—¿Crees que nunca sentí amor real por ella?
—Todas las respuestas están en tu corazón, solo debes escucharlo. ¡Vamos! El desayuno ya está en la mesa.Después de desayunar con su padre y hablar de algunos temas que no tuvieron nada que ver con lo ocurrido, le ayudaron a relajarse y a aclarar un poco sus ideas. Lo que le pareció un poco extraño, fue que su padre antes de irse al fin le hablara de su madre, nunca la conoció y él nunca habló de ella, más que lo necesario para saber que su progenitora lo amaba mucho y murió cuando él naciera. Ese era un tema pospuesto del que no podía ni mencionarse. Y aunque no le contó toda su historia de amor con detalles, el que la mencionara era más que suficiente.— Natalia sigue estando en mi corazón, fue el amor de mi vida y siempre estaré muy agradecido con ella, no solo porque me dio un hijo inteligente y sensible, sino porque me enseño a amar, se acopló a mi ritmo de vida, nunca me juzgo, si había alguna diferencia la arreglábamos hablando, sin gritos; las riñas no existían entre los dos. Era una mujer muy paciente y de carácter fuerte. —Hizo una pausa —Bueno, creo que ya te he quitado mucho tiempo, te busco mañana para almorzar. Descansa, hijo y piensa en lo que hablamos.Después de acompañarlo hasta la puerta, regresa a su habitación para vestirse, el hablar con su padre ha desperatdo el interés en salir y disfrutar su domingo. Al llegar a la sala se deja caer en el sofá y piensa en lo grandiosos que ha empezado su día. No esperaba la visita de su padre y menos tener esa charla amena, al principio fue tediosa, aburrida y maldecía el haberse levantado de la cama, pero terminó siendo muy agradable, había olvidado los buenos consejos que solía darle.Siendo un hombre muy ocupado, lo dejó al cuidado de sus abuelos, que nunca mencionaron algo al respecto. Todas sus preguntas sobre su mamá llegaban a la misma respuesta.“Tu madre era una mujer hermosa, inteligente, que te amaba mucho ¿sabes? Tienes el color de sus ojos y esas pestañas rizadas que nos recuerdan a ella”Por muchos años, solo una foto descolorida fue su todo para calmar su soledad, hasta que Daniela llegara a su vida y lo colmara de felicidad, la conoció en la escuela; era tan diferente a todas esas niñas hermosas que intentaban acercársele; era tan única y especial. Lo llenó de paz, de esa misma paz que sentío minutos atrás al verla en medio de su caos.Si su padre estaba tan dispuesto a escucharlo y responder con sinceridad ¿por qué no se atrevió a mencionarle lo de Dani? Quizás, solo quizás porque en su juventud se empeñó tanto en separarlo de ella y años después de llegar a España, siguió repitiéndole que no era digna de tener su amor, que era solo una simple soñadora sin futuro.“Alguien como Daniela Errivares no era digna de estar con un García Brescia, ¡Grábatelo bien!”¿Qué tenía de especial? ¡Nada! Solo un apellido reconocido que la separaba de la mujer que amaba. Pero lo que más marcó esa diferencia, fue su cobardía, ese miedo a mirarla de nuevo y verla morir con ese adiós. Se conformó con la vida de lujos y comodidad que le brindaron que cuando tuvo la oportunidad de regresar por ella, no lo hizo. Ahora Daniela lo buscaba para atormentarlo, para recordarle que nunca la olvidó, que solo fingió sepultar su recuerdo y que su corazón seguía latiendo por ella y más que nada que aquella promesa de amor aún existía.¿Y qué sentía por Amber? En eso apareció ese sentimiento dulce, que junto a esos momentos inolvidables que llenaron de dicha su destrozada vida, le recordaban que era especial. Ella le devolvió la vida a su corazón, lo llenó de paz y alegría. Si ponía en una balanza a ambas y destacaba los momentos compartidos, el equilibrio era igual. Estaba confundido y se encaminaba a una gran oscuridad con las más inmensas dudas y con ojos cerrados.—¿En verdad quiero que se aleje de mí, o hago algo para recuperarla? ¡Señor, dame una señal! —Dice a modo de súplica, con las manos en cubriendo su cara.“Si la extrañas, ve a buscarla”.Esa voz dulce de Dani se escucha a su lado, aparta sus manos de inmediato llevando la vista a en dirección de su voz y puede verla, sentada a unos centímetros del sofá, mirándolo con tristeza. Por unos segundos se pierde en su mirada tan llena de paz, pero melancólica y antes de que pueda decirle algo, se desvanece.—¡Dani! —Expresa temeroso —¿Por qué quieres que vaya por ella? ¡Dime! ¿Solo desaparecerás dejándome con las dudas? ¡Vamos!“¿Por qué la necesitas?” Le susurra al oído, desde sus espaldas causándole un terrible escalofrío.Se gira casi al instante y ya no puedo verla, pero escuchó su voz. Se puso de pie y observó a su alrededor, todo parecía igual, no había nadie. “¿Será mi conciencia?” Piensa.“¿Puedes decirme así?” vuelve a susurrarle al oído.—¡Carajo! — grita girándose y no ve nada. — ¿Por qué me atormentas Dani? ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué es lo que esperas que haga?“No quiero atormentarte, creí que necesitabas escuchar esas respuestas". Insiste mostrándose frente a él.—¿Por qué?“Te veías triste”.—¡No! ¡No, dije nada! —Le recuerda — Solo lo pensé, ¿Acaso puedes leer mi mente?“¡No!, lo juro” Se sonríe, dejándolo pasmado con esa carita de ángel. "Solo lo que dice tu mirada y lo que escucho cuando susurras"—Pues no lo hagas. —Le habla poniéndose muy serio, casi molesto —No quiero que vuelvas a decirme lo que quiero escuchar.“¿Y Por qué no?”—Porque me confundes más! —Grita. —Me pides que la busque cuando estás aquí mostrándome esa mirada triste que me apuñala el corazón.“¿Estás confundido? Creí que la amabas”.— ¡No! ¡Por favor! Solo… —lleva sus manos a la cara. — ¡Ay! ¿Sabes? Creo que iré a dar una vuelta. Y cuando regrese no quiero verte, es más cuando intentes aparecer, quiero que te anuncies primero.“Te parece bien enviarte un mensaje de texto o una nota pegada en la refridedora". le sonríe cruzándose de brazos.
—Muy graciosa.
“¿Solo un chiflido o un soplido en la nuca?”
—¡Basta! —Levanta las manos.
“¡Ey, tonto! creo que se te olvida que puedo hacer lo que se me venga en gana y no puedes impedirlo, soy un fantasma y puedo verte hasta desnudo sin que lo sepas, no lo olvides”—¡Ay! —Grita estremeciéndose — ¡Jodida vida! ¡Ya no tengo privacidad! ¿Sabes? —La mira sin saber qué decir. — Solo has lo que tengas que hacer, pero, no me espantes cuando aparescas.Toma las llaves del auto y sale sin perder tiempo escuchando la risa tierna de Dani y un “Como quieras"
Sube al ascensor pensando en lo idiota que me vio hablándole a un espíritu sobre su privacidad. Si desde que Dani apreció, ya no la tenía. Minutos después esta ya frente a su auto, para ir con Richard, si existe alguien con quien hablar de su tormento, ese era él. Se pone en marcha recordando lo que dijera su padre y Dani sobreAmber¿Será posible que no la amara? Intenta aclarar ese punto, cuando una llamada lo aparta de sus pensamientos, era ella.—Hola. Creí que seguías molesta.—No te estoy llamando para disculparme por mi decisión, es para recordarte que empaques el resto de mis pertenecías. Paola ira por ellas en la tarde.— ¿Te estás quedando con Paola?—Es mi mejor amiga y te recuerdo que antes de mudarme conmigo, compartíamos departamento. Cuando termine su turno en el hospital, pasará a recogerlas.
Al volver al departamento recorre con tranquilidad el lugar en busca de Dani, camina hasta su habitación y se deja caer sobre la cama mirando el techo por unos minutos, con las manos bajo su cabeza cierra los ojos y piensa en la manera de empezar esa necesaria conversación con el fantasma de su ex. Respira hondo para tomar valor y no sobresaltarse consu presencia.—¡Dani! Dime qué está pasando. Ahora soy yo el que necesita tu ayuda, mi vida es un caos y no sé qué hacer. ¿Dónde estás?“Estoy aquí” se escucha su dulce voz, por más concentrado que estaba, no puede evitar sobresaltarse un poco, su corazón se acelera y abre los ojos, girando la cabeza hacia su lado. Puede verla tendida sobre la cama con los ojos cerrados y sus manos bajo la cabeza, sonriendo, como si estuviese en medio del paraíso. Al sentir que la observa lo mira, hipnot
Las horas siguieron pasando y Daniela no aparecía, la llamo muchas veces y nada, hasta llegó a pensar que en verdad lo había inventado todo, quizás las pastillas yahabianecho efecto y ahora desvanecían todas sus alucinaciones. Preparó algo paraalmorzar, no era bueno para ello, así que, con su recetario en mano hizo su mejor esfuerzo. Ya eran las dos de la tarde y ella no daba señales de volver.—Si estás aquí, ¿Podrías decirme si puedes pedir ayuda, en caso de que me estuviese muriendo por indigestión? —espera unos segundos y no escucha nada. — ¡No, claro que no puedes! Porque no existes —Termina diciendo un poco fastidiado.Termina de comer y se dispone a recoger todas las pertenencias deAmber, unas horas después va a tomar un baño.—Este lugar está prohibido, así
En otro punto de la ciudad, Amber se entregaba en cuerpo y alma a ese desenfrenado deseo con la única persona capaz de hacer que olvide su nombre y llevarla, al mismo cielo entre caricias, besos y gemidos de placer.A las seis de la mañana la habitación aun esta a oscuras, las cortinas cerradas ayudaban a mantener la complicidad del momento; ser precavidas nunca esta de más, sobre todo cuando tienes enfrente otro edificio.Paola había regresado casi de madrugada y ella se había encargado de hacerle un exclusivo recibimiento, masajes, buena compañía y una dosis grande de amor, fueron suficiente para que el estrés del trabajo muriera al cruzar la puerta de la habitación, donde ahora dos cuerpos desnudos se fundían en un largo y apasionado beso.Caricias ardientes que parecen iluminar con cada toque, junto a esos besos húmedos tan placenteros que suben y bajan tejiendo un camino de sue&nt
A Leonardo, no le agradaba la idea de ir a ver al GranMarius, pues se ha hecho famoso y hasta ha salido en algunos programas televisivos, esos faranduleros que todos aman. Es relativamente conocido y por ende es el más caro. Tiene una mansión y varios coches de lujo, ha viajado por el mundo y sus redes están inundadas con cientos de miles de fans. Eso solo indica que es un buen negocio el engaño que hace. Pero como lo dijo Richard, él no tiene nada que perder, Dani está a mi lado y puede saber exactamente sus trucos viejos. Hay miles de cometarios positivos en sus redes ¿Publicidad barata o bien pagada? O ¿Quién sabe? Quizá en verdad puede hacer algo con sus poderes psíquicos.Después de que salir de la cama e ir a tomar un baño, desayuna en compañía de Dani, con un buen ánimo.—En un momento iremos a ver aMarius, es un famoso S&iacu
Sin perder tiempo se dirige a su despacho, ya estaba retrasado un parte horas por el terribletránsito y el desvío hacia el consultorio deMarius, pero la grata compañía no le hacía sentir el paso del tiempo.—Bueno, nos vemos en la casa, te dejo trabajar —Dice ella desapareciendo.—¡No… hace falta! —Pero, ya se había ido.Cuando llega a su oficina, sus compañeros lo miran preocupados, se le había olvidado avisarles de su demora, más cuando tenían entre manos el mejor proyecto de sus vidas.—¿Qué pasó jefe, por qué la demora? —Se acerca Cristián —Creíamos que les había pasado algo malo.—¿Llamó el ingenio Ramírez?—Hace dos horas, pero no se preocupe, nos hicimos cargo de lo que pedía y quedó satisfecho. —le entrega una carpeta.—Me alegra saber que puedo confiar en ustedes. —Hecha un vistazo a los documentos.Sigue caminado con la vista puesta en los documentos.—Buenos días, señor García.—Buenos días, Amanda. —Saluda, si
Pensando en las palabras de Paola se perdió algunas horas hasta llegar la noche y recordó la cena con Amanda.—Cristian, quiero que te encargues de cerrar bien el despacho y si mañana necesitó que me cubras unas horas.—¿Y eso por qué?—Voy a cenar con Amanda y…—¡Uy! Piensan tener una larga noche agotadora —pregunta curioso y emocionado.—¡Claro que no! Mañana tengo algo pendiente que hacer.—Se puso colorado, la idea no le es tan descabellada.—No digas tonterías, que podría escucharte.—todos sabemos que se muere por usted. Debería aprovechar la oportunidad ahora que está soltero.—Por el momento no deseo retomar mi vida amorosa. Estoy bien así. —se aleja.—Pero,jefecito.—Encárgate de lo que te pedí.Ya t
Leonardo se despertó temprano, preparó el desayuno en compañía de Daniela y después salió par el Hospital.“Disculpa que no te acompañe, pero el solo escuchar el nombre me lleno de angustia, creo que le tengopánicoa esos lugares”—No te preocupes, podemos vernos en el trabajo o aquí cuando regrese.“O cuando me necesites”—Exacto. Ten un buen día.“Igual tú” le grita cuando la puerta se cierra.De buen humor, Leonado baja del ascensor y saluda a Bryan, el guardia de seguridad. Sube a su auto y tras unos minutos en la carretera libre detránsitollega al HospitalClínicde Barcelona. Se dirigía a recoger sus exámenes al consultorio del doctor Harry, en el camino le pregunta a una enfermera si se encontraba libre.