Esmeralda miraba a su jefe que estaba sosteniendo su teléfono en la mano mientras tecleaba. Ella había decidido pedirle un adelanto, algo que no contemplaba el acuerdo, pero se sentía mejor consigo misma si abonaba antes la deuda porque eso haría que no pudiera arrepentirse después. -Tienes el dinero en tu cuenta. Solamente debes pagar lo que debes desde allí mismo. No demorarás más de un minuto en hacerlo- Le mostró el comprobante de la transacción en la pantalla de su teléfono -Ya llegó. Gracias- Le dijo mirando su cuenta y apresurándose para hacer la transferencia al número de cuenta que aparecía en la factura impaga -Nos vemos esta noche- Le dijo quedándose en su sitio, soportando las ganas de besarla -Hasta más tarde señor Gilmore- fueron las únicas palabras que dijo antes de irse de la oficina y volver a su lugar de trabajo (...….) Esmeralda llegó a su apartamento y fue directamente a la ducha. Lourdes la había seguido y le hablaba desde la puerta pidiéndole que p
La tensión parecía haber escalado varios niveles. Esmeralda sentía su corazón latir a gran velocidad y se preguntaba cuando ocurriría lo que debería. Ella necesitaba que ocurriera en muy poco tiempo, pero también que aquel momento se retrasara más. -Esto no es como imaginé. No sé por qué estás tan asustada, ¿Crees que te lastimaré? No soy violento- La hizo poner de pie y tomó sus manos sintiendo como temblaban y sudaban -¿Por qué no haces esto de una vez? Tus intentos por calmarme solo aumentan más mis nervios- Le dijo sorprendiéndose a si misma -Vamos a la cama- Kenton se sentía decepcionado y excitado al mismo tiempo Kenton creía que cuando Esmeralda se relajara, mientras la besara y la tocara, ella se relajaría sintiendo como la excitación se apoderaba de su cuerpo. En ese momento, los dos disfrutarían y ella olvidaría todos sus temores. Esmeralda caminó hasta la cama y se quedó de pie en la orilla sin saber si acostarse vestida o quitarse lo que tenía puesto, conservand
Esmeralda miraba hacia la pared. Estaba tranquila de saber que Kenton no volvería a tocarla y se sentía aliviada, aunque también con ciertas sensaciones desconocidas en su cuerpo. ¿Por qué sentía esas palpitaciones en su zona íntima? -Esmeralda, perdóname- Kenton intentó que ella lo mirara, pero se apartó más de su contacto -Cumplí el trato, ¿Se le ofrece algo más?- Le habló con frialdad y de peor humor porque solo apretando sus piernas juntas podía aliviar un poco esa sensación íntima desconocida -De nuevo me tratas como a tu jefe- Comentó con frustración- Te quedaste con ganas y entiendo que estés molesta, pero puedo ayudarte con eso si me dejas -Solo tengo ganas de ir a mi apartamento y dormir- Se negó diciendo una verdad a medias porque al llegar a su apartamento lo último que haría sería dormir Kenton dejó de insistir y se acostó mirando el techo. Él había arruinado la noche. Tantas veces le había pedido a Esmeralda estar juntos y cuando lo lograba todo salía mal.
Para Esmeralda, el tiempo había pasado volando y las ganas de regresar a la empresa para ocupar su puesto de trabajo habían desaparecido por la vergüenza que sentía. ¿Cómo sería estar allí de nuevo? ¿Kenton la llamaría o habiendo saciado su deseo y curiosidad por pasar una noche juntos la dejaría en paz? -Deberías dejar tu trabajo. Puedes conseguir empleo en otro lugar, tienes referencias y...- Aconsejó Lourdes preocupada, con el presentimiento de que lo que había sucedido entre su hermana y Kenton apenas había resultado el inicio de algo mucho más tormentoso -No lo haré. Para dejar de trabajar tengo que tener un puesto seguro en otro lugar, ¿Crees que sería tan tonta por dejar a ciegas un empleo estable? No estamos en condiciones en este momento- Interrumpió con total raciocinio y Lourdes debió hacer silencio -Solo llámame si algo ocurre. No estás sola- La apretó con fuerza en un abrazo cargado de preocupación y se persignó en cuanto su hermana pequeña se fue -Que sea lo qu
Esmeralda llegó a casa al finalizar su jornada laboral. Su sobrino Dylan lo primero que hizo fue preguntarle por Kenton y decirle que lo extrañaba. -Lo que menos deseo es verlo ahora- Dijo de mala gana en respuesta al pequeño -Dylan ve a tu cuarto, ¡Ahora!- Lourdes no dudó en levantar la voz sorprendiendo a su hijo e inmediatamente se calmó para no preocuparlo- Te llamaré cuando la cena esté lista, tengo que hablar con tu tía -Está bien mami- Dijo y se fue Esmeralda solo miró a su hermana buscando disculparse por la contestación hacia Dylan. Lourdes sabía que ella estaba nerviosa y que ver a Kenton fue el detonante de su estrés. -Mejor dime que ocurrió, ¿De acuerdo?- Preguntó sin esperar un minuto más -Ocurrió que soy estúpida bajo presión y no se que hacer. No entiendo nada- Apoyó sus codos en sus rodillas y sostuvo su cabeza entre sus manos. Estaba demasiado estresada -Necesito que seas más clara- La apuró Lourdes haciendo que retomara su posición inicial -Cua
Para Esmeralda el día menos esperado llegó. Saber que tendría que volver a estar con su jefe le causaba escalofríos, pero también cierta tranquilidad al saber que las deudas que la atormentaron por años desaparecerían como por arte de magia. ¿Cuánto tiempo había soñado tener la posibilidad de vivir libre de deudas? Era el anhelo más grande de Lourdes y de ella. Lourdes solo había mirado a Esmeralda vestir con su ropa casual y mirarse en el espejo con cara de tragedia y preocupación inmensa. -Puedes arrepentirte de esto. Recordarás toda tu vida lo que hiciste- Apoyó la mano en su hombro y le habló desde atrás mirando su reflejo en el espejo -Tengo que hacer esto. Es una decisión tomada y ya firmé el documento. No te preocupes por mi, él me tratará como a un objeto valioso... después de todo eso es lo que soy- Rió amargamente intentando que su hermana creyera que estaba bien con lo que había aceptado -Yo nunca voy a juzgarte. Llámame por cualquier cosa que suceda y para saber
Esmeralda cerró sus ojos con fuerza cuando Kenton comenzó a despojarla de su ropa interior. Estaba avergonzada. Su timidez era mucha hasta para ser revisada por un médico, mucho más en su situación actual que debía permitirle a su jefe lo que jamás le había permitido a nadie. Kenton la miraba más que satisfecho por tenerla en su cama y saber que no se iría corriendo al amanecer. -Por Dios, me fascinas- Habló a su oído y comenzó a repartir besos en su cuello mientras su mano derecha tocaba uno de sus senos suavemente Esmeralda respiraba agitada y se mantenía rígida mientras múltiples sensaciones comenzaban a formarse en su interior. Kenton avanzaba tan despacio y con tal nivel de confianza que no era capaz de predecir sus acciones. En un intento por lograr que la rigidez en Esmeralda desapareciera de inmediato, Kenton se apartó e hizo que ella se colocara boca abajo. Ella mantuvo los ojos abiertos en ese momento, ya que no hacía contacto visual con su jefe. Kenton reparti
Para Kenton era más que erótico ver a Esmeralda en la situación en la que se encontraba, rindiéndose a sus bajas pasiones; unas que solo con él había sacado a la luz. Verla tan sonrojada, jadeante y confundida solo aumentaba su propia excitación. -¿Por qué me haces esto?- Puso una de sus manos sudorosas y temblorosas en el pecho de su dueño de fin de semana Kenton sonrió seductor y respondió -Te deseo. ¿Aún no te das cuenta de cuánto lo hago? -No creo que sea sano desear a quien no te desea a ti- Se atrevió a responder aún más confundida que antes -En tu mente, tal vez en tu corazón no lo haces... pero tú cuerpo recibe cada una de mis atenciones. ¿De verdad quieres hablar en este momento?- Volvió a sonreír -Solo te aprovechas de mi situación y usas tu experiencia en tu propio beneficio- Lo acusó pretendiendo hacerlo sentir culpable -Luego de disfrutar varios días conmigo podrás vivir relajada finalmente. No estamos haciendo nada malo, solo disfruta el momento aquí- Le d