Tocaron la puerta en ese momento y Leo fue a abrir, eran mis hermanas que llevaban mi vestido.
- Ana Laura, llegamos a tiempo, espero te guste el vestido que elegimos para ti- me dijo mi hermana Paula.
- Lo elegimos con todo cariño- dijo mi hermana Lety.- Gracias, chicas, es un bellísimo vestido.- Sobra decirte, que te deseamos lo mejor, todas, que afortunado Marco Antonio- dijo mi hermana Paula.- Gracias de verdad, lo mas importante para mi es que estén conmigo. - No tienes nada que agradecer, esperamos que te cambies y Agustin fue a traer a la peinadora, no debe tardar en llegar.- Gracias, si me voy a cambiar.Me quede en mi recamara, tenia que cambiarme, tenia que, debía, arreglarme para la boda, pero por algo, no tenía las ganas, por Víctor, por Leo, por mi, finalmente me cambie y aún no llegaba la peinadora, así que paso la maquilladora a arreglarme.
Después de un rato, llego Agustin con la peinadora y me peino, mis hermanas, se ade
Yo me quedé llorando en la calle afuera de casa de mi abuela y después de mucho rato, salió Agustín a ver que pasaba.- Ana Laura, ¿todo bien?- Se acabó, todo se acabó, Marco Antonio, no quiere saber más de mí.- Ana Laura, es lógico que eso iba a acabar, por favor calmate, te hará daño.- Trato Agustín, pero yo no puedo.Agustín me abrazó con mucha ternura y con ganas de calmarme, no sé cuanto tiempo estuvimos así y después le comente a Agustín que no quería entrar de nuevo a casa de mis abuelos.- Primo, no quiero entrar ya, mi abuela me seguirá regañando.- Está bien prima, entiendo, le diré a Leo entonces para llevarlos a su depa.- Gracias primo.- No hay de que prima.Agustín fue por Leo y nos llevo al depa.- Bueno prima, hasta mañana, nos vemos Leo.- Hasta mañana, primo y gracias por todo.- No hay de que prima, siempre estaré para ti.- Gracias primo, no sé como agradecerte.- Siendo feliz prima, así me agradeces
Me quedé viendo fijamente a Marco Antonio y él a mi, en un silencio incómodo, no sabia que decir, como reaccionar o que hacer, después de incómodos momentos el rompió el silencio.- Ana Laura, se que dije que no quería saber de ti, pero por lo que hubo,por ese amor ambos merecemos hablar.- Marco Antonio, yo no se que decir.- Ambos lo sabemos, vamos a algún lado a hablar.- Esta noche tengo un compromiso, ¿puede ser en otra ocasión?- No hay otra ocasión, es ahora o nunca, por favor Ana Laura.- Esta bien, permiteme un momento.Llame y me disculpe con Víctor, Marco Antonio, seguía mirandome como siempre, como antes y poniendome nerviosa.- Listo, vamos a hablar Marco Antonio.- Si, Ana Laura, vamos por un café.- Dime a donde y me llevo mi auto allá nos vemos.- Si, sigueme mejor.- De acuerdo, te sigo.
Me quedé pensando a donde iríamos pues tomamos carretera, Víctor interrumpió mi silencio.- ¿Porque tan pensativa, Ana Laura?- Por nada, no tengo idea a donde vamos.- Esa es la idea, que no tengas idea.- Está bien voy a aguantar el suspenso.- Ya falta poco.Víctor, puso música en el estéreo del carro, era música romántica, de Laura Pausini, sonaba en ese momento "dos enamorados", Víctor me tomó la mano y antes que yo rompiera el silencio, me miró con esos ojos que me hablaban sin palabras y después me dijo:- Ana Laura. Solo, quedate en silencio, no puedo decir nada, sólo que es una sorpresa que te preparé con todo mi corazón.No dije más nada y me quede en silencio como Víctor quería, entonces llegamos a Santiago de Queretaro, llegamos a un lujoso hotel y en la suite que nos hospedariamos, estaba preparada una hermosa mesa para dos.- Bueno, ya llegamos a la sorpresa, Ana Laura.- Wow, esto es...- Lo que una reina como tú se mere
Nos dimos un ultimo beso y después Víctor se fue, yo me quedé trabajando y eso me distrajo de darle vueltas al asunto de Víctor.Por la noche, a la salida llegó Víctor por mi y me extrañó que trajera una caja de chocolates cuando a mi no me gusta eso...- Hola Víctor. ¿Y esos chocolates?- Tranquila, Ana Laura. Son para Renata, espero que a ella si le gusten.- Si claro a ella le encantan.- ¿Donde la veremos, mi amor?- En mi departamento.Llegamos a mi departamento y ahí estaba ella platicando con Leo, en cuanto me vio, corrió a abrazarme.- Ana Laura, amiga, que gusto verte han pasado 11 años...- Renata, igual digo que gusto, si ya 11 años, te presento a Víctor mi novio.- Mucho gusto, Víctor.- Mucho gusto, Renata.- Vamos a cenar. ¿Leo nos acompañas?-pregunte.- No, gracias Ana Laura, que se diviertan.- Bueno, nos vemos al rato.- Hasta al rato.Nos fuimos a cenar pizzas y ahí confese a Renata.- Y cue
Renata al verme triste me abrazo y por mal tiempo se canceló nuestro vuelo, así que tuvimos que quedarnos una noche en la Ciudad de México, nos fuimos a un hotel y ahí hablamos de todo lo que pasó...- Ana Laura, amiga ¿estas bien?- Si amiga, muy bien, solo que sentí...- Lo más triste del mundo, lo sé y te entiendo amiga, pero creo que Víctor y tu, podían hacer un futuro una vida juntos.- Lo sé pero justo ahora me llega esta oportunidad y la quiero tomar amiga.- Tomala entonces y bueno no mires atrás.- Si amiga, por mucho que duela, vamos a cenar.Nos fuimos al restaurante del hotel a cenar y después a dormir y al día siguiente nos fuimos al aeropuerto.Finalmente salió nuestro avión y volábamos en KLM a la preciosa ciudad, mi amada Madrid, la que tanto tiempo extrañe.Fueron una infinidad de horas pero llegamos al aeropuerto de Madrid, me fui a sentar a unas sillas porque Renata iba a recoger su equipaje, yo pensaba mil cosas, en Víctor y
Renata me abrazó y trató de calmarme y fue totalmente en vano, ya que yo solo quería una cosa, sólo quería a Víctor y quizás al haberlo dejado ir, ya no iba a estar en pie que me fuera con él, estaba metida en mis pensamientos, cuándo Renata me sacó de ellos y me dijo:- Ana Laura, apenas el iba a comprar su boleto, sé que le amas y que el te ama y eres terriblemente afortunada por tener a un hombre como Víctor, tu sueño de diseñar ropa aún así lo puedes ejercer desde dónde estés, así sea sin título de diseñadora, no seas tonta no lo dejes ir.- Quizás ya sea tarde amiga- dije y rompí en llanto.- Pues aquí sentada si lo será, llámale.Le llamé a Víctor pero tal como lo presenti, me enviaba al buzón, su móvil, yo estaba envuelta en la peor de las desesperaciones y sin pensar en nada, me levanté cómo por impulso, vuelta loca y empecé a nombrarlo en el aeropuerto con gritos y lágrimas, después de correr por pasillos y salas de abordar, finalmente le ví sentado en una
Es noviembre, el día esta frío y nublado con una ligera llovizna, se puede sentir la melancolía en el aire, pero eso no va a impedir que salga a divertirme con mi amigo Leo.Saliendo del Tecnológico, fui directo a mi casa, me metí a bañar, me vestí, me empecé a arreglar cuando sonó mi celular.- ¿Bueno? -Contesté- Ana Laura, soy Leo, no te escucho bien, ¿tú me escuchas?- Si, te escucho, ¿oye cuál es el plan? Ya casi estoy lista.- Se canceló el plan, llegó mi tía de visita.- Pero ya habíamos quedado...- Lo sé, podemos reprogramarlo.- Si, por supuesto, pero yo no me arreglé en vano.- Ana Laura... Espérame...Espere en la línea y después de un rato Leo, retomó la llamada y me dijo:- Ya, listo. Irá mí jefe en mi lugar.- No voy a salir con un viejito, amigo mío. -lancé una carcajada- No es un viejito, es de nuestra edad.- No inventes Leo. Espero que no sea una broma.<
- ¿Que pasa Ana Laura? - Preguntó Marco Antonio, al ver mi cara.-No es nada, no te preocupes. -el calor se acumuló en mí, haciendo sonrojarme-.Me sentía intimidada bajo su mirada y entonces se empezó a reír, no entendía por qué. ¿Acaso se estaba burlando de mí?- ¿De qué te ríes? -pregunté un poco irritada.- Que no sabes que es un Alfonso XIII Ana Laura, -me guiñó e inmediatamente me puse a la defensiva- no me equivoque contigo.- Equivocarte, -me reí con los dientes apretados- no me digas, no creo que me conozcas, apenas estamos hablando.- Tienes razón, te conocí gracias a la foto que tu amigo me mostró -contesto en voz baja, para que solo yo lo escuchara- pero solo necesite éste tiempo para comprenderte. Sé que bebes, pero sé que no conoces las bebidas que se sirven en l