MAX
¿Ella está muerta? Realmente no lo sé.
Hace una semana que estamos escondidos en una pequeña cabaña perdida en la playa. Los hombres de ese mafioso están buscándola, aunque las autoridades ya la han dado por muerta. Piensan que su cuerpo fue tragado por el mar aquella noche, pero yo la saqué de allí.
Aún está dormida.
Eso no significa que cuando despierte pueda estar viva, puede haber sufrido algún traumatismo de cabeza y quedarse mal. Respiro hondo apretando la gasa en mis dedos para cambiarle el vendaje.
Ella es una mujer fuerte.
—Vuelve. Despierta ya, Leyla, la venganza espera.
No contesta. Nunca lo hace.
Es como si se hubiera convertido en una princesa durmiente. Tan bella cómo el nacimiento de las flores en primavera. Ahora es una flor marchita.
Maldito
EXTRA 2MalakEl funeral de Silene acaba cuando el ataúd con su cuerpo sin vida es sepultado por unos hombres. Permanezco quieto, en el jardín de la casa. Los empleados están reunidos celebrando el funeral de la hija de sus jefe. Su padre no ha querido enterrarla en un cementerio, sino en su jardín.Ruslan está a mi lado, junto con mis escoltas. No pienso dejar las cosas así, mi hermana y su hija están de camino a Grecia, allí podrán hacer una nueva vida con identidades falsas. En cuanto al hijo de puta que la embarazó, tengo algo para él.El padre de Silene se traga el último vaso de whisky. Su rostro se ve serio y varias ojeras adornan su rostro.
MALAKMi teléfono vibra en mi pierna, eso me indica que todo ha salido como lo he premeditado. Sin esperar más, atrapo el télefono móvil en mis manos deslizando la pantalla con mi dedo para coger la llamada, llevo el aparato a mi oreja. Me alegra escuchar la voz de Rulan, por una vez en la vida.—Malak, todo ha salido a la perfección. El amigo ha mordido nuestro anzuelo, y tenemos a la chica —su noto de voz es raro.—Buen trabajo —lo felicito —, y ahora dime ¿Que ha pasado, Ruslan?El silencio me lo dice todo. ¡Maldita sea!—No quiero que la chica tenga ni un solo rasguño —empiezo a decir —te juro que como vea que le habéis hecho daño, os corto las pelotas a tu hermano y a ti. ¿Queda lo suficientemente claro?Mi mandíbula se tensa. La gente empieza a llegar al edificio, entran como si nada. Si su
MALAKNo puedo parar de recorrer con la mirada a esa mujer. Está dormida en una de las camas de mi casa, los pechos le quedan abultados con ese fino top que lleva puesto. Mi erección choca de nuevo en mis pantalones, es tan bella qué hasta mi polla esta embelesada, ni siquiera puedo prestarles atención a los negocios con los carteles de droga de Medellín. Solo quiero follarla, como un jodido animal.El médico ya la ha examinado hace unas horas, ha estado un tiempo en el que no he parado de mirarlo por si le hacía daño. Mierda, siento que solo es mía.Cuando por fin ha terminado, se ha marchado con la compañía de Ruslan, se ocupará de él. No quiero que vaya con el chisme a nadie. Hay que ser precavido, así que lo he mandado a matar. No puedo dejar cabos sueltos con vida.Nadie lo echara de menos, es un pobre borracho que no tiene nada.
LEYLANo he comido nada.El hombre que ha atravesado la puerta, se ha ido sin decir una sola palabra, dejando la bandeja en una mesilla que está al lado de la cama. Por el rabillo del ojo veo todo lo que contiene, y tengo que luchar conmigo misma para no gritar y pedir que me den de comer.Aunque si tan solo la cuerda que retienen mis manos, se suavizaran un poquito, podría alcanzar un trozo de beicon que sobresale del plato. El zumo de naranja se alza hacia arriba, tentándome. Saboreo mis labios, ya agrietados por falta de nutrientes.No sé cuándo tiempo llevo aquí, pero es lo suficiente como para darme cuenta que me vigilan en la distancia. En las cuatro esquinas del techo, están pegadas cuatro cámaras que se dirigen a mí. Todo lo que hago se retransmite, o solo queda grabado y archivado para verlo después.Cada moviendo que doy, siento como las cámaras
LEYLAAbro los ojos deprisa, veo como me observa con detenimiento, examinando cada lo movimiento que hago. Suspiro pesadamente.Mi mente se ha ido, ha imaginado como lo besaba, como chocaba mis labios contra los suyos y me dejaba llevar. Y está mal, muy mal. Este individuo no puede hacer nada en mí, me niego. No quiero que me toque, no quiero que sus largos y tatuados dedos se paseen libremente por mi cuerpo, como ahora lo está haciendo.—Fuera, todos —ordena muy alto, para que los demás lo puedan escuchar —¡Ya!No, no, no. No quiero follar con él. Solo ha sido un error, de mi boca se han escapado esas palabras. En realidad, yo no quería decirlas. A sido mi instinto de venganza, yo no puedo hacer eso con él. No puedo.Todos salen disparados de la habitación, a excepción de uno. Es uno de los muchachos que estaba a su lado, se ha quedado fijo en s
LEYLADejó de mirar hacia el mar inmenso que se alza hacia mí, cuando oigo el sonido de la puerta cerrarse. Confundida, frunzo el ceño al ver al mismo tipo que estaba antes en el lado de Malak en el sillón, en la sala esa donde casi me da algo cuando vi a esos hombres con las pistolas.Se acerca a mí, rápidamente aferro con fuerza el cojín en mi pecho. No quiero que nadie vuelva a ver mi cuerpo desnudo, y mucho menos Malak.Sus besos, sus caricias...han hecho algo extraño en mi cuerpo. Mientras mi cabeza luchaba por levantar un puño contra su rostro, mi cuerpo decía otra cosa. Aceptaba las caricias de ese individuo, y no hacia asco.Ahora que todo ha pasado, deseo quitarme la suciedad de sus besos. No quiero volver a pensar más en lo que ha producido en mí, solo ha sido un error. Uno que jamás volveré a cometer, no dejaré que me toque.
LEYLA.Corro de un lado para el otro, sin mirar atrás, pero lo único que consigo es perder tiempo y ahora mismo es lo que menos necesito.No hay salida, no veo ninguna puerta por donde pueda salir. Todo está vallado hasta arriba, tanto que no consigo ni ver lo que hay fuera. El camino hasta la playa está cerrado por una puerta con una combinación que no sé. Intente saltar la puerta, pero me fue imposible hacerlo, encima de ella tenía hierros afilados de acero incrustados. Si los saltaba, me haría daño y de mi cuerpo saldría más sangre.Así que di media vuelta y decidí ir hasta adelante, solo tuve que rodear la casa y ya veía la puerta principal. Iba a salir corriendo, la puerta estaba medio abierta, pero de repente la cerró uno de los hombres de Malak.El miedo invadió mi cuerpo, para proteger mi seguridad me escondí en u
LEYLA.Corro calle abajo mientras unas cuantas balas pasan por mi lado, imagino que estoy en una pradera llena de flores y montañas rocosas. Pero rápidamente vuelvo a la realidad cuando una bala roza mi pierna.Cruzo la calle con una velocidad impresionante, empiezo a explorar con mis ojos en busca de algo que pueda ayudarme. Lo veo. En un extremo de la calle hay un contenedor verde, así que me aproximó hasta allí.Antes de esconderme, vuelvo a mirar para atrás, no veo a nadie. Abro la tapa arrugando la nariz, un olor nauseabundo atraviesa mis fosas nasales, hago caso omiso, me aferro con fuerza y doy un salto. Cierro el contenedor desde dentro cayendo en las bolsas de basura.Varias veces me entran ganas de vomitar, pero pienso que tengo que aguantarme para que no me oigan. Escondida aquí, puedo oír los pasos que se apresuran a alcanzarme. Pero no podrán.Es un escondi