Subí al interior del vehículo acompañado de Jordania, nos dirigimos al asiento del fondo ella se colocó en todo el final y yo justamente en el punto medio, las personas fueron ingresando en el orden que les correspondería bajarse de la unidad, de esa manera los primeros que llegarían eran los últimos en subirse, pues serían los que más rápido se bajarían. —No sé si este bien esto Jordania, desconozco en que punto de la ruta me bajare —Indiqué a punto de cambiar de lugar, hasta que ella coloco su mano en mi cintura. —Quédate aquí Liam, este es tu posición —Sonrió esta de forma maliciosa, comenzando a masajearme. Tuve la intención de decirle que se detuviera, pero ninguna palabra salió de mi boca, estaba completamente embelesado por las sensaciones. Pude notar eso sí que el coche se fue llenando con una cantidad considerable de personas, mientras aguantaba las ganas que tenia de suspirar ante sus caricias, definitivamente era una experta, yo no le importaba en lo absoluto, lo único qu
Los chismes formados alrededor de la figura de Jordania y de mi persona no tardaron en expandirse como la pólvora, los siguientes dos días fueron un constante vitoreo, aunque, después de ese momento fogoso no pudimos continuar ni un segundo con lo iniciado, estábamos tan absolutamente metidos en el trabajo que era sencillamente imposible.Pasado ese momento en el que nadie esperaba nada de mi por ser un novato, las exigencias iniciaron hacia mi persona, un buen número de llamadas todos los días y entre ellas tenía que abarcar milimétricamente la base de clientes asignados, de no hacerlo, estos se irían acumulando y el trabajo se volvería más pesado, gracias al cielo Rosa estaba allí para ayudarme a que la situación fuese ligera. Curiosamente, después de ese beso, ella era constantemente llamada por la CEO a su oficina, cosa que a todos les parecía extraño, pues la posición de nuestra jefa suprema era una muy ocupada, los llamados de atención y demás labores relacionadas con nimiedade
La chica se sentó a mi lado y comenzó a consumir su almuerzo, compartimos varias anécdotas divertidas de los dos días en lo que estuvimos un tanto dispersos, desde clientes que no tenían ni idea de quienes éramos, hasta personas insistentes en que se le ofreciera el servicio pese a su terrible comportamiento con nosotros.—Son unos descarados, a mí me daría muchísima vergüenza llamar a un negocio después de haber quedado en un estado tan malo —Afirmé dándole varios bocados a mi comida.—Totalmente, bueno, Andrés de hecho me dijo que ese en cuestión llego incluso a cobro judicial, es decir su historial como comprador se fue al garete —Aseguró llamando mi atención con ese comentario.—Espera… ¿Ese no es el que ladra como un perro? —Dudé para confirmar.—Sí, él y Eddy son del departamento de cobros, mientras que Yenny es la jefa —Garantizó tomando un trago de agua fría.—Ya veo… ¿Qué tal es esa área? —Conversé con ganas de conocer más sobre la compañía.—Horrible, tienen que hacer aproxi
Llegué presuroso a la sala grande, todos los presentes me vieron extrañados cuando atravesé la misma a zancadas largas, me quedaban solamente dos minutos para vencer el tiempo de mi auxiliar de almuerzo, coloqué el auricular en mi oído y activé el Britune, programa que utilizaba porque me gustaba más que Celumark, reposé en el asiento logrando conectarme justo a tiempo.—Cielos, eres sin duda un chico muy trabajador —Carcajeó la analista, quien estaba disfrutando de un delicioso tostón —¿Quieres un poco para bajar los nervios? —Sonrió al pasarme la bolsa.—No me viene mal —Acepté con un suspiró pronunciado.Tanto Alison como Mery llegaron después de pasados unos minutos de que se acabara su tiempo para almorzar, con una serenidad envidiable, eso me hizo notar que estaba tomándome las cosas con demasiada seriedad, sin embargo, eso no hacía que me enojara, cada persona es diferente y yo había decidido ser alguien más enfocada en mi vida laboral que en cualquier cosa.Mis pensamientos su
(…) Unas horas más tarde / Centro Comercial LogiasLas ansias se habían apoderado de mi cuerpo, no podía dejar de pensar en Jordania y sus hermosas curvas, baje las escaleras para saltarme la cola del transporte, llegando tan pronto que el señor en cuestión aun no aparecía, contemple el cielo y me di cuenta que pese a la hora todavía no era de noche. El sol moría lentamente en el horizonte, oculto entre las montañas que rodeaban nuestra zona de trabajo.—¡Liam! —Exclamó Franco desde mi espalda, venía con medio departamento de ventas —Recién llegando y ya coronando —Aseguró este con un tono jocoso.—No sé a qué se refieren —Desvié la mirada tratando de ocultar lo que era obvio.—¡Uy! —Gritó Shawn de una forma extremadamente aguda, era evidente que el había sido quien soltó toda la sopa de lo ocurrido.—No te de pena varón, esa muchacha es una belleza, yo también me hubiese arriesgado —Carcajeó el cumpleañero con un tono eufórico —Eso sí, los tres bebés definitivamente me dan como miedo
El camino en el vehículo de mi padrastro fue bastante tranquilo, escuchábamos la lista de música que él tenía, era bastante divertida una mezcla entre rock y electrónica, que me encantaba, solo que al voltear note que ella no se sentía muy a gusto, parecía que ese no era en absoluto su estilo, aunque disimulaba para no decirme nada.—¿Pasa algo? —Cuestioné viéndola a la cara.—Nada, solo que disfruto más otro tipo de canciones —Garantizó un tanto incomoda.—¿Algo de perreo intenso? —Burlé en su oído, viendo como esta se reía a carcajadas.—Tal vez —Mencionó con picardía, con unos ojos que me incitaban a cometer actos lascivos.—Por cierto, es muy importante que hagan lo que hagan usen condones —El comentario de mi papá me hizo abrir los ojos como platos —Yo comprendo que a veces pareciera más sabroso sin el anticonceptivo y puede ser, pero la seguridad es primero —Argumentó este causándome una profunda vergüenza. —Si eso… Ya lo sabemos —Declaré con el corazón acelerado y con ganas de
(…) Centro Comercial Logias / lunes por la mañanaConseguí reponerme del chasco amoroso muy pronto, usé la totalidad del fin de semana para hacer ejercicio, leer y jugar a mi juego favorito, el cual por cierto termine, de hecho, incluso intente escribir, quería volcar mis sentimientos en forma de prosa, tristemente ese potencial fue destruido después de mi relación con Verónica, desde entonces era completamente incapaz de hacerlo sin llorar amargamente y deprimirme. Uno pensaría que después de un año los sentimientos ya estarían completamente muertos, tristemente seguían igual de fuertes que siempre, recordándome que sin importar con quien estuviese o a donde fuese las emociones se mantendrían firmes, en fin, ignorando ese echo me dedique a conversar con Arturo por el resto del tiempo sobre diversos temas, entre ellos el ámbito laboral, este había conseguido trabajo de medio tiempo en una empresa por internet por lo que estaba relativamente cómodo.Dejando eso de lado, ya era hora de
—¡Tenemos reu! ¡Vamos Liam! —Afirmó Alison levantándose del asiento.—Oh ¿Tú también vas? —Dudé encantando con esa noticia.—Pues sí, soy parte del personal con experiencia que ayuda con mis métodos a que mejores tu proyección —Sonrió con emoción la chica.—Bueno, subamos entonces —Acepté riéndome, poniendo rumbo al piso en cuestión.Optamos por las escaleras porque había cierto tráfico de personas esperando, se supone que sería específicamente en la sala de reuniones, por lo que tampoco es que pudiéramos confundirnos con la ubicación, lo curioso es que llegamos incluso antes de que las jefas lo hicieran, tomamos asiento cómodamente y entonces ingresaron ambas chicas.Tengo que admitirlo, pocas veces veías tanta belleza en un mismo lugar, Corina y Olesia eran par de bombones andantes, con unas amplias sonrisas perfectas, cabellos siempre bien arreglados, retoques pertinentes de maquillaje, la altura, la profundidad de sus ojos, el busto, los glúteos, tanto que incluso con esa ropa tan