LEYLA
El clima de la tierra parece sentirse igual que yo.
La noche está fría, oscura y húmeda. Una gran tempestad está arrasando con todo, las gotas de agua chocan con fuerza en el cristal de la ventana, mientras que los árboles del majestuoso jardín están a punto de derribarse, con la brisa tan agresiva que parece querer llevarse todo a su paso. Es como sí, Dios me estuviera dando una oportunidad para escapar. Podría intentarlo, el mal tiempo está de mi parte. Pero es que no quiero salir. Quiero quedarme.
No es que sea una masoquista, que quiere seguir sufriendo, no. Sólo hay una razón por la que he decidido dejar de luchar, a lo que, mi escapada se refiere. No tengo intención de irme, por lo menos en este momento de la noche. Mi venganza hacia esas personas, que deberían ser carroña para echárselos de comer a los buitres, será
LEYLA Nunca me había dado un ataque de ira, hasta este momento. Estoy decida a sacarles los ojos a Malak, cuando lo tengo a dos metros de distancia, no lo he pensado dos veces y me he lanzado con los puños cerrados a pegarle en su linda cara. El dolor y la ira, me ciegan por un momento, pero después comprendo que he cometido un gran error y que, en vez de ejecutar mi acción, él me ha hecho una llave y ahora me retiene en sus brazos. Me maldigo varias veces por ser tan patética. Me lleva a dentro de la habitación, cierra la puerta con el pie derecho para que nadie escuche lo que quiere decirme. O para la que será su esposa, no sepa que ha venido a verme para volver a matarme. Intentó zafarme de su agarre, pero no puedo. A pesar de tener más fuerza que yo, podría mandarlo muy lejos moviendo un poco los brazos y pegándole una patada en sus partes bajas. Pero en vez de hacer eso, me quedo tan estática como una estatua. Tan ida que no sé s
LEYLA.Suspiro hondo.La habitación de Silene está a rebosar de desconocidos que van de un lado para el otro, con numerosos vestidos de novias, diademas, pares de zapatos, velos, accesorios... De todo un poco. Mientras que Silene está en su baño privado dándose un baño relajante con especias, todos están tan estresados que creo que yo también lo estaré en unos minutos.Aparentemente estoy muy tranquila, pero dentro de mí la rabia está a punto de destrozar todo. En mi sitio, sentada en un sillón a la espera de que me digan algo, recuerdo una y otra vez mi plan. El plan que me llevará a la salvación y me ayudará a vengarme. Mi hermano me hizo memorizar todo sin excepciones, y ahora mismo él estará produciendo su parte. Espero que no tenga ningún inconveniente, si eso sucede tendría graves problemas.—Ni&
LEYLA.Nadie se ha dado cuenta de mi pequeña escapada, y eso me produce satisfacción. Aunque no haya ido tan lejos, el mero hecho de ser por unos minutos libre y no tener que preocuparme de que estén vigilándome, me da fuerzas para seguir con mi lucha.Max está detrás de un árbol, con los brazos cruzados en su pecho y con una pequeña caja entre sus dedos. Tiene un aire inexpresivo, como si en su cabeza los pensamientos no le dejarán producir una emoción en sus facciones. Su mirada está en el cielo, despejado, pero eso puede cambiar, ya que en el horizonte hay varias nubes grisáceas que estoy segura que están dispuestas a mojar todo con las gotas de agua que retienen en su interior.—¿Lo tienes? —pregunto, llamando su atención.Ahora sus ojos examinan los míos, y sonríe al verme.—Todo está
SASHA.Suspiro.Observo como la muchacha de pelo castaño, se para delante de mi prima Silene. Abre la caja lentamente, y como me parece todo un aburrimiento, dirijo mi mirada a otro sitio. En concreto a Andra, noto que su cara a cambiado por completo. Mi padre a su lado, alza una ceja mirando la escena. Estoy deseando que se casen ya para irme de aquí.Odio las bodas.—¿Querida pasa, algo? —mi padre parece notarlo también.La boca de Andra está en "O".Andra traga duro, nos mira a mi padre y a mí. En sus ojos puedo ver la pizca de preocupación y confusión que tiene.—¡Leyla! —su grito va dirigido a la chica que tiene un atuendo de sirvienta.Frunzo el ceño.No entiendo nada. Tampoco sé por qué la conoce. Al instante, la chica que supuestamente se llama Leyla, voltea la cabeza siguiendo la voz de And
Los gritos, y los sonidos de balas ser disparadas embriagaron todo el acantilado en una milésima de segundo. La niebla blanquecina se extendió rápidamente haciendo que todos cerrarán los ojos, para que sus ojos no picaran más. Mientras tanto, el cuerpo de una joven caía por el acantilado y estrelló con las olas salvajes que se arremolinaban abajo. No tardo en sumergirse bajo el agua, que estaba tan furiosa como ella hacia unos momentos.El sonido del mar, silencio el chillido agudo que salió de la boca de Andra. Estaba tan triste, no hacía más que sollozar y llorar por su hija. Que seguramente había muerto, ya fuera a causa de las balas o de la bomba que acababa de estallar.Malak se soltó del agarre que le impedía correr, y fue hasta donde su amada, pero al llegar, no la vio por ninguna parte. Cayó de rodillas mirando el océano, a causa de la brisa mari
MAX¿Ella está muerta? Realmente no lo sé.Hace una semana que estamos escondidos en una pequeña cabaña perdida en la playa. Los hombres de ese mafioso están buscándola, aunque las autoridades ya la han dado por muerta. Piensan que su cuerpo fue tragado por el mar aquella noche, pero yo la saqué de allí.Aún está dormida.Eso no significa que cuando despierte pueda estar viva, puede haber sufrido algún traumatismo de cabeza y quedarse mal. Respiro hondo apretando la gasa en mis dedos para cambiarle el vendaje.Ella es una mujer fuerte.—Vuelve. Despierta ya, Leyla, la venganza espera.No contesta. Nunca lo hace.Es como si se hubiera convertido en una princesa durmiente. Tan bella cómo el nacimiento de las flores en primavera. Ahora es una flor marchita.Maldito
EXTRA 2MalakEl funeral de Silene acaba cuando el ataúd con su cuerpo sin vida es sepultado por unos hombres. Permanezco quieto, en el jardín de la casa. Los empleados están reunidos celebrando el funeral de la hija de sus jefe. Su padre no ha querido enterrarla en un cementerio, sino en su jardín.Ruslan está a mi lado, junto con mis escoltas. No pienso dejar las cosas así, mi hermana y su hija están de camino a Grecia, allí podrán hacer una nueva vida con identidades falsas. En cuanto al hijo de puta que la embarazó, tengo algo para él.El padre de Silene se traga el último vaso de whisky. Su rostro se ve serio y varias ojeras adornan su rostro.
MALAKMi teléfono vibra en mi pierna, eso me indica que todo ha salido como lo he premeditado. Sin esperar más, atrapo el télefono móvil en mis manos deslizando la pantalla con mi dedo para coger la llamada, llevo el aparato a mi oreja. Me alegra escuchar la voz de Rulan, por una vez en la vida.—Malak, todo ha salido a la perfección. El amigo ha mordido nuestro anzuelo, y tenemos a la chica —su noto de voz es raro.—Buen trabajo —lo felicito —, y ahora dime ¿Que ha pasado, Ruslan?El silencio me lo dice todo. ¡Maldita sea!—No quiero que la chica tenga ni un solo rasguño —empiezo a decir —te juro que como vea que le habéis hecho daño, os corto las pelotas a tu hermano y a ti. ¿Queda lo suficientemente claro?Mi mandíbula se tensa. La gente empieza a llegar al edificio, entran como si nada. Si su