Massimo abrió el correo y vio la respuesta de la chica, nuevamente quedo sorprendido, la chica sabía quién era el y aun sabiéndolo, le estaba proponiendo trabajar con él. Parecía que su mala fama de “Asalta cunas” no había llegado a oídos de ella, era sorpresivo lo que le proponía, esto le causo cierto escepticismo, no la conocía, no sabía de donde era o quien era, pero estaba claro, que la chica estaba interesada en su compañía.

Al finalizar el correo pudo ver que ella había firmado un correo con un nombre diferente al que le había dado y le estaba compartiendo su número de teléfono, eso mostraba un verdadero interés, aunque al ver el nombre, a su mente se vino que la chica se llamaba igual que su sobrina, aquella chiquilla que debería ser como de la misma edad. Pensó que ya era muy tarde, así que prefirió marcarle en la mañana, después de terminar su trago, se fue a dormir.

A la mañana siguiente, Paloma despertó, reviso su correo, pero no había ninguna respuesta.

- “Paloma que estás