Es noviembre, el día esta frío y nublado con una ligera llovizna, se puede sentir la melancolía en el aire, pero eso no va a impedir que salga a divertirme con mi amigo Leo.
Saliendo del Tecnológico, fui directo a mi casa, me metí a bañar, me vestí, me empecé a arreglar cuando sonó mi celular.- ¿Bueno? -Contesté
- Ana Laura, soy Leo, no te escucho bien, ¿tú me escuchas?- Si, te escucho, ¿oye cuál es el plan? Ya casi estoy lista. - Se canceló el plan, llegó mi tía de visita. - Pero ya habíamos quedado... - Lo sé, podemos reprogramarlo. - Si, por supuesto, pero yo no me arreglé en vano. - Ana Laura... Espérame... Espere en la línea y después de un rato Leo, retomó la llamada y me dijo: - Ya, listo. Irá mí jefe en mi lugar. - No voy a salir con un viejito, amigo mío. -lancé una carcajada- No es un viejito, es de nuestra edad. - No inventes Leo. Espero que no sea una broma. - No lo es, es más te lo paso... - No, no, no me lo pases, pero ¿cómo aceptó salir conmigo si no me conoce? - Bueno, físicamente no te conoce, pero le mostré las fotos que tomé de la fiesta de Irene. - Ahh esas fotos, al menos ahí no me veo mal. - Nunca te ves mal, eres guapa Ana Laura. - Gracias Leo, ¿qué te sirvo de tomar? -pregunté de forma sarcástica.- Un tequila, -respondió y sabía que estaba sonriendo- no ya en serio, ve con mi jefe, no es tan mala onda. - Bueno, pero sólo porque ya me arreglé. Dile que sí. - Dice que te ve hoy a las 10 pm afuera del Tecnológico, él lleva un carro Volvo negro con placas de vehículo oficial. - Ok, gracias, ahí lo espero. - Oye, perdóname, en serio. Te prometo que después salimos, ¿va?- Por supuesto que después saldremos o no te lo perdono. - Bueno, me voy, diviértanse. - Trataré, bye. - Nos vemos.Colgué y me seguí arreglando, pensando en quién podría ser el jefe de Leo, pasó una hora y llegó mi amigo Manuel por mí.
- Ana Laura, vamos por unas bebidas.
- No puedo chulo, tengo una cita.- Te ves muy guapa. -me dijo mirándome de pies a cabeza.- Muchas gracias, pero podemos ir por un café tengo algo de tiempo, mi cita es a las 10, en el Tecnológico.- Bueno en ese caso vamos. Nos fuimos en su carro un Bettle azul, muy bonito y llegamos a una cafetería en el centro, después de pedir nuestras bebidas buscamos un lugar para sentarnos.- ¿Tu cita es con tu amigo Leo? -Me preguntó- No, con otro chico. - Pobre Leo, se ve que le gustas. - No lo creo sólo somos amigos, a ti te gusta alguien y no me has dicho.- Si, ya sabes que me gusta Elena, pero me da miedo declarármele y que me rechace. Ahora me gustas más tú. - No te creo, mentiroso. -me reí- Claro hoy planeé una noche para nosotros, -puso una cara triste- pero ya tienes planes, y ya te llevaré que se te hace tarde. -me sonrió y se levantó del asiento- Vaya qué considerado, -entonces me fijé en la hora- no me había dado cuenta de que ya se me hizo tarde- ¡Vamos!.- Pues vámonos. ¿Te dejo en el Tecnológico ? - Si por favor. -le respondí con una sonrisa.Llegamos al Tecnológico, 10 minutos después, me bajé y miré alrededor en busca de un hombre, pero solo había un auto negro estacionado en frente, me despedí de mi amigo Manuel y veía como se marchaba. Empecé a caminar, cuándo la ventana del auto negro se abrió y escuché una voz decir:
- ¿Ana Laura?, buenas noches.
- Hola, ¿qué tal? buenas noches. -sorprendida porque sabía mi nombre pregunté- ¿Quién es usted? - Soy el jefe de Leo -me miró desconcertado -Sube. - ¡Oh!, así que es usted. Mucho gusto.Me subí al auto y me quedé impactada, jamás había estado en un auto tan hermoso y tan lujoso, a pesar que en mi familia habían muchos de ellos, por estar mirando el auto no le presté atención a él.- ¿Te gusta mi auto? -Me preguntó sacándome de mis pensamientos.- Si, es muy bonito. -entonces lo mire- Disculpe, pero ¿cómo se llama?- Perdón, se me había olvidado presentarme -me lanzo una sonrisa que me dejo sin respiración- Soy Marco Antonio. - Mucho gusto soy Ana Laura, -golpeándome mentalmente le dije- bueno tú ya sabes mi nombre. - Si, así es. ¿quieres ir por unos tragos? - Si, vamos.Nos dirigimos hacia nuestro destino. Yo iba mirando furtivamente todo de él. Es un hombre muy guapo con facciones muy marcadas que lo hace ver masculino, y lo que me encanta es que desprende un olor que me hace querer retorcerme en mí asiento. Y yo que pensaba que era un viejito y no este atractivo hombre.
Entonces como si me leyera la mente me dijo:
- Y ¿qué te animó a salir con el viejito Ana Laura?
- ¿Te lo dijo Leo? - lo miré sorprendida.-No hacia falta, te tenía en altavoz - me miro, sonrió y volvió su vista al camino.- Perdón, - me ruboricé- no sé porque dije eso. - No te preocupes, quizás porque soy un jefe. - Si por eso fue. -estoy avergonzada.- Espero no te arrepientas de esta noche. -dijo con una sonrisa burlona- No para nada. -entonces miré hacia la ventana.Llegamos a un bar al que nunca había venido, sin darme cuenta, el ya había bajado del auto y tenía la puerta abierta para qué yo saliera. Con una sonrisa me bajé del auto y el cerró la puerta y se me quedó viendo fijamente de arriba a abajo y después de soltar una carcajada me dijo:
- ¿Tus zapatos son de plumas? -preguntó incrédulo.
- Si, ¿están padres no? -le dije con una sonrisa.- Están raros. Espero no haya muerto ningún ave para hacerlos. -Se rió.- No creo. -le devolví la sonrisa, el me miró por un momento y yo dejé de respirar. - Bueno vamos. -Me agarró de las manos y empezamos a caminar.Entramos al bar, tenía una pinta de ser muy caro, me sentí fuera de lugar, entonces lo miré y me sorprendió lo guapo que es, con su traje de vestir y sus zapatos que brillaban igual que el piso o más. Mientras yo simplemente vestía una blusa escotada, unos Jeans y mis zapatos de plumas que tanta gracia le causaron.Un señor se acercó a nosotros y con un movimiento de su mano nos indicó que lo siguiéramos. Nos llevó hacia el rincón donde había mesas privadas y nos indicó cual era la nuestra. Entonces cuando le iba a dar las gracias él ya se había ido y en su lugar se encontraba una mujer.
- Buenas noches, soy Lorena, seré su mesera de esta noche, aquí está la carta. -nos asentó una a cada quién- En un momento vuelvo para tomar la orden. -Y con una reverencia se marchó.
Por más que miraba la carta no sabía que pedir. Nunca había visto nombres tan raros para una bebida. Es más nunca había tenido una carta de solo bebidas.
- ¿Ya sabes lo que vas a pedir Ana Laura? -el me preguntó sobresaltándome.
- Aún no. -le respondí un poco apenada.- Te recomiendo algo, si me permites. -me miró esperando mi aprobación, así que solo asentí.Marco Antonio hizo una señal con la mano y Lorena se acercó inmediatamente.- Le encargo de favor 2 Alfonso XIII. -le ordenó sin dejar de mirarme.- Enseguida caballero- dijo la mesera retiró las cartas y se alejó.Me le quedé mirando extrañada, ¿un Alfonso XIII? ¿qué diablos es eso?
- ¿Que pasa Ana Laura? - Preguntó Marco Antonio, al ver mi cara.-No es nada, no te preocupes. -el calor se acumuló en mí, haciendo sonrojarme-.Me sentía intimidada bajo su mirada y entonces se empezó a reír, no entendía por qué. ¿Acaso se estaba burlando de mí?- ¿De qué te ríes? -pregunté un poco irritada.- Que no sabes que es un Alfonso XIII Ana Laura, -me guiñó e inmediatamente me puse a la defensiva- no me equivoque contigo.- Equivocarte, -me reí con los dientes apretados- no me digas, no creo que me conozcas, apenas estamos hablando.- Tienes razón, te conocí gracias a la foto que tu amigo me mostró -contesto en voz baja, para que solo yo lo escuchara- pero solo necesite éste tiempo para comprenderte. Sé que bebes, pero sé que no conoces las bebidas que se sirven en l
Mientras me desmaquillaba y me cambiaba no dejaba de pensar en todo lo que sucedió hace unos momentos, nunca había tenido una noche como ésta, una llena de pasión, solo de pensarlo me hace sonrojar, Marco Antonio, definitivamente está en otro nivel. Pero no importa lo que pase más adelante, sin duda esta noche siempre la recordaré como la más loca pero hermosa de mi vida.Apagué las luces y me acosté en mi cama lista para dormir, podía sentir las manos de Marco Antonio aún en mí, sé que aunque no soy una inexperta en estos temas, no sé seducir ni se como hacer que alguien se excite, pero junto a este hombre pude sentirme atrevida, excitada y emocionada, lo que nunca había llegado a sentir con mis anteriores novios, él lo logro con una sola mirada.Pensándolo bien no sé nada de él, ni siquiera sus apellidos, ni cuantos años tiene
Me quedé callada ante la pregunta y después de un silencio incómodo:- No, no tomo nada - le contesté fingiendo estar avergonzada-.- Tranquila, usaré condón, déjate llevar Ana Laura, no pienses sólo siente.Me miró fijamente a los ojos, después siguió besando centímetro a centímetro mi cuerpo, me besaba desde la punta de mis manos hasta abajo de mis piernas y yo sólo podía retorcerme de placer, después llegó a mis labios con un beso apasionado y largo, bajando por mi cuello y llegando a mi ombligo, mientras sus manos se deslizaban para quitarme las bragas y detenerse ahí, besándome la ingle las piernas y después, metió sus manos en medio de ellas, yo me estaba volviendo loca y después él se acercó de nuevo a mis labios y me devoraba a besos, después se quitó el pantalón y se
Marco Antonio y yo nos separamos inmediatamente y mi madre con tono molesto le dijo:- Es el colmo, el colmo, lo siento, pero debe irse joven -lo fulminó con su mirada.- Señora, disculpe - se levantó del sofá y se acercó a la puerta.- Mamá, no es para tanto, calma - le lancé una mirada furtiva.- Dije, largo Marco Antonio- gritó furiosa mi madre.- Con permiso señora -abrió la puerta- y disculpe. Preciosa, te llamo mas tarde - y salió a la calle sin esperar respuesta.Me levanté y subí las escaleras rápidamente escuchando los pasos de mi madre detrás de mí. Entré a mi habitación seguida de ella mientras cerraba la puerta. Se acercó a mi y me dio una cachetada.- ¿Quién demonios te sientes Ana Laura?, nunca te habías comportado así.- Tú tampoco nunca me habías pegado -respondí mientras me agarraba mi mejilla adolorida.- ¿Como esperas ser tratada?, si te comportas así. Te desconozco Ana Laura y por favor piensa las cosas, no tires a la basura, tu vida y
Entré a mi casa y me sorprendí al ver a Leo en la sala platicando con mis padres. Me acerque a ellos.- Buenas noches papá, mamá, Leo. Vaya sorpresa, te llamé y te dejé mensaje.- Buenas noches hija, los dejamos platicar- respondió mi papá.- Ana Laura, escuché tu mensaje, te iba a llamar, pero ésto no te lo puedo decir por teléfono.- ¿Qué es tan grave Leo?- Mira Ana Laura. Estoy sorprendido, el día que te llamé en la noche, no me dijiste lo de Marco Antonio y tú. No sé cuál sea el motivo o motivos para ocultármelo.- Perdona Leo. Pensé que sería mejor decirlo en persona- me disculpé.- No te preocupes, estoy confundido con esto de ustedes.- Tú fuiste quién me dijo que saliera con él.- Sí lo sé, es sólo que nunca imaginé ustedes... tú y él... mi jefe... ¡es que son tan distintos!- Ya entiendo, no creías que el me hiciera caso.- No es eso, -suspirando- bueno sí Ana Laura. Y lo peor, nunca pensé que fueras a ser un proyecto de sus chicas mensuale
Marco Antonio y mi prima Catalina o "Julio" cómo él le decía se abrazaron, yo contuve el llanto y me disculpé, para ir al baño.- Catalina es mi prima, disculpen, tengo que entrar al baño.- Adelante ve, ahorita nos vemos Ana, estaré con Julio, quiero decir, con Catalina- dijo Marco Antonio cínicamente.- Yo te lo cuido prima- me gritó Catalina.Me metí a toda prisa, cruzando el patio de mi casa, entré al baño y ahí lloré, lloré cómo nunca, ¿por qué Marco Antonio, tuvo algo con Catalina?, ella y yo no éramos precisamente las primas más cercanas y ahora, resulta que ella era su "Julio ", ¿acaso es de éste año?, no importaba, me dolía demasiado, seguí llorando, cuando alguien más entró al baño.- Ana Laura, ¿que tienes hermana?- Nada Paula, sólo me sentí un poco mal.- No te vi llegar, ¿quieres que te traiga algo?- Si, por favor mi bolsa de mi maquillaje.- Claro, espérame, subo por ella.- Gracias Pau.Después de unos minutos mi hermana llego co
Me quedé callada observando las fotografías, no me di cuenta de que me seguía hablando.- Me da pena que seas mi hija, esa no fue la educación que te di Ana Laura, no volverás a ver a ese muchacho, ¿entendiste?- Mamá, -suspire- no soy una niña. Ya soy una mujer.- Pues no lo demuestras, con ese comportamiento., ya dije no lo vuelves a ver y se acabó.- ¡Ya basta mamá!, no me dirás que hacer ese es mi asunto.- Es mi casa y son mis reglas y punto.- ¡Pero es mi vida!, buenas noches mamá.Me fui furiosa a mi recámara, tenía mensajes y llamadas de Marco Antonio, pero no le quise contestar, no bajo estas circunstancias. Caminé al baño para desmaquillarme, suspirando me fui directo a la cama y me dormí.Al despertar tenía claro que haría de ahora en adelante. Ya he tomado una decisión. Bajé para desayunar con mi familia, pero igual para comunicarles mi decisión.- Buenos días, que bueno que ya todos están aquí. Les quiero decir algo.- Dinos hija, adelan
Llegué al hospital, ahí estaban mis hermanas y mi papá.- Pau, ¿qué pasó? - pregunté asustada.- No sabemos Ana Laura, sólo le dolió mucho la cabeza y se desmayó.- Ana Laura, hija, -papa se acercó y me tomo de las manos- los médicos aún no nos dicen lo que tiene tu madre.- Esperaremos papá.Estuvimos esperando por horas y no salían a decirnos nada, hasta que una enfermera salió a buscar a mi papá.- Buenas noches, señor usted el esposo de la paciente, -papá asintió- por favor acompáñeme, el médico encargado de su esposa quiere hablar con usted- dijo la enfermera.- Con gusto- dijo mi papá.Yo me fui a la cafetería con mis hermanas a esperar a mi papá, mi hermana mayor Mariana, me empezó a reclamar.- ¿Estas contenta? Ana Laura, todo esto pasó por tu culpa- dijo Mariana molesta.- No es momento, Mariana, por favor- la calmó Paula.- Si, vamos a calmarnos- dijo Leticia mi otra hermana.Yo sólo permanecí callada, tal vez, Mariana tenía razón, la