(…) Centro Comercial Logias El nuevo día empezaba con una aparente tranquilidad, deje mi almuerzo en el congelador, tome un poco de café con leche y me senté en mi asiento sin mayores inconvenientes, encendí mi computadora serenamente, active todos los programas, me puse el auricular al oído, me recline y espere con calma a que se hiciera la hora para conectarme. Por alguna razón me di cuenta de que llevaba muchísimo tiempo sin escribir, esto era desde lo que paso con mi ex, no obstante, sentía la necesidad de darle forma a un par de versos, tal vez toda la situación dramática que se arrastraba en mi vida me obligaba a plasmarlo en forma de prosa.Esto tendría que hacerlo en el almuerzo, en cualquier otro momento seria completamente imposible, pensé seriamente al respecto, mientras escuchaba llegar a las chicas apuradas, activando todo antes de que se hiciera la hora de empezar a trabajar, sudaban y se estiraban, como si las hubiesen sacado a la fuerza de la cama, quizás esa era
Tras una rápida carrera por el supermercado, finalmente estuve listo para dirigirme a mi sitio de trabajo, me planteé sobre la entrada de Logias con orgullo y prepotencia, no quería ser demasiado altanero, pero cielos, tener a la CEO de la compañía como mi principal interés amoroso me subía muchísimo él autoestima, era impresionante como las cosas habían cambiado en tan poco tiempo.Así subí las escaleras, saludando de forma efusiva a la recepcionista, quien se quedó un tanto impactada ante tanta familiaridad. Continúe mi camino hasta la sala grande, donde me di cuenta de que los asientos estaban casi todos tomados, esto me agarro desprevenido, pues siempre había dos vacíos, solo que en este caso dos bolsos los ocupaban.—Cielos ¿Estaré bajo supervisión de nuevo? —Interrogué a Tyana, quien me sirvió el ya expectante café.—No te sientas tan especial Liam, ya tu estas volando por tu cuenta, se trata de otra muchacha, es muy simpática la verdad —Contó esta con sinceridad, cosa que no er
Cuando se acabó el espectáculo mi comida estaba en mi estómago, no quería seguir con ese teatro, por lo que aproveche la distracción para decir que iría al baño y volvería, una clara mentira, pues tome mis cosas y me largue, baje las escaleras, llegando enseguida a la feria de comida del centro comercial Logias, contemplaba a mi alrededor buscando tranquilidad, honestamente tenía unas ganas inmensas de escribir, liberar mi musa creativa en párrafos extensos, eso sí, tenía nervios de que el resultado no fuera algo agradable, debido al tiempo que llevaba sin practicar.Repose en una de las mesas, donde se acercaron para ofrecerme pizzas, hamburguesas y comida china, las rechace para evitar caer en la gula, si quería volver a estar en forma debía consumir lo necesario hasta quedar satisfecho, nada más que eso. Ahora, consultar los precios para llevar una deliciosa comida en la noche a la casa y compartirla con mi familia era una buena idea.Antes de volver a mi oficina pase por una tiend
Ni siquiera sé con qué fuerza abandone la sala y evite decirle un sí rotundo, baje las escaleras presuroso, pasando por alto el hecho de que tenía que volverme a conectar y me quede por unos segundos meditando. No los valía, era evidente que estaban engatusándome con un truco hermoso y muy bien trabajado, tal como una polilla que se acerca a una linterna esperando reconfortarse con su calor ante la frialdad de la noche, solo que el mismo es tan intenso que acaba por carbonizarla.Mi libertad no valía un videojuego y unas piernas hermosas, porque lejos de eso no me ofrecía otra cosa, aun si lo hiciera, era estúpido tomar una decisión determinante movido por causas monetarias, gracias al cielo no estaba en una situación crítica como para necesitar ese estipendio de forma obligatoria, siempre he considerado que no existe nada más estúpido que llorar en un yate de lujo y si me apegaba a mi parte emocional eso era lo que acabaría ocurriéndome. Entre esas meditaciones volví a mi puesto de t
El día transcurrió sin mayores sobresaltos, gracias a los cielos, porque en verdad estaba cansado de luchar contra la tentación de aceptar a Olesia, medite un largo rato en que era lo que tenía que hacer específicamente. El plan de convencerla de cambiar las políticas no parecía ser muy fructífero, pero la cara de satisfacción en mi madre y mi abuelo con los nuevos ingresos me convenció de que debía quedarme un poco más. Aun si no era lo que me gustaba, cuando ese día llegué finalmente a la casa, vi la computadora en la sala con interés, el deseo febril de la literatura me llamaba con fuerza.—¿Quieren café? —Consulté a mis familiares, los cuales asintieron con la mirada —Magnifico —Sonreí contento, esta sería una noche muy larga.Fue maravilloso sumergirme en el mundo de las letras, era una experiencia fantástica que se potenciaba gracias a la pasión que sentía por ese arte. El fantasma de Verónica no era más que eso, un espíritu en pena, una sombra fácilmente ignorable, ya no podría
En esa nueva sala pude comprobar de forma un tanto mas directa que las miradas de Sonia no tenian ni un poco de inocencia. Yo le parecía atractivo, ya no guardaba las apariencias, al parecer al verse rodeada por las otras chicas se sentía en extremo coartada, ahora, este ambiente abarrotado de varones definía un sector mucho mas calmado para expresar sus emociones. Además, no era por presumir, pero en comparación a ellos yo era un galán. Shawn, demasiado flaco y muy extraño, casi siempre pegaba gritos eufóricos que causaban que nos sobresaltáramos y dijéramos incoherencias en las llamadas, por no decir que se tomaba todo con demasiada calma, estaba de ultimo en las metas y aun así se relajaba, escuchaba música y seguía en su mundo, eso si, marcaba clientes a montones, alegando que tarde o temprano uno caería.Franco por su parte tenia mucho carisma, era divertido e incluso de cierta forma galante, no obstante, era bajo, poco agraciado y con una cara un tanto regular, además era un ta
(…) Salón de ReunionesSubí las escaleras con una profunda fusión entre deseo, ansiedad, miedo y expectación, si mi jefa por fin había aceptado mi oferta entonces todo cambiaria, las cosas serían una maravilla, podría disfrutar de una sensual y fascinante relación secreta, resguardada en el anonimato, pero degustando todo el resto de fantásticos manjares.Lo contrario no sería tan agradable, a lo mejor una parrafada sobre lo magnifica que era su oportunidad, una especie de lección administrativa o el riesgo a quitarme mi trabajo, sin embargo, dudaba mucho de eso, pues Marjorie me había entregado el contrato renovado, nadie perdería tanto tiempo en burocracia administrativa si tuviera entre ceja y ceja tomar una decisión tan agresiva.Una vez arriba tome asiento en un punto cercano a la pantalla, espere pacientemente a que alguien apareciera, mi sorpresa es que nadie lo hizo, al rato escuche unos pasos, estaba convencido de que se trataba de Olesia, no obstante, no era ella, simplement
Me fui a casa caminando ese día ¿Cuánto más podría negarme a los deseos que carcomen mi alma? Olesia me ofrecía un encierro que sentía particularmente liberador. Por otro lado, estaba mi vida en libertad, tan limitada por la escasez de dinero y de parejas buenas, ya estuve bajo el yugo de una chica, Veronica… Si estuve atrapado en esas horribles condiciones ¿Por qué no hacerlo ahora bajo el poder de una que realmente valiera la pena?La noche me envolvía en esas calles infinitas que llevaban de una forma u otra hasta mi hogar, me tarde más de lo acostumbrado, por lo que al abrir la puerta me topé con mi madre y mi abuelo, me esperaban gustosos, mi llegada fue como ver tierra firme para el marino que lleva meses navegando, la primera corrió a darme un abrazo, no importaba cuanto tiempo pasara seguía siendo su pequeño.—Estábamos preocupados estúpido —Reclamó dándome un coscorrón.—Seguro que andaba con una muchacha guapa —Burló el anciano con una risa áspera, tratando de ocultar sus ve