Entré a mi casa y me sorprendí al ver a Leo en la sala platicando con mis padres. Me acerque a ellos.
- Buenas noches papá, mamá, Leo. Vaya sorpresa, te llamé y te dejé mensaje.- Buenas noches hija, los dejamos platicar- respondió mi papá.- Ana Laura, escuché tu mensaje, te iba a llamar, pero ésto no te lo puedo decir por teléfono.- ¿Qué es tan grave Leo?- Mira Ana Laura. Estoy sorprendido, el día que te llamé en la noche, no me dijiste lo de Marco Antonio y tú. No sé cuál sea el motivo o motivos para ocultármelo.- Perdona Leo. Pensé que sería mejor decirlo en persona- me disculpé.- No te preocupes, estoy confundido con esto de ustedes.- Tú fuiste quién me dijo que saliera con él.- Sí lo sé, es sólo que nunca imaginé ustedes... tú y él... mi jefe... ¡es que son tan distintos!- Ya entiendo, no creías que el me hiciera caso.- No es eso, -suspirando- bueno sí Ana Laura. Y lo peor, nunca pensé que fueras a ser un proyecto de sus chicas mensualeMarco Antonio y mi prima Catalina o "Julio" cómo él le decía se abrazaron, yo contuve el llanto y me disculpé, para ir al baño.- Catalina es mi prima, disculpen, tengo que entrar al baño.- Adelante ve, ahorita nos vemos Ana, estaré con Julio, quiero decir, con Catalina- dijo Marco Antonio cínicamente.- Yo te lo cuido prima- me gritó Catalina.Me metí a toda prisa, cruzando el patio de mi casa, entré al baño y ahí lloré, lloré cómo nunca, ¿por qué Marco Antonio, tuvo algo con Catalina?, ella y yo no éramos precisamente las primas más cercanas y ahora, resulta que ella era su "Julio ", ¿acaso es de éste año?, no importaba, me dolía demasiado, seguí llorando, cuando alguien más entró al baño.- Ana Laura, ¿que tienes hermana?- Nada Paula, sólo me sentí un poco mal.- No te vi llegar, ¿quieres que te traiga algo?- Si, por favor mi bolsa de mi maquillaje.- Claro, espérame, subo por ella.- Gracias Pau.Después de unos minutos mi hermana llego co
Me quedé callada observando las fotografías, no me di cuenta de que me seguía hablando.- Me da pena que seas mi hija, esa no fue la educación que te di Ana Laura, no volverás a ver a ese muchacho, ¿entendiste?- Mamá, -suspire- no soy una niña. Ya soy una mujer.- Pues no lo demuestras, con ese comportamiento., ya dije no lo vuelves a ver y se acabó.- ¡Ya basta mamá!, no me dirás que hacer ese es mi asunto.- Es mi casa y son mis reglas y punto.- ¡Pero es mi vida!, buenas noches mamá.Me fui furiosa a mi recámara, tenía mensajes y llamadas de Marco Antonio, pero no le quise contestar, no bajo estas circunstancias. Caminé al baño para desmaquillarme, suspirando me fui directo a la cama y me dormí.Al despertar tenía claro que haría de ahora en adelante. Ya he tomado una decisión. Bajé para desayunar con mi familia, pero igual para comunicarles mi decisión.- Buenos días, que bueno que ya todos están aquí. Les quiero decir algo.- Dinos hija, adelan
Llegué al hospital, ahí estaban mis hermanas y mi papá.- Pau, ¿qué pasó? - pregunté asustada.- No sabemos Ana Laura, sólo le dolió mucho la cabeza y se desmayó.- Ana Laura, hija, -papa se acercó y me tomo de las manos- los médicos aún no nos dicen lo que tiene tu madre.- Esperaremos papá.Estuvimos esperando por horas y no salían a decirnos nada, hasta que una enfermera salió a buscar a mi papá.- Buenas noches, señor usted el esposo de la paciente, -papá asintió- por favor acompáñeme, el médico encargado de su esposa quiere hablar con usted- dijo la enfermera.- Con gusto- dijo mi papá.Yo me fui a la cafetería con mis hermanas a esperar a mi papá, mi hermana mayor Mariana, me empezó a reclamar.- ¿Estas contenta? Ana Laura, todo esto pasó por tu culpa- dijo Mariana molesta.- No es momento, Mariana, por favor- la calmó Paula.- Si, vamos a calmarnos- dijo Leticia mi otra hermana.Yo sólo permanecí callada, tal vez, Mariana tenía razón, la
Marco Antonio, tenía razón, yo soy una niña de casa, siempre bien portada que obedece a sus papás, debía dar ya el paso para ser mujer y le dije:-Está bien Marco Antonio, vamos de fin de semana.- Gracias Ana, te encantará- me dijo y me besó.- Bueno, voy a descansar. Hasta mañana, mi amor.Se sacó de onda por lo que le dije, pero me besó de nuevo y me dijo:- Paso por ti, a las 7 am, Ana, descansa.- Si, hasta mañana a las 7 am.Me metí a mi casa y mi hermana Leticia me empezó a buscar pleito.- Si te viera mi mamá, que decepcionada estaría de ti Ana Laura.- No hice nada malo Lety, calmate, ¿quieren que les prepare de cenar?- pregunté a mis hermanas.- Si, Ana Laura, te ayudo- respondió Paula.- Yo ya cene, hermana. Gracias- respondió mi hermana Mariana.- Bueno, haré la cena.- No quiero de tu cena, ni nada de ti. Lárgate a tu depa, vete Ana Laura.-No me iré, déjame en paz, -me crucé de brazos- si no quieres comer no lo hagas.-
Leo se apartó de mí lentamente y yo no sabía que hacer o decir, ante eso.- Es mi día libre, licenciado y Ana Laura, antes de ser su "Noviembre o su mujer" como lo mencionó, es mi mejor amiga y en todo caso no debería estarnos espiando- dijo Leo enojado.-Vamos Ana Laura. -me tomó fuerte del brazo, lastimándome.-Suéltala, ella vino conmigo y se va conmigo -le dijo agarrando la mano que tenía sobre mí.- Deja que ella decida con quién se quiere ir - dijo Marco Antonio.- Ana Laura. Sabes que yo siempre estaré para ti- Leo me dijo.- Decide Ana Laura- me pidió Marco Antonio.Ya sabía mi elección antes de que Leo interviniera en el asunto.- Vámonos Leo, no quiero verte ni hablar contigo Marco Antonio- dije enojada.Marco Antonio me soltó y nos levantamos y nos fuimos. Cuando llegamos a la puerta mire atrás hacia Marco Antonio, estaba asombrado, quizás ninguna mujer lo había enfrentado, pero yo no podía estar con él. ¿Como se atrevió a espiarnos?, ¿Quién
Yo quería entrar al Tecnológico pero Leo, insistía que no entrara, en eso llegó al Tecnológico una camioneta del Servicio Médico Forense, y salían alumnos de ahí corriendo y llorando, desesperada le dije a Leo:- Déjame entrar, por favor.- Ana Laura, no quiero que veas lo que pasó.- ¿Pues qué demonios pasó?- Alguien de tu salón murió, le dio un infarto.Sentí un nudo en la garganta.- ¿Qué?, ¿quién?- Vámonos, Ana Laura. -rodeo mi cintura y me empezó a alejar de la escuela.- No me iré, hasta saber que pasó. -me separé de él.- Ya lo sabes, -me quiso abrazar, pero lo empujé -ya te lo dije vámonos.En ese momento dos de mis compañeras se acercaron, me abrazaron y me dieron el pésame, yo no entendía nada.- Ana Laura, lo sentimos mucho. Sabemos que ustedes eran muy amigas.- ¿Quienes, que pasó? - pregunté desesperada.- Dalia, está muerta, no se sabe la causa, cayó al suelo muerta.- ¿¡Qué!?Corrí llorando hacia donde estaban los for
Tomé los estudios y sin decir nada al Doctor, salí, preocupada y no sabía qué hacer, que pensar, llegué a mi departamento sola, estaba lavando mi ropa, cuando tocaron mi puerta, tendí la ropa y fui a abrir, era Leo.- Ana Laura. No quiero que estés enojada.- Perdóname Leo, fui una tonta- dije y lo abracé, se me salieron las lágrimas y el me consoló.- ¿Que tienes, Ana Laura?- Es lo que no sé.- ¿Por qué lloras? -me secó mis lágrimas.- Estoy enferma.- Vamos al doctor, -me dijo preocupado- yo te llevo.- Ya fui, estoy preocupada, dijo que tengo que ir con una reumatóloga.- Vamos, Ana Laura, yo te acompaño.- No tengo cita.- VamosFue tanta la insistencia de Leo, que acabamos yendo con la reumatóloga, afortunadamente, no tenía pacientes y nos pasó.- Buenas tardes, ¿eres Ana Laura?- Sí, soy yo, ¿cómo lo sabe?- El doctor Castillo, me lo dijo, que posiblemente vendrías, mas no pensé que tan pronto, tomen asiento por favor.
Al escuchar a Marco Antonio, Leo me soltó. Yo no sabía qué hacer, ni que decir. Leo fue quien me beso quería gritarle, pero no podía, estaba a punto de hablar cuando leo lo hizo.- Licenciado, no mezcle, lo personal con lo profesional.- ¿Como no hacerlo?, te metiste con mi mujer.- ¿Dónde lo dice? ella solo es "Noviembre", no veo un acta de matrimonio, es más ni son novios formales, así que con todo respeto, no cometa una tontería.- Eso es cosa que, a ti, no te importa Leo, pasa a la oficina y recoge tus cosas. Y para tu información no sería una tontería, siempre puedo buscar a alguien que ocupe tu lugar. Así que te lo repetiré una vez más ¡estas despedido! y tu Ana, -me miro por primera vez en todo este rato y negó con la cabeza- no vales la pena.- Marco Antonio, por favor, permíteme explicarte- pedí cuando escuche lo último.- No, quiero explicaciones, aquí termina noviembre Ana Laura. No te quiero volver a ver, pensé que eras diferente, pero por lo vist