de sus compañeros de trabajo eran constantes y no comprendía por qué. Samantha, una joven que trabajaba en su departamento de contabilidad le había explicado el por qué la emoción de todos. La empresa Gilmore siempre había destinado dinero a obras de caridad a favor de los niños desprotegidos y con enfermedades graves. Aunque tenían muchísimo dinero para varias vidas, también ayudaban a quien lo necesitara en varias ocasiones. El mes de diciembre era muy esperado por todos. Los sorteos que organizaba la empresa para premiar a los trabajadores por su compromiso y también para motivarlos a donar a obras benéficas eran estupendos. Kenton G
La alarma sonó con insistencia y Esmeralda la apagó con deseos de permanecer en la cama. El pequeño Alvarito dormía acurrucado a su cuerpo y por primera vez sintió envidia de ese pequeño ángel. Debía de ser lindo no tener preocupaciones ni un posible despido por no acostarse con su jefe en Navidad. Más que furiosa con el recuerdo, llevó a su sobrino con Lourdes y se encerró en el minúsculo baño para asearse e ir a trabajar. Se sentía intranquila, un manojo de nervios con piernas. El corazón le latía desbocado dentro del pecho y tenía un mal presentimiento que con el correr de los minutos se volvía peor. En la empresa Gilmore las mujeres podían escoger entre vestir un traje con falda tubo o pantalón. Muchas empleadas guapísimas usaban falda así se les congelara hasta la última terminación nerviosa del cuerpo. Esmeralda había usado su falda en invierno, solo cuando sus sobrinos manchaban su pantalón entallado, algo que ocurría con mucha frecuencia. -¿Mostrar las piernas sabi