Capítulo 27.

Mirando por la ventana de su antigua habitación, observó a sus tres hijos jugar con sus hermanos pequeños de cinco años como si nada estuviera pasando. E incluso Nedward estaba jugando con mucha inocencia y se estaba divirtiendo algo que pocas veces hacía.

Se lamentaba el que Nicolás haya regresado después de tantos años de estar huyendo de él. Sus hijos no tenían la culpa de lo que su padre le había hecho a esa niña hace tantos años.

Su vida parecía una montaña rusa, en un momento estaba arriba en el otro estaba abajo esperando que cualquier cosa pasara. Sus lágrimas no tardaron en salir en el mismo instante en el que la puerta fue abierta mostrando a Nicolás, no se dio la vuelta porque estaba más que seguro de que lo golpearía c

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