La chica se sentó a mi lado y comenzó a consumir su almuerzo, compartimos varias anécdotas divertidas de los dos días en lo que estuvimos un tanto dispersos, desde clientes que no tenían ni idea de quienes éramos, hasta personas insistentes en que se le ofreciera el servicio pese a su terrible comportamiento con nosotros.—Son unos descarados, a mí me daría muchísima vergüenza llamar a un negocio después de haber quedado en un estado tan malo —Afirmé dándole varios bocados a mi comida.—Totalmente, bueno, Andrés de hecho me dijo que ese en cuestión llego incluso a cobro judicial, es decir su historial como comprador se fue al garete —Aseguró llamando mi atención con ese comentario.—Espera… ¿Ese no es el que ladra como un perro? —Dudé para confirmar.—Sí, él y Eddy son del departamento de cobros, mientras que Yenny es la jefa —Garantizó tomando un trago de agua fría.—Ya veo… ¿Qué tal es esa área? —Conversé con ganas de conocer más sobre la compañía.—Horrible, tienen que hacer aproxi
Llegué presuroso a la sala grande, todos los presentes me vieron extrañados cuando atravesé la misma a zancadas largas, me quedaban solamente dos minutos para vencer el tiempo de mi auxiliar de almuerzo, coloqué el auricular en mi oído y activé el Britune, programa que utilizaba porque me gustaba más que Celumark, reposé en el asiento logrando conectarme justo a tiempo.—Cielos, eres sin duda un chico muy trabajador —Carcajeó la analista, quien estaba disfrutando de un delicioso tostón —¿Quieres un poco para bajar los nervios? —Sonrió al pasarme la bolsa.—No me viene mal —Acepté con un suspiró pronunciado.Tanto Alison como Mery llegaron después de pasados unos minutos de que se acabara su tiempo para almorzar, con una serenidad envidiable, eso me hizo notar que estaba tomándome las cosas con demasiada seriedad, sin embargo, eso no hacía que me enojara, cada persona es diferente y yo había decidido ser alguien más enfocada en mi vida laboral que en cualquier cosa.Mis pensamientos su
(…) Unas horas más tarde / Centro Comercial LogiasLas ansias se habían apoderado de mi cuerpo, no podía dejar de pensar en Jordania y sus hermosas curvas, baje las escaleras para saltarme la cola del transporte, llegando tan pronto que el señor en cuestión aun no aparecía, contemple el cielo y me di cuenta que pese a la hora todavía no era de noche. El sol moría lentamente en el horizonte, oculto entre las montañas que rodeaban nuestra zona de trabajo.—¡Liam! —Exclamó Franco desde mi espalda, venía con medio departamento de ventas —Recién llegando y ya coronando —Aseguró este con un tono jocoso.—No sé a qué se refieren —Desvié la mirada tratando de ocultar lo que era obvio.—¡Uy! —Gritó Shawn de una forma extremadamente aguda, era evidente que el había sido quien soltó toda la sopa de lo ocurrido.—No te de pena varón, esa muchacha es una belleza, yo también me hubiese arriesgado —Carcajeó el cumpleañero con un tono eufórico —Eso sí, los tres bebés definitivamente me dan como miedo
El camino en el vehículo de mi padrastro fue bastante tranquilo, escuchábamos la lista de música que él tenía, era bastante divertida una mezcla entre rock y electrónica, que me encantaba, solo que al voltear note que ella no se sentía muy a gusto, parecía que ese no era en absoluto su estilo, aunque disimulaba para no decirme nada.—¿Pasa algo? —Cuestioné viéndola a la cara.—Nada, solo que disfruto más otro tipo de canciones —Garantizó un tanto incomoda.—¿Algo de perreo intenso? —Burlé en su oído, viendo como esta se reía a carcajadas.—Tal vez —Mencionó con picardía, con unos ojos que me incitaban a cometer actos lascivos.—Por cierto, es muy importante que hagan lo que hagan usen condones —El comentario de mi papá me hizo abrir los ojos como platos —Yo comprendo que a veces pareciera más sabroso sin el anticonceptivo y puede ser, pero la seguridad es primero —Argumentó este causándome una profunda vergüenza. —Si eso… Ya lo sabemos —Declaré con el corazón acelerado y con ganas de
(…) Centro Comercial Logias / lunes por la mañanaConseguí reponerme del chasco amoroso muy pronto, usé la totalidad del fin de semana para hacer ejercicio, leer y jugar a mi juego favorito, el cual por cierto termine, de hecho, incluso intente escribir, quería volcar mis sentimientos en forma de prosa, tristemente ese potencial fue destruido después de mi relación con Verónica, desde entonces era completamente incapaz de hacerlo sin llorar amargamente y deprimirme. Uno pensaría que después de un año los sentimientos ya estarían completamente muertos, tristemente seguían igual de fuertes que siempre, recordándome que sin importar con quien estuviese o a donde fuese las emociones se mantendrían firmes, en fin, ignorando ese echo me dedique a conversar con Arturo por el resto del tiempo sobre diversos temas, entre ellos el ámbito laboral, este había conseguido trabajo de medio tiempo en una empresa por internet por lo que estaba relativamente cómodo.Dejando eso de lado, ya era hora de
—¡Tenemos reu! ¡Vamos Liam! —Afirmó Alison levantándose del asiento.—Oh ¿Tú también vas? —Dudé encantando con esa noticia.—Pues sí, soy parte del personal con experiencia que ayuda con mis métodos a que mejores tu proyección —Sonrió con emoción la chica.—Bueno, subamos entonces —Acepté riéndome, poniendo rumbo al piso en cuestión.Optamos por las escaleras porque había cierto tráfico de personas esperando, se supone que sería específicamente en la sala de reuniones, por lo que tampoco es que pudiéramos confundirnos con la ubicación, lo curioso es que llegamos incluso antes de que las jefas lo hicieran, tomamos asiento cómodamente y entonces ingresaron ambas chicas.Tengo que admitirlo, pocas veces veías tanta belleza en un mismo lugar, Corina y Olesia eran par de bombones andantes, con unas amplias sonrisas perfectas, cabellos siempre bien arreglados, retoques pertinentes de maquillaje, la altura, la profundidad de sus ojos, el busto, los glúteos, tanto que incluso con esa ropa tan
Olesia me solicito que tomara asiento, cuando vi su rostro supe de inmediato que tramaba algo, ella era la clase de personas que, aunque quisiera ocultar sus intenciones, estas se salían mediante sus rasgos faciales, de una forma tan chistosa que parecía incluso que lo hiciera apropósito, esta se dirigió al mueble del salón sobre el cual estaba el gran televisor por el cual acabábamos de tener la video llamada, de allí saco una serie de hojas, estaban engrapadas y las coloco justo al frente de mí, sentándose en la mesa y cruzando las piernas.—¿Sabes lo que es esto? —Dudó intentando verse imponente, acto que consiguió desde que llego.—Supongo que lo averiguare muy pronto —Suspiré con un tono preocupado.Solo me basto con leer el título y los primeros párrafos para comprender la magnitud de ese texto, tenía una serie de condiciones y puntos que evalué de reojo, me interesaba más conversar con la parte aquí llamada como “Jefa” que con un trozo de papel que no tenía ningún tipo de senti
Al llegar a casa me dispuse a darme una ducha y relajarme, si iba a tomarme el tiempo de leer todo el texto, tendría que dedicarle una atención muy meticulosa, de lo contrario estaría perdiendo energía y esfuerzo, sin embargo, hice las cosas a gran velocidad, no había forma de que pudiera enfocarme en algo distinto a lo que se escondía en esas páginas.Cuando ya estuve listo me dedique enserio a perderme en el texto, lastimosamente cuanto más lo leía me daba cuenta de que estaba contra la espada y la pared, mientras pensaba en tomarme el documento con seriedad, imaginaba las largas, torneadas y perfectas piernas de mi jefa, enrolladas a mi alrededor, eso dificultaba el analizar las partes positivas o negativas.Finalmente conseguí tener la cabeza centrada en lo que tenía que enfocarse, dicho eso por fin pude analizar los escritos y me lleve una rotunda sorpresa, en verdad no estaban tan mal, hacían énfasis en que no podría revelarle a nadie la relación que tenía con ella y que se basa