Massimo llegó al hotel, descansó y se puso a revisar los detalles para su reunión en la noche. Luego de ello, decidió escribir a la aquella chica que le había dejado una extraña sensación de familiaridad.

“Hola PaBaOc

Espero no incomodarla, he visto su trabajo de fotografía y me gustaría platicar contigo, se me ocurre que la empresa donde laboro puede comprar alguno de sus trabajos.

Mencionó que quiere ir a Paris, si usted acepta, podríamos correr con los gastos y las fotografías serían en esa locación.

Si le interesa, le dejo mi número, ahí puede localizarme fácilmente, considero que la paga puede ser sustanciosa y con ello podría pagar la tintorería de mi chamarra y mochila.

Saludos”

Dudo un poco en enviar el correo, pero ya estaba escrito y no perdía nada con contactarle, al final la chica no se veía como todas aquellas con las que había salido, ella reflejaba un aura de independencia, no necesitaba de alguien para hacer las cosas, por lo que sabía que era una moneda al aire, p