—¡Tenemos reu! ¡Vamos Liam! —Afirmó Alison levantándose del asiento.—Oh ¿Tú también vas? —Dudé encantando con esa noticia.—Pues sí, soy parte del personal con experiencia que ayuda con mis métodos a que mejores tu proyección —Sonrió con emoción la chica.—Bueno, subamos entonces —Acepté riéndome, poniendo rumbo al piso en cuestión.Optamos por las escaleras porque había cierto tráfico de personas esperando, se supone que sería específicamente en la sala de reuniones, por lo que tampoco es que pudiéramos confundirnos con la ubicación, lo curioso es que llegamos incluso antes de que las jefas lo hicieran, tomamos asiento cómodamente y entonces ingresaron ambas chicas.Tengo que admitirlo, pocas veces veías tanta belleza en un mismo lugar, Corina y Olesia eran par de bombones andantes, con unas amplias sonrisas perfectas, cabellos siempre bien arreglados, retoques pertinentes de maquillaje, la altura, la profundidad de sus ojos, el busto, los glúteos, tanto que incluso con esa ropa tan
Olesia me solicito que tomara asiento, cuando vi su rostro supe de inmediato que tramaba algo, ella era la clase de personas que, aunque quisiera ocultar sus intenciones, estas se salían mediante sus rasgos faciales, de una forma tan chistosa que parecía incluso que lo hiciera apropósito, esta se dirigió al mueble del salón sobre el cual estaba el gran televisor por el cual acabábamos de tener la video llamada, de allí saco una serie de hojas, estaban engrapadas y las coloco justo al frente de mí, sentándose en la mesa y cruzando las piernas.—¿Sabes lo que es esto? —Dudó intentando verse imponente, acto que consiguió desde que llego.—Supongo que lo averiguare muy pronto —Suspiré con un tono preocupado.Solo me basto con leer el título y los primeros párrafos para comprender la magnitud de ese texto, tenía una serie de condiciones y puntos que evalué de reojo, me interesaba más conversar con la parte aquí llamada como “Jefa” que con un trozo de papel que no tenía ningún tipo de senti
Al llegar a casa me dispuse a darme una ducha y relajarme, si iba a tomarme el tiempo de leer todo el texto, tendría que dedicarle una atención muy meticulosa, de lo contrario estaría perdiendo energía y esfuerzo, sin embargo, hice las cosas a gran velocidad, no había forma de que pudiera enfocarme en algo distinto a lo que se escondía en esas páginas.Cuando ya estuve listo me dedique enserio a perderme en el texto, lastimosamente cuanto más lo leía me daba cuenta de que estaba contra la espada y la pared, mientras pensaba en tomarme el documento con seriedad, imaginaba las largas, torneadas y perfectas piernas de mi jefa, enrolladas a mi alrededor, eso dificultaba el analizar las partes positivas o negativas.Finalmente conseguí tener la cabeza centrada en lo que tenía que enfocarse, dicho eso por fin pude analizar los escritos y me lleve una rotunda sorpresa, en verdad no estaban tan mal, hacían énfasis en que no podría revelarle a nadie la relación que tenía con ella y que se basa
—Deja el documento en la mesa, revisare las firmas y podemos comenzar cuanto antes —Musitó Olesia con unos labios sumamente provocativos.—En realidad… —Hablé entregándole las notas que tenía preparadas.—¿Qué es esto? —Dudó ella con las cejas levantadas.—Peticiones, son unas cosas que no me gustan del documento que me entregaste —Al mencionar aquello una carcajada resonó por toda la oficina.—Liam… ¿Entiendes la posición en la que te encuentras? —Cuestionó burlándose de los textos, colocándolos a un lado.—Lo sé, pero no por eso me convertiré en un cero a la izquierda, si va a despedirme, hágalo —Desafié con un tono tembloroso.—Wuao, eres más valiente de lo que pensaba, eso me encanta —Dialogó está relamiéndose la boca —Escucha, tengo una fila de hombres detrás de mí, en cuanto se supo el mero rumor de que me divorciaba recibí tal cantidad de solicitudes que hasta a mí me sorprendió, claro que rechace todas, pero lo que quiero que te quede claro es algo simple, muchos matarían por
(…) Centro Comercial Logias El nuevo día empezaba con una aparente tranquilidad, deje mi almuerzo en el congelador, tome un poco de café con leche y me senté en mi asiento sin mayores inconvenientes, encendí mi computadora serenamente, active todos los programas, me puse el auricular al oído, me recline y espere con calma a que se hiciera la hora para conectarme. Por alguna razón me di cuenta de que llevaba muchísimo tiempo sin escribir, esto era desde lo que paso con mi ex, no obstante, sentía la necesidad de darle forma a un par de versos, tal vez toda la situación dramática que se arrastraba en mi vida me obligaba a plasmarlo en forma de prosa.Esto tendría que hacerlo en el almuerzo, en cualquier otro momento seria completamente imposible, pensé seriamente al respecto, mientras escuchaba llegar a las chicas apuradas, activando todo antes de que se hiciera la hora de empezar a trabajar, sudaban y se estiraban, como si las hubiesen sacado a la fuerza de la cama, quizás esa era
Tras una rápida carrera por el supermercado, finalmente estuve listo para dirigirme a mi sitio de trabajo, me planteé sobre la entrada de Logias con orgullo y prepotencia, no quería ser demasiado altanero, pero cielos, tener a la CEO de la compañía como mi principal interés amoroso me subía muchísimo él autoestima, era impresionante como las cosas habían cambiado en tan poco tiempo.Así subí las escaleras, saludando de forma efusiva a la recepcionista, quien se quedó un tanto impactada ante tanta familiaridad. Continúe mi camino hasta la sala grande, donde me di cuenta de que los asientos estaban casi todos tomados, esto me agarro desprevenido, pues siempre había dos vacíos, solo que en este caso dos bolsos los ocupaban.—Cielos ¿Estaré bajo supervisión de nuevo? —Interrogué a Tyana, quien me sirvió el ya expectante café.—No te sientas tan especial Liam, ya tu estas volando por tu cuenta, se trata de otra muchacha, es muy simpática la verdad —Contó esta con sinceridad, cosa que no er
Cuando se acabó el espectáculo mi comida estaba en mi estómago, no quería seguir con ese teatro, por lo que aproveche la distracción para decir que iría al baño y volvería, una clara mentira, pues tome mis cosas y me largue, baje las escaleras, llegando enseguida a la feria de comida del centro comercial Logias, contemplaba a mi alrededor buscando tranquilidad, honestamente tenía unas ganas inmensas de escribir, liberar mi musa creativa en párrafos extensos, eso sí, tenía nervios de que el resultado no fuera algo agradable, debido al tiempo que llevaba sin practicar.Repose en una de las mesas, donde se acercaron para ofrecerme pizzas, hamburguesas y comida china, las rechace para evitar caer en la gula, si quería volver a estar en forma debía consumir lo necesario hasta quedar satisfecho, nada más que eso. Ahora, consultar los precios para llevar una deliciosa comida en la noche a la casa y compartirla con mi familia era una buena idea.Antes de volver a mi oficina pase por una tiend
Ni siquiera sé con qué fuerza abandone la sala y evite decirle un sí rotundo, baje las escaleras presuroso, pasando por alto el hecho de que tenía que volverme a conectar y me quede por unos segundos meditando. No los valía, era evidente que estaban engatusándome con un truco hermoso y muy bien trabajado, tal como una polilla que se acerca a una linterna esperando reconfortarse con su calor ante la frialdad de la noche, solo que el mismo es tan intenso que acaba por carbonizarla.Mi libertad no valía un videojuego y unas piernas hermosas, porque lejos de eso no me ofrecía otra cosa, aun si lo hiciera, era estúpido tomar una decisión determinante movido por causas monetarias, gracias al cielo no estaba en una situación crítica como para necesitar ese estipendio de forma obligatoria, siempre he considerado que no existe nada más estúpido que llorar en un yate de lujo y si me apegaba a mi parte emocional eso era lo que acabaría ocurriéndome. Entre esas meditaciones volví a mi puesto de t