Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia...
Tras esa breve charla, Pietro abrazó a Celeste, ella pudo sentir el calor que emanaba el hombre, cuando, con sus fuertes brazos, terminó envolviéndola, era extraño, hacía muchos meses, que no sentía nada de ello.Aunque bien debía reconocer que el hombre que tenía abrazándole, era completamente diferente al hombre que ella recordaba, su calor, su manera de hacer las cosas, todo él, le parecía tan ajeno a lo que ella ya conocía, pero, una parte de ella sabía que ahí estaba su Pietro.A la mañana siguiente, cuando Celeste se despertó, Pietro ya no estaba en la habitación, eran más de las 10:00 am, la razón de despertar era que su estómago rugía de hambre, se había quedado profundamente dormida ayer y hoy de igual manera, parecía que la presencia de Pietro, la relajaba y provocaba que descansara mejor, olvidándose de comer.Luego de analizar un poco la conversación de horas antes, se levantó, tomó un baño y su intención era salir en búsqueda de alimento, pero, cuando salió del baño, Piet
- Cuéntame más sobre nosotros… - Dijo Pietro mientras conducía.Celeste lo quedó viendo atónita, pero, entendía que Pietro estaba intentando enlazar sus recuerdos. Ella contó todo lo que habían vivido en Italia y Eslovenia, muchas de las cosas que vivió a su lado, le generaban ciertas emociones que iban desde amor, cariño, hasta el extremo de tristeza o ansiedad.- ¿Qué sucede? – dijo Pietro cuando vio cómo ella cambió el semblante tranquilo a uno más reservadoElla tomó aire y suspiró, con ese suspiro, pretendía dejar salir el nudo en la garganta que llevaba cargando desde que salió de la casa de Pietro en Eslovenia, cuando supuestamente ella pensaba en abandonarlo.- Nada. – Respondió Celeste de manera cortante.- ¿Estás completamente segura? – Dijo Pietro alzando una ceja y haciendo a un lado el auto para detenerse en el camino.Luego de ello, bajó del auto, lo rodeó y abrió la puerta del lado de Celeste, le extendió una mano y la hizo bajar del auto.Era claro que Celeste intentab
- Cuéntame más sobre nosotros… - Dijo Pietro mientras conducía.Celeste lo quedó viendo atónita, pero, entendía que Pietro estaba intentando enlazar sus recuerdos. Ella contó todo lo que habían vivido en Italia y Eslovenia, muchas de las cosas que vivió a su lado, le generaban ciertas emociones que iban desde amor, cariño, hasta el extremo de tristeza o ansiedad.- ¿Qué sucede? – dijo Pietro cuando vio cómo ella cambió el semblante tranquilo a uno más reservadoElla tomó aire y suspiró, con ese suspiro, pretendía dejar salir el nudo en la garganta que llevaba cargando desde que salió de la casa de Pietro en Eslovenia, cuando supuestamente ella pensaba en abandonarlo.- Nada. – Respondió Celeste de manera cortante.- ¿Estás completamente segura? – Dijo Pietro alzando una ceja y haciendo a un lado el auto para detenerse en el camino.Luego de ello, bajó del auto, lo rodeó y abrió la puerta del lado de Celeste, le extendió una mano y la hizo bajar del auto.Era claro que Celeste intentab
Guadalupe estaba parada en el balcón de la habitación en la que dormía desde hace 3 años. No quiso encender las luces, para que con la oscuridad de la noche se cubrieran las lágrimas que rodaban por sus mejillas.“¡Esto se acabó! No puedo seguir así, no puedo más” – Pensaba mientras observaba hacia el frente.De pronto la luz de un auto la sacó de sus pensamientos, su amado esposo regresaba a casa y sabía muy bien lo que sucedería. Su esposo Massimo Pellegrini era el presidente del Conglomerado Pellegrini, el cual es de los más importantes de la provincia de Lazio, hoy por la mañana había olvidado un folder lleno de documentos que, al pensar por Emma y Guadalupe, posiblemente utilizaría y tendría problemas si no los tenía.Trato en varias ocasiones llamarle vía telefónica para comunicarle sobre sus documentos, pero al no recibir repuesta, salió de la mansión con la misión de llevar aquellos ella misma, solo le aviso a Emma Fiore, su ama de llaves.Emma, no contesta Massimo ¿Estás segur
Guadalupe estaba cansada de tanto llorar, mientras se ponía el pijama vio un gran hematoma en el estómago, este lo produjo el golpe que le había asestado su marido durante el día. Una lágrima rodó por su mejilla, pero prefirió no pensar más en el tema, no era la primera vez que esto sucedía, así que no era nuevo ver su piel con marcas, se recordaba así misma que todo esto era por su abuelo y no podía decepcionarlo.Cuando pudo quedarse dormida, se perdió en un sueño oscuro que el cual se llenó de luz, de pronto comenzó a ver pequeños cortos de lo que sería su vida, eran breves, pero cada uno de ellos le dejaba un hueco en el corazón. Su vida no cambiaría para bien, al contrario, a pesar de los esfuerzos que hiciera, se quedaría sola y sin familia; su abuelo fallecería en la cárcel, Massimo y Alessia vivirían felices después de haber entregado a la familia de Guadalupe a la embajada. Ella, al final, terminaría viviendo en la calle, pasando hambre y no pudiendo alimentar a su pequeño be
Guadalupe estaba recostada tratando de calmarse y encontrar las mejores palabras para hablar con la abuela y explicarle que lo único viable en su matrimonio era el divorcio. De pronto su teléfono sonó y un mensaje de texto apareció en pantalla. — ¿Qué tal la escena de ayer? Sabes, no es la primera vez que pasa, lo hacemos una o dos veces al día, tu marido es insaciable. Normalmente, esto pasa en parejas que se aman de verdad. Seguramente tú no lo sabes porque tu matrimonio es solo una farsa y la única que está feliz, así eres tú. El mensaje aparecía como pie de una foto muy comprometedora entre ella y su marido. Toda la tranquilidad que había estado mostrando Guadalupe se rompió y comenzó a llorar desesperadamente, él nunca la había tocado de esa manera, ella no seguía siendo virgen, pero, él ni siquiera la deseaba como se veía en la foto con Alessia.De pronto, entro en crisis y comenzó a tirar todo lo que se encontraba en su tocador, rompió el espejo haciendo que el piso se llenar
Después de lo que pareció un largo viaje, la ambulancia llegó al hospital, Guadalupe estaba pálida e inconsciente. Los paramédicos dijeron: — La señorita ha perdido demasiada sangre, esperemos que aún podamos hacer algo. — Debemos de, es una mujer muy joven, no puede morir así. — No tengo idea de qué debió pasar por su cabeza para decidir quitarse la vida, es una mujer muy joven. — Dijo unos de los médicos. Mientras tanto, Guadalupe, en su subconsciente luchaba contra una realidad muy diferente, se vio envuelta en la misma pesadilla. Guadalupe estaba encerrada en una mansión, estaba sola y con el vientre hinchado, estaba embarazada, al menos su vientre mostraba un avanzado estado de gestación, derramaba lágrimas y pedía que la dejaran salir, se veía angustiada. A su lado estaba Emma, quien trataba de consolarle. — Señora, ¡Tranquila, el bebé, no debe recibir todo esto! — Emma quiero irme, por favor, solo quiero irme lejos, ¿por qué Massimo me encerró aquí? ¡Quiero irme! Él me tr
Mientras Massimo, Emma y la Sra. Caterina esperaban en una sala privada para recibir información acerca de la mejoría de Guadalupe, esta última no pudo evitar recordar cómo la joven había arribado hace cinco años. Además, Massimo no tenía conocimiento de dicha información.Guadalupe tenía 17 años cuando tuvo que salir del país intempestivamente, su abuelo le llamó al colegio y pidió verla a la salida de este, Caterina recordaba haberle recomendado a Alberto que debían salir sin mencionar nada a nadie…Abuelo AlbertoEl abuelo habló al colegio y solicitó que Guadalupe lo esperara en la entrada en 10 minutos. Al abrir la puerta del vehículo, vio a su nieta y ella vio a quien hasta ese momento se mostraba como un hombre fuerte, con el rostro desencajado y una mirada de angustia.— ¡Anda Guadalupe, sube! Necesitamos irnos ya…— Abuelito ¿Qué pasa? Mis cosas están dentro…— Eso ya no importa, ¡Vamos!Ella no tuvo más opción que subir, pensó “Regina guardará mis cosas y las llevará a casa po