Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia... ¡Espero les estén gustando!
- ¿Dónde carajos estoy? – Dijo Luciano, despertando de aquel sueño forzado.- Estás en mi casa, más vale que te comportes, porque no soy una persona de mucha paciencia y sé que prometí cuidarte, pero tu madre ya no está aquí, así que no sabrá si te sucede algo o no. – Dijo Antonio Moretti viéndole fijamente.- ¿Qué haces tú aquí? – preguntó Luciano, incrédulo.- Ya te dije, estás en mi casa, ¡porque no estaría en mi propia casa!- Bueno, eso ya lo sé y mi pregunta va más por la parte de ¿Dónde está mi madre?- Ella está bien, pero tomó su decisión, ella quiere que tú seas libre, quiere que tú termines tu carrera y seas un hombre de bien, no quiere ser una atadura para que salgas adelante. Bueno, al menos eso es lo que me dijo, yo no la conozco bien, tú sí. – Dijo Moretti de manera muy tranquila.- ¿Cómo está el joven? – Dijo la esposa de Moretti.- ¡Está bien! Ya reaccionó…- ¡Albricias! Esa es una excelente noticia, ya me estaba preocupando. Tú, déjalo descansar y quita esa cara de po
Habían pasado dos semanas y Pietro no daba señales de querer hablar, ni ver a Massimo o Celeste. Básicamente en el hospital, donde en algún momento, fuera de la habitación de Pietro estaba todo el mundo, ahora solo estaba siendo vistada por Aldo y de vez en cuando por Marco. Celeste, por su lado, trataba de mantenerse tranquila y ser positiva, aunque en esta terrible situación, realmente no sabía hasta dónde podía ser positiva. Ella había evitado acercarse al hospital desde lo dicho por Pietro, Aldo en un inicio insistía en que ella fuese, pero un día Paloma y Celeste platicaron, esta última decidió contarle a Paloma lo que había dicho Pietro, así que ni Aldo, ni Paloma insistieron más. Aldo no quiso presionarla más, así que en aquel tiempo solo se limitó a visitar a su padre, el cual, con el paso de los días, iba tomando más fuerza, por lo que en poco tiempo el hombre podría ser dado de alta y sería el momento de ir aclarando varias cosas. Durante el tiempo que Pietro permaneció s
Pietro tenía los ojos cerrados, su hermano continuaba sentado a su lado, le intrigaba saber qué era en lo que estaba pensando en ese momento, no quería presionarlo, así que esperó a que él hablara. - ¿Qué hago con Celeste? – Dejó salir Pietro con preocupación en la voz. - ¿Cómo? ¿A qué te refieres? – Preguntó Massimo, intrigado ante tal cuestión. - ¡Sí! No sé qué deba hacer con ella, ya que por más que lo intento, ella simplemente no me despierta nada y eso me preocupa, ¡Está embarazada! Todos me dicen que son mis hijos, pero por más que intento, no me veo con ella, esa chica es todo lo contrario a lo que elegiría. Marco me dijo algo que es verdaderamente importante, no debía lastimarla, ella ha estado aquí sin falta, no, al menos hasta que le pedí que no viniera más… Ella no podía seguir en el hospital, eso le podría hacer daño a ella y a los bebes, sé que soné duro, pero esa fue la única manera de hacerla descansar. – Dijo Pietro mientras se acomodaba en el asiento. - ¡Oh! Así q
Una vez que Massimo salió de la habitación de hospital, Pietro se sumergió en sus pensamientos, analizaba qué sería lo siguiente que debía hacer. Estaba claro que su vida había cambiado por completo y Massimo tenía razón, lo quisiera o no, era padre y abuelo, nuevamente volvería a ser padre y había una mujer que lo estaba esperando.Rápidamente, tomó el teléfono que tenía en la mesa a un lado de su camilla y llamó al Dr. Wagner, quien no tardó en llegar.- Dr. Wagner, ¿Cuándo demonios podré salir de aquí?- Señor Pellegrini, usted puede salir en el momento en que lo decida…- Entonces, ¿Por qué demonios no me han dejado salir aún?- Bueno, no se le ha dado el alta porque lo mantuvimos en observación, pero la verdad es que cuando vimos su desconcierto con todo lo que estaba viviendo, preferimos no darle más preocupaciones, pero si usted ya se siente capaz de estar en casa podría darle un alta abierta y cuando usted quiera o necesite venga al hospital.- ¿Sabe qué? Sí, ya necesito irme a
Valeria estaba sentada en la mesita de jardín de la casa, tenía el monitor de los bebes sobre aquella mesa, tomaba café mientras se perdía en una retrospectiva de su vida, repasaba una y otra vez, la primera ocasión que Marco y ella cruzaron palabra, recordó esa primera interacción donde Marco le había dado un abrigo y un poco de dinero para escapar.En aquella ocasión, Marco apareció como un guardián protector que le había enviado el cielo, era obvio, estaba asustada, lastimada y se sentía terriblemente sola. Varios años después, Marco había aparecido cuando estaba asustada, preocupada y, aunque no estaba sola, realmente necesitaba un poco más de apoyo.Luego de un momento de retrospección, se preguntó algo en voz alta:- ¿Acaso este era nuestro verdadero destino? ¡Ay, Marco! ¿Cuántas cosas tuvimos que pasar para estar juntos? ¿Cuántas cosas juntos hemos tenido que pasar?Luego se le vino a la mente un recuerdo más, Pietro, el hombre que permanecía perdido en sus recuerdos. Ella lamen
Teodore no tardó en aparecer nuevamente en la habitación de Pietro, llevo un poco de ropa, Pietro la observó y no podía creer el terrible gusto del hombre, todo se veía pasado de época o al menos esa era la impresión que le dio esa ropa, pero no dijo nada.- ¡Listo, Teodore! Vamos a casa…El doctor Wagner, al ver a Teodore, no dudó en dar el alta, luego de casi un mes, Pietro salió y respiró el mismo aire que respiraba dentro del hospital, pero este tenía algo diferente, este se sentía como la plena libertad.- ¿Teodore? ¿Por qué me compraste algo tan anticuado?- ¿De qué hablas?- La ropa…- Eso es lo que normalmente te gusta usar…- Oh, es decir que, en mi vida actual, me gusta vestirme como anciano, sin ofender…- Yo te lo he dicho montones de veces, pero te gusta vestirte así, te ves formal; sin embargo, en ocasiones podrías verte un poco o muy mayor.- ¿Podemos comprar otra cosa? No me siento muy cómodo con esto…- Bien, camino a casa, podemos pasar a alguna tienda.- ¡Gracias!Pi
Pietro vio a Celeste desde la puerta, permaneció parado en el marco de la puerta por un momento, era noche, estaba agotado, así que lentamente se acercó, no sabía bien qué decir o hacer, para su fortuna ella estaba dormida y a espaldas de la puerta.El hombre caminó hacia ella, inicialmente pensaba en despertarla y hablar largo y tendido, pero, algo hizo que cambiara de opinión. Un peculiar aroma llamó su atención, toda la que, supuestamente, era su habitación, estaba impregnada de un delicioso aroma a rosas, que curiosamente lo relajó.Pietro, sin pensarlo, se quitó los zapatos y el abrigo, luego con sumo cuidado subió a la cama, él no entendía por qué, pero extrañamente sintió ganas de estar a su lado.Tan pronto como subió a la cama, se acercó al diminuto cuerpo de Celeste, hundió su nariz en el espeso cabello de la chica, su nariz tocó la nuca de la chica, haciendo que ella despertara, uno de sus brazos rodeó su cintura, envolviendo con él, la creciente barriguita de embarazada.Ce
Tras esa breve charla, Pietro abrazó a Celeste, ella pudo sentir el calor que emanaba el hombre, cuando, con sus fuertes brazos, terminó envolviéndola, era extraño, hacía muchos meses, que no sentía nada de ello.Aunque bien debía reconocer que el hombre que tenía abrazándole, era completamente diferente al hombre que ella recordaba, su calor, su manera de hacer las cosas, todo él, le parecía tan ajeno a lo que ella ya conocía, pero, una parte de ella sabía que ahí estaba su Pietro.A la mañana siguiente, cuando Celeste se despertó, Pietro ya no estaba en la habitación, eran más de las 10:00 am, la razón de despertar era que su estómago rugía de hambre, se había quedado profundamente dormida ayer y hoy de igual manera, parecía que la presencia de Pietro, la relajaba y provocaba que descansara mejor, olvidándose de comer.Luego de analizar un poco la conversación de horas antes, se levantó, tomó un baño y su intención era salir en búsqueda de alimento, pero, cuando salió del baño, Pietr